Capítulo 21
El cortejo de la joven pareja no era tanto como lo habían planeado, siempre se regalaban notas o algunos regalos o simplemente comidas, ninguno se quejaba, solo se enamoraban más con el tiempo y claramente se conocían cada vez más.
Yeonjun nunca dejo de visitar a Kai, literalmente es como si se hubiera mudado, eso si, sus padres siempre le decían que fuera educado con el Omega, pero al ser un adolescente, aún tenia sus pequeños caprichos o sus golpes de hormonas.
Aún que no lo crean, porque si lo creen, Kamal amaba eso en Yeonjun.
Después de todo lo que paso en su hogar, antes de conocer a Yeonjun, todo lo que pensaba en ese momento solo era asco hacia las realciones sexuales con los Alfas desconocidos que se aprovechaban de el, pero todo eso cambio ahora, y para empezar, no era lo mismo con el Alfa de pura sangre que tenia al lado suyo.
Es decir, Yeonjun podía ahorcarlo en medio del sexo o podía nalguearlo las veces que quiera, como actuar de manera agresiva mientras le hacia el amor lentamente o agresivamente, es decir, amaba esos momentos y no se cuestionaba nada, porque ya sabia tenía en claro la mayoría de sus sentimientos.
Además, se sentía demasiado bien.
Justo como ahora.
-Lunas... te gusta moverte encima de mi polla, ¿no, precioso? -gruño el menor con el Omega sentado en su regazo, moviendo las caderas en círculos para presionar con su trasero el bulto bajo el.
Vino a despertar a Huening de su siesta, pero se llevo una sorpresa cuando este lo sentó en la acolchonada cama y se colocará encima suyo empezando a reclamar mimos, para luego empezar a moverse de esta forma peligrosa sobre su miembro.
-Va-Vamos a hacerlo, Alfa. -dijo el Omega con una voz ronca debido a su reciente despertar y al sueño húmedo que lo ínsito a seducir al pelirosa que lo miraba con adoración, comenzado un vaivén más lento pero excitante.
Entonces Yeonjun se quedo sin aliento, empezando a remplazar sus sentidos por algunos hambrientos al paso que salian a la luz sus deseos más primitivos, ya que eran pocas las veces que Kai lo seducía y no se quejaba, pero amaba cuando lo hacia, porque le hacia perder el control.
Le encantaba tanto.
Agarro con fuerzas de las caderas ajenas, con un rápido movimientos atrapo la boca y de inmediato comenzó un beso sucio como desesperado, hambriento del chico que acanelado frente suyo.
Las feromonas invadieron todo el cuarto, mezclando ambos aromas satisfactorios para el momento, transformando el ambiente a uno más caliente como denso, transformándolos a ellos como a sus lobos en un jodido desastre dominados por la excitación.
Pronto empezó la dulce, pero muy apasionante, batalla de lenguas, donde el Omega era totalmente sumiso bajo el dominio del Alfa de pura sangre rugiendo su poder y el solo podía tirar de largo pelo rosa con desesperación por ser tomado.
La ropa del menor literalmente voló a otro sector del cuarto, dejando a la vista sus tremendos pectorales, abdominales, brazos, una obra de arte para Kai, quien ya estaba con una simple camisa grande del contrario, que también fue retirada para luego seguir el desesperado beso y con caricias incluidas.
Los suspiros calientes se intensificaban, como los gemidos que morían en medio de sus bocas cuando los dedos se enterraron en la piel acanelada de las nalgas de Kai, dejando marcas rojas por toda esa zona mientras apretaba su tan acolchonado lugar favorito.
-Oh, si... -el pelinegro no sabia que lo excito o que lo motivo a comenzar su encuentro sexual, talvez fue por el sueño morboso que tuvo, pero ahora solo podía gemir agradecido por su decisión cuando los labios posesivos marcaron su cuello entre chupones y lengüetazos mientras aún se movía.
Se sentía tan bien, el placer nublaba las vista de ambos al igual que sus sentidos más despiertos, saturando cada gramo de ellos y dejando solo el placer, el deseo, el querer de sus pensamientos más cachondos, dejándose hacer por la magia de los instintos primitivos que les ahogaba el cuerpo completo.
-Joder, Omega. -la voz ronca estremeció e hizo temblar al cuerpo del mencionado que aun seguía moviéndose entre leves gemidos.
Yeonjun se aferro a la fina cintura contraria para tumbarlo bajo su cuerpo musculoso, díganle loco pero Huening lo veía mucho más grande y largo que de costumbre, pero todo ahora lo veía mucho más excitante, literalmente era una locura.
Estaban completamente perdidos por el otro.
Cada vez necesitaban más.
-Te voy a comer. -aviso acercándose para apoderarse con su boca uno de los pezones y succionar con esmero, haciendo que el cuerpo bajo suyo pegue un salto con la espalda arqueada seguido de un fuerte gemido.
Hueningkai ahora solo podía gemir, mientras tiraba su cabeza hacia atrás, algo avergonzado pero más excitado que eso, ya que tener al Alfa, de pura sangre, tratándolo como tanta había soñado minutos atrás, sintiendo sus dominios alterados por la naturaleza animal de su posesivo lobo, que se mezclaba y predominaba por sobre cualquier pensamiento razonable, era desquiciante pero perfecto.
-¡A-Alfa! -grito cuando ambos pezones fueron pellizcados por ambas manos, aún temblado bajo su exquisito toque y las ganas de ser dominado de una vez por todas.
-¿Sabes lo que más me gusta de esta cama? -hablo alejándose un poco, hasta quedar parado con las piernas pegadas al mueble mencionado, viendo desde su altura el desastre extraordinario que era Kai cuando lo dejaba enloquecido por su toque.
-Jun-Junnie~ -suplico impaciente, apretando con sus manos las sabanas bajo suyo que quemaban contra su piel y cuerpo necesitado.
-Que es alta. -jalo el cuerpo de Kai, quien pego un pequeño gritito por la impresión, abrió sus largas piernas, alzándolo, viendo su entrada rosa preparada para recibirlo. -Y es perfecta para joderte de esta forma...
La sonrisa de Yeonjun se reflejo en los ojos grises de Kamal, sabiendo lo que pasaría ahora.
-Fo-Follame... Alfa. -suplico con la voz ahora aguda, sin importarle que no lo haya preparado, sabia que estaba muy mojado por ese dios griego que con su traviesa sonrisa lo encantaba.
-Con gusto...
Entonces, con esas ultimas palabras, lentamente entro en ese agujerito, gruñendo al paso que esas paredes se abrían y se abrazaban su longitud, mientras sus manos sostenían firmemente las caderas de Kai, alzando su cuerpo para poder tener un buen ángulo del momento.
El Omega grito de placer al sentir como el dolor y la excitación eran la mezcla más perfecta del mundo, sintiéndose completo al paso que cada centímetro de ese glorioso miembro se adentraba a cumplir con su deseo.
Tan lleno.
-Ah... por dios. -tirando de las sabanas y de su cabeza de tan solo sentirse en el paraíso. -T-tan grande, tan... mío, Junnie todo de ti es mío. -se atrevió a decir, comandado por sus instintos nublados.
El Alfa inflo su pecho con orgullo de solo ver como complacía a su Omega y de lo maravilloso que se escuchaba ahogándose en delirio por sus movimientos.
-Tu también eres mío y solo mío, mi Omega. -gruño empujando con fuerza su primera embestida, tocando exitosamente la próstata del acanelado.
-¡Aah!, si...
Sin más que decir, empezó a empujar lentamente, con un movimiento de pelvis que hacia enloquecer a Kai, quien cerraba los ojos porque desde ese momento solo podía empezar a gritar con cada estocada, temblando cuando Yeonjun subía el volumen de sus gruñidos y de sus embestidas a cada paso.
-Te encanta, cada centímetro de tu cuerpo le encanta cuando lo jodo, ¿no es así, mi bello Omega? -la voz de mando era perfecta para esa ocasión, ya que hacia excitar de una manera increíble al cuerpito bajo suyo, solo haciéndolo gruñir como jadear de placer en ver como el Omega se apretaba más de tan solo escucharlo, esparciendo más lubricante al rededor de su miembro.
-¡S-Si!, me encant-¡Aah!, Mhgg... ¡Aah!, ¡si!, justo a-ahí. -admitió abriendo los ojitos par admirar todo el deslumbrante cuerpo delante suyo.
Yeonjun con faldas era adorable, pero cuando se paseaba por los rincones de la casa sin una estúpida remera, era la cosa más sexy del mundo, con esos abdominales, brazos tonificados y ni hablar de las venas que sobresalían por sus manos.
Esas grandes manos.
Lo quería.
-Yeon-Yeonjun ... Ahg... por favor. - intento hablar sintiendo como su próstata era pronto mucho más maltratada que hace rato, pero el deseo de cumplir con su fantasía era más excitante.
-¿Qué deseas, mi amor?
Oh, mi amor.
-T-Tu mano... yo-¡Oh, lunas! -gimió fuerte cuando las estocadas cambiaron de ritmo bruscamente a ser un poco lentas como tortuosas y la sonrisa en el rostro del menor parecía divertido con su decisión al cambiar el ritmo.
-¿Qué tiene mi mano? -pregunto librando la cadera derecha del acanelado, donde diviso una marca roja que pronto seria morada gracias a como la apretó. -Habla, Omega. -ordeno paseando su mano por el abdomen y sobre notorio bultito que sobresalía.
Yeonjun era demasiado para el, estaba agradecido de haberse metido con tan energético y dominante chico.
-A-Ahórcame...
Lo dijo.
-¿Hablas enserio? -cuestiono encaminándose al perfecto cuello acanelado, el cuál al parecer se amoldaba perfecto al tamaño de su mano.
Oh, joder, iba a perder el control a este paso.
-Solo aprieta, p-pero no pares, ¿si? -lo miro con ojitos brillos al menor quien gruño por esa sexy expresión.
Bueno, ambos eran muy consentidos por el otro, ¿no?
Yeonjun se tuvo que adentrar a la cama para ponerse de rodillas, se inclino sobre el cuerpo del mayor, dejando un beso en los labios pata luego alejarse y dejar una mano cerca del cuello y la otra aún en las caderas.
Kai se vio emocionado, por lo que enredo sus piernas en la cadera contraria para que sea mas fácil, esperando ansioso volver a empezar con el encuentro, viendo como los bellos ojos verdes se oscurecían cuando se mordió el labio esperando por ser nuevamente jodido.
La mano grande del Alfa primero acaricio el cuello, sintiendo como este también lo llamaba para ser apretado entre su fuerza, primero lo había considerado, no quería dañar al Omega, pero el ambiente, todo lo que se dijeron, iba a ser perfecto si lo hacia.
El miedo se reflejo en Kai, pensando que seguramente Yeonjun se arrepentiría de hacerlo, ya que sabe de ante mano lo cuidadoso que llega a ser a veces, lo preocupado que se pone y eso es hermoso, pero justo ahora quería ser maltratado.
Maldito sueño.
-¿Yeon-...
Sin palabras.
Aquella primera estocada fue tan profunda como perfecta, que pudo haber gritado de manera gloriosa, pero la mano en su cuello que apretó con fuerza lo dejo con la boca abierta, literalmente, tiro su cabeza para atrás, blanqueo los ojos y de sus labios sobre salió su lengua.
La sensación de casi quedarse sin aire, cuando fue penetrado de una manera tan agresiva a la vez, fue la cosa más perfecta que supero sus expectativas hasta su mismo sueño y no podía sentirse mejor.
-S-Si... sigue. -intento decir.
Pero sabia que no podía seguir pidiendo más porque Yeonjun ya se encontraba penetrando contantemente su entrada como a la vez daba leves apretones a se cuello, maravillado por las sexys expresiones de Kai, sin duda había sido una buena idea, porque su miembro ahora era apretado de una manera inexplicable que no evito gemir a la vez que se movió con vehemencia.
-Que Omega más travieso resultaste ser, Hyung. -hablo dejando por el momento su cuello, para agarrar su menton y hacer que lo mirara, pero fue tan buena la imagen de las expreciones del acanelado que solo podia mover más rápido.
Hueningkai no volvió a cerrar la boca, es más, de ella descendía finas tiras de saliva gracias a su lengua que sobresalía cuando su cuello volvió a ser ahorcado, sus ojos estaban bañados en lagrimas como sus pestañas, sus ojitos estaban llenos de deseo perdidos en algún punto del cuarto, sus mejillas rojas y húmedas, sus esponjosos labios.
Eres el desastre más precioso jamás visto por nadie.
Solo por el.
Y nadie más que por el.
Porque solo el fue capaz de hacer sentir bien a Hueningkai, no como todos los mal desagradecidos del pasado, solo el lograba enloquecer de amor y de placer al cuerpo bajo suyo.
-Amas que te tome con agresividad. - hablo aumentando su ritmo, golpeando de manera violenta contra el ano del Omega que solo gemía más y más, perdido en el placer. -Mírate, loquito por mi verga y por mis manos, ¿no, mi rey? -siguió y siguió penetrando.
-¡Aah!, ¡Aah!, ¡S-Si!, ¡Mhgg! -gemía Kai, totalmente nublado y complacido.
Ambos estabas cerca de llegar al éxtasis, pero Yeonjun no pudo evitar mirar el bultito en el abdomen del acanelado, por lo que no lo pensó dos veces cuando embistió con fiereza la próstata a la vez que su mano se apodero nuevamente de la zona del cuello y con la otra palma de su mano, apretó el bulto que su miembro formaba.
Kai solo pudo abrir con demasía sus ojos, abrir la boca para soltar un gemido seco, ver estrellas cuando se vino, sintiéndose asfixiado en placer y por esa gloriosa mano, sintiéndose lleno cuando ese glorioso pene anudo en su interior.
Nunca, ni en el celo, lo hicieron tan salvaje como ahora.
Yeonjun se alejo para ver como había dejado a su Hyung y solo pudo inflar su pecho orgulloso, pues Hueningkai era un completo desastre de espasmos aun acostumbrándose al nudo como a las miles de sensaciones nuevas que experimento su cuerpo entero.
-Lu-Lu.... lunas. -dijo al fin, cuando pudo encontrar su aire y poder respirar poco a poco con normalidad.
-¿Estas bien? -se acerco con cuidado, pues aún se encontraba conectado con el interior del cansado Omega. -Creo que esta vez nos sobrepasamos un poco, ¿no crees? -dijo divertido.
Kai soltó una risa cansado pero sus parpados pesaban y con una sonrisa de alegría cayo completamente dormido.
-Si, definitivamente nos pasamos...
・・・
Después de haber limpiado y cambiado a Kai, el cuál quedo muerto en la cama, el Alfa se encontraba preparando una cena llena de nutrientes que aporten la energía suficiente para poder saciar bien a ambos chicos que parecieron haber entrenado por horas lucha libre.
Apago la hornalla cuando vio todo listo, hasta que escucho unos toquecitos, que lo llevaron a mirar la puerta de entrada con una ceja alzada, por lo que se acerco a ver por de quien se trataba y se llevo una sorpresa cuando vio a sus amigos del otro lado.
Más específicamente a Taehyun y a Beomgyu con unas sonrisas en sus rostros la cuál se borro cuando sus fosas nasales se llenaron del ambiente que emanaba el departamento.
-No me digas que cogieron como par de conejos necesitados. -pronuncio Taehyun, tapándose con sus dedos la nariz.
-Vaya, ¿acaso no conoces el ambientador de hogares?, acá solo huele a sexo y eso que nisiquiera entramos aún. -opino el otro Alfa riendo un poco por la cómica situación.
-¿Y quién los manda a ustedes a venir tan de repente? -reclamo el menor con los brazos cruzados, adentrándose al departamento para abrir las ventanas.
Justo cuando estaba abriendo todas las posibles aberturas para que que el aire circulara, pero cuando se dio vuelta sus dos amigos ya se encontraban adentro y muy cerca suyo.
—Debemos hablar.
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