Capítulo 03: Sola
— Eres un egoísta — Dijo la joven Bi cruzándose de brazos enojada por qué SeokJin la había sacado de aquella fiesta.
— No puedes hacer ese tipo de cosas, nos puede perjudicar a los dos — Advirtió mientras se detenía en un semáforo en rojo, para observarla.
— Yo no pedí casarme conti...
— ¡Yo tampoco! — El joven Jin alzó la voz por lo que Bi lo miró asustada. Semáforo en verde, miró hacia adelante para avanzar, ambos se quedaron callados, JaeBi sólo se dedicó a mirar por la ventana mientras el aire nocturno entraba y volaba sus cabellos con suavidad. Un gran silencio se creó entre estos dos.
El pensar que los dos están prometidos y que pronto van a dormir juntos en la misma cama, no le gustaba en lo absoluto a la joven castaña, y lo que faltaba, no sabía el motivo por el que se van a casar. Minutos después llegan a la gran casa, ambos se bajaron del auto en silencio, Bi con un nudo en la garganta se subió rápido a la habitación poniendo seguro en está. Se sentía miserable al casarse con alguien por obligación. Se tumbó a la cama boca bajo mientras cubría su rostro con sus brazos y se dedicaba a llorar...
¿Porqué me tengo que casar con este idiota?
La joven se preguntaba cada segundo que pasaba. SeokJin era la persona más odiosa que se pudo haber cruzado en su vida. JaeBi lloró con sentimiento, se sentía impotente, sola, es como si todo el mundo le diera la espalda.
El joven SeokJin no se digno a poner un pie frente a la puerta de la habitación, no por molestarla, sino porque no quería ni verla, sus padres le habían escogido una chica que no era de su agrado, una chica estúpida y tonta, una puberta de primera. Era lo que pensaba el castaño. Él sólo fue a su oficina a hacer trabajo y llamar a la persona que con el simple hecho de escuchar su voz, le alegraba la noche, ella tenía una voz muy dulce, y su matrimonio con JaeBi hizo que todo esto sus padres tomarán la iniciativa de que su relación con Yoon se fuera completamente a la basura, pero él se enamoró de ella que le fue imposible dejarla.
— ¿Cómo va todo? — Preguntó Yoon del otro lado de la línea.
— Bien, supongo — Mojó sus labios con su lengua, agregando un poco de brillo a estos que estaban secos.
— ¿Como que supongo? — Dió un fuerte suspiro antes de responder.
— Yoon... Esto no me está gustando, no me quiero casar con ella, con la que me debería casar es contigo — Yoon respiro.
— Sé que es difícil, pero debes hacerlo, es sólo un año y después de eso podemos volver a la normalidad, cariño — Su dulce voz hace que hasta la preocupación más grande se vaya olvidando.
— Si, tenlo por seguro...
ꕤ
Después de aquella noche, la joven Bi, había dormido con el vestido de la fiesta, y el señor Kim, se quedó dormido en el escritorio de su oficina, con una copa casi dada por terminar. Al entrar los rayos del sol penetraron por el ventanal, lo que hizo que Bi, se levantará. Ella podía escuchar a las mucamas trabajar desde la planta baja, hablaban y reían, se les notaba tranquilas mientras no estaba el señor Kim, ella se levantó tan pronto para salir de la habitación, algo que no había notado es que tenían música Jazz, algo que a ella le gustaba, fue en ese momento que recordó los momentos que pasaba con su abuela, escuchando Jazz, ambas eran apasionadas con eso.
En cuanto terminó de bajar las escaleras, se encontró con las mucamas limpiando pisos y muebles, y otras preparando el desayuno, estás se le quedaron viendo.
— Oh, por favor, no se detengan — Una de las mucamas más jóvenes se le acercó e hizo una reverencia antes de hablar.
— Señorita Park, el desayuno esta listo, puede ir al comedor — JaeBi sonríe ante esto, ¿Cómo es que una chica de su misma edad le hable tan formal?
— Oh, vamos, de seguro somos de la misma edad, no tienes porque tratarme de usted — Se acercó a ella y le acarició el hombro, JaeBi se fue al comedor, ya que había despertado con un hambre casi insoportable. En cuanto llega al comedor, se sienta en su lugar, fue en ese momento cuando se dio cuenta de la ausencia de SeokJin, él no se encontraba en el comedor.
De seguro otra junta de trabajo. A la joven no le quedaba otra opción más que desayunar sola, ella no estaba acostumbrada a ello, más tendría que hacerlo, ya que así va a ser por el resto de su vida, ella podía llegar a imaginarse lo desagradable que será vivir con una persona como el señor Kim SeokJin. "Hasta que la muerte nos separe"
— Ojalá yo muera antes de la boda — Rodeó los ojos antes de agarrar los cubiertos con sus manos. A pesar de la ausencia de su prometido irritante, se sentía bien. "Probablemente no sea tan malo desayunar sola". Pensó la joven con una sonrisa ladina.
Hasta el desayuno sabía más delicioso, el sabor amargo se le había pasado. La joven había dado por terminado cuando pasó aquella servilleta de tela fina por sus labios y comisuras, se levantó para llevar el plato, pero la voz irritante la interrumpió en su acto.
— ¿Desayunaste sin mi? — ¡Claro que había desayunado sin él! Y claro que el desayuno estaba delicioso.
— Si. ¿Dónde dormiste? — El joven Jin llevaba la misma ropa de ayer.
— En mi oficina, ya que te encerraste en mi habitación — Sonríe para sentarse en el otro extremo de la mesa.
— ¡Y es por eso que te pido amable una habitación para mi sola! Esta casa es enorme, no puede haber solo una — La mucama le llevó el desayuno en frente de él, para después retirarse.
— Te dije que no, en dos meses nos vamos a casar, tendrás que habituarte en esa habitación.
— ¿Porqué siempre tienes que ser tu el que elige todo? ¿Mi opinión no vale? — Él la miró cabreado.
— Sólo valdrá cuando yo te la pida — Metió un bocado a su boca, eso quería decir que la conversación ya se había finalizado para él.
— Vete al carajo — La joven se retiró del comedor, ni siquiera se volvió a sentar para esperar y que terminará. Ella subió a la habitación, sacó ropa para meterse a duchar, su mejor amiga Nicole le había mandado un mensaje diciéndole que JungKook quería verla, con mucha razón se ducho.
En cuanto salió se cambió, se maquilló y la loción tocó la piel desnuda de su cuello, fresca y suave.
El joven castaño después de un rato entró a la habitación, él la miró con disgusto.
— ¿Puedo saber a dónde vas? — Se cruzó de brazos apoyando su espalda en la puerta.
— Tengo cosas mucho más importantes que hacer. Con permiso — Ella caminó hacia la puerta, ésta le pidió amable que la dejará pasar.
— SeokJin déjame pasar — Él no movió ni un músculo, sólo se dedicaba a observar como intentaba salir.
— ¡No puedes salir! — Alzó la voz para que la joven castaña dejará de fastidiarlo.
— ¡¿Por qué no?! — Ella lo miró con los ojos entreabiertos.
— Tienes que probarte tu vestido de novia...
— ¡Me importa una mierda el vestido de novia, me importa una mierda la herencia! Yo no me quiero casar contigo — La joven miró con enojo a SeokJin, él no soportaba que alguien y mucho menos una cualquiera le levantará la voz.
— ¡Entonces lárgate! Tu sabrás en las mierdas que te metes, ninguno de los dos podemos vivir atados del otro fingiendo ser felices, pero que no se te olvide que tú vas a ser la deshonra de tu familia — Él se apartó de la puerta para que ésta por fin la abriera de mala gana y saliera de esa casa sin mirarlo a los ojos, las lágrimas brotaron de sus ojos sin previo aviso. Todo esto parecía una completa irrealidad. El joven se acercó a la ventana para ver como se alejaba, desaparecía y a saber a dónde iba.
ꕤ
JaeBi caminó durante un buen rato sin destino, aunque sabía que dentro de poco se reuniría con JungKook, las palabras de SeokJin le habían dolido mucho más que cualquier otra palabra que le haya salido de su asquerosa boca, esto no era un mal sueño, esto era la realidad, su vida había dado un giro de trescientos sesenta de la noche a la mañana. No cabía la duda de que SeokJin iba a ser un mal sabor de boca. Él era un hombre ególatra, egoísta, creyendo que todo gira a su alrede...
— ¿JaeBi? — Esa voz la sacó de sus pensamientos, esa voz que conocía la joven, esa voz que le hacía sentir mariposas en el estómago... Esa voz es de JungKook.
— JungKook... Hola — La joven sonrió apenada, ella venía mirando al suelo pérdida en sus pensamientos y ¡Bum! Salió él.
— ¿Que haces aquí? Nos veríamos dentro de unos treinta minutos — Él miró el reloj de su mano para comprobar que no se equivocaba.
— Lo sé, sólo quería estar lejos de mi prom... — Se cortó cuando se dió cuenta de lo que estaba apunto de decir, ¿Tan pronto se había acostumbrado? Ella sonrió nerviosa como si no hubiera dicho algo fuera de lo normal. — Hace mucho calor ¿No crees?.
JaeBi cambió de tema repentinamente, con una de sus manos tocó su nuca, sabía que la había cagado.
— Espera, ¿Que ibas a decir? — El castaño frunció el ceño sonriendo.
— ¿Mmh? — La joven igual frunció el ceño, estaba fingiendo no haber dicho nada. — No dije nada...
— Está bien... Bueno, ya que estamos juntos, vamos por un helado ¿Bien? — Se acercó a ella tomándola de la mano y caminar, este gesto hizo que sus mejillas sonrojaran, maldita sea los rayos del sol que la delataban. Esto era la mejor parte del día, él la hacía sentir tan bien.
— Me dijo Nicole que querías verme ¿Porqué? — La joven sonrió al saber que él quería verla. En ningún momento Bi pensó en eso, nunca se le pasó por la cabeza que el chico del que estuvo enamorada la quisiera ver.
— Te quería ver para preguntarte qué... ¿Si querías tener citas más seguido, conmigo? — La joven castaña al escuchar esto, su corazón empezó a palpitar, ¿Es hora de gritar? ¿O morir de emoción? Su sonrisa de tonta enamorada se dibujó en su rostro.
— ¿Es en serio? — Preguntó con nervios.
— ¡Claro! JaeBi... Me gustas, y quiero que tú también gustes de mi. Haría lo que fuera porque eso se hiciera realidad... — La joven no podía ocultar su sonrisa, podía manejar sus sentimientos muy bien, pero no dejaría llevarse por unas palabras, quería ver hechos...
— Te daré la oportunidad de hacerlo ¿Está bien? — ¿Qué consecuencias tendría esto?
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