Capítulo 28
Si existiera un medidor de incomodidad, no se podría descifrar cual de los dos Omegas se sentía peor.
Pero al parecer se dieron cuenta de lo que sentían o al menos sintieron la tensión, por lo que rápidamente sonrieron como si no pasara nada en los interiores de sus corazones y intentaron pensar en otras cosas.
Pero no podían teniéndose uno frente al otro.
Por un lado estaba Arin totalmente triste por dentro, viendo como ese hermoso Omega era todo lo que Yeonjun merecía, mientras Kai aún no caía que esa hermosa Omega fuera amiga de Yeonjun, y lo peor de todo, es que nunca había escuchado de ella.
Como el anfitrión de esta reunión, dejando del lado el hecho de que el Alfa jamás le haya hablado de su amiga Arin, sonrió como siempre sonreía y se hizo a un lado, bajo la intenta mirada apenada de la chica.
-Por favor, entra... seguro Yeonjun se pondrá feliz cuando te vea. -ojala que no, pero eso iba a sonar demasiado cruel y la chica no parecía mala, por eso se limito a actuar normal y a no dejar que sus inseguridades se salieran de control.
-G-Gracias, permiso. -hizo una leve reverencia y entro tímida llamando la atención.
Alarmada noto como todos dejaban de servir la comida en los platos para mirarla con curiosidad, por lo que se sintió peor y arrepentida de haber llegado a esa reunión, es decir, ella no era parte del circulo de amigos pero obvio que la conocían, aun así se sentía levemente intimidada.
Por su parte, Hueningkai cerro la puerta apoyando la frente contra ella, dispuesto a calmarse y a no malinterpretar la situación, a no imaginarse cosas erróneas, no debia, solo debia actuar normal y continuar con el lindo día.
-¡Arin!
La voz del Alfa hizo que todos voltearan a mirarlo, incluso Kai quien sintió una leve incomodidad en su interior al ver la felicidad reflejada en su Alfa al pronunciar y ver a la Omega aun parada tímidamente en el mismo lugar.
-H-Hola. -saludo pasando la bandeja de postres al Alfa al cual se le iluminaron los ojitos. -También traje lo que hicimos estos días, p-para que no pierdas el seguimiento de estas dos clases...
-No debiste, pero gracias por el detalle y por tarea, menos mal que traje la mochila aunque no hice nada. -acepto la bandeja entre risas, para luego voltear y mirar al grupo de amigos con una sonrisa. -Invite a Arin porque fue buena conmigo estos días, además, es mi nueva amiga. -anuncio contento mientras la chica solo asentía casi no tan emocionada por la ultima palabra.
Kai tal vez envidio la felicidad con la que hablo el menor sobre la muchacha, pero rápidamente intento calmarse, literalmente Yeonjun se refería a ella como una amiga y dijo la razón, por lo que tuvo que recordar como trataban al Alfa en el instituto y tener que estar agradecido por que una chica tan linda como Arin sea su nueva amiga.
Pero había algo que aun así le seguía incomodando en su interior.
-Hueningkai. -pronuncio su nombre con la misma sonrisa, haciendo que de igual forma el mencionado sonriera y fuera atraído por el Alfa. -Ella es Arin, una amiga, últimamente estuvimos hablando mucho y es muy amable conmigo. -los presento con alegría.
Entonces el Omega y el resto de los chicos se dieron cuenta sobre la razón de la felicidad que emanaba Yeonjun, recordando la difícil vida que también tuvo el Alfa con respecto a las criticas de los demás y lo complicado que era socializar con respecto a su apariencia.
De alguna forma Yeonjun se sentía orgulloso de tener una nueva amiga y no cualquiera en este caso, si no una que lo trato bien y que no lo juzgara por lo que es, es decir, se sentía aceptado por alguien por primera vez, apartando a los chicos y apartando a Kai que fueron dos situaciones diferentes en las que se conocieron.
Por esa razón todos se relajaron, incluso el Omega de ojitos grises, pero no iba bajar del todo la guardia, ya que tenia un pequeño mal presentimiento de lo que iba a ocurrir ese día, pero la felicidad del Alfa era mucho más importante, por lo que decidió ignorar cualquier estúpida razón y disfrutar del día.
-Yo tomare esto. -hablo Hueningkai, agarrando la bandeja donde traía los postres de la Omega, para luego mirarla con una sonrisa mucho más sincera.
-Gracias por venir, Arin. -susurro amable.
Gracias a eso la muchacha se sintió un poco más segura y sonrió de igual forma hacia Kai quien se retiro para guardar los postres, para luego ver como Chunga subía su mano llamándola.
-Al fin una mujer en el grupo. -dijo contenta, invitando a Jieun a sentarse al lado suyo. -Gracias por ser amiga de Jun. -susurro luego de un guiño.
La muchacha sonrió con las mejillas algo sonrojadas y le resto importancia, ella de ver le caía bien el Alfa, dejando el enamoramiento de lado, Yeonjun era una buena persona y valoraba eso, incluso sentía que ella debia agradecerle por dejar que fuera su amiga.
El resto de los amigos la recibieron contenta, menos Taehyun que solo no hacia contacto visual por varias razones que sabia gracias a Beomgyu, quien por cierto era el único que no miraba con cierta sonrisa a la muchacha.
No es que no la quisiera, pero había que admitir que no estaba bien que estuviera ahí.
Temía que algo saliera mal.
Tuvo que dejar dicho pensamiento en el aire cuando llego Yeonjun con Kai a la mesa para comenzar a comer tranquilamente, llenando la mesa de risas y pequeñas anécdotas donde participaban todos, hasta Arin.
Ninguno pensaría que algo saldría mal por el lindo ambiente que se creo en la mesa.
・・・
Kai reía por los chiste de Felix en medio de la fogata, Taehyun tocaba la guitarra para tratar de no escuchar a la foca de su amigo, mientras Beomgyu besaba de vez en cuando su mejilla, Chunga hablaba de cosméticos con Arin, y por ultimo Bangchan jugaba a las cartas con Hyunjin y Yeonjun.
Literalmente todos parecían calentitos y entretenidos, viendo como el sol poco a poco se ocultaba.
Había sido todo un día productivo, además de comer como un grupo muertos de hambre, agradeciendo a los que cocineros y halagando los deliciosos postres que la Omega había preparado para todos.
Pero pronto sintió como la temperatura iba bajando, el Omega de ojitos grises se animo a pararse para ir a buscar algún abrigo o algo para sentirse más calentito, por lo que se levanto y se retiro puertas adentro de la casa.
Camino pensando que nadie lo seguía, hasta que entro al cuarto que compartía con el Alfa buscando en su mochila alguna campera, pero sus ojos se desviaron a la mochila del menor donde sobresalía el buso rosa que siempre usaba los primeros días que se conocieron.
Por reflejo sonrió con mejillas sonrojadas y casi desesperado saco esa prenda de la mochila para ponérsela casi a la misma velocidad, para luego aspirar el aroma exquisito de Yeonjun.
Se aproximo al espejo del cuarto viendo lo bien que le quedaba la ropa del Alfa, sonriendo bobo mientras hacia una que otra pose dándose cuenta que le quedaba más que bien.
Pero casi grita del susto cuando vio en el reflejo como era observado.
-J-Junnie. -lo llamo con las mejillas ultra rojas.
-No me cansare de decirlo, pero... -se aproximo alargando la ultima letra mientras abrazaba por la cintura al chico. -Mi ropa te queda muy linda. -beso su frente para luego volver a sonreír.
-Y-Ya lo se, siempre lo dices. -asintió aceptando el abrazo, envolviendo sus brazos por el cuello del peliverde y jugar con su cabello. -A mi también me gusta...
Yeonjun beso otra vez su carita, pero esta vez por todas partes, embelesándose con la risa preciosa de Kai de las cosquillas que le causaba y como el corazoncito le latía con emoción.
-Pero lo que más me gusta, es que hueles a mi. -admitió el menor, hundiendo su nariz ahora en el cuellito del Omega, aspirando lo bien que olía los aromas convídanos.
En realidad, el plan del Alfa era entrar con el Omega desde un principio, pero no quería parecer tan obsesionado, pero eso se esfumó cuando Kai entro y no tenia más que hacer que seguirlo, pues la verdad, su chico ya olía a todos sus amigos y eso era lo que Yeonjun quería revertir.
Y ahora lo quería conseguir totalmente, ya que sentía que su pulóver no iba a bastar para marcar al Omega como suyo.
-¿Pasa algo, Junnie? -pregunto riendo el Omega cuando sintió como la nariz del mencionado ahora comenzaba a oler todo su cuello con cierta desesperación.
-Quiero muchas cosas ahora mismo, ¿me dejarías aun que sea lograr una de esas? -cuando la voz ronca resonó cerca de su oreja, el cuerpo de Kai empezó a temblar.
La voz de Yeonjun era la alarma en sus sentidos, activando caga centímetro de el, hasta los sentidos más dormidos despertaban y como si fuera automático, su entrada comenzó a preparase con solo oler como el aroma se intensificaba en aquella habitación.
Las manos del Alfa se aventuraron bajo el buso, acariciando la suave piel del Omega, queriendo marcar cada rincón sabiendo que ese lindo cuerpito hace horas fue abrazado por un montón de hombres.
-P-Pero los-... -iba a decir que los chicos estaban abajo, pero cuando en su mente llego la imagen de la Omega, solo pudo quedarse callado.
Si ellos lo hacían y provocaban mucho ruido, la chica sin duda escucharía.
-¿Mm?, ¿Qué pasó? -el pelirosa rió pensando que el contrario se trabo por si solo por otra razón en particular. -¿Mi lindo pingüinito también lo quiere?
Por supuesto que Kai también lo quería, pero saber que podían ser escuchados por la Omega solo aumentaba las ganas y por alguna extraña razón sentía la necesidad de hacerlo para dejarle en claro algo que ni el mismo se entendía que.
-Mi amor. -la vibración del pecho de Yeonjun generada por la voz ronca de Alfa, logro hacer gemir al Omega que tenia poyada su frente en aquel fornido pecho pensando lo que iba hacer.
Kai tuvo que salir de su escondite para mirar con una mirada brillante al contrario y sorprendiéndolo, ya que se desvistió toda la parte de abajo, dejando el buso puesto aún en su cuerpo.
La polla de Yeonjun se endureció en el mismo instante en el que lo vio hacer dicha acción, pero sobre todo cuando vio ese riquísimo liquido bajar por esas preciosas piernas, recordando el primer día donde el Omega lo recibió de ese modo.
Tan adictivo.
Y solo suyo.
-Veo que debo hacer lo mismo. -se alejo sonriendo pícaro, mientras se despojaba de su ropa, dejando ver su perfecto cuerpo que hacia delirar al mayor.
La vista era sin duda un espectáculo, Kai podría correrse de solo ver a Yeonjun caminar supremo hacia él, con todos esos músculos, esa belleza inalcanzable y esa gran erección que lo jodia de una manera increíble.
-T-Te necesito, Alfa. -se animo a suplicar, acercándose rápido para pasar sus manos por todos esos cuadritos firmes en el abdomen de su menor.
Yeonjun no sabia que tenia tan desesperado a su Hyung pero solo supo que le gustaba cada faceta del chico, sin importa cual fuera, si la tímida o la atrevida, solo sabia que seria el mejor momento de su vida cada vez que Kai le permitía estos encuentros.
-¿Me necesitas? -susurro mordiendo su labio con ansias.
-Si. -hablo en el mismo tono, listo para atraer al Alfa hacia la cama, tenia un plan. -Déjame hacer el trabajo a mi...
-Oh, Hyung. -y Yeonjun sabia a que se refería con esa ultima frase. -Créeme que lo harás...
Con suavidad empujo el gran cuerpo del Alfa sobre la cama, donde ambos empezaron a acomodarse mejor, Yeonjun quedando sentado con la espalda desnuda contra el respaldar y Kai colocándose a horcajadas, con cada pierna quedando a los lados de las caderas del menor, sus nalgas tomando lugar en los muslos, sintiendo como algo enorme se posicionaba entre ellas.
-Te vez tan sexy. -sonrió con malicia, masajeando la cintura fina del Omega sobre él, quien por cierto mordía el labio inferior mientras hacia leves movimientos circulares, despertando aun más el momento.
-Tu también te vez s-sexy. -se animo a admitir, mientras buscaba acomodar el miembro en su entrada, que a pesar de no haber sido preparada, estaba lista desde esa misma mañana cuando lo hicieron.
Kai recuerda que la ultima vez que monto a Yeonjun fue en la segunda ola de su celo, cuando lo sorprendió chupando su miembro, el cual había medido, para luego saltar sobre él, y la verdad, que recordar al Alfa como echaba su cabeza para atrás no soportando el placer que le logro otorgar, era algo que quería volver a repetir.
Porque solamente el podía otorgarle ese grado de placer al Alfa.
Ahora con esas grandes manos abriendo sus nalgas, ayudando a que al fin bajara lentamente, dejando que ese alargado miembro se abriera paso por sus paredes, gimiendo al mismo tiempo por la exquisita sensación y donde sus ojos se miraron deseosos.
-¿Mi amor saltara como conejito ahora?-gruño con una risa ronca cuando al fin entro toda su extensión dentro de ese apretado agujerito.
Y es que la vista era fabulosa para el pelirosa, antes hubiera dicho que Kai se despojara del buso, pero debia admitir que le quedaba precioso y tierno, viéndolo casi como un conejito.
Era demasiado, Hueningkai era demasiado para él.
-Mhgg... s-si... -asintió comenzando a moverse lentamente, con esos largos dedos apretando su cintura, ayudándolo a subir para dejarlo caer cada vez con mayor fuerza y sin piedad alguna, enterrando la dura polla en su necesitado agujero. -J-Junnie-¡Aah!...
-Salta, salta más rápido primor. - ordeno amando la sensación, ayudando de otra forma, con ayuda de sus caderas, subiendo justo cuando el contrario bajaba, solo para poder sentir como sus bolas golpeaban con esos acolchonados cachetes.
Como no era el único amando la sensación, cuando la próstata fue alcanzada, Kai atrajo por la nuca al Alfa para besarlo con desesperación, mezclando sus lenguas en un apasionado beso donde hasta sus salivas eran protagonistas, no desperdiciando ninguna gota.
Los gemidos morían en medio del encuentro, hasta que Yeonjun se separo mordiendo el labio inferior del pelinegro, jalando lo suficiente con una mirada de fuego que encandilo al sumiso Omega quien aun no paraba de saltar, hasta que su labio fue liberado y con su mano tiro del pecho del Alfa a su lugar para saltar con mucha más dedicación.
-M-Mío... eres mío, Alfa. -dijo como pudo moviendo las caderas, hipnotizando al chico bajo suyo, quien sonrió con malicia, sabiendo que esa frase era más que cierta.
-Y tu también eres totalmente mío, Omega. -gruño igual de posesivo con la voz, subiendo sus manos por todo el pecho del mencionado para tirar de sus pezones escuchando los gloriosos gemidos.
-Tu-Tuyo... ¡Aah!, ¡Aah!, soy todo t-tuyo, Alfa. -se encargo de gritar y asegurar entre gemidos, que pasando los segundos, eran cada vez más intensos.
Estaba siendo un momento muy alocado, donde sus mentes dejaron de lado que podían ser escuchado o vistos a travez de la ventana o algo, pero había que admitir que poco les importaba, más a Kai quien quería conseguir ese momento tanto como Yeonjun lo buscaba.
Por la sensación tan ardiente, el pelinegro cerro los ojitos aun saltando con dedicación mientras el cosquilleo aparecía en su vientre bajo, del cual sobresalía un bultito del gran miembro que salía y entraba dentro suyo.
-Ábrelos, Omega. -ordeno el menor, pasando su manos por los parpados cerrados que al instante se abren conectando miradas con la oscuras de quien lo mando. -Tienes una perfectas pestañas, mi vida, pero ahora solo quiero que me mires cuando deje mi nudo en ti...
-S-Si, Alfa...
Claro que si.
Pero lo que Hueningkai en realidad quería era una marca, pero seguramente aún no era la hora.
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