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Capítulo 9

Cuando llegaron a casa, fue mediante tropezones, besos calientes, ropa que caía por las escaleras hacia la llegada de su cuarto, ninguno dijo más nada en cuanto se olio el celo del Alfa, solo sabían que debían hacerlo, pues tanto Yeonjun como Hueningkai estaban encendidos por el otro.

Al llegar a la habitación, el más alto estampó contra la puerta el cuerpo del Omega quien gimio gustoso cuando una caliente boca empezaba a pesar todo su cuello como a la vez que aspiraba su aroma a Azucena.

-Estas a tiempo de irte al cuarto de invitados, Kai. -hablo con la voz ronca, haciendo temblar de emoción al mencionado quien ya sentía mojada su ropa interior. -Si quieres acompañarme o no, es tu decisión...

La parte consiente de Yeonjun aún seguía presente en medio de tan tentador momento, ver al Omega totalmente sumiso por su aroma en celo fue la imagen más preciosa que pudo haber visto en la vida, aún que ya lo había visto la vez que se conocieron, tenia otra visión hambrienta al ser su turno.

-No seas tonto. -regaño el mayor con un tono de voz bastante cansado, aún que no lo estaba realmente. -Necesitó, no, quiero ayudarte Alfa...

Yeonjun sonrió contento, ver a Kai con una remera grande que caía por sus clavículas, sin pantalones y con solo un bóxer, el cuál sabia que estaba más que mojado ya que el olor a lubricante llego a penetrar sus fosas nasales.

El Omega estaba listo para ayudarlo.

-Prepárate, Omega. -susurro contra los labios del mencionado quién volvió a temblar, causándole orgullo al Alfa por causarle esa sensación mientras se quitaba su ultima prenda, dejando ver su musculoso cuerpo caliente. -Será el día más largo de todos...

Sin más que esperar unieron sus bocas una vez más, saboreándose entre si, profundizando el beso lo mejor posible, entre suspiros y ronroneos.

El menor empezó a mover los labios mucho más rápido, no aguantando tanto al momento en el que pidió permiso para ingresar su lengua, abrazando con una brazo la cintura del Omega mientras que la otra bajaba hasta ese bóxer que con gusto saco.

Los gemidos de Kai morían en medio de su encuentro, mientras que Yeonjun invadió su culo, amasándolo y mojando un poco sus manos con ese exquisito lubricante que tanto le había gustado desde la primera vez que lo probo.

Sin poder aguantarse más, tiro al mayor boca arriba sobre la cama, se arrodillo en el piso y con sus fuertes manos atrajo por las piernas el culo del pelinegro quien no detuvo su gritito de asombro por el repentino movimiento.

-¡A-Alfa! -no pudo decir más nada cuando sintió la larga y caliente lengua del mencionado penetrar sin duda su entrada, tan conmovido se quedo con el momento que apenas arqueo la espalda con una mano estirada esperando llegar a los cabellos verdes de quien lo invadía.

No sabia porque pero el sin hueso de Yeonjun ahora era un poco más largo o al menos así lo sentía desde la última vez, ya que solo gemía gustoso, soltando más de su lubricante en medio de gemidos a la vez que era penetrado de una manera muy caliente.

Le gustaba que Yeonjun comiera su culo y todo de el, le encantaba tanto ser dominado por ese hombre que solo podía hacer gemir por más.

-Tan delicioso. -murmuro empezando a penetrar con sus dedos a la vez que repartía chupones por toda la zona al rededor de esa apretada entrada palpitante.

-¡L-Lunas!, Aah, Yeon-¡Mhg! -gimió fuerte cuando esos expertos dedos largos sabían como moverse dentro suyo, por lo que no tardaron en encontrar su punto.

-¿Te gusta, Omega? -pregunto adentrando mucho más sus dedos pero esta vez dejo de moverlos solo para aproximarse hacia el rostro del chico, levantándose del piso. -Dime, cuanto te gusta...

-Mu-Mucho... ¡Aah!, ¡mucho, me gusta mucho! -grito en cuanto tuvo el atractivo rostro del pelirosa cerca suyo, aun sin mover sus dedos. -P-por favor...

-Voy a entrar. -aviso quitando bruscamente los dedos del interior del Omega quien gimió por le vacío, pero sabia que iba ser remplazado por algo mucho más grande.

Los ojos verdes de Yeonjun nunca dejaron de verlo, tampoco rompió el contacto cuando soltó un fuerte gemido al ser penetrado de una sola estocada, aún con el chico parado fuera de la cama, que al parecer tenia una altura perfecta para ser jodido en esa posición.

Se quedaron un rato esperando a columbrarse a la sorpresiva intromisión, pero no duro más de diez segundos que el Alfa ya empezaba a moverse, agarrando por los tobillos las piernas en alto del Omega que se aferraba con las manos a las cobijas y gimiendo fuerte.

-Gime más fuerte, Omega. -ordeno, ya que le encantaba lo agudo que llegaba a ser el mencionado, además, miraba fascinado como ese bultito sobresalía en el abdomen de Omega.

Mio.

-M-Más, más fuerte Alfa. -suplico sumiso el pelinegro, viendo como el Alfa sonreía gustoso. -¡Ah! -grito con los ojos bien abiertos cuando una mano apretó su abdomen de donde sobresalía la extensión del mismo Yeonjun quien a la vez toco su punto dulce.

Cambio de idea, apretando con su fuerte mano el miembro de Hueningkai, quien volvió a gemir fuerte con un par de lagrimas sobresaliendo de sus ojitos grises, descontrolando su bestia interior empezando a embestir con mayor rapidez esa bonita entrada.

-¡Mierda!, si... n-no pares. -claro que ardía, pero eso solo era un extra al placer que recorría su cuerpo al ser penetrado de esa forma tan salvaje.

Los veintiséis centímetros de Yeonjun eran la perdición de Hueningkai, logrando llegar exitosamente a su próstata, si no que también era bastante ancho y venoso, ahora palpitante mientras entraba como a la vez que salía hasta la glande, volviendo a enterrarse de una manera profunda pero rápida.

Hermoso, tener sexo con el Alfa era más que hermoso y lo pudo comprobar la primera vez que ambos se acostaron para su celo, ahora, al ser uno de pura sangre, entendía sus instintos dominantes y la verdad que antes no le encantaba ser tratado así, pero con Yeonjun era otro cuento.

-¡A-Ahí!, ¡si, s-si, si!...

Tan delicioso, el Omega más precioso de todo el mundo. -gruño el pelirosa, penetrando con mucho más profundidad y rapidez el culito del mayor a la vez que lo masturbaba. -Y el más adictivo...

-S-Si, Alfa, si. -balbuceo sin saber porque había respondido eso, pero si tuvo la conciencia demasiado despierta cuando Yeonjun dijo tales hermosas cosas.

De tantas embestidas, Hueningkai pudo sentir como el miembro del Alfa se hinchaba, avisando así que pronto se iba a venir.

N-Nudo, el nudo en mi Alfa. -pidió el pelinegro queriendo tener cerca al menor.

Yeonjun comprendió y deslizando un poco más el cuerpo del chico, se subió a la cama arrodillándose para poner sus firmes manos en las caderas acaneladas para seguir penetrando, pero se aproximó como bien había entendido y lo beso.

Beso más caliente y excitante de todos, el más desordenado pero candente de la historia, sus bocas sincronizaban pero sus dientes chocaban, sus lenguas jugaban mientras de sus bocas sobresalían pequeños hilos de saliva.

Magnifico, simplemente magnífico.

-¡Yeonjun! -grito el mayor separándose del beso cuando el nombrado jugo con su glande unos segundos antes de poder venirse.

Bastaron un par de embestidas para que el Alfa desatara su nudo dentro del Omega, viniéndose dentro de el en una gran cantidad que dejo encantado al chico quien gimió al ser llenado como tanto esperaba.

El nudo de un Alfa de pura sangre en celo era completamente doloroso pero fascinante a la vez para Hueningkai, quien solo pudo disfrutar ese momento y quiso decir algo, pero solo un gemido logro salir cuando intento moverse.

-Solo un momento más, ya pasará. - la preciosa voz de Yeonjun llego a su oídos y con ella un beso depositado en sus labios lo hizo calmarse al instante.

Dejo caer su cabeza en la acolchonada cama, soltando un suspiro cansado por lo extremadamente cansador que había sido ese perfecto encuentro, pero unos besos depositados en su cuello le avisaron que no iba a ser el ultimo.

-Espero que no tengas sueño, Hyung. -el susurro ronco del menor hizo poner los pelos de punta del Omega. -Esto es solo el comienzo...

¿Y quién era Hueningkai para quejarse?

・・・

-Y-Yeonjun, no aguanto más. -la voz de Kai sale entrecortada y su cuerpo tiembla sobre las cobijas llenas fluidos.

-Un poco más, Omega. -suplico el pelirosa acercándose a dejar un beso apasionado al chico cansada bajo suyo.

Las penetraciones se detienen, justo cuando el mayor estaba a punto de decirle que no parara que aún quería más, pero un chillido remplaza sus palabras cuando su cuerpo empezó a ser elevado por los fuertes brazos del Alfa.

Por instinto rodea la cintura de Yeonjun con sus piernas y pasa sus brazos por el cuello donde entrelaza sus dedos en la nuca, no entendiendo el cambio repentino o pensando que se cambiarían de terreno para continuar.

Pero la sonrisa completa del menor le hace dudar un poco, aún así pudo ver reflejado en esos hermosos ojos verdes el amor y la pasión, sin duda estaban disfrutando cada segundo por muy cansado que se encontraran.

-Esta es la ultima, Omega. -le asegura en un susurro, sin apartar su mirada hambrienta.

La piel del Omega se eriza por quinta vez en el día, nota como el frio recorre su espalda, dándose cuenta que ahora era apoyado contra la pared cercana a la cama, entendiendo la nueva posición, se acomoda sosteniendo con firmeza los hombros del menor y enredando aún  más las piernas.

La gran polla vuelve a alinearse en su entrada y de una sola estocada lo penetra, su cabeza se hecha para atrás soltando un audible gemido, mientras que al dejar su cuello descubierto Yeonjun comenzó a marcar cada sector libre que dejo sin chupar o morder.

-¡Oh, A-Alfa! -pronuncio sintiendo como este logro llegar exitosamente a su próstata como las anteriores veces.

-Eres una delicia, Omega. -le dijo con una mano sosteniéndolo de la cadera para que mantuvieran la postura y con la otra apoyo el peso de ambos a la pared.

Las penetraciones comenzando, las rodillas del ágil Alfa comenzaron a moverse de abajo hacia arriba, su gran miembro se abre camino en la entrada que va contrayéndose con cada penetración.

-L-Lunas, ¡dios mío! -increíble, ese chico de dieciocho años era increíble.

-Te vuelves muy religioso mientras lo hacemos, pingüinito. -le dijo divertido, aún sin parar de penetrarlo noto la sonrisa reflejada en el pelinegro por sus palabras.

El ritmo va aumentando y sus gemidos igual que sus respiraciones agitadas elevan su volumen, los aromas combinados, el ambiente caliente de las feromonas.

Pronto los ojos de ambos se conectan, el ambiente se vuelve un poco más claro como su alrededor, deja ser nublado por tanta excitación, sin embargo no dejan de moverse para hacer más placentero el momento, pero no paran de mirarse, llamándose, atrayéndose, deseándose, era increíble como podían comunicarse a través de ellos y saber lo mucho que les gusta estar con el otro.

Y no hablamos solo del sexo.

-Yeonjun, ¡Aah!, ¡Alfa! -lo llama cuando siente el cosquilleo crecer en su vientre bajo.

Ambos lo saben, están prontos de llegar a su nuevo orgasmo y según pactaron como ultimo, espasmos, escalofríos, corrientes eléctricas se apoderan de sus cuerpos, empezando a gemir descontroladamente cuando los movimientos pudieron ser más rápidos de los esperado.

El interior de Kai aprieta la polla de Yeonjun, solo bastaron cuatro embestidas, las más duras y profundas de su ronda, para venirse al mismo tiempo, el mayor expulsando largas tiras de semen y el menor anudando por séptima vez dentro del culito acanelado.

-S-Si... lléname todo, Alfa. - acostumbrado al dolor del gran nudo del chico, se aferra con fuerza para ocultar su rostro en el cuello y aspirar el aroma a mentas con chocolate para calmar su respiración.

El cuerpo del Alfa también tiembla ligeramente antes el cansancio como también por el placentero orgasmo, esperando unos minutos para que le nudo pasara, también para que pudiera recuperar un poco de estabilidad al respirar correctamente y traer un poco de su conciencia humana.

-¿Estas bien, Hyung? -pregunta, sabiendo que pudo llegar a ser muy rudo con el Omega quien asintió saliendo de su escondite.

-Me encanto, de h-hecho, tu me encantas. -se animo a decir en tono algo borracho cuando en realidad era puro cansancio y de estar drogándose con las feromonas del Alfa todo este tiempo.

La sonrisa de Alfa no tardo en aparecer, por lo que solo cerro los ojos y apoyo su frente contra la de Hueningkai, siendo sus nariz la única barrera que separaba su labios queriendo se unidos una vez mas.

-Y tu a mi, talvez es muy pronto pero esta bien. -beso la nariz hermosa del Omega. -Siento que debo decirlo también...

Se sonrieron en medio de unas cuantas risas, Yeonjun se encargo de todo, ya que el más débil de los dos era Kai quien simplemente se quedo tirado viendo como el contrario cambiaba de sabanas, los limpiaba y por ultimo los arropaba.

Como siempre hacia, se acerco al pecho del pelirosa y se refregó contra este antes de suspirar para cerrar los ojos.

Ambos aspiraron el aroma del otro para relajar sus sentidos, empezando a sentir pesados los parpados ya listos para dormir, pero Yeonjun pronto recordó algo y cuando estaba a punto de hablar, Kai se encontraba muerto roncando abrazado de su cuerpo.

Sonrió con ternura, había agotado al pobre de su Hyung con su celo, además no quería admitirlo pero deseaba hacerlo muchas más veces, pero ver y sentir el cansancio de Hueningkai, lo animo a terminar con su acalorado encuentro de horas.

Esperaba hablar con el mañana, la idea del cortejo mutuo era grandiosa pero Kai quería decirle algo que su aroma en celo no lo dejo terminar, esperaba recordarlo mañana para sacarse la curiosidad.

Ahora solo quería dormir con su Omega.

Su Omega, que bien sonaba eso, pero aún no era la hora de gritarlo.

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