Camine un poco hacia adelante. Mierda, quería irme. No sabía cómo lo iba a mirar a los ojos si sabía lo que tenía que hacer luego. Esto duele mucho...

—¡Wooyoung! Buenos días ¿Cómo estás?

—B-bien...

—Te veo un poco desanimado ¿Pasó algo que estás asi? ¿Puedo preguntar por qué fue eso?

—Simplemente hoy no estoy de muy b-buen humor...

—Bebé ¿Por que lloras? ¿Alguien te hizo algo? ¿Te sientes mal? ¿Quieres un abrazo?

—U-un abrazo, por f-favor.

—Ven aquí.

San me acercó sutilmente entre sus brazos mientras acariciaba mi cabello y me acercaba a su pecho. Se sentía tan bien pero mal al mismo tiempo cuando recordaba que no lo sentiría asi nunca más.

—Todo va a estar bien ¿Si? Si no quieres contarme lo que pasa está bien. Y si quieres contarme lo yo estoy aquí, tengo dos orejas y estoy dispuesto a escuchar todo lo que mi novio quiera decir.

—Gracias San.

—Te tengo una sorpresa, compré dos boletos para una película. Romántica... Tus favoritas ¿Quieres ir ahora?

—O-okay, me parece bien.

—Sabía que esto te animaría. Cuando salgamos del cine pasaremos por el parque y miraremos que forma tienen las nubes ¿Te parece bien?

—Claro que si.

Me tomó de la mano y caminamos despacio. Se sintió muy extraño. ¿Por que mi corazón no latía tan rápido como antes? ¿Acaso dejé de amar? ¿Eso es lo que siento ahora mismo?

Esa pregunta se estuvo repitiendo todo el camino, no podía sacarla de mi cabeza. Aunque tome por conclusión que era la tristeza u otra cosa. Pero no tenía idea.

Quizás se me olvidó como se sentía amar.

Llegamos hacia la boletería y entramos. San compró bebidas y un tarro de palomitas para ambos.

Nos acomodamos en los asientos uno al lado de otro.

De repente él me besó.

—Espero que te guste la película, busqué la mejor reseña y está era la mejor, además para la mejor ocasión.

Las luces se apagaron. Eso indicaba que la película comenzaría en unos segundos. Tenía hambre, así que tomé una palomita del tarro, justo al mismo tiempo que San decidió hacer lo mismo y acariciarme la mano.

—Ya comenzó—. Me sonrió.

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Ya llevábamos mitad de película y no podía parar de llorar.

—W-Woo... Solo se están besando ¿Tanto te emocionó?—Me susurró al oído mientras reía.

—E-es qué son tan románticos...
Mira con los ojos de amor que la mira.

«Siento a las mariposas revoloteando en mi estómago, amor, gracias este sentimiento»

—San, ¿Yo te hago sentir mariposas en el estómago?

—Claro que si mi Woonie, y más que eso—.Me besó la mejilla.

«¿Y tú? ¿Sientes lo mismo?»

«Si, todo el tiempo»

—Yo también las siento...

La película pasó volando. Cuando las personas a mi alrededor de levantaron a aplaudir supe que era el momento. No quería decirle esto pero...

—S-san...

—¿Qué ocurre?

—Quiero decirte algo ¿Podemos salir de la sala?

—Claro.

Fuimos entre la gente. Tratando te no interrumpir la escena hacia la puerta. Una vez fuera San me tomo fuerte de ambas manos.

—Cuentame lo que tengas que decir Wooyoungie, te escucho fuerte y claro.

—Y-yo... Yo no...

—¿Por que estás tan triste Woo? Estás llorando desde la mañana.

—E-es que... Yo...

-Estoy aquí para ti, tranquilo, no te pongas nervioso de decirme nada. Tu novio está aqui para escucharte.

—N-novio... Suena muy bien poder decirlo. Soy tan afortunado de tenerte. Ojalá... O-ojalá que nunca n-nos separen-Dije mientras me pegaba a su pecho, me abrazó, las caricias se intensificaron, me sentía un inútil. Un tonto.

Él me ama... De enserio me ama.

-Alguien se levantó un poco llorón hoy ¿Estás bien, cariño?

-N-no... No lo estoy, es que no puedo tener a alguien tan bueno a mi lado c-cuando yo no haga nada por ti, ¡Soy un estupido!

-¿Cómo que no haces nada por mi? ¿Acaso no lo entiendes? Tu eres quién me hace feliz... Tú haces que mi vida sea especial.

-¿Especial? ¿Q-qué tengo yo de especial? Solo soy una simple persona.

-Wooyoung, mírame bien.-Me tomó del rostro, en la mandíbula para que yo lo viera a los ojos-Nunca más pienses eso de ti-Me soltó y tomó mis manos nuevamente-Eres la persona más amable y perfecta del mundo. Esto no es para nada simple. Esto no es amar simple, sinó que es el amor más hermoso que tuve en mi vida. Cada día, cuando me levanto y pienso en ti, soy muy feliz. Mi corazón late a mil por hora cuando estoy a tu lado.

-No te merezco...

-¿Acaso estás queriendo decir algo?

-San, esto... No sé cómo explicarlo. Te amo...

-Y yo también te am-

-...P-pero necesito que terminemos.

Los ojos de San cambiaron por completo a unos ojos un poco rojos. Miró hacia abajo. Mientras llevaba una mano a su rostro.
Mierda, estaba llorando.

-Lo sabía...

-San.

-¿Esto es por qué hice algo mal?

-S-solo creo que necesito estar lejos de ti... No quería arruinar tu felicidad tan pronto pero era necesario decirtelo.

-¿Todo este tiempo me odiaste?

-San, y-yo no...

-No, no digas más mi nombre. Después de todo ya no somos nada.

Tuve que salir corriendo de allí, mientras limpiaba mis lágrimas.

Lo había hecho.

Ahora sí que no hay vuelta atrás.