Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

☕ᵒⁿˡʸ🚬

otra vez lo mismo. dos de la madrugada y no puedo dormir. mi preocupación por cosas pequeñas y estúpidas que no tienen sentido pero que tampoco puedo sacar de mi cabeza.

agarro mis cigarros y el encendedor, me levanto y es entonces cuando lo veo. recostado en el barandal del balcón, con su taza humeante de café y sumido totalmente en sus pensamientos la luz de la calle lo ilumina pero la oscuridad de la noche lo hace ver de una manera tan clara.

ha estado llorando, lo noté en el auto y lo noto ahora también. tiene el alma pura, a veces no entiendo cómo los demás pueden siquiera llegar a hacerle daño. con nuestros amigos siempre lo comparábamos con un ángel.

está usando una de mis remeras, esa larga y vieja prenda que después de tanto tiempo le regalé, debo admitir que se le ve preciosa. sus piernas firmes y tonificadas, están al descubierto y eso me hace morder mi labio, niego inconsciente y sonrío un poco. parezco un bobo parado a la mitad de mi habitación mirando al hombre de mi vida tomar su café en la madrugada.

recuerdo cuando lo conocí, recuerdo el trato que le dí, recuerdo las veces que lloré y él terminó llorando conmigo, recuerdo la vez que lo besé... puedo recordar perfectamente como trataba de unir nuestras manos pero no podía por su nerviosismo. recuerdo haberle dicho lo hermoso que lucía esa noche, y ese nada sutil sonrojo que apareció en sus mejillas y me hizo reafirmar la teoría de que es el ser más dulce e inocente del planeta.

él es tan mío que duele, pero también es tan lejano a mí.

lentamente se da la vuelta y me ve, me sonríe y deja la taza con café, aún humeante, en la mesita que tanto me insistió en comprar. me sonríe y puedo notar que es la mayor muestra de amor que existe, su sonrisa. sus pequeños ojos, casi totalmente ocultos por sus mejillas regordetas que yo tanto amaba morder y besar, formando unas medialunas hermosas. su diente chueco pero perfectamente blanco que le da un aspecto enteramente distinto a la mueca, aunque yo sigo creyendo que es hermoso.

no es la primera vez que lo digo y sé que tampoco será la última, pero lo amo. lo amo tal y como es. con sus virtudes y defectos. con sus malos ratos y sus locuras pero también con sus sonrisas tiernas y sus caricias suaves.

corre hasta mi y salta envolviendo con sus piernas mi delgada cintura. arrojé los cigarros y el encendedor, que no noté que aún tenía en mi mano, para poder sostenerlo por los muslos. juntó nuestras narices haciendo algo como un besito esquimal, como él solía decirle, y besó varias veces mis labios.

— vamos a la cama— me susurró lento. yo asentía y sin soltarlo caminé hasta esta, donde ahí sí lo deposité con sumo cuidado. por alguna razón su sonrisa no se borraba, y como consecuencia, tampoco la mía. en un momento de la noche, él tomó mi mano y me condujo por el pasillo. — ven conmigo— me dijo. yo asentí por segunda vez. realmente quería seguirlo, quería saber a dónde iríamos, pero no podía, algo no me dejaba. sentía que había una barrera. mis ojos se llenaron de lágrimas al igual que los de él, eso me hizo querer abrazarlo, pero seguía sin poder pasar y él estaba muy lejos. — te amo— me confesó como mil veces había hecho.

— yo también te amo— le respondí yo también. él me sonrió de vuelta y se fue alejando.

— te seguiré esperando, no me olvides, por favor— con más desesperación intenté seguirlo, pero el ya estaba lo suficientemente lejos para sólo a penas poder notar su silueta.

— ¡no te vayas!— grité — te amo.

finalmente logré despertar. todo sudoroso y tenía rastros de lágrimas por todo mi rostro.

todo había sido un sueño otra vez. agarré mis cigarros y mi encendedor, coloqué uno de ellos entre mis labios y lo encendí, aspiré con fuerza llenando la oscura habitación con una nube gris. suspiré cuando lo acabé y volví a recostarme.

— te amo— susurré— y te extraño, mi ángel.— saqué muchas pastillas de mi mesa de luz y una navaja. coloqué una por una en mi boca, las fui tragando de a poco. — nos vemos pronto, vida mía— agarré la navaja y la pasé por mí muñeca izquierda manchando mí blanca piel. sin más caí profundamente dormido, o más bien, eternamente.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro