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Estamos orgullosos del color azul de nuestros ojos
desafortunadamente, nunca hemos visto ese cielo
pero no me molesta porque...
el negro de la noche es nuestro jardín
en la noche de halloween

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«AU»

Era Halloween. Todavía faltaban veinte minutos para que sean las nueve de la noche y las personas estén dormidas profundamente para madrugar al día siguiente los niños ya habían salido a pedir dulces, o, de ser el caso a hacer travesuras; pero pasadas las ocho los padres fueron a llamarlos para volver a sus hogares.

Y así poco a poco las calles se fueron despejando dejando a la pequeña ciudad en una profunda y silenciosa oscuridad.

Pero en un callejón oscuro se encontraban dos niños y una niña ambos niños cabellos cómo llamas de color celeste y ojos amarillos mientra la niña al contrario caballo negro como la noche y ojos azules qué aparentaban tener a lo sumo siete y el más pequeño seis años de edad estaban vestidos con una sudadera negra de mangas largas, la diferencia es qué los  niños tenía capucha con orejas de gato y la de la niña no.

Ella parecía tener unas orejas de gato de verdad en su cabeza también tenía puestas unas medias largas por encima de la rodilla a rayas naranjas y negras, zapatos negros y unos shorts naranja algo abultado, los chicos usaba las mismas medias pero las de él eran cortas, traía los mismos zapatos negros y unis shorts naranja unos centímetros más largo que los de su compañera.

—¡Ya casi es la hora! ¡Nii-san, Kaza-Nee apresúrancee! —Decía el menor saltando varios metros hacia un tejado gris perteneciente a una casa violeta.

—Ya voy Ortho pero sigo pensando que deberíamos esperar unos minutos más —Respondió el joven para saltando hacia arriba y aterrizando al lado el pequeño

El pequeño aludida solo se limitó a mirarlo haciendo un puchero que a la vista de chico era adorable.

—La noche es joven, pero no mucha para nosotros —Habló la chica ahora para saltar dónde estaba sus compañeros.

—Pero, ¡Ya no hay nadie! Podemos hacer lo qué queramos —El menor en tono impaciente sonriendo maliciosamente reluciendo sus colmillos notoriamente más largos que el resto de sus dientes.

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meow
somos los gatos negros
saltaremos a través de la puerta del espejo

meow
a medida que avanzamos por la noche
puede ser que deseemos secuestrarte
en la noche de halloween solo dejaremos nuestras sombras
la noche que hemos estado esperando se acerca
la oscura noche de halloween
a partir de ahora es nuestro turno. vamos a jugar
quiero tarta ,dulces y comer un pastel
si no tienes caramelos
te haremos un truco malvado, ehh!!!

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Kazane sólo se limitó a aceptar al fin y al cabo nunca podía decirle que no a su adorado del grupo y Idia a pesar de ser el mayor tampoco podía poner un alto.

Vio ahora a la chica a su lado encontraba notablemente nervioso, pues había un tema que no dejaba de rondar en su cabeza, talvez debia decirlo o no, pero para su suelte su hermano habló.

—Chicos ¿Crees que el diablo esta vez nos dé esa bonita piedra y volvamos a ver a papá y a mamá?—Preguntó tímidamente el niño esa pregunta dejó helada a Kazane... Pues ella era la más cercana al ese sujeto y sabía qué el estaba jugando.

Por otro lado Idia quién sólo respondió con un tono triste a esa pregunta al recodar a su otra parte familiar.

—No lo sé, Ortho ¡Pero algún día nos la tendrá que dar! Solo… ¿Crees que en verdad nos la dé? —Cuestionó Idia viendo , la chica miró con ternura y la abrazó fuertemente al ser casi de la misma altura dejó que acurruque su cabeza entre su cuello y su hombro.

—Se los dará, estoy seguro, hicieron trato con el, ustedes cumplieron su parte, luego será su turno-Dijo convencido a los chicos con dulces palabras.

—¿Para qué crees que sirva esa piedra? —Preguntó menor de todos.

Idia deshaciendo el abrazo muy a pesar de la chica quien no dijo nada.

—No lo sé, pero es muy bonita, ¡Y tiene un color rojo muy brillante! Seguro servirá para volvernos a la normalidad y traer de vuelta a papá y a mamá ¡Justo como acordamos con el diablo! —Idia con una pequeña sonrisa y dando pequeños aplausos para animar a su hermano.

—¡Es verdad! —Se animó el pequeño.

—Chicos ya es la hora ¡Vamos! —Anunció Kazane saltando del tejado al suelo siendo seguido por los otros dos.

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la puerta de la noche esta ahi
si abrimos la ventana, podremos saltar por ella!
oh, si
lleva solo un fosforo
y asi podras unirte a nosotros
en la noche de halloween

meow
vamos, hay que incendiarlo todo
el demonio siempre esta de nuestro lado

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Y así salieron los niños a recorrer las oscuras calles de Tokio a pesar de ser la capital de Twisted wonderland y naturalmente ser una ciudad llena de luces extrañamente la noche de Halloween se volvía la noche más oscura y silenciosa de todas. ¿La razón? En los últimos años ha habido casos de robos, incendios e incluso muertes en la noche de Halloween, sin embargo nunca se descubrió quien o quienes fueron los culpables de tales actos.

Los menores estaban saliendo de la ventana de una casa traían sus bolsillos y bocas llenos de dulces,eso iso qué los niños estuvieran muy contentos con su nuevo botín pero el sonido de unas campanadas los sacó de su felicidad al parecer ya eran las nueve de la noche habían tardado mucho en robarle los dulces y hacer algunas travesuras a las casas ahora todavía tenían que cumplir con su parte del trato.

—¡Ortho!¡Debemos apresurarnos! —Gritó Idia saltando hacia las calles vacías tirando algunos caramelos al aterrizar.

—¡Ya voy hermano! —Le contestó el pequeño haciendo lo mismo que su hermano y compañera.

Sin previo aviso un dolor de cabeza agudo los obligó a sujetarse de sus cabellos menos a la de cabellos negros hasta tal punto de casi arrancárselos, sus colmillos se alargaron ligeramente de tal manera que al cerrar sus bocas estos sobresalían el amarillo de sus ojos lentamente fue reemplazado por un rojo carmesí dándoles un aspecto algo atemorizante.

Ambos niños lloraban gritaban y se abrazaban sin embargo por más ruido que hicieran las personas no salían a ver qué ocurría pues sabían que ese era el principio del fin y la niña solo sonreia con sus ojos más brillante.

—¡Nuestro Halloween ya comenzó! —Dijeron los dos al unísono para después saltar hacia los tejados de las casas, seguido de la niña.

Era verdad el verdadero Halloween ya comenzó.

En la noche de Halloween tres niños vestidos con ropas negras colmillos aterradores y ojos carmesí salían a hacer "travesuras" por las desiertas calles de Tokio esta vez decidieron empezar por una casa blanca con detalles en color verde agua les llamó mucho la atención de que haya luz en ella, así que con sólo una mirada ambos se dirigieron hacia allá.

Tocaron la puerta, tres golpes seguidos.

—¡Dulce o truco!.

Pasos resonaron desde el interior de la casa alguien se acercaba.

—¡Ya voy!¡Esperen un segundo!.

La luz de repente se cortó, una sombra alada se distinguía sobre la casa.
El sonido de un fósforo hizo que los chicos se alertaran y sonrieran maliciosamente.

—una más, tendremos compañía —Dijo la pequeña.

La puerta se abrió, dejando ver a una chica con el cabello largo color rojos pero lo único a lo que le prestaron atención los niños es que ella tenía uno.

" Tenía un fósforo"

—Hola soy nueva me acabo de mudar al parecer no puedo invitarlos a pasar por el corte de luz, tomen los caramelos que quieran — Ofreciéndoles un tazón grande con dulces de todos los tamaños formas y colores que los niños sin perder tiempo llenaron sus manitos con ellos—¿Qué hacen tan tarde dos pequeños solos? ¿Dónde están sus padres?.

Ninguno respondió nada simplemente miraron al mismo tiempo a aquella mujer con una sonrisa felina luego de eso el fósforo se consumió.

Se escucharon sus gritos  pero nadie acudió en su ayuda se escucharon unas risas demoníacas resonar por todas las calles pero nadie tuvo el valor de ver que ocurría.

Una casa estalló en llamas.

Huellas felinas de sangre adornaban las calles.

Una muñeca de porcelana demacrada surgía de entre las llamas era hora de pedir dulce o truco.

En la noche de Halloween sólo gritos de desesperación pueden escucharse a través de las calles los espíritus de las almas en pena vagan buscando un lugar a dónde ir los gritos y los lamentos de las víctimas de aquellos demonios resuenan en toda la ciudad, y las llamas incesantes de las casas se logran distinguir a la lejanía. Halloween es la noche en la que los demonios salen a vagar por la tierra,una muñeca de porcelana tan demacrada que se veía obligada a cubrirse con un vestido largo negro  calaveras, espíritus, todos vagaban en pena.

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meow
algo es cierto,
podemos llegar a convertirnos en "fuego fatuo"
en la oscuridad de la noche prenderemos fuego para guiarte

alcanzar el cielo
para incendiar la luna
para que asi un dia papa y mama la alcancen
danos caramelos y no les des a nadie mas
antes de que sean robados

vamos a quemarlos todos
gritamos hacia el cielo
meow meow
llega, llega ahi como una vez lo hiciste
este año tambien
meow meow
LO QUEMAREMOS EN ROJO
vamos, hay que incendiarlo todo
podemos llegar a combertirnos en "fuego fatuo"

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—¿Dónde están papá y mamá?-Le preguntó el pequeño al ser negro alado que se encontraba con ellos.

Ambos niños habían recobrado el color de sus ojos.

—Cerca —Contestó aquel ser.

—¿Cuándo nos dará la piedra brillante? —Preguntó tímidamente ahora Idia.

Por su lado Kazane no hablaba no quería molestar a su amo con preguntas tan tontas.

—Pronto.

—Quiero volver a ver a mamá y a papá, señor Diablo, ¿Para qué sirve esa piedra brillante? —Cuestionó Ortho con pequeñas lágrimas a lo que su hermano respondió abrazándolo.

—Con ella podrán traer a sus padres de regreso, ¿No es eso lo que quieren?.

—Sí, pero… no sabemos cómo hacerlo —Le contestó mayor mientras le daba una pequeña paleta a su hermanito para que dejase de llorar—Queremos irnos a casa, ya cumplimos nuestra parte del trato, usted debe cumplir la suya —Exigió esta vez.

—Bien, si así lo quieren, deben de regresar al espejo —Ordenó el diablo mientras agarraba la dichosa piedra roja

La pelinegra bajó sus orejas... No debía ir sabía qué el diablo se enojo y los iba a mandar de nuevo a congelarse hasta el próximo halloween.

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meow, meow, meow
somos los gatos negros
de la tierra eterna
meow
iremos mas allá de la noche
para ver a papa y a mama
meow
¿donde esta la piedra que llamea?
el demonio nos la tiene que entregar un día
meow
somos la voluntad del "fuego fatuo"
rápido, rápido, vayamos a casa
meow
somos los gatos negros
si los miles de gritos no te alcanzan,
meow

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—¡Idia, Idia! ¡Volveremos a ver a mamá y a papá! —Decía dando saltos alegres y abrazando a su hermano.

—¡Vamos Ortho! —Dijo mientras sujetaba la mano y luego la de la pelinegra haciendo qué se sonrojaran pues la emoción fue mucha.

Los dulces e inocentes niños no conocían la naturaleza vil de aquél ser demoníaco ellos pensaban que traería a sus padres con ellos otra vez. Lo que no se esperaban era el engaño y el maltrato que les podía causar esa criatura.
Ella no podría hacer nada se sentía culpable pero el diablo qué era su cuidador era alguien qué engañaba con dulce palabras.

Ahi fue qué llegaron al frente de una puerta oscura hecha con bloques de piedra blanca muy grandes,ellos tenía tenían miedo y a la vez emoción, pensaban que se encontrarían con sus padres de vuelta ignoraban el cruel engaño de aquél demonio.

—¡Idia, espera! —Dijo Kazane evitando que ambos atraviesen la puerta. Esto sorprendió no sólo a los niños sino también al diablo quien solo se limitó a observar la escena.

—¿Qué sucede, Kazane? ¿No quieres ver a nuestros padres? —Cuestionó la Ortho—Ya te dijimos qué puedes ser nuestra familia ¡Hablaré muy bien de ti!.

—Si, no te dejaremos —Sonrió el mayor un poco mientra la veia.

—¡No, no es eso! Es solo que…—Las palabras no querían salir de su garganta—Yo…¡Te amo Idia! ¡Y no quiero qué tus padres nos separe, ellos no entenderán que nos amamos y querrán separarnos! Pero…¡No lo permitiré! ¡Cuando crezca, me voy a casar contigo!.

Su rostro estaba completamente rojo, y sus ojos cerrados temiendo ver la expresión de su adorable niño en esos momentos.

Idia no sabía que decir en su mente trataba de procesar lo que su hermano le acababa de decir, lo amaba…Kazane la ama…su amiga lo ama…el ama a su amiga…el ama a Kazane…

Por su parte el menor estaba festejando a ver a su hermano qué podría tener una pareja ¡Ahora tendría quien lo ayude a sacarlo a la luz de sol aveces!.

—K…Kazane…yo…yo….¡Yo también te amo! ¡No quiero que nos separen, no soporto estar sin ti me da miedo que con toda la luz no pueda verte! No quiero perderte…eres más que mi amiga para mí…y no me importa si está mal ¡Cuando crezca, aceptaré ser tu esposo viviremos en el bosque y tendremos dos hijos sin importar qué seas una demonio! —Idia salto y abrazando a su la chica quien sonrojado por la declaración de la chico correspondió al abrazo gustoso.

—¡Este fue un muy buen día!.

El más pequeño aplaudía mientra comia una paleta de nuevo.

Ambos niños continuaron riendo abrazados por un rato mientra el otro estaba festejando a la pareja hasta qué el más pequeño fue tapada los ojos por una mano negra, pues el demonio no quería qué viera todavía cómo los otros niños se dieron un dulce tierno y corto beso en los labios pero que para esos niños simbolizaba su amor, un amor eterno y puro como ellos.

El diablo se sorprendió esto no había pasado antes sonriendo maliciosamente guardó la piedra carmesí que sostenía entre sus garras y decidió interrumpir el momento soltando al menor qué hacía un puchero por no ver lo qué pasó.

—Será mejor que pasen de no ir ahora deberán esperar hasta el próximo Halloween para que el portal vuelva a abrirse y puedan ver a sus padres —Dijo el diablo

Niños se miraron para luego ver al menor y volvieron a mirarse sólo unos segundos bastaron para que ambos sonrían y encaren de frente al diablo tomados de las manos todos juntos.

—No iremos —Dijeron los tres sonriendo cosa que sorprendió al diablo.

—¿Están diciéndome, que se quieren quedar? —Cuestionó el ser sobrenatural a los mocosos cómo aveces le decía.

—Si pero mamá y papá nunca entenderán el amor que nos tenemos el uno al otro si ya quisieron separarnos una vez, lo querrán volver a hacer ¡Y no se los permitiré, no me alejarán de Kazane! —Dijo abrazando posesivamente a su demonio quien correspondió con un beso en la mejilla muy cerca de los labios—Queremos quedarnos con usted, haremos lo que diga, si nos deja estar juntos.

—Y yo no dejare a Onni-san sólo, después de todo yo lo cuidare cómo el lo hacía cormigo —Habló el más pequeño.

El diablo lejos de enojarse, ensanchó su sonrisa dejando ver sus blancos y afilados dientes que a cualquiera asustarían menos a los dos inocentes niños y una demonio.

—Por supuesto yo entiendo que quieras estar con mi hija  a diferencia de tus padres —Dejando ver ahora una apariencia humana y cabellos azules— Ya no se mantendrán cómo niños, a partir del próximo Halloween serán adolescentes de catorce años Ortho y ustedes tendrán diceseis por ahora salten al espejo.

—Los cuidare —Dijo la niña.

—Y yo a ustedes —Respondió Idia—Y lo haré siempre, hasta que el infierno se congele

—Vayamos a nuestro nuevo hogar —Dijo el menor tomando la mano de los mayores.

—El infierno —Dijero los mayores para entrabar a través de la puerta.

Tres gatos negros de ojos azules y amarillos corrían por los tejados de las casas ambos con collares naranjas en sus cuellos lo que llamaba la atención es que a pesar de que los gatos son animales solitarios estos andaban juntos a donde quiera que vayan sin separarse incluso a veces…parecía como si al mirarse éstos se estuviesen comunicando.

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haremos que todo se vuelva aun mas rojo
para que la gente sepa que estamos aqui,
volveremos a vernos el proximo año

truco o trato
o favor dejame ir a casa

MEOW

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