Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo Final

Todos sabían que cuando se acercaba fin de año en Seúl hacia un frio de la re puta madre.

Yeonjun odiaba el frio, aunque no odiaba dormir acurrucado entre los brazos de su Omega, como usar su ropa extra grande de color rosa o preparar leche chocolatada acostado y abrazado a Kai mientras veían las horrendas películas de navidad, pero si odiaba enfermarse y no poder usar sus polleras.

La ultima vez que se enfermo no sabia quien la había pasado peor, el por estar como bebé mimoso y enfermizo o Kai por haberlo atendido todo ese tiempo.

Podría ponerse más enojado y comenzar a renegar mientras conducía el auto de su padre en dirección a la casa de Beomgyu, pero solo podía sonreír como bobo al sentir a través del lazo a Kai feliz.

No podía renegar en paz cuando su Omega se encontraba feliz en otro lado y aunque eso lo hubiera puesto celoso, sabia donde se encontraba como lo que hacia, por lo que fue tranquilo a rendir su ultimo final para luego recogerlo en la casa de su amigo como habían acordado.

Una vez estaciono el auto, saco el abrigo del los asientos de atrás, cuando salió se coloco el suyo y llevo el otro en la mano, para luego acercarse a la entrada, ponerle seguro al auto y tocar la puerta con la espera de ser atendido.

No espero mucho cuando la puerta fue abierta y la sonrisa de Beomgyu lo recibió con un abrazo.

-¿Cómo le fue a mi pequeño Yeonjun?-pregunto dejándolo pasar a su morada.

-Bien eso espero, si no me mató. - contesto algo cansado, había estudiado mucho para su ultima evaluación que a penas tuvo tiempo para Kai o de respirar incluso. -¿Y mi Omega?

-Feliz con Danielle. -contesto encaminándolo por la casa.

Yeonjun rodo lo ojos ahora si celoso, recordando el nombre de su mayor enemigo desde hace meses.

Siguió en silencio a Beomgyu hasta dar con la cocina en donde se encontraba Taehyun charlando con Kai quien tenia en su regazo al bebé de Ryujin y Yuna, quienes al parecer no se encontraban cerca.

Danielle amaba a Kai y Kai amaba a Danielle, desde que se conocieron hace un año Yeonjun temió por los sentimientos de su Omega, pero grata fue sorpresa cuando se acostumbro al bebé de sus amigos y no se sintió arrepentido si no hasta este ultimo mes que no tuvo tiempo para su chico, pero su chico si para el cachetón que tenia sentado en sus piernas.

Bufo llamando la atención de los presentes, Kai sonrió alegre, parándose con el cachorro en sus manos, el cual luego le paso a Beomgyu y corriendo se tiro a los brazos del Alfa quien sonrió satisfecho.

-Te extrañe. -susurro el mayor cerca de su oreja oliendo el aroma bonito del pelirosa quien lo apretujo entre sus brazos.

-Yo más. -contesto dejando al rubio en el piso, pero sin dejar de abrazarlo.

No fue hasta que un pequeño gruñido llamo la atención de todos, Danielle se encontraba estirando sus manos hacia Kai con el ceño frunsidito, pero justo cuando el contrario estaba a punto de agarrarlo, fue nuevamente atrapado por el celoso Yeonjun quien le saco la lengua al bebé.

-Mío. -lo volvió a abrazar mientras miraba a Danielle, quien hizo un puchero y amenazo con llorar, pero rápidamente Beomgyu lo distrajo y se lo llevo a jugar por la sala.

-Eres un celoso de primero Choi Yeonjun. -hablo el Omega aplastado.

-Nada que ver...

-Yeonjun, acabas de pelear con una cachorra de un año. -interrumpió Taehyun en su conversación mientras le daba un sorbo a su café. -Eres un caso amigo mío...

Ahora el Alfa le saco la lengua al Omega pálido, quien le mostro el dedo del medio con una sonrisa que dejaba ver sus encías y con la risa divertida de Kai de fondo.

-¿Cómo te fue? -Kai se apresuro a preguntar, si bien, ambos llevaban estudiando su primer año, el del Omega fue más fácil que el Alfa. -Estudiar la carrera de tus padres no parece tarea fácil...

-Dímelo a mi. -contesto con un puchero en sus labios, dejándose mimosear por las manitos en su mejilla. -Desde que perdí la apuesta con papá, no tuve de otra que inscribirme en esta absurda carrera. -aún recuerda esa sucia apuesta que hizo con Yeji.

-Ellas en realidad quieren que te hagas cargo de la empresa. -comento riendo el rubio y aunque sonara mal, dentro de todo Yeonjun no se molesto tanto cuando intercambio el destino de su futuro, aun así se quejaba, pero dentro de todo le gustaba lo que estudiaba.

Muchas cosas pueden cambiar luego de un año.

-Si, cuando sean viejas los mandare a un asilo. -comento su venganza, llevando sus manos a la cintura del Omega para atraerlo.

-Seguro te fue bien...

-No soy tan inteligente como tu, pero veremos. -beso su nariz para luego volver a acurrucarse en el cuello del Omega para aspirar el aroma a Azucena.

-No digas eso, solo lo tuyo es más complicado. -acaricio esos mechones con cariño, logrando que Yeonjun ronroneara como cachorro.

El Alfa iba a decir otra cosa más cuando vio la marca del Omega, algo vieja porque no tuvo tiempo de renovarla por los estudios, pero eso no evito que la besara para luego besar toda la carita contrario llenando de risas la cocina.

-Ya basta empalagosos hormonales. - renegó Taehyun parándose de la silla. -Si no van ayudar a cuidar de Danielle, les agradecería que se retiraran para darse amor en otro lado. -no es por nada, pero desde que llego esa bebé el Omega  también la pasaba mal, ya que tampoco tenia la total atención de su Alfa.

Odiaba cuando Ryujin y Yuna huían dejando a su hija con sus tíos, ya decidió que haría lo mismo cuando tuviera los suyos.

-¿Vamos a casa bebé?, el enano gruñón nos esta echando. -entrelazo las manos con el Omega quien reía de ante mano por la próxima pelea.

-¿Hueningkai no te gustaría cuidar a Danielle? -ofreció el Omega llevándose un gruñido en respuesta de parte del menor.

-No te atreverías...

-Pruébame...

-Ya, no peleen. -intervino el rubio besando la mejilla de su pareja, lo cual lo calmo, para luego mirar a su amigo. -Me gustaría cuidar de Danielle, pero extraño pasar tiempo con mi Yeonjun. - le mostro un pucherito al contrario quien rodo los ojos.

-Eres un tramposo Huening. -Taehyun le resto importancia. -Váyanse, son libres...

-Gracias, Hyung. -canto el pelirosa, tirando del brazo de su Omega para ponerle la campera y luego retirarse de la cocina.

Beomgyu tenia a Danielle dormido entre sus brazos, al parecer logro hacer que se durmiera y justo antes de que la pareja se fuera, se despidieron en silencio para salir igual de sigilosos luego.

Al salir de la casa de sus amigos, Kai no permitió que Yeonjun le soltara la manos hasta que llegaron al auto, una vez dentro prendió la calefacción y espero a que el auto se calentara un poco.

-¿Qué vamos hacer hoy?- pregunto el acanelado, colocando sus manos palma con palma para luego frotarlas y soplar aire calentito.

-Tenia planeado volver a la casa pero me gusta más la idea de dar un paseo. -contesto mientras encendía por completo el auto y se proponía avanzar.

-¿Pasear?, ¿y si te enfermas de nuevo?-lo miro preocupado, no quería que Yeonjun volviera a ponerse mal.

-Solo será un momento, además, esteremos en el auto y bajaremos unos segundos cuando lleguemos al lugar...

-¿Qué lugar?...

-Eso no se dice. -le sonrió una ultima vez antes de concentrarse en el camino.

-Bien, entonces sorpréndeme. -sonrió con entusiasmo, podía sentirlo a través del lazo.

-Sera un verdadero placer, mi príncipe...

・・・

Después de conducir un largo rato, larguísimo se podría decir, entre charlas sobre como se comportaba Danielle o como lo hacia Taehyun cuando Beomgyu no le prestaba atención, Yeonjun noto como la confianza en el Omega había deslumbrado y eso que no hace poco recibió una carta de sus padres disculpándose por todos esos años.

Aún recuerda el día donde la carta se deslizo abajo de la puerta del departamento, curiosos la abrieron y se llevaron una sorpresa al leer de quienes se trataba, no sabían si era de toda la familia o específicamente del padre de Kai, el señor Huening, quien casi fue molido a golpes por Yeonjun la primera vez que se conocieron.

Era una carta de disculpas, la cual hizo llorar a Kai, porque al parecer sus padres al fin recobraron la conciencia y Yeonjun tuvo un poco de miedo, pensando que tal vez su Omega los perdona y se iría con ellos, pero rápidamente supo que su chico no era así, y no tardo en comprobarlo cuando efectivamente se quedo a su lado.

Tal vez no se vieron en la cara, pero el Omega perdono a sus padres luego de leer esa carta, aunque no se lo haya dicho personalmente y como habían acordado, prefirió dejar esas cosas en el pesado, cerrar ciclos para seguir con los nuevos.

Yeonjun se sintió orgulloso por Kai, en realidad, siempre lo hacia, cuando comenzó a estudiar y a sacarse notas altas, cuando interactuó con Danielle, cuando decidió ir al psicólogo, cuando comenzó a amarse y a superar el pasado, con el paso del tiempo era cada vez más feliz de verlo ser aun más feliz.

Incluso se enamoraba cada vez más, no sabia que eso fuera posible, pero lo era, cada maldito segundo que pasaba al lado de Kai se enamoraba un poco más y era inevitable, vivía con y para el amor de su vida.

La sonrisa de Kai era algo invaluable, era su motor de todos los días, su sola existencia era todo para Yeonjun y con solo saber que era mutuo, sabia que se encontraba flotando entre las estrellas de lo enamorado que se encontraba.

Pudo seguir pensando en nuchas cosas, pero al notar que se encontraban cerca de su destino, doblo el auto para estacionarlo y con una sonrisa miro a su acompañante.

-Llegamos...

Kai miro por afuera de la ventana y casi como si de un niño se tratara, salió corriendo para ver donde se encontraban con mayor claridad, cosa que al instante dejo salir su asombro.

Con razón habían tardado tanto.

Para empezar se encontraban en Gangneung, una Ciudad en la provincia de Gangwon, al noroeste de la república de Corea del Sur, ubicada al este de Seúl, pero específicamente se encontraban antes el rompeolas Jumunjin.

Kai investigaba esos lugares que veía en los doramas y que Yeonjun lo haya traído hasta ahí era un sueño hecho realidad, primero y principal porque estaba su Alfa y nadie más.

-¿Caminamos? -pregunto extendiendo la mano.

El corazón del Omega palpito con fuerza y con un notorio sonrojo y adorable sonrisa acepto la mano.

El lugar parecía deshabitado, seguro era por el frio, algo que el menor agradeció internamente, por lo que solo se concentro en caminar agarrado de la mano de su pareja por la costa, relajados y enamorados.

El silencio que se había formado no era incomodo, era sereno, solo se podían escuchar las olas y los otros sonidos de la naturaleza, lo que hizo que ambos estuvieran en una sincronía limpia al sentir tan equilibrado el ambiente.

Caminaron un poco más hasta que Yeonjun vio una parada de autobus y a pesar de estar horas sentados en el auto, por alguna razón tiro del brazo de Kai para aproximarlo a sentarse.

-Es muy lindo, Junnie. -hablo el rubio apoyando su espalda en la pared, viendo como el vapor salía de los labios del mencionado.

-No tanto como tú...

-¿Vas a comenzar de nuevo con tus cursilerías? -pregunto sabiendo que esa era la señal que su pareja emitía antes de comenzar a molestarlo con piropos.

-Nop, pero podría comenzar a decir otra cosa. -copiando la acción del Omega, permitió que su cuerpo se relajara contra la pared, sin dejar de mirar los ojitos grises de su acompañante. -Cuando te veo no dejo de preguntarme tantas cosas...

-¿Cómo cuales? -susurro suave, acercando un poco más su cuerpo y poder escuchar a su Alfa con claridad.

-Son demasiadas. -aclaro sabiendo que llego su momento de hablar. -Incluso antes de conocerte lo hacía. - miro enamorado al Omega antes de poder continuar. -Cuando comencé a vestirme como chica, me preguntaba si estaba siendo real conmigo mismo, me preguntaba porque todos no querían que fuera real conmigo mismo...

La voz de Yeonjun era demasiado suave, como si no pudiera hablar más fuerte, solo quería ser escuchado por Kai, quien prestaba totalmente la atención, ya que como hace un año, sabia de ante mano lo mucho que le costaba a Yeonjun abrirse ante un tema y sabia que ese era el momento.

Yeonjun le estaba contando su vida.

-Cuando me animaba a salir, me preguntaba porque tenia tanto miedo, y cuando lloraba solo en mi habitación, me preguntaba si lo que estaba haciendo me hacia menos hombre. -continuo hablando hasta que dejo salir un suspiro. -Cuando tuve mi primera desilusión amorosa por primera vez me pregunte como se sentiría ser amado, como se sentiría ser aceptado por la persona que amas, entonces... cerré los ojos. -Tal y como había dicho, cerro sus ojos por unos segundos antes de proseguir. -Espere un par de años y luego apareciste tu...

Cuando los ojos verdes conectaron con los grises del Omega una vez más, la chispa en sus corazón sacudió todo su interior, ambos pudieron sentir lo fuerte de su conexión, su amor es tan enorme que de tan solo mirarse sintieron el mismo escalofrió recorrer sus cuerpos y cuando se sonrieron la calidez subió a sus mejillas.

-Te convertiste en el poseedor de mis pensamientos desde el primer instante. -susurro y Kai pudo sentir el amor puro en esas palabras. -Entonces abrí mis ojos y me preguntaba si eras real, como es que con tu solo sonrisa me hacia olvidar todo lo que antes me preguntaba, ¿Cómo?...

Yeonjun inevitablemente se acerco a Kai para juntar sus frente y cerrar los ojos, sintiendo como completamente todo su cuerpo encontraba la paz.

-¿Puedes sentirlo?...

-Si...

-Dime, ¿Qué es?...

-Amor...

-¿Amor?...

-Si, amor...

Lentamente abrieron los ojos y se sonrieron.

-Voy a dejar de preguntar...

-¿Por qué?...

-Porque no tiene sentido cuestionarme todo si al final la respuesta siempre la tendré cuando te mire a los ojos...

-¿Justo así?...

-Si, justo así...

-Yo también y aunque siempre me preguntaba si era suficiente para ti, la respuesta la encontraba en tus ojos aun que no quisiera verla...

-¿Y que decía?...

Hueningkai sonrió.

-Decía te amo...

Y Yeonjun sonrió.

-Yo igual...

Hay momentos en los que miras atrás y no sabes exactamente qué pasó, sólo sabes que, desde que pasó, nada volvió a ser lo mismo, ya no existe mejor pregunta que una mirada, ni mejor respuesta que una sonrisa. Y el amor es sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde, porque no existe un momento o lugar para el amor verdadero, solo sucede accidentalmente, en un instante, en un solo parpadeo, en un palpitante momento.

Ser profundamente amado por alguien te da fuerza, mientras que amar a alguien profundamente te da coraje, ya que el amor es la única medicina para todos los males y Kai lo estaba viviendo con Yeonjun, así como Yeonjun con Kai.

Estaban destinados a estar juntos.

Es amor.

FIN

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro