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Capítulo 30

Yeonjun abrazaba con esmero el cuerpo de la confundida Omega que no sabia si corresponder o no a esa sorpresiva muestra de afecto, pero con solo ver la cara de Beomgyu y de los otros llegar tras el Alfa tuvo que entender lo que pasaba.

Yeonjun lo sabia.

-Y-Yeonjun, yo de verdad, no es que... lo que pasa-...

-Perdón. -interrumpió el pelivrosa separándose del abrazo para mirar con cierta tristeza a su amiga. -No lo sabia, no me di cuenta. -hablo con cierta lastima en sus palabras que hicieron entristecer un poco a la chica.

-No se como te lo conto Beomgyu, pero... Es verdad, es desde primer año y... -dejo salir un suspiro, es como si un elefante hubiera dejado de pisar su cuerpo. -Cuando te pedí ayuda para matemáticas no era cierto, no la necesitaba, solo quería que tu me notaras y yo no sabia que ya estabas con Kai, perdón...

-No tienes que disculparte por algo así, ¿lo sabes, verdad? -la animo con una leve sonrisa tratando de calmarla. -Vine tan pronto lo supe porque no quería que te sintieras mal, porque se más que nadie como se siente el rechazo...

La Omega agacho la mirada, no esperando que este momento llegara pero sabia que debia ser fuerte, el destino de Yeonjun era con otra persona y la verdad que una muy grandiosa para su parecer.

Hueningkai era el Omega indicado para Yeonjun.

-No tienes que hacer esto, se cual es mi lugar y no quiero que sientas lastima por mi situación. -con algo de valor acerco la palma de su mano a la mejillas del Alfa la cual acaricio con cuidado para luego apartarse. -Podre salir de esto, además, no es t-tan triste como parece...

-No digas eso, de verdad me importas. -admitió, claro que le importaba, Arin era de las pocas personas que lo trataba como una persona normal, no quería perderla como amiga.

-Esta bien, estaré bien, d-de hecho... - jugo un poco con sus manos, era un secreto que quería guardarlo para ella pero sabia que era hora de decirlo. -Me dieron una beca completa en el extranjero, así que s-seguiré mis estudios ahí. -confeso sorprendiendo a todos.

Mientras que Yeonjun solo pudo sentirse peor.

-¡No es por ti!, es... es e-en realidad un poco de todo, era algo que tenia que pasar de todas formas. -le aseguro de ante mano, y no mentía, aun que sonaba como el mejor plan de fuga, sabia que el viaje le serviría para despejarse de muchas otras cosas que son aparte de los sentimientos hacia Yeonjun.

-Arin. -la llamo con los ajitos casi llorosos.

La Omega sabia lo que pasaba, incluso se lo imagino, Yeonjun no quería que sufriera, hasta para eso era un encanto, pero no iba a dejar a Kai eso era más que obvio, por lo que solo sonrió y vio como de lejos llegaba su padre tocando bocina.

-Siempre seré tu amiga Yeonjun. -le aseguro la Omega con una radiante sonrisa, ya que sabía que ese era el temor que tenia el pelirosa. -Te mereces todo lo que esta bien en el mundo y ambos sabemos que tu felicidad te esta esperando en el piso de arriba, así que, no piérdanos más el tiempo y sigamos nuestros caminos felices, ¿Qué dices?

Yeonjun sin duda sonrió por la angelical y buena que era Arin, obviamente se sentía un poco mal, no podía corresponder los sentimientos de la chica, y además, nunca la vio de esa forma más que solo una amiga.

Kai era su dueño, tanto como cuerpo y alma, no había nadie ni existía nadie que pudiera hacerle cambiar de opinión hacia sus sentimientos por el Omega, pero sin duda no quería dejar ir a su amiga de esa forma, sabiendo como se sentía el rechazo y lo horrible que se siente cuando te rompen el corazón.

Aun que el no hizo nada cruel hacia la chica, sabia que ella lo había mirado siempre cuando el pensaba que nadie lo miraba y por eso se sentía mal por Arin.

Tal vez el destino no lo quería de esa forma, tal vez no estaban destinados a estar juntos, pero sabia con seguridad que la Omega iba a seguir adelante porque ella era un chica fuerte.

Cuando Arin paso por su lado con una radiante sonrisa, despidiéndose de todos, solo pudo sonreír saludando con la mano al igual que el resto de sus amigos, hasta ver como la chica se adentraba a su auto para finalmente alejarse del lugar.

-Vaya, por un momento creí que ibas a cometer una locura. -admitió Beomgyu soltando un suspiro aliviado. -¿Te encuentras bien?

-Si, ahora si, ella parece que va estar bien. -asintió más tranquilo, la verdad que eso era la único que lo tenia alarmado.

-Eres muy bueno mi cachorrito. -se acerco Felix a besuquear su carita mientras que el Alfa de pura sangre intentaba zafarse de su agarre entre quejas.

-¡Ya! -se siguió quejando.

-Arin va a salir de esta, créeme, es fuerte, lo dice mi instinto de mujer. - admitió Chunga haciendo sentir mejor al pelirosa.

-Además, tenemos suerte de que no sea una loca. -agrego Taehyun recibiendo un chirlo de parte de su amiga Omega.

-Ignoremos ese ultimo comentario y recordemos que ella dijo que jamás dejara de ser tu amiga. -entro Hyunjin a la conversación para revolver el cabello del menor quien asintió.

-Si, espero que le vaya bien. -admitió, esta dirigiendo su mirada hacia la ventana del cuarto donde se encontraba su Omega. -Bueno, si me disculpan, voy a buscar a mi felicidad. -se aparto de sus amigos que se quejaron entre risas.

Yeonjun mucho más aliviado empezó a subir las escaleras, su lobo quería que le pidiera mimos a su Omega después de todo lo que había pasado, como dijimos antes, el sentía pena por su amiga, porqué esta vez no podía ayudarla más que rechazarla.

Sabia que tenia que contarle a Kai una larga historia, recordando que había omitido decirle sobre las tutorías o de la existencia de Arin, por lo que se venia una buena charla de pareja para no hacer sentir inseguro al amor de su vida.

Por lo que puso la mejor de las sonrisa y abrió la puerta dispuesto a lanzarse a la cama y apapachar a su Hyung, pero el que se llevo una sorpresa fue el cuando vio todo el desastre de papeles que había en el piso.

-¿H-Hueningkai? -intento subir la voz, entrando por completo al cuarto mirando como todo en el piso se encontraba desparramado, pero solo pudo inspeccionar hasta dar con su mochila del colegio.

Se acerco apartando los papeles hasta notar como las bolsas de los regalos de Arin estaba esparcidas pero juntas, hasta que noto las pequeñas notitas de color rosa cerca de ellas, solo basto estirar su mano para leer una de ellas y darse cuenta de lo que pasaba.

Oh, oh.

Arin ya le había confesado sus sentimientos y no solo lo abrumo el hecho de que no los haya leído, si no que el primero en leerlos fue...

-¡Hueningkai! -grito saliendo del cuarto, revisando por todas partes.

-¡Kai!, ¡Amor!... no, no, no, no, e-esto no puede estar pasando. -abrió la puerta del baño, abrió las otras puerta de los otros cuartos y estaba entrando en desesperación.

Intento activar su sistema olfativo pero solo podía confirmar que el Omega ya no se encontraba en aquella zona desde hace ya varios minutos y solo saber eso, lo ponía peor.

-¡Kai!, ¡mierda!, ¿dón-dónde estás? - siguió abriendo las puertas con desesperación, hasta que los chicos subieron las escaleras al escuchar el alboroto de arriba.

Dios, quería llorar, ahora si quería llorar.

-¿Yeonjun, qué pasa? -pregunto Taehyun acercándose para calmar a su amigo.

-N-No se donde esta Kai el... el. -soltó un sollozo no pudiéndose aguantar más las lagrimas y la desesperación que sentía de tan solo pensar como se habrá sentido su Omega cuando leyó aquella nota. -sabe lo de Arin, pero no se donde esta, s-solo se que se fue hace rato, y-yo... y yo-...

-No debe estar lejos. -le aseguro intentando agarrar lo cachetes del menor para que se tranquilizara, para luego mirar con un aura demandante a los demás. -¡Búsquenlo, ahora!...

No tenía que repetirse la orden dos veces, todos asintieron y empezaron a buscar por todas partes al Omega.

Felix se quedo adentro de la casa buscando en cada rincón hasta en el sótano, Hyunjin con Chunga buscaron por el patio trasero, mientras que Beomgyu fue hacia la estación de autobús para preguntar.

Yeonjun sentía como su lobo se estrujaba por dentro, algo no iba a salir bien y lo pudo confirmar cuando el mismo se sintió tan vacío al saber que Kai ya no estaba en donde lo había dejado, no era tonto como para no darse cuenta que había huido.

No quería ni imaginar lo que había sentido su Hyung cuando leyó esa nota, sabia de las inseguridades que comían día a día a Kai, sabia lo que había pasado y el trauma que aun tenia adherido a su piel, sabe que con esas simples notas de amor, detonarían una bomba en los sentimientos dañados de su bello chico.

No señalaba a Arin como la culpable, mucho menos a Kai y menos a el mismo, los culpable son las personas que le hicieron daño a su hermoso Omega.

Ellos lo volvieron como es ahora, y sabiendo lo mucho que le costo confesarse el día anterior a todos, tomando mucha de la valentía que le habían rebatado, ahora solo podía saber que ya no existe nada de ella.

No quería decir que su Hyung era débil, pero lo era y el se estaba encargando de volver a construirlo con amor, pero Kai no estaba ahí.

No lo estaba.

Y sabia que algo malo había pasado, porque lo podía sentir en su pecho y en su lobo, el cual aullaba con dolor.

-No te angusties Yeonjun, el va estar-...

-Algo malo le paso. -lo interrumpió sintiendo como le se secaba la garganta de tan solo imaginárselo.

-¿Qué?, pero... ¿Cómo sabes eso? -el pálido lo miro con una ceja alzada, pues Yeonjun no parecía bromear, es más, se veía seguro de lo que decía y muy angustiado.

-Lo puedo sentir, Hyung... e-el, algo malo paso, debo ir a buscarlo. -con la cara toda mojada en lagrimas, empezó a caminar queriendo salir de esa casa para buscar por su propia parte a Hueningkai.

-Espera, Yeon-...

Y antes de que abriera la puerta, Beomgyu se apareció por el otro lado con la mirada cansada junto a una respiración agitada, había corrido hacia la cabaña solo para poder avisar lo que había descubierto.

-Una ambulancia salió hace minutos atrás en dirección al hospital XXX, con un Omega en estado critico. -aviso recuperando su aire para mirar con los ojitos igual de asustados a su mejor amigo. -Creo que se trata de Kai...

No había que decir más nada, Yeonjun agarro sus cosas, marco el número de sus padres y comenzó a retirarse de la cabaña acompañado de sus amigos quienes caminaban a la misma velocidad.

-Solo espera amor... p-por favor. - susurro antes de escuchar la voz de sus padres del otro lado de la linea.

Aún no tenia un buen presentimiento.

・・・

Los pequeños toquecitos sobre su mejilla fueron lo que provocara que abriera los ojos poco a poco y los entrecerrara exageradamente acostumbrándose a la fuerte luz delante suyo.

-¿Estas bien? -el olor a Manzana con Canela inundo las fosas nasales del Omega que miro hacia su derecha encontrándose con un chico pelirrojo y una mirada curiosa.

-¿Q-Qué?...

-Gracias a la Diosa Luna estas vivo. —el chico se relajo sentando cómodamente en la sillita que se encontraba al lado de la cama donde estaba acostado Kai.
-¿Cómo te sientes?, te viste muy mal en el bosque cuando te encontré...

Bosque.

Cabaña.

Yeonjun.

Cierto.

La tristeza invadió el pechito de Kai quien recordó todo lo que había pasado antes de caer inconsciente al piso, recordando que lo ultimo que escucho fue la voz del chico que al parecer era un Alfa y se encontraba al lado suyo.

Pensó en los mil dolores que había sentido en ese instante y solo pudo soltar un suspiro queriendo acomodarse en el lugar con el pensamiento de que talvez Yeonjun se había quedado con Arin, mientras que el estaba echado en una cama del hospital infértil y ahora invalido.

-Puedo oler tu tristeza. -la voz del chico volvió a interrumpir sus pensamientos, esta vez dejando que su mirara ahora se posara en el pelirrojo.
-Los doctores dijeron que te agarro un ataque de pánico, mi mamá se super preocupo, incluso fue a comprarte regalos ahora. -agrego con una sonrisa que casi contagia al contrario. -Hey, deberías sentirte afortunado, ni siquiera ella hace eso por mi...

Entonces una pequeña risita salió de los labios de Kamal, siendo acompañado por el desconocido que sonrió orgulloso de haberle sacado una risa al encantador chico.

-Hueningkai, ¿verdad? -el pelirrojo acerco su mano para formalizar un saludo y algo tímido, el mencionado asintió para luego corresponder. -Me llamo Soobin...

-G-Gracias Soobin, por ayudarme. - susurro con la voz baja.

-No hay de que, pero me preocupaste mucho a decir verdad. -agrego con una sonrisa linda dejando ver sus ojos verdes, el Alfa parecía muy simpático y Kai solo pudo sentirse seguro por ahora.

Aun que seguía triste, ahora su vida tomaría un giro drástico, ahora tenia que ver un futuro sin Yeonjun, pero aun así, en esos instante no lo podía lograr y tampoco se creía capaz de hacerlo en un futuro.

Extrañaba a Yeonjun.

-Bueno... mamá quería llevarte a McDonald después de que el doctor te diera de alta, pero cuando encontramos tu identificación, el viejo contacto a tus padres y ahora mismo deberían estar llegando, entonces me preguntaba si podrías pasarme tu nume-...

-¿M-Mis qué?...

No podía ser.

-Tus padres... ellos-¡hey!... ¿estas bien?-Soobin se acerco al Omega cuando este empezó a llorar todo frustrado y asustado, logrando que el Alfa se preocupara.

Kai sentía que podía morir en ese preciso instante.

-N-No puedo, no puedo ir con ellos... no de-dejes que-... -se corto así mismo cuando los brazos del Alfa lo rodearon y el olor a Manzana con Canela se impregno en todo su cuerpo, repartiendo feromonas para calmar su estado.

Y para su sorpresa, ese acto lo dejo tan perplejo que logro calmarlo.

-No dejes que me lleven, por favor. - susurro como pudo, ocultando su carita en el pecho de ese Alfa, que al parecer era lo único que tenia ahora.

Soobin no atendía nada, pero oler la preocupación y el miedo en el Omega, solo podía asegurarle que debia poner manos en acción para ayudar al lindo chico en cuanto llegaran su familia, aún que tal vez no supiera la historia y no conociera al chico que tenia entre sus brazos.

Pero algo le decía que debia ayudarlo.

-No dejare que nada malo te pase, ¿si?

Eso mismo había dicho Soobin.

Y mira donde esta ahora.

Ya no quería confiar en nadie, pero ese Alfa era lo único que lo ayudaría cuando llegaran ellos.

Lo único.

-¡Hueningkai!, ¿alguien sabe dónde esta Kai Kamal Huening? -la voz de un ángel.

O se encontraba alucinando o esa era la voz de Yeonjun.

Su lobo en su interior salto de la alegría, más su lado humano solo se apego más al cuerpo de Soobin con miedo, algo que hizo poner en alerta al Alfa que iba a dar todo de el para impedir que el Omega se fuera con las personas equivocadas, debia llamar a su madre para que se apresurara.

Se escucharon varios pasos acercarse y el olor familia llego a las fosas nasales del pelinegro quien sintió como su lobo se ocultaba.

No puede ser.

Se sentía en una pesadilla.

-¿Hijo?

-N-No... no, por favor...

Las cortinas se abrieron y dejaron ver a una pareja que al reconocer a su hijo sonrieron con malicia.

-Te encontramos...

No.

-¡Hueningkai! -los ojitos de Yeonjun brillaron cuando reconoció el olorcito de su Omega pero su sonrisa de felicidad se fue borrando cuando al acercarse lo vio en manos de un Alfa, pero no solo eso, si no que vio como dos señores tenían la mirada fija en su chico.

Y antes de que pudiera pedir una explicación, la mujer con una sonrisa demasiado fingida se quiso aproximar a la camilla en donde estaba el Omega, el cual solo pudo aferrarse con mayor fuerza al pelirrojo.

-Te habíamos extrañado mucho hijo, ven... vamos a casa....

Por la mierda.

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