－¡Ya cállense idiotas! －grito Taehyun, separando a ese par de Alfas que estaban a punto de salirse de control, y pudo haber sido peligroso para el Omega, pero al parecer su grito ayudo a que ambos recobraran los sentidos. －Ahora apártense de mi camino. －los empujo colocándose en cuclillas delante de la puerta.

Beomgyu por su parte se coloco en medio de ambos Alfas, también era peligroso para el ya que hablamos de dos Alfas de pura sangre, pero para su suerte estos dejaron de mirarse con odio y solo prestaron atención a la puerta donde del otro lado se encontraba el asustado Omega.

－¿Hueningkai? －susurro suave el pelirosa, pegando su oreja a la puerta para escuchar mejor al mencionado del otro lado, pero solo llego a oír su respiración agitada. －Debes calmarte, ¿si?, estos dos Alfas no pelearan ahora, no contigo adentro, te lo prometo...

－Basta d-de promesas. －escucho un susurro del otro lado y luego un sollozo.

－Esta es de verdad, Kai. －volvió a decir mientras los demás se conservaban en silencio con tal de escuchar la conversación detalladamente. －¿Cómo te sientes ahora?, ¿te duele algo?...

－E-El corazón. －confeso seguido de un llanto doloroso que partió el alma de las cuatro personas del otro lado. －Mi lobo, e-el... quiere algo, el quiere-... －se freno así mismo, temía darle el control a su Omega.

－Tal vez debes concederle el deseo a tu lobo, seguramente así estarás mejor. － aconsejo reposando su frente en la puerta sintiendo a la perfección como la respiración contraria aun no mermaba. －Solo di lo que quieres, Hueningkai...

Taehyun sabia que no era solo el lobo del Omega quien estaba pidiendo algo, si no también su lado humano y sabia lo que quería.

－P-Pero no es mío, no puedo q-querer a alguien que no merezco. －pronuncio esta vez llorando desconsoladamente al final, doloroso, aún no estaba listo para aceptar la realidad.

Sin más que aclarar, el Omega se alejo y miro atrás suyo como los Alfas lo miraban esperando una respuesta hacia esa confusa conversación, pero lo único que hizo fue acercarse y señalar al pelirojo con una cara poco amigable.

－¿Yo qué? －Soobin se auto señalo confundido.

－Nos vamos, Beomgyu llévalo. － ordeno, mientras que el mencionado no tardo en obedecer y abrazar por los hombros al Alfa, que era un poquito más alto, por lo que se tuvo que colgar.

－Ya escuchaste a mi Omega, vamos. － dijo indicándole la salida.

－Pero, Kai y el Alfa-...

－Dije, fuera. －la voz dura de ese Omega pelirosa, hizo poner los pelos de punta del Alfa de pura sangre, que por una desconocida razón, empezó a emprender sus pasos hacia afuera del departamento.

Una vez solos, Yeonjun soltó un aliviado suspiro, pero luego miro hacia la puerta donde se encontraba encerrado el Omega, escuchando a la perfección como este aún no lograba calmarse y menos entre su llanto ahí solo.

－El te quiere a ti, pero su lado humado esta cerrado con la idea de que... bueno, ya sabes. －intento explicar el más pálido, viendo como el menor asentía comprendiendo la situación. －No lo alteres y solo cálmalo, el de verdad te quiere solo a ti...

El pelirosa solo volvió asentir, viendo como su amigo se retiraba despidiéndose con la mano, para luego escuchar la puerta de la entrada ser cerrada correctamente, dejándolo solo al fin con su Omega.

Tranquilo y pensado cada movimiento, se recostó en el piso, apoyando su espalda contra la puerta como su cabeza, aspirando las feromonas tristes de su Omega el cuál al sentirlo cerca dejo de llorar automáticamente o al menos dejo de hacer ruido.

－Lo siento. －solo supo decir, apretando sus puños con mucha fuerza, sabiendo que era perfectamente escuchado. －Lo siento tanto, mi amor. －intento que su voz no saliera atropellada ni nada, quería dejar en claro las cosas y no detenerse a llorar, tenia que ser fuerte. －No me di cuenta, no sabia que alguien más sentía cosas por mi y solo corrí hacia ella para decirle cuanto lo sentía. －explico sintiendo como el cuerpo contrario se removía del otro lado tras sus palabras. －Pensaste cosas malas, ¿o no, mi vida?

Del otro lado Kai tenia los ojitos bien abiertos, no creyendo lo que estaba escuchando, ¿será algún juego de su mente?, ¿acaso escucho bien?, Yeonjun se fue a disculpar con Arin, sin embargo, ¿por qué aun lo sentía tan lejano?

Con el corazón palpitando fuerte, se abrazo así mismo y con dolor en el pecho intento calmarse para hablar correctamente.

Ya era hora.

－E-Ella es muy linda...

－Lo es...

－También es d-dulce contigo...

－Si...

－P-Probablemente sea perfecta para ti, ¿n-no lo crees? －dijo al fin, aguantándose las lagrimas desde que Yeonjun comenzó a confirmar todo lo que pensaba sobre Arin.

－No lo creo. －escucho del otro lado, entonces su lobo recobro vida, aullando y brincando, pero el solo pudo apretar los labios aguantándose para seguir hablando.

－T-Te mereces algo mu-mucho mejor. －continuo hablando, sabiendo que era lo correcto, sabiendo que aun que doliera, no podía hacer de la vida de Yeonjun un mar de decepciones en el futuro como el ahora. －D-debes irte con ella, ella es-...

－Pero no eres tu. －interrumpió el menor, frunciendo la frente con lo que estaba escuchando, no le estaba gustando para nada.

－Pero n-no soy lo mejor para ti. － continuo contradiciendo, sintiendo como su corazoncito se partía, como su lobo se decepcionaba de el mismo y como dolor se repartía en cada fragmento de su cuerpo.

－No, ¿Cómo puedes pensar en eso? －se re movió intentando no molestarse, pero las palabras del mayor lo estaban alarmando un montón, al punto de sentir a su lobo gruñir de tan imaginar una vida sin Kai a su lado.

－Es lo mejor...

－¿Qué dices?, claro que no, tu eres lo mejor, solo tu eres para mi. －contuvo un segundo gruñido mientras seguía apretando su mano, no debia alterarse, debia hablar bien y no asustar a su Hyung. －Te amo K-Kai. －dejo que su voz sonara débil al final, ahora si quería llorar.

－Y-Yeonjun. －pronuncio cuando escucho la voz rota del menor.

－Mi lobo y yo, mi alma completa y todo de mi te ama. －confeso escuchándose muy afectado por la conversación. －P-puedo ser solo un adolescente aun, pero se cuando tengo en claro lo que siento y siento a-amor, amor cuando te veo, estoy enamorado de ti. －siguió diciendo dejando que la primera lagrima descendiera de sus ojitos verdes.

－Y-Yo igual. －cierra sus ojitos llenos de lagrimas por todo lo que estaba escuchando.

－¿Entonces que nos detiene?, yo solo tengo ojos para ti desde el primer día que te conocí. －despego su espalda, solo para ponerse de cuclillas e imitar a su amigo, apoyando la frente contra la puerta. －Por favor, Kai, a m-mi también me duele esto...

－Hay personas m-mejores...

－No digas eso, por favor...

－Arin siempre te amo, ella es perfecta. －sin embargo siguió hablando a pesar de las suplicas contrarias. －S-solo quiero que seas feliz...

－¿Y por qué no podría ser feliz contigo?

－A-Ambos sabemos que en un futuro te terminare decepcionando Yeonjun. － dijo su miedo, su realidad, su más grande preocupación y la que jamás tuvo en cuenta, hasta el día en que todo empeoro.

－Kai, ya hablamos de esto. －le recordó, golpeando una sola vez su frente contra la puerta suavemente.

－E-En un punto de la vida no podre darte felicidad, ad-admítelo...

－No me va importar...

－Eso dices ahora...

－¿Lo supones por qué aun soy un crio?

－N-No yo-...

－No me va importar, ¡no lo hará! －subió la voz apretando los dientes con fuerza, ya harto de la situación. －K-Kai, por favor, no me hagas esto. －reconociendo que el dolor era mucho más fuerte que la furia del momento, sus ojitos dejaron salir más lagrimas.

No quería que Hueningkai lo alejara.

－Te amo Yeonjun. －la voz partida del Omega llego a sus oídos, asimilando el tono con el que se dirigía hacia el ahora después de unos segundos de silencio. －Q-quiero lo mejor para ti y tengo miedo de no po-poder ser suficiente. －confeso al fin.

－No pienses más, mi vida, no lo hagas. －pidió sorbiendo de su nariz por los mocos y secándose las lagrimas con su buso. －Solo debemos amarnos, ¿podrías por favor?

Escucho como del lado contrario su cuerpito se removía, sintiendo un poco más calmado cuando escucho una afirmación del otro lado, suponiendo que el Omega había asentido con la cabeza sin saber que no lo estaba mirando y eso solo lo lleno de esperanzas.

－Abre la puerta, por favor...

－S-Si lo hago, ¿Qué pasara después?...

－Te seguiré amando con todo lo que soy...

－Tengo defectos, ¿lo sabes, verdad?...

－Pues yo pienso que eres el ser más bonito del mundo y el más perfecto para mi...

Kai pucherea antes de pararse con dificultad, acercarse de la puerta, mientras que con la mano temblando bajo la perilla para alejarse y esperar a que el contrario pasara al interior del cuarto.

La puerta se abrió dejando ver a Yeonjun con un rostro igual de destrozado como el suyo, con ojitos llorosos, rojos, hinchados y con mucho dolor, hasta estar a una distancia prudente los hacían sentir peor.

Sin tiempo que perder, pero de manera lenta, el menor se acerca al rubio quien cierra los ojitos cuando una manos temblorosas acunan sus mejillas, brindando al instante unas masajes que lograron hacerlo sentir mariposas otra vez y cuando abrió sus ojitos conectando con los contrarios, estos al fin se llenaron de brillo.

－Este es mi Omega, ¿Quién podría remplazarte? －susurro con cuidado, acercándose mucho más para sentir como el dolor ahora era remplazado por alivio de tener al amor de su vida entre sus manos. －Nadie podría, porque solo tu eres perfecto para mí. －se acerco a besar los dos pómulos hinchado, luego su nariz, sus mejillas y cada uno de los lunares escuchando como el sutil ronroneo inundaba sus oídos. －Me gusta todo de ti, pero la razón por la que te amo no es por eso, si no porque eres tu, tu sola existencia hace volver loco mi corazón y me haces sentir enamorado con solo sentir eso...

Hueningkai vuelve a dejar salir un puchero, antes de comenzar a llorar desconsoladamente de alivio sobre el pecho del Alfa, quien lo envuelve con sus brazos, dejando salir feromonas para calamar el momento y aliviar al chico entre sus brazos, al chico que tanto extraño tener entre sus brazos.

El amor de su vida.

Entonces se le ocurre una idea grandiosa cuando visualizo la cama adelante suyo.

－¿No quieres un nido?, puedo hacer eso, se me dan bien. －propuso viendo como los ojitos del rubio se iluminaban con aquella petición que tanto había querido hacer el día anterior.

Sin decir nada, solo asintió, pero no se aparto por un buen rato del lado de Yeonjun.

Había extrañado esos brazos y con todo lo que había pensado antes, de que nunca más lo tendría a su lado, solo pudo aferrarse con fuerza.

・・・

El nido de Yeonjun era impresionante, hasta podría decirse perfecto, era esponjoso y cómodo, pero antes de meterse, ambos se habían colocado ropa cómoda, específicamente dos busos enormes, dejando al descubiertos sus piernas y una vez dentro, se acomodaron para mirarse frente a frente.

Comenzaron a enredarse y pegarse lo más cerca posible del otro, hasta el punto donde sus narices rozaron y no pudiendo aguantarse más, unieron sus labios en un beso profundo y dulce con la única intención de relajarse, pero con una felicidad que inevitablemente los hizo sentirse vivos una vez más.

Ambos labios se movían sincronizadamente, buscando no separase del otro por un largo tiempo, sintiendo cada partícula del gusto del otro e intentar impregnarlo mediante sus lenguas también interactuaban.

Kai suspira aliviado cuando Yeonjun acariciaba sus mejillas mediando el beso seguía su curso, mientras que el contrario solo posaba las manos sobre el pecho del Alfa, soltando las mismas feromonas para que solo se pudiera oler el aroma de ambos en la habitación.

Por falta de aire se tuvieron que separar, entonces sus ojos volvieron a conectar, mirándose con ese deseo que jamás desapareció, mirándose con ese amor intenso donde solo ellos y sus corazón sabían que eran los indicados para el otro.

－¿Sabes cuanto tiempo estuve esperando a que apareciera la persona indicada? －pregunto tranquilo el pelirosa, apoyando ambas frentes con los ojos cerrados, sintiendo como su lobos interactuaban. －Si mi destino era estar con otra persona el ahora hubiera sido diferente, pero estoy aquí, estoy junto a ti. －recalco sintiendo como nuevas lagrimitas descendían de los ojitos grises. －Así que, por favor, no me alejes de tu l-lado...

－Junnie...

El mencionado sonrió adorable de tan solo volver a escuchar su apodo ser pronunciado al fin por su Hyung.

－Cree en mi cuando te digo esto. － volvió a hablar, separándose solo un poco para mirarse a los ojos. －Siento que eres mucho más de lo que pensé, tanto, tanto, que estoy demasiado seguro de que jamás te dejaré en un futuro, jamás me cansare de ti, jamás me decepcionare de ti, porque estoy tan, pero tan enamorado que solo me tendrás a tus pies por el resto de nuestras vidas...

Kai miro esos ojitos, esos preciosos ojitos verdes, Yeonjun no mentía, claro que no, lo podía sentir, no sabe como pero lo sentía, sentía que esas palabras eran tan sinceras que solo derritieron su corazón inseguro, volviendo a lo que un día fue cuando su amor creció, cuando paso de ser un Alfa que lo ayudo en su celo a ser el amor de su vida.

－Vamos a trabajar en las inseguridades, pero solo te pido que confíes en mi a partir de ahora, ¿si?...

Entonces sonrió.

－Si. －acepto sintiéndose arrepentido de todo lo que había dicho antes, aún que aún sintiera presente ese sentimiento, pudo sentir cuando la había dolido a Yeonjun escucharlo. －Lo siento...

－No debes disculparte, Hyung. －le aseguro pero el Omega negó lentamente.

－P-Pensé por lo dos y eso estuvo mal. －dijo su error mirando con tristeza los ojitos comprensivos del menor. －Huí, te ignore y te quise convencer de que te alejaras de mi. －recordó provocando que Yeonjun hiciera un puchero. －Lo siento de verdad...

－No lo hiciste apropósito. －corrigió, mirando como el contrario afirmaba sus palabras. －Vamos a trabajar en esto Hyung, te lo prometo, no dejare que ni siquiera tus inseguridades te hagan daño, ¿si?

－Te amo, Junnie...

－Yo más, mi lindo y precioso Ningning...

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