Apenas se había cumplido dos semanas desde que la joven JaeBi se fue de la casa, no había señales de dónde rayos pudiera estar, a SeokJin ya no le estaba gustando esto, las cosas en la enorme casa por fin se habían calmado, los gritos y el desorden ya no estaban, todo parecía vacío, igual que antes. Incluso sus padres no sabían donde podría estar, pero tampoco sabía exactamente que lo tenía tan inquieto, simplemente quería que JaeBi estuviera en esa casa. 

— Mia, tráeme un café... — La mucama asintió y fue enseguida a prepararle un café, sabía todos los gustos del Sr. Kim, y que tenía que estar despierta a altas horas de la madrugada para dar su servicio mientras él trabajaba, ella siempre estaba dispuesta, a SeokJin le encantaba dejarla con las piernas temblando a la mañana siguiente, Mia desde siempre sabía que detrás de ese respeto y responsabilidad, había un patán y egocéntrico hombre, pero no tenía de otra, tenía que hacerlo o podría irle peor. De todas maneras nadie podía cuestionar el encanto de Mia al ser dominada por el Sr. Kim, nadie lo había descubierto aún.

— Mierda, estoy cansado... —Mia le llevó su café, cómo a él le gusta, ella iba a salir de la habitación pero su voz la detuvo, obligándola a darse la vuelta y volver a él — Puedes ir a dormir, sólo haré esto e igual yo me iré a descansar... — La mucama pudo notar el cansancio en sus ojos, lo cual eso le sorprendió, casi siempre era lo contrario, últimamente el joven SeokJin no estaba durmiendo bien, y tal vez nunca sepa el porque, ¿Por su trabajo o la joven JaeBi que llevaba desaparecida dos semanas?.

— Claro Sr. Kim, descanse. Con permiso — Hizo una reverencia y salió de ahí confundida, SeokJin nunca fue amable con ella de ninguna manera y eso era de extrañarse.

A la mañana siguiente, la rutina se repetía, el aseo en toda la casa, el desayuno al Sr. Kim y más aseo, y seguía haciéndose la misma pregunta cada mañana, "¿Dónde carajos está JaeBi?" cada día lo frustraba más, incluso la llamaba, pero parecía que había bloqueado su número, simplemente esto ya no le causaba ninguna gracia, fuera lo que fuera, quería que estuviera esa mocosa arrogante en su casa. Por otro lado, JaeBi se encontraba en la casa de campo qué tenían sus padres, Nicole la acompañaba en esta aventura.

— ¿Qué decidiste acerca de SeokJin? ¿Te vas a casar con él? — Preguntó Nicole de repente, JaeBi se acomodó en el sofá y la miró.

— Es un imbécil. Estoy harta de él y de mis padres, no sé como se atreven a decidir sobre mi vida... Yo no creo en el matrimonio, no después de como mis padres se engañaron a sí mismos por años....

— ¿Y que vas a hacer? Es obvio que están buscándote, y no van a tardar en llegar aquí, te van a matar y yo voy seguido... — Nicole la miró asustada, pues estaba segura de que eso iba a pasar tarde o temprano y que ese lugar no podría ser para siempre.

— No tienes de que preocuparte, en caso de que eso suceda, no te culparé, esto lo decidí yo, pero no voy a volver para casarme con SeokJin, eso ya lo decidí... — Tomó su celular y vio la hora, nueve con treinta y siete de la mañana — Vamos a desayunar, tengo hambre — Nicole la miró y amabas sonrieron, de repente dejaron de preocuparse por esos problemas.

Ambas caminaron a la gran cocina y comenzaron a preparar el desayuno, no cabe duda de que ambas jóvenes sabían cocinar bien, sus padres las dejaron tanto tiempo a solas que juntas aprendieron a cocinar, cosa que también las volvió inseparables, estuvieron en los mismos colegios, en casi todas las actividades extracurriculares, sólo que había una gran diferencia... Qué Nicole no tiene que casarse con nadie, sus padres habían decidido dejar esa maldita tradición y dejar que su hija buscará a quien amar, todo lo van a dejar a decisión de ella. La joven JaeBi sentía algo de envidia por esa parte, quería ser tan libre como lo era Nicole, tomar sus propias decisiones.

— Tengo que ir al baño, ¿Puedes cuidarme esto? — Nicole fue quitándose el delantal.

— Claro — JaeBi sonrió y observó como su amiga iba casi corriendo al baño. De repente el tono de su celular hizo ruido en la cocina, ella se apresuró a ver quien era, un número desconocido estaba en la pantalla, no supo como pero presionó el botón de contestar. — ¿Hola?

— Hola, corazón. ¿Por qué no habías respondido mis llamadas? — ¿SeokJin? Fue lo primero que pensó al escuchar esa voz.

— ¿Qué mierda quieres?

— Que manera de contestarme, mi amor. Y yo que te extraño...

— Deja de hacerte el gracioso.

— Sé que tú y yo no empezamos bien, y quiero que lo hagamos mejor, nos vamos a casar...

— ¡Yo no me voy a casar contigo, entiendelo bien!

— ¡Quieras o no, nos vamos a casar, no creas que yo si quiero, porque me importa un carajo tu vida! — Después de esas palabras, hubo en silencio a través de la línea.

— ¡¿Entonces por qué mierda molestas tanto?! ¡Si tanto quieres tu maldito dinero, te lo doy y te vas a joder! — La joven estaba enfurecida, no quería saber nada de sus padres y mucho menos de él, SeokJin hacia qué le temblaran las manos de la furia.

— Recuerdalo bien, JaeBi, ¡Nos vamos a casar! — Y colgó, ella sólo golpeó la barra qué se encontraba en medio de la cocina con tremendo enojo. Nicole apareció.

— ¡Mierda! ¡Te dije que cuidarás de mi desayuno! — La joven sólo escuchaba a su amiga, apoyó sus codos en la barra y suspiró.

— Lo siento... — Su voz se quebró, su amiga lo notó de inmediato y se acercó a ella, cuando al fin vio sus ojos llenos de lágrimas, la llenó con un abrazo. Ella siempre estaba para ella y que estuviera con la joven en esos momentos, la ayudaba mucho.

— ¿Qué pasa? — Preguntó mientras acariciaba con delicadeza su espalda. Se separaron y ambas se miraron.

— SeokJin me llamó y dijo que nos vamos a casar. No quiero que eso pase, no quiero... — Su amiga chistó y le secó las lágrimas con sus pulgares.

— Yo voy a donde tu vayas, quiero que mi mejor amiga tenga una vida feliz, y si irte de algo que no te hace bien, yo estaré de acuerdo — Su amiga sonrió sin mostrar sus dientes y acariciaba su hombro para tranquilizarla.

— Ese es el problema, que a cualquier lado qué yo vaya, ellos van a seguirme...

— Habrá algun lugar en el mundo donde puedas vivir tranquila, sin huir...

La joven asintió y limpió las lágrimas qué iban recien saliendo de sus ojos. Después de ese momento, ambas desayunaron y estuvieron viendo una película en la televisión, hasta que el timbre sonó. Nicole se levantó del sofá para abrir la puerta.

— ¿Quien es? — La joven JaeBi le preguntó a su mejor amiga, pero ella no le respondió.

— Tu prometido.

...

¡Holaaa! Sé que ha pasado mucho tiempo, pero por fin les traigo un capítulo, probablemente no es el mejor, ni el más largo, pero la universidad me ha estado matando y ahora tuve un tiempo libre para terminar este capítulo que había dejado a medias, una gran disculpa por haber tardado, sólo espero que les siga gustando mi historia, que lo bueno está por empezar. Y espero no tardar tanto en subir otro 🥺