— ¡¿Qué mierda hacías con Kim NamJoon?!

A la joven se le subió la sangre a la cabeza de tan sólo escuchar la voz de SeokJin.

—¡Eso no te importa!

—¡No lo conoces! — La joven podía ver la furia en sus ojos.

—No sé que haces cuestionándome, se supone que no te importa lo que haga, porque a mí me importa un carajo lo que tu hagas, ¡No sabes cuanto te odio, bastardo! — Si, al fin lo dijo, y no había arrepentimiento en sus ojos. JaeBi se dio la vuelta dándole a entender que la conversación se había terminado, pero el castaño no se iba a dar por vencido. Siguió hablándole mientras la seguía.

—¡Eres una maldita puberta, eso es lo que eres! ¡Creyendo en los cuentos de princesas! ¡Ésta es la realidad, JaeBi! — Ella sin previo aviso lo abofeteó, era la segunda vez que lo hacia. El cabello de SeokJin había cubierto parte de sus ojos al girar bruscamente su rostro. A la joven se le había agotado la paciencia.

—Vuelves a golpearme, y está vez yo no me detendré...

—¡Cierra la boca! No quiero estar con alguien cómo tu...

—Esto es lo que te tocó, así que confórmate...— Le dijo mirándola con furia.

—No sé que te hace pensar que me voy a conformar. Si eres un hijo de puta todo el tiempo, y yo no voy a soportar esto más... — Mientras la joven se quejaba, se iba acercando a su rostro poco a poco.

—Que no te sorprenda que algún día de estos desaparezca...— JaeBi sonrió sin mostrar sus dientes y se alejó de SeokJin. El joven sin decir otra palabra, sólo miró cuando se metió a su habitación. ¿De verdad es capaz? Porque ella era capaz de hacer todo.

❁

A la mañana siguiente, se encontraba SeokJin desayunando solo en el jardín, hoy era su día libre, eso quería decir que hoy tenía cita con su Yoon, pero algo andaba mal, JaeBi no aparecía. ¿Será qué?... De tan sólo pensarlo, lo ponía tenso, se levantó de la silla y se apresuró a entrar a la casa para dirigirse a su habitación. Al momento que abrió la puerta sintió un repentino frío, ella no se encontraba en su cama dormida, como él lo hubiera imaginado, alterado por eso, abrió los cajones y el armario para encontrarse con el vacío. Ella se había marchado, se fue antes de que se lo pensará.

—¡Mierda! — Gritó desesperado en medio de la habitación pero, ¿Porqué se ponía así? ¿Era porque podía perder su herencia o... Porque le empezaba a tomar cariño? Las mucamas no tardaron en llegar a la habitación en cuanto escucharon el grito del Sr. Kim, preguntándose, ¿Qué rayos le sucedía para se pusiera así de repente?

— ¿Qué le pasa, Sr. Kim? — Una de las mucamas se acercó a él. 

— ¿Dónde demonios está JaeBi? — Furioso se acercó a ella, causándole miedo.

— No lo sé, Sr. Kim...

— ¿Cómo mierda no sabes? — Las mucamas tenían miedo de que se volviera impulsivo de nuevo, porque no traía nada bueno.

— ¿Alguna sabe dónde está? — Levantó la mirada para encontrarse con las miradas llenas de temor de las mucamas, todas dijeron que no, excepto una...

— Si de verdad hicieran un buen trabajo, ya se me hubiera avisado sobre el escape de JaeBi, sin embargo, yo me di cuenta solo...— Nadie dijo nada, sólo el silencio los invadió. Ahora ¿Cómo va a pasar el día con su chica? Se supone que le debería alegrar el que Park JaeBi, una maldita mocosa, se haya ido de está casa sin molestarse en sacarla a patadas, ¿Por qué se tenía que preocupar por ella? SeokJin salió de la habitación sin decir nada más.

¿Dónde está JaeBi?

Hecho una furia, salió de la enorme casa para ir directo a su auto y dar en marcha, no estaba pensando con claridad sus decisiones, sólo tomó camino hacía su destino.

Estando frente a la puerta de esa casa enorme, tocó el timbre y dio fuertes toques en ésta para que se apurarán a abrir y a los pocos segundos, la mucama se asomó y en cuanto reconoció su rostro áspero, lo dejó pasar sin cuestionarlo, SeokJin espero un rato en el salón mientras que la mucama iba en busca de NamJoon. Al poco tiempo, el moreno apareció en la estancia.

—¿Qué te trae por aquí, viejo amigo? —  Preguntó NamJoon tomando asiento frente a él.

— ¿Dónde está? — El joven moreno levantó una ceja confundido.

— ¿Dónde está quien? — SeokJin lo miró molesto, estaba seguro de que él lo sabía.

— No me respondas con otra pregunta...

— SeokJin, no sé de que me hablas, no quiero repetir la misma situación de hace tiempo — SeokJin rio al notar que no estaban hablando de la misma persona.

— No hablo de la persona que te rechazó para quedarse conmigo... — El castaño se puso serio y lo miró directo a los ojos. — Los vi hablando ayer en la fiesta, ¿Qué mierda le dijiste para que se fuera?

NamJoon se levantó de su lugar y caminó por la estancia mientras pensaba, y a eso, SeokJin no tenía la suficiente paciencia para soportarlo y mucho menos para estar en el mismo lugar que él.

—¿Así que se fue? — NamJoon sonrió mostrando su hoyuelo— No pensé que lo fuera a hacer tan pronto, pero se fue antes de que lo notarás, creía que lo tenías todo bajo control...

SeokJin se levantó enfurecido y se acercó al moreno.

— ¡Dime que mierda le dijiste! —  Alzó la voz, NamJoon no le tenía miedo como muchos le tenían.

— Ella se fue porque quiso, no aguantó un día más estar con un imbécil cómo tú... Y me pregunto, ¿Qué hechizo le tuviste que hacer a Yoon para que se quedará contigo? — El castaño enojado lo empujó fuerte, haciendo que NamJoon se tambaleará.

— Eres tan infantil, ¿De verdad mereces saber dónde está?

SeokJin lo miró por última vez, y salió de la casa, nunca tuvieron un encuentro amigable, no después de que el castaño se enamorará profundamente de Yoon. 

Esto era exactamente lo que había hecho en el pasado...

El joven subió a su auto y al estar dentro, sólo podía escucharse  la respiración acelerada, ¿Por qué le preocupaba que JaeBi no se encontrará en casa? Avergonzado por lo que hizo, encendió el motor y dio en marcha, volvió a su casa. Las mucamas esperaban una reacción negativa pero no pasó nada, sólo las ignoró por completo y subió a su habitación. Cuando estaba ahí, no pudo evitar pensar en lo tonto que fue ir a preguntarle a NamJoon sobre JaeBi, ¿Qué demonios le estaba pasando? Una llamada lo sacó de sus pensamientos, sacó el celular de sus bolsillo y sonrió al ver el nombre de Yoon en la pantalla. No dudo en contestarle.

—Hola, cariño— Vaya que su voz sonaba diferente cuando hablaba con ella.

—Hola, ¿Estás ocupado? — Caminó por la habitación mientras tonteaba con sus pies.

— Sabes perfectamente que para ti siempre tendré tiempo — Ella le regaló una pequeña risa.

— Ven a mi casa a las nueve y treinta, no tardes porque la cena se enfría — SeokJin sonrió.

— Muy bien, estaré ahí puntual.

—Te amo, Jin...

—Yo igual, cariño— Yoon finalizó la llamada. El castaño se fijo en su reloj de mano y tenía tiempo de sobra para revisar unos papeles. Por otro lado...

—No puedo creer que tus padres hayan hecho tal cosa... — Nicole miró a la joven JaeBi con preocupación. El día de la fiesta en casa de JungKook trató de decirle, pero no le creyó aunque estuviera sobria.

—Pues créelo, han arruinado mi vida, a pesar de que sólo será un año — JaeBi bajó la mirada, su amiga le tocó el hombro para consolarla.

—¿Vas a decirle a JungKook?— La joven se sorprendió por esa pregunta.

—No. Estamos empezando, no quiero que se arruine lo poco que tenemos, SeokJin tampoco debe saberlo. Por favor, no le digas a nadie...

—Tranquila, cariño, nadie lo sabrá, tu secreto está a salvo, ya lo sabes — JaeBi por último le sonrió. Ambas se dieron un pequeño abrazo. Nicole había comprendido por completo la situación que su mejor amiga estaba viviendo, dejando que ésta se quedará en su casa hasta que sea el día de la boda. Sólo para no deshonrar a su familia.

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Hola, de nuevo tardé en traerles otro capítulo, y gracias a esas personas esta teniendo un poco de apoyo, sólo me queda preguntarles: ¿Les gustó? ¿Quieren que la siga? 

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