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Dan toques leves a la puerta de la habitación de JaeBi, ella se aproxima a abrir.

—Señorita Park, he traído el vestido para la fiesta de compromiso de hoy, ¿Quiere probárselo? — La joven castaña ríe.

—Te he dicho que no me digas señorita, tutéame — La mucama joven sonríe. — Pasa, ayúdame.

JaeBi se hace a un lado para que la mucama entre con un vestido color rosa salmón en las manos, bastante precioso.

—¿Porqué este color? — La joven le preguntó a la mucama, ella sonrió mientras sacaba de su bolsillo una cajita color Palisandro.

—Al señor Kim le gusta el color rosa, él dijo que no quería verla con otro color de que no fuera éste, y por último esto — La mucama extiende su mano para entregarle a JaeBi la pequeña caja, ella se confundió ante ese acto. — Su anillo de compromiso, no olvide ponérselo, en unos minutos llega la señorita Maze, ella se encargará del maquillaje y peinado. — La mucama joven sonríe, JaeBi se empieza a desnudar para ponerse el vestido, que éste sólo se deslizó por su cuerpo hasta la punta de sus pies, su piel combinaba con el color del vestido, subió el cierre del vestido y por fin pudo verse al espejo qué le quedaba a su medida, pudo resaltar las curvas de su cuerpo, la mucama como último detalle, colocó con esmero un collar de perlas en su cuello, nunca había pensado lo hermosa que se veía, con glamur y elegancia, esta noche ella y Jin iban a ser el centro de atención y nadie podría evitar mirarlos. La mucama salió detrás de ella y la miró por el espejo.

—Se ve muy hermosa, señorita JaeBi — Ella sonrió, una lágrima salió y mojó su mejilla, se dió la vuelta para ver a la mucama.

—No creí que me fuera a casar así, yo quería esto pero no con SeokJin, el hombre que amo está afuera sin saber que yo estoy comprometida con otro — Y ella sin más que decir, abrazó a la mucama, que aún no sabe su nombre. Pero ella no se negó al abrazo, sino que empezó a acariciar su espalda de arriba hacia abajo.

—Tranquila, señorita, la haremos sentir cómoda...

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JaeBi fue tratada como una reina, su vida siempre fue así. Ella bajó por las escaleras con cuidado de pisar un vestido tan precioso y costoso, su prometido la estaba esperando al final de las escaleras sin dejar de mirarla, pensando lo hermosa que se veía, no podía creer que tenía una prometida tan preciosa con un cuerpo que los mismos dioses habían esculpido. Parecía irreal. Pero todo se quedó de lado cuando recordó su mal carácter.

Al llegar al último escalón y estar a la altura del señor Kim, él ofreció su brazo para que ambos salieran de la casa enorme, al ser así, una limusina estaba estacionada frente a los escalones de mármol, que bajaron con cuidado hasta subir en ésta. 

El chofer condujo hasta llegar frente a un salón, éste tenía grandes ventanales y dentro de él lucía un gran y hermoso candelabro, que reflejaba luces doradas, la joven JaeBi suspiró nerviosa, pues ya dentro del salón se encontraban muchas personas. Ambos prometidos salieron de la limusina, ella se iba a adelantar para entrar al salón, pero el joven SeokJin la detuvo tomándola del brazo atrayéndola hacia a él.

—¿Qué haces? — Le susurró su prometido.

—¿Entrar? — El joven rodó los ojos.

—Eres tonta. No debes entrar sola, tenemos que entrar los dos por igual — JaeBi quedó confundida, ella pensaba que todo mundo sabía sobre su compromiso forzado.

—¿De qué hablas? Se supone que todas estas personas saben que es por compromiso, que tú y yo ni de broma nos amaríamos — SeokJin suspiró cansado de su actitud tan arrogante.

—Pues claro que es una puta broma nuestro amor, ellos no entenderían la tradición de los millonarios en el país. Así que por tu bien y el mío, te pido que no hables, yo seré el que responda a todo lo que nos pregunten — Asintió sin discutir más, la joven respiró hondo y entrelazó su brazo con el de su prometido, ambos entraron y llamaron la atención de los invitados, era un ambiente tranquilo, la música clásica y el habla inaudible de las personas alrededor. Un mesero se acercó a ellos ofreciéndoles dos copas de champaña que tomaron con tranquilidad.

Los señores Park se acercaron a los jóvenes, ellos vestían elegantes, sabían perfectamente que las apariencias eran importantes ante los ojos de los demás, es por eso que vestían con ropa de diseñador y accesorios realmente costosos.

—Buenas noches, señora Pa...—Su madre lo interrumpió para corregirlo.

—Serás mi futuro nuero, puedes tutearme sin ningún problema...

—Está bien, Hee Sook— Respondió algo incómodo. JaeBi por su mente pensaba en lo que le dijo SeokJin hace un rato: "Pues claro que es una puta broma nuestro amor, ellos no entenderían la tradición de los millonarios en el país" ¿Cómo es que nunca lo notó? Sus padres no se aman de verdad, es por eso que su madre siempre engañó a su padre con su tío, todo el tiempo vivieron infelices y nunca lo notó, ella no quería vivir lo mismo que su madre, la joven amaba a Jeon JungKook, y desde el día que SeokJin apareció en la casa empezó a odiar la idea de casarse con él ¿Por qué estaban siguiendo una tradición de mierda? Cuando cada uno podía vivir su vida como quisiera y amar a la persona que quisiera sin la estúpida tradición de sus padres.

—¿JaeBi? — La joven parpadeó y vio como su madre fruncía el ceño.

—Cariño, tenemos que ir a sentarnos — La joven confundida miró a su prometido por como la llamó.

—No tienes que fingir en frente de mis padres— Ella le susurró mientras observaba a la gente quien seguía en sus asuntos.

—Cualquier persona nos puede escuchar, así que es mejor fingir en cualquier momento— Las palabras del joven hicieron que JaeBi se quedará callada después, pues ya no quería seguir discutiendo. Quería escapar de ese lugar para abrazar a JungKook, a la persona que amaba de verdad.

La ceremonia seguía durante la noche, la joven veía la hora de su celular a cada momento, y sentía que el tiempo le estaba haciendo una jugada, haciéndola sufrir en una maldita ceremonia que no servía para nada. Una pareja de la tercera edad se acercó a la mesa de los prometidos.

—Hola, queridos. Venía a desearles éxito en sus vidas, se unieron al matrimonio sagrado y bueno, tal vez no es de mi incumbencia, pero me encantaría regalarles estos anillos de oro, para que un heredero pueda tenerlos— La señora le dio una pequeña cajita a JaeBi, quien se sorprendió por repentino regalo, ella quería tener hijos, pero pensaba que era muy joven para criar un bebé, pues al principio quería rechazarlo, pero al ver el rostro de la señora, sus ojos brillaban de la ilusión que le hacía que los tuviera.

—Gracias. Muchas gracias, señora— La anciana sonrió, los ojos de JaeBi poco a poco se fueron aguadando, pues era un regalo realmente hermoso, y sin pensarlo la joven abrazó a la señora muy fuerte. Ambas se alejaron.

—Cuida muy bien del obsequio, pues algún día tendrás un pequeñín— JaeBi sonrió, y era la primera vez en la noche que lo hacía de verdad, tanto a la señora como a ella, le hacía mucha ilusión.

—Que la pasen muy bien— Dijo su esposo para darse la vuelta y alejarse de los prometidos.

JaeBi se sentó de nuevo a lado de SeokJin, mientras observaba con detalle el obsequio, esté la miró serio.

—Vaya que si eres buena para actuar... ¿Con qué si quieres tener un hijo? — La joven limpió las lágrimas que poco ya iban saliendo. Ella lo miró.

—Tendré hijos, pero no contigo. Y por favor, necesito saber a qué hora se termina está maldita ceremonia para poder largarme de aquí— Respiraste hondo después de decir eso.

—Tendrás que aguantar, falta una hora... ¿A la cenicienta ya se le va a terminar el encanto? — Ambos observaron a los invitados quienes aún seguían ahí desde que comenzó la ceremonia— Y que bien por mí, no me gustaría tener que follar contigo.

La joven suspiró fastidiada, decidió mejor salir del salón a tomar un poco de aire a la parte trasera del salón, un pequeño jardín, donde nadie se encontraba y podría observar la luna que brillaba con intensidad, se escuchaba el canto de los grillos y el agua salir de una fuente que se encontraba en medio del lugar, la joven camino alrededor de ésta mientras miraba con atención la luna, le gustaba mirar arriba y ver la estrellas que se encontraban dispersas por el cielo, era bellísimo. Escapar estuvo presente en su mente desde que llegó al lugar, su mejor amiga Nicole no estaba en la fiesta, y se sentía completamente sola, sabía que su lugar era otro y no éste. No podía vivir con libertad, nunca tomó sus propias decisiones, siempre fueron sus padres, tuvo suerte de que Nicole fuera aceptada en casa por su buena educación, sino la habrían sacado a patadas. Todo esto era ridículo, ¿Acaso una persona normal haría esta tradición?

—¿Quieres huir? — Una voz masculina hizo que la joven brincará del susto, lo miró.

—¿Quién eres tú? — Un chico muy alto se fue acercando a ella poco a poco.

—Perdón. Soy Kim NamJoon — Era un joven alto y moreno, usaba unos lentes haciéndolo ver atractivo.

—Oh...

—Entonces... ¿Quieres huir? No me has respondido — El moreno la miró esperando una respuesta, ella sin saber si confiar o no, decide responder con honestidad.

—Si, quiero escapar y no volver — NamJoon asiente sonriendo.

—Si estás segura de querer eso, no lo dudes... — Ella lo miró confundida.

—No me queda claro quién eres y que haces aquí conmigo, cuando deberías disfrutar de la fiesta

—¿Crees que soy de esos? Bueno, lo entiendo porque no me conoces, prefiero estar fuera de toda esta farsa ¿A ti no? — La joven al fin podía entender, él también podría estar en la misma situación.

—¿Cómo sabes...? — JaeBi frunciendo el ceño espero con ansias su respuesta.

—Desafortunadamente, me encuentro en la misma situación que tú, hace unos meses me casé con una chica que está justo adentro disfrutando de la fiesta, cualquier compromiso falso puede sacar ventaja o desventaja... La ventaja es que termines enamorándote de SeokJin y la desventaja es que termines odiándolo más de lo que ya lo haces...— La joven pensó aquello con detenimiento, y claro que en ningún momento se imaginó amando a aquel idiota.

—Creo que estoy en desventaja. Justo ahora pienso en la persona que amo desde hace dos años y en lo que le estoy haciendo— JaeBi no pudo evitar que sus ojos se llenarán de lágrimas.

—No creas que no puede cambiar, sólo tienes un año para saberlo, si no hay nada serio entre ustedes dos, puedes huir...

—Quiero mandar a la mierda todo esto, sólo quiero estar con él, no quiero nada con nadie— La joven apuntó rápidamente hacia adentro donde las personas se encontraban bailando sin parar.

—Entonces, hazlo...

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La fiesta de compromiso había terminado por fin, JaeBi se encontraba agotada, a pesar de que en toda la noche no se paró a bailar ni una vez. Ambos prometidos entraron a casa, ella ya estaba a punto de irse a su habitación cuando el castaño la tomó del brazo y la volteó bruscamente, ella se quedó mirándolo confundida.

—¡¿Qué mierda hacías con NamJoon?!

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Una gran disculpa por haber tardado en subir este capítulo, y la razón por la que estaba tardando es que no me había gustado como lo escribí, y lo tuve que reescribir varias veces hasta que me gustará. Sólo espero que a ustedes les haya gustado. Gracias por leer y adióóós :)