∞Yoongi∞

Jin hyung me hizo bajar del auto, el se iría a cumplir unos pendientes, se nota que debía confiar mucho en el chico, como para dejarme con alguien que yo no recordaba. 

Camine lentamente y me senté a su lado sin decir nada, hubo un rato de silencio, pero no fue incomodo, más bien fue un silencio ameno. 

―Hola…―me saludo tímidamente, ya no se veía como en el hospital, no tenía el cabello largo y desgreñado, ahora estaba bien cortado y peinado, su ropa también era diferente, pero su mirada era la misma. 

―Hola…―devolví el saludo, no sabía por dónde empezar, no se trataba solo de decirle “Oye ¿acaso tuviste algo que ver conmigo?” debía ser lo menos brusco posible. 

―Mi nombre es Jeon Jungkook ¿Y el tuyo? ―levante la mirada extrañado. 

―Se supone que ya lo sabes ―articule con algo de confusión en mi rostro. 

―Lo sé, pero quería que tú me lo dijeras, al fin y al cabo nos estamos conociendo ―respondió con una sonrisa cálida en sus labios. 

Sonreí visiblemente avergonzado por captar su idea tan tarde. 

―Entonces…Jungkook-ah ¿Por qué estamos aquí? ―lo mire, esperando que el tomara la iniciativa en esta conversación. 

Sin emitir palabra, se limito a abrir su mochila y sacar de ella un cuaderno, pestañe al verlo, reconocía esas pegatinas de Kumamon y esa letra desprolija. 

―¿Por qué tienes mi cuaderno? ― solté sin más, una película transcurrió en mi memoria. 

―El mismo cuaderno te lo dirá ―me lo entrego y comenzó a jugar con sus dedos. 

Podía notar que estaba nervioso, lo mire de reojo y abrí el cuaderno…Este se abrió dejando ver un señalador rojo y negro, en una página que parecía arrancada y vuelta a colocar en un acto de arrepentimiento.
Sinceramente no recordaba haber hecho eso, así que me detuve a leer, palabra por palabra, párrafo por párrafo. 

Mis ojos se llenaron de lágrimas incontenibles, mi mente se ilumino y un nuevo mundo se abrió ante mí. 

―¿Jungkook-ah? Mi Jungkook-ah ― llore y lo abrace. 

―Si…Soy yo hyung, tu Jungkook-ah― susurro con la voz quebrada.

Jungkook correspondió a mi acción sin pensarlo dos veces, ambos lloramos, y reímos contándonos tantas cosas.
 
Al final de la tarde decidí volver a casa, Jungkook insistió en acompañarme. Reí levemente, parecía un deja vu, otra vez como en los viejos tiempos. 

Caminamos abrazados alrededor de veinte minutos, mi estomago rugía de hambre, decidí ir a comprar un snack al quiosco de en frente. 

―Voy y vuelvo, tu quédate aquí, todo estará bien ―intente tranquilizarlo ya que se veía muy nervioso. 

Asintió medió desconfiado, yo me dispuse a cruzar, vi el semáforo y como la luz roja apareció volví a avanzar, la calle parecía despejada, excepto cuando un bocinazo estallo en mis oídos. 

―¡¡Yoongi cuidado!! ―oí la voz de Jungkook, pero no tuve tiempo de reaccionar más que para ver al vehículo que venía a toda velocidad.
 
Abrí los ojos de par en par, exaltado, mi cuerpo dolía y se sentía pesado, al ver mi mano sobre el asfalto caí en cuenta que aun estaba sobre la calle, pero otro cuerpo me abrazaba fuertemente.

Gire despacio hasta quedar frente a quien me sostenía. 

―Jungkook-ah… ―sus ojos estaban cerrados ―¡Jungkook-ah! ―insistí alzando la voz. 

―Y…Yoongi ¿Estás bien?

Apenas oí su voz puse mis manos sobre sus mejillas, lo mire por unos segundos que me parecieron eternos y sellé nuestros labios en un beso, uno sobre el otro encajando a la perfección en un suave vaivén. 

Por más que intentamos controlar el destino, fue el mismo quien hizo que todo volviera a la normalidad. 
                        
 FIN. 

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Última parte publicada, espero ver sus comentarios, sus votos bellos y que hayan disfrutado mucho de la lectura.

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