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༻✿𝟎𝟎𝟒

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Los dos reían entre besos. Mal había dejado de llorar hacía unos cuántos minutos y se habían puesto muy acaramelados luego de su conversación. Su rostro había recuperado su color habitual. Incluso sus mejillas estaban rosadas, aunque era más que todo por los mimos de su novio.

Eran contados los momentos y días que tenían para estar en paz. Por lo general, las noches eran de las pocas ocasiones que tenían para relajarse. Pero esa semana sería solo para ellos. Para tomarse tiempo para cada uno, sus amistades, sus familiares y su relación. Sobretodo Mal necesitaba ese tiempo para sí misma.

La futura reina jugueteó con el cuello de la camiseta de Ben, acercándolo a ella luego de que se separara de su sesión de besos para contestar unos mensajes.

-Amor - se quejó, haciendo pucheros.

Ben se rió al oírla hablar como una niña pequeña. Respondió al mensaje y apagó la pantalla.

-Eran mis padres, ya están en camino- soltó el teléfono y rodeó su cintura- Ahora sí, otra vez tienes toda mi atención.

Mal rió y enredó sus brazos alrededor del cuello de su amado. Le dio pequeños besos en los labios y lo abrazó.

-¿Tus piernas están mejor? - le preguntó él, conteniendo las ganas de reírse.

Ella soltó una carcajada.

-Están mucho mejor - le acarició los cabellos que caían hacia su frente - Solo necesitaba estirarlas y pasar un rato sentada. El Ibuprofeno también ayudó.

Él asintió con comprensión.

-¿Te duele algo más? - preguntó.

Mal negó rápidamente.

-Yo misma fui la que te pidió que lo hicieras- le recordó sonriendo - Y no me arrepiento.

Se miraron por largos segundos. Ellos solo eran así de atrevidos entre los dos. Desde su primera vez acordaron ser abiertos con ese tema a la hora de comunicarse. Y poco más de dos años después, ya tenían bastante claro que le gustaba y que no a cada uno. Incluso a veces hablaban de cosas nuevas que querían intentar. La comunicación volvió las cosas aún mejores de lo que lo eran en ese aspecto.

El castaño sonrió y acarició su rodilla por sobre la tela de la falda negra que usaba su prometida. Rara vez las usaba en casa, pero hacía calor por estar en pleno verano. Ella era más de usar jeans con sus botas de combate, aún así a él le parece hermosa de ambas formas.

Ben se sorprendió cuando Mal pasó de estar sentada hacia un lado en su regazo a estar completamente a horcajadas sobre él. La ojiverde lo abrazó de nuevo por el cuello.

-Mal, creí que no querrías hacerlo por unos días luego de lo de esta mañana - se rió.

La nombrada le siguió la risa.

-Eso creí, pero con todo lo que me dijiste hace un rato y lo tierno que has sido conmigo en estas horas me hizo desearte aún más- mordió su labio inferior, con una expresión en su rostro que a Ben le pareció tierna y sexy a la vez.

El rey sonrió y besó su nariz.

-Debo admitir que yo también te deseo bastante en estos momentos - le susurró él cerca del oído.

Mal suspiró cuando sintió el aliento de Ben sobre su cuello. Las manos de él fueron subiendo hasta llegar a sus muslos, por debajo de la falda.

La pelimorada se aventó a su boca. Sus lenguas y labios batallaban por tomar el control. Las fuertes manos de Ben subieron hasta su trasero, apretándolo. La pelimorada jadeó por la excitación. Ella se rió cuando besando su cuello se encontró con dos marcas.

-No sabía que te había hecho esto - dijo con picardía.

Acariciaba el pecho y el abdomen de Ben por sobre la tela de la camiseta azul.

-Tú también tienes uno - le devolvió él.

-¿Dónde? - cuestionó, no recordando haber visto alguno cuando se duchó y peinó.

Cerró sus ojos, jadeando sin poder contenerse cuando el castaño comenzó a besarla desde la mandíbula hasta el cuello. Al llegar cerca de sus clavículas, el rey aprovechó y dio leves mordiscos sobre su piel. Besó la marca que le dejó y subió hasta su oreja, jalando el lóbulo.

-Justo ahí - respondió él con voz ronca.

Mal apretó el agarre en sus hombros con una mano, mientras que la otra bajaba el cierre del pantalón de él.

-No tienes idea de lo que provocas con eso- gimió ella.

El joven monarca sonrió, dando suaves besos por detrás de su oreja.

-¿En serio?

Sus manos se colaron por debajo de la falda, subiendo por los muslos de ella. Ambos gimieron cuando él la tomó de las caderas y lo acercó más a su cuerpo, provocando que sus intimidades se rozaran por sobre la tela. Se besaron por largos segundos.

-Me gustaría ver que provoco, entonces - le dijo con voz seductora, separando levemente sus piernas con sus manos- Abre las piernas, dragoncita.

Eso fue demasiado para la pobre alma de Mal.

Las abrió sin siquiera pensarlo, dejando que las manos de su prometido la tocaran por sobre la ropa interior. Le quitó la camiseta a Ben y dejó que él la siguiera tocando mientras que ella besaba lo que alcanzaba de su pecho al estar sobre él.

Echó su cabeza hacia atrás cuando Ben metió su cabeza por debajo de su top holgado y besaba sus pechos. Sus gemidos se volvieron más ruidosos cuando él introdujo sus dedos en su ropa interior.

Apenas pudo bajar los pantalones de Ben y su boxer cuando dos dedos del castaño abrieron paso en su entrepierna. El ojiverde-miel sacó su cabeza del top y besó su cuello de nuevo. Ella recostó su cabeza en su hombro, dejando que él siguiera.

Gimió y apretó sus piernas cuando el orgasmo invadió todo su cuerpo. Las manos de Ben subieron a su cintura, esperando a que se recuperara.

Él pensó que ella estaría cansada, pero era todo lo contrario. Acababa de avivar más su deseo, ¿y quién era él para no complacerla?

-¿Quieres más? - le preguntó en un susurro a su oído.

Mal asintió. Se rió cuando ella buscó con desesperación la caja de preservativos que habían escondido bajo uno de los cojines del sillón. Digamos que no era la primera vez que la pasión los invadía estando en ese lugar.

Se lo colocó y la ayudó a acomodarse. Los dos gimieron cuando su miembro entró en ella. Su prometida se movía sobre él, y eso era algo extremadamente sensual ante su vista. Dejó una de sus manos en su trasero y la otra en su cadera, ayudándola con los movimientos pero dejando que tuviera el control.

-¿Te gusta así, mi amor? - le preguntó la pelimorada, cambiando sus movimientos.

No le contestó de una vez. Escondió su cara en su cuello y la abrazó, apegándola más a él.

-Así, princesa, así - respondió, totalmente concentrado en ella y solo en ella.

Se besaban entre gemidos y jadeos de placer. Se sentían en el paraíso, solo siendo ellos dos. Estaban apunto de llegar hasta que...

-¿Ben/Mal? - oyeron dos voces a sus espaldas y como la puerta se abría.

Los dos se paralizaron al identificar quienes eran. Ben se horrorizó al ver que su madre se tapaba la boca con una mano y la otra tomaba su barriga de casi nueve meses de embarazo. Adam abrazaba a su esposa, pero se notaba que contenía las risas.

Se taparon lo mejor que pudieron. Ben la abrazó mientras que Mal se escondía en su cuello. Ambos estaban extremadamente avergonzados y sonrojados.

-¡Mamá, Papá! - les reclamó.

Los dos ex-reyes salieron rápidamente de la oficina y cerraron la puerta detrás de ellos. Oyeron en el pasillo como Bestia soltaba una carcajada y su esposa le daba un golpe en el brazo.

La joven pareja se miró unos segundos y suspiraron resignados.

-Creo que acabamos de traumar a tu mamá - se rió la princesa del Inframundo luego de unos segundos de silencio.

-Y a mi hermana también, aunque no haya nacido todavía - le siguió él entre risas.

Mal lo besó dulcemente en los labios y se levantó de su regazo. Se acomodó la ropa. Ben hizo pucheros.

-Amor, si no nos ponemos decentes ahora estoy segura de que tu papá vendrá a buscarnos tarde o temprano porque es casi la hora de la cena - le recordó ella.

Ben se desplomó sobre el sillón dramáticamente, haciendo que ella soltara una carcajada.

-¿Y qué hago con esto? - interrogó él.

Mal volvió a reír al ver que señalaba. Le aventó su camiseta y le hizo señas para que se levantara. Tomó su mano luego de que él se colocara la prenda. Salieron del lugar para dirigirse a su habitación.

-Me daré una ducha rápida para limpiarme. Y tú - lo señaló con su dedo índice-, te darás un baño con agua fría para que eso se vaya.

-¿No tardamos menos si nos bañamos juntos? - le preguntó.

Mal rodó los ojos con diversión.

-¿En días como hoy? Lo dudo.

Ben terminó riéndose y besó su coronilla.

(...)

La familia real cenaba en el comedor. Ninguno sabía muy bien qué decir luego del momento incómodo que acababan de pasar.

Todo estaba en silencio hasta que oyeron una carcajada. Bella, Ben y Mal alzaron la mirada cuando oyeron que Adam se reía estruendosamente. Se miraron unos segundos antes de ceder a la risa.

La castaña secó sus lágrimas con una servilleta limpia.

-Lamentamos haberlos interrumpido, chicos - se disculpó ella para terminar con la tensión.

El color rojo volvió a las mejillas de los dos más jóvenes. Ben tomó agua, evitando mirar a su progenitora a los ojos.

-No te preocupes, Bella. Supongo que debimos cerrar la puerta con llave - le restó importancia Mal, encogiéndose de hombros.

Claramente había sido muy incómodo y penoso, pero Ben y ella estaban conscientes de que los padres de él no hubieran abierto la puerta si realmente hubieran sabido que sucedía adentro.

-Y nosotros debimos tocar - habló Adam al haber calmado sus risas- De ese modo no los hubiéramos encontrado dándole un sobrino a tu hermana, hijo - dijo con diversión- La próxima vez al menos pongan un calcetín o algo en la puerta.

Su hijo casi se ahogó con el agua mientras que Mal se reía con fuerza. Lo ayudó a calmar la tos dándole palmadas suaves en la espalda.

-¡Adam! - le reclamó su esposa, aunque se notaba que volvería a reírse.

-Tomaremos nota para que no vuelva a suceder, papá - respondió Ben, con la voz algo rasposa por la tos.

Volvieron a reírse.

(...)

3 meses después...

La pelimorada estaba recibiendo ayuda de sus amigas para ajustar el velo en su cabello. Estaban en el pasillo de la Catedral, esperando sus entradas para que Mal caminara al atar.

Hades y Bella conversaban a un lado de las chicas, con la princesa siendo cargada por su madre. La pequeña Abby nació, por coincidencia, justo la semana del incidente. Ben y Mal habían decidido aplazar la boda un mes para que la ex-reina hubiera descansado y la hermana de él pudiera estar más cerca de la gente.

No sería el día de su aniversario, pero era la mejor opción para que esas dos personas tan importantes pudieran asistir.

A decir verdad había sido una sorpresa para todos cuando supieron que Bella estaba embarazada, era poco probable que a su edad eso sucediera. Pero estaban muy emocionados por tener un nuevo integrante en la familia. Ben fue el primero en emocionarse al saber que tendría un hermano o hermana menor.

-Maldita sea, M. ¿Por qué ninguno de los dos me hizo caso cuándo les dije: nada de hacer travesuras la semana antes de la boda? - la regañó Evie.

Resulta que la hija de Maléfica y Hades tenía una ligera marca en su cuello hacía su oreja. No se notaba mucho, pero no se atrevieron a cubrirla con maquillaje por la ubicación para no ensuciar el velo ni el cabello.

La futura reina se rió, recibiendo un golpe en la cabeza con el ramo de dama de honor de su mejor amiga.

-¡E! - se quejó.

-Evs, por favor no las pagues con su cabello - le reclamó Dizzy- Pasé horas haciendo los rizos y las trenzas a los lados.

El resto de sus amigas rió.

-Creo que Abby será tía muy joven - bromeó Audrey.

-Al paso que llevan estos dos, quién sabe si ya lo es y aún no lo saben - le siguió Uma.

-O tal vez suceda en la luna de miel - continuó Lonnie.

-U hoy en la noche de bodas- completó Celia.

Ahora fue Mal quién las golpeó con su ramo. Las cuatro se quejaron, la pelimorada sonrió.

-Luces preciosa, Mal- la alagó Jane, queriendo cambiar de tema porque la suegra y el padre de la pelimorada estaban allí mismo.

Ella le agradeció con la mirada.

Los chicos regresaron porque Ben acababa de hacer su entrada en la sala siguiente a esa. La música ya sonaba por toda la Catedral.

Mal sonrió cuando Bella se acercó a abrazarla. Rió cuando su pequeña cuñada la tomó de las mejillas con sus manitas.

-¿Quién es la niña más hermosa? - le preguntó con un tono de voz consentido- Eres tú - la bebé se rió- Si tú - le dio un toque en la nariz.

Abby balbuceó, contenta por el gesto y por que su mamá la mecía para mantenerla entretenida.

Mal apretó la mano de Bella antes de que ella se acercara a Adam. La bebé iría alzada en los brazos de su papá con el cojín de los anillos. Cerbero lanzaría los pétalos agitando una cesta.

Sus suegros y cuñada pasaron, seguidos por Celia y Dizzy, Harry y Uma, Chad y Audrey, Jay y Lonnie, Jane y Carlos. Y claramente, por ser la madrina y el padrino, Evie y Doug.

Perséfone ya se encontraba sentada en primera fila, con Maléfica en una pecera a dos puestos de ella. A decir verdad se llevaban bien. Claro, tomando en cuenta que la madre de Mal era un reptil.

Hades se agachó a acariciar las orejas de su mascota. Cerbero ladró y lamió su mano.

-Lucete, Κέρβερος- le dijo.

Mal le sonrió y los guardias le abrieron la puerta. A través de las puertas oyeron las risas de los invitados. El perro iba muy entusiasmado, cumpliendo con su rol y dejando que lo acariciaran.

El Dios del Inframundo entrelazó su brazo con el de su hija. Hades estaba orgulloso de ella, y la gran sonrisa en su cara lo delataba.

Las lágrimas rodaron por las mejillas de Ben cuando divisó a Mal caminando hacia él. Secó su llanto con un pañuelo que estaba en su bolsillo, sonriendo.

El peliazul besó la frente de su hija y estrechó la mano de su yerno.

-Cuídala mucho, Benjamin - le pidió.

Ben asintió. Hades le dio unas palmadas en la espalda y se fue a su lugar. La pareja real se miró a los ojos sonriendo y entrelazaron sus manos.

La ceremonia transcurrió con tranquilidad. Las sonrisas no se borraban de los rostros de ambos. Hubieron risas y lágrimas. Y muchas exclamaciones de ternura cuando Evie y Doug cargaron a Abby para que Ben y Mal tomaran sus anillos y se los colocaran al otro.

-Es un honor declararlos marido y mujer - exclamó el Hada Madrina, quien oficiaba la boda, con su voz dulce característica- Ben, puedes besar a la novia.

Ben rodeó su cintura y Mal pasó sus brazos por el cuello del rey, besándolo apasionadamente. Él le siguió el beso con la misma intensidad. Todos aplaudían y silbaban. Juntaron sus frentes y se quedaron abrazados por varios minutos.

Se separaron para que coronaran a Mal como Reina de Auradon.

(...)

La fiesta llevaba ya muchísimas horas. La mayoría de las personas ya estaban ebrias y otras sobrias. Pero todos se divertían al máximo.

Ben y Mal bailaron su canción comenzado la recepción. Afterglow de Taylor Swift. Adoraban la música de la cantante, y esa canción lo definió todo en los sucesos de unos meses atrás.

Rieron cuando vieron las locuras que hacían sus amigos en la pista de baile. Incluso sus padres, incluyendo a Kore, estaban entre ellos. Se habían sentado unos minutos para descansar los pies.

Abby, quien había dormido dos siestas en su coche, estaba sentada en las piernas de su hermano mayor, riendo porque él y su cuñada le hacían cosquillas. La niña tomó torpemente el peluche de fresa sonriente que le acercó la pelimorada y lo abrazó a ella.

Ben estaba fascinado al ver como se comportaba Mal con su hermanita. La adoraba tanto y hasta más que él. Ambas eran muy apegadas a pesar de que la princesa solo tenía tres meses de edad recién cumplidos.

La ojiverde sonrió cuándo notó la mirada de su esposo sobre ella.

-¿Qué? - preguntó riendo.

Abby pasó a sus brazos y dejó que le dieran de comer con un biberón. Ben sonrió y acarició la cabeza de su hermana para que descansara. La bebé sonreía, estando muy cómoda con su hermana postiza y su hermano mayor.

-Solo pensaba en lo linda que te ves con un bebé - le respondió, besando su mejilla.

Mal sonrió y tomó su mano con el brazo que no cargaba a la niña.

-Algún día, será un bebé nuestro. Te lo prometo - dijo con una sonrisa.

Ben imitó su gesto y la abrazó. Tal vez no sería pronto, pero sabían que en un futuro formarían una hermosa familia.

Sabían que ese día apenas era el comienzo de una nueva etapa en su historia de amor. Estaban listos y preparados para lo que seguía.
Como había dicho Ben, lucharían contra sus demonios y los problemas, y lo harían juntos.

Fin.

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*cries in Beal*

Escribir esta mini historia fue un pequeño camino de emociones, pero valió totalmente la pena ❤️

Para las personas que se tomaron el tiempo de analizar el episodio de ansiedad de Mal, gracias. Este es un tema muy delicado y complejo, por eso traté de llevarlo de la mejor manera posible.

¿Alguien ya sospechaba que Bella estaba embarazada? 🤭

Técnicamente había una pista de ello en el primer capítulo, y creo que nadie lo notó.

Ben como hermano mayor y Mal como cuñada de una mini Bella/Adam🛐🛐

Una vez más, agradezco que se hayan tomado el tiempo de darle la oportunidad a este pequeño proyecto ✨

¡Nos leemos pronto!

~Con amor, su escritora💕.

Publicado el 10/06/2022.

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