La joven estaba emocionada, ya faltaba poco para que saliera de aquel instituto, sólo en cinco minutos empezaba su felicidad, vacaciones de verano, fiestas, alcohol, chicos, pensaba la joven Park Jae Bi quién con diez y nueve años tenía toda la dicha de disfrutar sus vacaciones a lo grande por primera vez.

Sonó el timbre, todas las chicas de su aula se levantaron y salieron de ahí, ellla había aprobado con la mejor nota, tan pronto como salió se encontró con su mejor amiga Nicole, estás se sonrieron y se abrazaron muy fuerte ya que se encontraban en diferente aula de clases, salieron al exterior y vieron como chicas se reunían con sus chicos, puesto era un instituto de mujeres.

La joven veía a una pareja, quería tener a alguien quien la quisiera como aquellos enamorados, pero su madre le tenía prohibido estar a solas con un hombre, en sus antiguos institutos era donde se relacionaba con chicos, siempre que tenía que hacer un trabajo en parejas, si le tocaba con un chico su madre hablaba con la profesora para que la cambiará con una chica, siempre ha sido así, es por eso que la cambió a un instituto de mujeres.

—Oye, hoy habrá una fiesta en la casa de JungKook, ¿Te vienes?—Su mejor amiga la invitaba a la fiesta del chico que siempre le había gustado, que le hacía sentir mariposas y del que ha estado enamorada por mucho tiempo.

—Me encantaría pero, mi madre es el problema Nicole—Ella negó con la cabeza.

—Tranquila, le dirás que quedamos para una pijamada en mi casa, estoy segura de que se lo cree —Se le hacía una idea estupenda, pero la hacía sentir mal mentirle a su madre a pesar de su duro carácter.

—Esta bien, pero regresamos pronto ¿Bien?—Ella accedió con la cabeza.

Las jóvenes quedaron en verse en casa de JungKook cuando empezará la fiesta, cada quien fue a su casa para alistar todo su plan, pero al llegar la joven Bi se encontró con unas maletas por la puerta de su casa, cosa que se le hacía extraño, casi nunca salían de viaje y ¿Por qué lo dice? Por que son sus maletas. Nadie le podía arruinar sus planes.

Llegó al living dónde escuchaba a sus padres hablar con otra persona que era desconocida para ella, la hacía sentirse extraña.

— Mamá ¿Puedo saber por qué mis maletas están ahí?— La joven enojada le gritó a su madre, la primera vez desde hace tiempo. La madre se acerca a ella para susurrarle al oído.

— ¡Compórtate! Estas con el hombre más importante, así que sé educada, parece que nunca te eduqué— La madre se alejó de ella viéndola enojada, tratando de bajar sus humos. Ella negaba con la cabeza.

 — Hija, él es Kim Seok Jin, tu prometido—