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Capítulo 29

El primero en despertar fue Yeonjun, pero solo pudo acomodarse mejor en la cama con el objetivo de ver el perfecto rostro dormido de Kai, el cual se encontraba boca abajo con babita saliendo de sus acolchonados labios y ni hablar de su linda expresión relajada.

Ayer había sido un día de confesiones, en donde su Hyung había tenido la valentía para confesar lo que le había pasado y aun que eso fue el momento más magnifico de todos, los mejores son cuando Yeonjun solo lo veía sonreír.

Sabia que era la persona indicado cuando no lo juzgo, pero supo que era el Omega que necesitaba en su vida cuando esas sonrisas solo hacían enloquecer su corazón, dejando de lado la intimidad que era uno de los momentos más maravillosos de todos, pero su parte favorita era cuando ambos se miraban en silencio y sus ojos hablaban por si solos.

Era increíble como podía cambiar todo de un momento a otro, viéndose solo por el resto de su vida a estar imaginando una vida plena y feliz de la mano del Omega que estaba viendo con anhelo.

Nunca jamás imagino tener otra razón tan fuerte para poder seguir viviendo feliz la vida, despertar y tener a la persona indicada abrazándote tan cariñosamente, que lo sientes casi irreal a ese instante donde todo se te nubla, y entras a un mundo mágico en donde dices, "estoy enamorado".

-Tan lindo, mi vida. -susurro roncamente, debido al reciente despertar y con esa misma sonrisa embobada beso esa pequeña nariz que se arrugo por el tacto.

Y tierno, sin duda muy tierno.

Estaba a punto de alcanzar su celular para fotografiar ese esplendoroso momento, pero el repetido y constantemente ruido de la puerta no lo dejaba disfrutar de su hermoso Omega.

Incluso iba a ignorarlo cuando freno, pero nuevamente comenzó de nuevo, por lo que chinchudo se tuvo que levantar y ver la hora en su celular.

Casi maldice en voz alta cuando ve que eran las siete de la mañana y que iba a matar a la persona que se encontraba del otro lado tocando la puerta como loca.

Antes de que Hueningkai se levantara por el ruido, se tuvo que vestir como rayo y llegar a abrir la puerta con una cara de culo, pero nada, ni siquiera su propia cara, superaba a la cara de culo de Beomgyu que del otro lado lo miraba con una ceja alzada.

-Si vienes a quejarte del ruido indecente de ayer, te pido que te retires de mi vista. -le advirtió el menor pero su mejor amigo negó lentamente con la cabeza y entonces se sintió confundido. -¿Qué te pasa entonces, Choi Beomgyu?

-Es algo importante, así que me tendrás que escuchar ahora mismo y a solas. -dijo mirando de reojo al Omega dormido en la cama.

Yeonjun guio su mirada hacia el hermoso chico que tenia en la cama y luego con una ceja alzada miro a su amigo, no atendiendo lo que estaba pasando o al menos lo que le quería decir, por lo que cerro la puerta con cuidado y los guio al cuarto del frente.

Ambos amigos entraron y cerraron la puerta para charlar, ahora con el menor todo despierto, ya que para empezar mucha atención no le quería prestar al rubio, pero viendo su expresión y el modo en que pidió charlar a solas, solo lo alarmó.

-¿Qué esta pasando Beomgyu? -dijo con los brazos cruzados, esperando una respuesta.

-Esto no debería salir de mi boca, pero por el bien de lo creo que es justo, tienes que saberlo. -hablo luego de soltar un largo suspiro, dejando al otro Alfa con algo de curiosidad.

-¿Y según tu que debo saber?

-Es algo complicado, pero se trata de Arin...

Primero le resulto raro escuchar el nombre de su amiga ser pronunciado por su mejor amigo, es decir, Beomgyu jamás le mentiría y sabía de alguna forma que lo que estaba a punto de decir era importante.

Osea, tenia conocimiento de ante mano que Beomgyu jamás diría algo sin estar seguro de lo que iba a hablar.

Se imagino un montón de posibilidades que pudieran relacionarse con lo que paso con la chica o con respecto a algo que hubiera hecho en su ausencia, pero nada se le venia a la mente, era simplemente Arin.

Nadie malo.

-Bien, te escucho...

・・・

Hueningkai abrió con dificultad sus ojitos cuando la puerta del cuarto fue ligeramente tocada.

Casi que le pide a Yeonjun que fuera a abrir la puerta, pero al notar que se encontraba solo en cama solo pudo hacer un puchero chinchudo por saber que tenia que levantarse a atender la puerta.

Se tomo su tiempo para incorporarse y ponerse algo de ropa, eligiendo de preferencia la grande del Alfa, para sentirse ahogado con su aroma después de la noche apasionada que tuvieron.

Mientras se iba acercando el olor a Vainilla llego a sus fosas nasales y con cierto curiosidad, abrió la puerta encontrándose a Arin del otro lado con las mejillas algo rojas.

-Oh, ¿necesitas algo? -pregunto tallándose uno de los ojitos, no sintiendo nada de vergüenza que la Omega lo mirara y observara las increíbles marcas que tenia regadas por todo su cuerpo, hechas por SU Alfa.

-P-Perdón si molesto. -la chica agacho la mirada algo triste, pero sabia que debia ser fuerte, por lo que subió la mirada con una sonrisa y extendió los apuntes de las clases escolares. -Son las tareas, l-le dije a Yeonjun que se las había traído, entonces...

-Cierto. -el pelinegro también recordó que se lo había informado el día anterior, por lo que tomo los cuadernos con cuidado. -Gracias, se lo hare saber a Yeonjun, no te preocupes. -le aseguro con una tierna sonrisa.

-Esta bien, no hace falta, me gusta ayudar a Yeonjun. -le aseguro sintiéndose menos triste cada vez que lo nombraba, aun así dolía. -Mi padre esta a punto de venir, así que si lo ves... s-solo dile que ya me fui y que gracias por la invitación. -agrego al ultimo.

-De h-hecho...-se rasco la nuca, sintiendo algo culpable después de la pequeña mala impresión que tuvo de la chica cuando le abrió la puerta el día de ayer. -Eres muy amable, gracias por acercarte a Yeonjun, sin... ya sabes, sin juzgarlo, el de verdad aprecia eso tanto como todos nosotros. -agradeció y es que de verdad quería decírselo.

-Lo se, es igual que todos nosotros, ¿verdad?, todos merecemos ser tratados bien en la vida. -hablo con confianza esta vez, recibiendo una radiante sonrisa de parte del acanelado. -Estoy feliz de ser su amiga...

-Eso es lindo. -admitió olvidando por completo de sus pequeños disgustos con la chica, al parecer le iba a caer bien de todas formas, no sabia porque estuvo inseguro al principio. -gracias a ti, Arin...

-Creo que yo misma te debería decir gracias, ¿sabes?, Yeonjun estuvo muy contento en las tutorías y cuando me hablo de ti, solo podía ver lo enamorado que se encontraba. -admitió haciendo sonrojar levemente al pelinegro. -Tu eres su mayor felicidad. -dijo sin más, sintiendo como su pechito oprimía con dolor.

Pero era la verdad.

-Creo que... siempre y cuando haya gente que aprecie a las personas por lo que son y no por lo que esperan, seria un mundo lindo donde Yeonjun al fin podrá ser libre por completo. -hablo dejando salir su verdadera opinión con otra persona.

Arin sonrió con tristeza, ella quería lo mismo para el Alfa de pura sangre.

Sin duda estaba en buenas manos.

Ella solo debia apartarse.

-Eres grandioso Hueningkai...

Fue lo ultimo que dijo la chica antes de retroceder sus pasos y despedirse con la mano hasta desaparecer de la vista del Omega, que no llego a verla irse con lagrimas en los ojos.

Mientras que por su parte, se sentía mejor ahora que sabe que Arin no era nadie malo o alguien que amenazara su relación o algo por el estilo. No sabe porque en algún momento creyó eso, no debia juzgar a las personas cuando a penas las conoce.

Primero suspiro con alivio, luego activo su sistema olfativo para encontrar al Alfa, hasta encontrarlo justo en el cuarto frente al suyo, por lo que solo camino unos pasos hasta quedar adelante de la puerta la cual estaba a punto de tocar pero un ruido brusco dentro de ella fue lo que lo freno.

-Dime que estas bromeando. -la voz de Soobin.

-Desearía poder decirte eso, pero no bromeo, menos con un tema como este y lo sabes. -la voz de Beomgyu.

Kai sabia que no debia escuchar conversaciones ajenas, pero no pudo evitar alarmarse por el tono de voz en su Alfa, por lo que retuvo sus feromonas curiosas y acerco su oreja para escuchar detenidamente.

-E-Eso quiere decir que-... Ahs... mierda. -maldijo el menor, haciendo preocupar el doble a Kai.

-Cuando lo descubrí primero lo dude, pero cuando me lo dijo Arin quede igual de sorprendido y se que no mentía, si no lo hubiera notado. -sonó la voz de Beomgyu un tanto enojada.

Pero lo que puso los pelos de punta del Omega no fue la conversación casi agresiva que estaban teniendo, si no la mención del nombre de la muchacha que antes se encontraba hablando con el.

-Ya... no te alteres Yeonjun, debes calmarte, ella dijo que se iba apartar, que lo iba a superar, que-...

-Dices que ella esta enamorada de mi desde primer año, ¿Cómo esperas que me tome eso?

Los ojitos de Kai se abrieron con sorpresa, quitando rápidamente la oreja de la puerta como si esta quemara y con pasos casi temblorosos retrocedió en el lugar sintiendo como su pecho volvía a estrujarse con la misma intensidad que ayer cuando vio a la Omega.

Entro lentamente al cuarto de donde había salido y cerro la puerta aún estando en shock por lo que acababa de escuchar.

Arin estaba enamorada de Yeonjun.

"Me gusta ayudar a Yeonjun".

"Estoy feliz de ser su amiga".

"Estuvo muy contento en las tutorías".

Tutorías.

Instituto.

Mochila.

Con la cara aun pálida, visualizo la mochila que el Alfa había dicho que trajo consigo, por lo que se acerco dejando caer por el piso los apuntes de la Omega, abrió esperando no encontrar nada malo pero cuando lo hizo, varias bolsitas salieron y algunas tenían migas dentro.

Los postres.

Sus manos temblaban mientras sacaba una por una y notando como al fondo de la mochila, que al parecer no era limpiada, varias notitas de color rosa se encontraban dispersadas.

Tragando profundamente y aguantándose las ganas de llorar, saco todas.

"Que tengas un lindo día Soobin. Con amor Arin :)"

"No dejes de sonreír Yeonjun, tu sonrisa es la más preciosa de todas. Con amor Arin :)".

"No me animo a decírtelo en persona, pero hoy te ves más lindo que los días anterior, tienes unos precioso ojos Alfa. Con amor Arin ♡".

"¿Lees mis notas?, ¿O al menos sabes lo que significa que te regale pastelitos dulces?. Con curiosidad Arin ♡".

"Me di cuenta que no lees mis notitas, por lo que se que tampoco sabrás cuanto me gustas. Esta es mi ultima notita, con amor Arin ♡".

Hueningkai dejo caer ese ultimo papel con el corazón destrozado, ¿Por qué siempre tenia que pasar algo que lo haga llorar?, ¿Por qué el destino era tan cruel como para arruinarle a estas alturas de la vida?

Sus manos comenzaban a temblar más de lo normal mientras esas frases retumbaban en su mente, su vista se nublo por las próximas lagrimas y solo pudo caer de rodillas al piso donde estaban desparramadas todas las muestras de amor que la Omega le dedicaba al Alfa.

El nudo en su garganta se hizo insoportable, pero aun así quiso levantarse para dejar de ver esas bonitas notitas que con mucho amor hizo Arin, por lo que se ayudo de la cama y casi tambaleando quiso llegar a la puerta.

Pero el ruido estruendoso de el abrir de la puerta de afuera se escucho y lo hizo asustar, casi hasta grita el nombre de Yeonjun pero no tenia voz, menos cuando penso que iba abrir su puerta aun que fue todo lo contrario.

Lo único que escucho fue los pasos del Alfa digerirse a otro lado, lejos de donde el se encontraba.

Sabia que tanto Yeonjun como el se acababan de enterar de los sentimiento de Arin y que ella iba a superarlos, ¿pero por qué razón ahora no podía creer lo que estaba pasando?

¿Ahora Yeonjun fue a buscarla?

No.

No era capaz, él...

-¡Arin!...

La voz de Yeonjun se escucho a través de la ventana y probablemente en todo el lugar.

Su pechito comenzo a subir y a bajar con una respiración agitada, aunque no quisiera acercarse, lo hizo, pero solo fue la gota que rebalso el vaso con agua cuando vio una perfecta vista como el Alfa abrazaba a la Omega sorprendida.

Yeonjun la estaba abrazando.

Nadie sabia lo que pasaba, todos al parecer se acercaron a la repentina escena, confundidos, sin tener en cuenta como Kai dejaba derramar lagrimas por sus ojos sin emitir ruido alguno desde el segundo piso.

Yeonjun estaba abrazando a Arin.

Sus piernas funcionaron por su solas, su lobo se abrazo así mismo retrocediendo en el lugar traicionado, su corazón dolía cada vez más y más, pero supo que no llamaba la atención ni siquiera de su Alfa o al menos, del que creía que iba a ser su Alfa.

¿Yeonjun, cambio de parecer?

¿Lo iba a cambiar por Arin?

¿Se iba acabar todo?

¿Era el final de su historia?

No lo sabia, solo podía taparse la boca para no hacer ruido con sus sollozos que pronto acompañaron a las lagrimas, no sabia lo que sentía o lo que pasaba o lo que iba a pasar, pero si sabia que no iba a permanecer ni un segundo más en ese lugar, y aprovechando que nadie lo notaba, camino en dirección a la puerta del cuarto para bajar escaleras abajo.

Salió de la casa del campo por la puerta trasera, se metió por el bosque sabiendo que de algún modo encontraría un camino, pero se detuvo a mitad de camino, respirando acelerado y por un momento desconoció el donde se encontraba, sintiéndose totalmente mareado como alterado, la cabeza le dolía pero el pecho también, hasta que cayo al piso sintiendo como las piernas le fallaban.

-¿Q-Qué... que es-... q-qué me pasa? - balbuceo, mirando hacia todos los lados sintiendo como las lagrimas acumuladas no le permitían ver donde se encontraba tirado de rodillas.

Sus manos temblaban y sentía el sudor frio recorrer todo su cuerpo, sentirlo lo lleno de ansiedad, ni hablar del dolor en su pecho que crecía más y más, hasta el grado de sentirse incapaz de moverse e intentar seguir huyendo.

El miedo de ser cambiado y del momento que estaba pasando lo estaba nublando, sus ojos estaban borrosos llenos de lagrimas, su labio temblaba, ya no podía hablar, su lobo aullaba desconsolado queriendo llamar a su Alfa pero al parecer, ni su lobito tenia la voz o la fuerza para hacerlo.

-¡Hey!, ¿te encuentras bien? -escucho una voz de lejos, pero el dolor era tan fuerte que solo tenia ganas de dormir para que pasara ese horrible momento. -¡Mamá!, ¡llama a una ambulancia!...

Kai solo sentía más y más sueño, que ni los pasos rápidos que se escucharon de lejos pudieron hacerlo entrar en razón, escuchaba voces que desconocía pero no podía mirar con claridad a nadie.

Y ya harto del dolor, decidió cerrar lo ojos y caer desplomado al piso.

Con dolor y con lagrimas en los ojos.

Todo se volvió negro para Kai, hasta que su horrible mente recordó esos feos momentos en su casa, específicamente uno donde su madre una vez lo agarro y lo señalo con el dedo justo cuando el estaba bañándose en posición fetal bajo la lluvia.

"Ningún Alfa va querer estar contigo, y si los hay, todos te van a cambiar por algo mejor y es ahí cuando te darás cuenta que no vales para nada".

Algo mucho mejor, como esa linda Omega.

Porque el no valía la pena.

No, no lo hacia.

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