Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 2

¿Estaría bien llamar al 911?, no, lo tratarían de idiota.

¿A sus padres?, no, lo regañarían y vendrían a Seúl en menos de lo que aúlla un lobo.

¿Sus amigos?, no, que vergüenza.

Yeonjun solo podía ver desde la esquina de su cuarto como el omega se refregaba contra sus cobijas, gimiendo y embriagandose con el aroma de su almohada mientras lo llamaba.

No es por nada, pero tenia una percha de ropa puesta en su nariz, ya que no quería ser nada indebido con el hermoso Omega, pero tenia que hacerle un par de preguntas y su lado más cordial, que aún seguía despierto para controlar la situación, prefería respetar a la persona que estaba sufriendo en su cama y no tocarla.

-¿C-Cómo te llamas? -empezó con el interrogatorio subiendo un poco la voz para que sea escuchado.

-Kai, K-Kai Kamal-¡Ahg!, ¡por dios, follame!...

Bien, esto será difícil.

-No lo hare, no estas pensando con claridad y muy posiblemente el día de mañana te arrepentirás de todo lo que estas pidiendo. -dijo rápidamente entre nervioso y acalorado, que a pesar de tener bloqueado su sistema respiratorio con una simple percha, las feromonas del Omega eran mucho más fuertes de lo que se podría imaginar.

El Omega rodo lo ojos aun refregando su erección con la almohada del chico bajo las cobijas, algo dentro de el agradecía no haberse cruzado con uno de esos típicos Alfas que ya lo hubieran violado en su estado de celo, pero tuvo la suerte de cruzarse a uno como el chico escondido en la esquina de su propio cuarto.

Y eso por alguna extraña razón lo encendía aun más.

Pero además de eso, el aroma del Alfa era tan exquisito, lo podía oler en las cobijas y cuando sus fosas nasales fueron invadidas por la menta con chocolate amargo, fue una explosión en su interior por lo que no evito dejar salir más de su lubricante natural por su entrada, era un aroma que jamás olio en su vida y que lo llenaba de calma como a la vez que lo excitaba.

Talvez su lado consiente no quería tener sexo con un extraño, pero justamente ese chico timido pelirosa con ropa de chica era todo lo que necesitaba ahora y vaya que se cagaria en sus propias palabras cuando juro no estar con ningún Alfa hasta la muerte después de lo que vivió, pero no, mírenlo ahora, rogando por la polla de ese chico nervioso pegado en una esquinita del cuarto.

Saco su cabeza de las cobijas y miro fijamente al Alfa que se tenso al instante en el que sus ojos se conectaron, dándole una corriente eléctrica a ambos cuerpos que sin poder evitarlo jadearon.

Hueningkai fijo su mirada hacia un costado de la habitación, más específicamente a su lado en la mesita de luz, donde había un cuadro familiar de tres personas con su respectivos nombres y solo pudo reconocer quien era el pelirosa.

Por eso sonrió de manera traviesa y como si las cobijas quemaran, se las saco de un solo tirón, dejándose ver solo con su remera, la única prenda que tenia puesta, ya que las demás se las fue sacando cuando se estuvo frotando contra ellas a penas fue depositado en la cama.

-Yeonjun...

Oh, mierda.

-¿E-En que momento... Qué?, dios, debó mantener la calma. -intento contar hasta diez mentalmente.

-A-Alfa. -no sabia si reír o morir de ternura al ver lo que tenia el mencionado en la nariz. -¿En q-que momento te pusiste ese broche..?

-A-Apenas nos conocemos, H-Hueningkai. -intento buscar una escusa, pues quería ayudar al Omega pero no de esa forma. -¿Dónde vives? d-digo... así te llevo a tu casa y-...

-Suficiente. -lo interrumpió harto de la vueltas que le daba el caballeroso pero tierno Alfa.

Yeonjun supo que debia rezarle a todo lo que no existía cuando Kai se levanto de su cama caminando hacia su dirección y no cualquier caminar, este fue uno lento, acompañados del meneo sutil de sus acaneladas caderas, era fino como elegante, mientras que soltaba feromonas para llamar al Alfa que ya ni le servía el broche en la nariz para sentirlas.

El Omega era precioso, no lo iba a negar, pero no quería que su primer encuentro sexual y del inconsciente chico, fuera de esa forma.

-Alfa...

A la mierda todo.

Con el agarre rápido en su muñeca, jalo al pelinegro fuertemente contra suyo y lo envolvió en un cálido abrazo que sorprendió a ambos, pero al parecer el instinto del Alfa quería eso primero.

Yeonjun enterró su cara en el cuello de Kai, aspirando luego de que se haya sacado el broche de la nariz, encontrándose completamente complacido y relajado por la fragancia olor a Azucena, que para su sorpresa, se intensificaba en esa parte del cuerpo del Omega, por lo que dejo escapar un gruñido que hizo temblar al contrario.

Mio.

Oh, ahí estaba su maldito lobo, apareciendo cuando le conviene y cuando no no.

Por su parte, Kai había correspondido el abrazo al primer instante en el que se formo, no creyendo que ese Alfa tuviera ese primer trato con el, un Omega en celo, ya que recuerda perfectamente como los descarados de su manada lo trataban como trapo de piso, importándole muy poco lo que pasaba con el a la hora de tener sexo.

El corazón del Omega empezó a latir fuerte, ese Alfa no podía ser real, pero no quiso seguir pensando tanto ya que su parte racional peleaba con la erótica del celo, aúnque de igual forma se permitió oler el exquisito aroma a menta con chocolate del contrario y solo pudo ronronear cuando este apretó su cintura de manera delicada.

Pero dolía, su parte abajo exigía que algo se metiera en su interior y tan solo ser tratado de esa forma por el sexy desconocido, supo que quería hacerlo con el, quería que lo follara y no podía estar más húmedo para recibirlo como ahora.

-¿E-Estas seguro, Hueningkai?

Dios, era tan dulce, ¿Cómo podía?

-Por favor, Yeonjun, te lo suplicó...

El mencionado sabia como se sufrían los celos, la necesidad de hacerlo con alguien era algo que abastecía a Omegas como a Alfas, por lo que no tuvo más que hacer que asentir para ayudar al lindo chico, y además, no es como si el no quisiera ayudarlo luego de perderse en esos celestiales ojitos.

Respiro hondo y aparto un poco al pelinegro, buscando con la mirada su cama para ir retrocediendo hacia ella, humedeciendo sus labios en el proceso, cosa que puso como loco al Omega, que podía notar ver en los ojos del pelirosa la lucha interna que estaba teniendo con su lobo para no perder el control.

Llegaron a la cama, pero el primero en sentarse fue el Alfa, siendo obligado por el contrario que sin perder el tiempo se sentó sobre su regazo, acuno sus mejillas sonrojadas para aproximarse de manera controlada a su labios y unirlos al final.

Y maldita sea.

Yeonjun juro sentir una explosión en su boca en cuanto los labios sabor a cereza de Kai se unieron con los suyos, casi que podía desmayarse de tan solo sentir la suavidad de esos belfos combinar de manera perfecta con los suyos y de lo tan bien que se sentía solo pudo dejarse llevar.

Y no era el único que sintió una explosión en su boca por el beso.

Ambos chicos se impresionaron por la riquísima sensación de ser besados por el otro, tan lento pero tan desesperado a la vez, intentando saborearse, intentando que sus mentes no se angustiaran por ser simples extraños y solo disfrutar el momento.

Las manos tímidas pero fuertes del Alfa se posicionaron en la cintura del Omega, pero estas fueron bajando hasta la espalda baja sin llegar a tocar su trasero, solo propinando suaves masajes que hacían ronronear más de la cuenta a su invitado.

Mientras que el Omega solo jugaba con el cabello semi largo del hermoso chico que lo estaba besando, pero quería más, entonces solo pudo morder ese labios inferior, sacándole un jadeo perfecto para colarse con su lengua e iniciar a saborear toda la cavidad bucal de ese exquisito Alfa.

Los suspiro y los leves gemidos se intensificaron en su encuentro, por eso Hueningkai no evito moverse en suaves circulos sobre la entrepierna ya despierta del pelirosa que gruño por eso, pero aun así no lo detuvo.

La saliva se combinaba de una manera morbosa que poco les importaba, solo sabían que no querían parar, mientras que el beso solo se intensificaba cada vez más, hasta el punto de dejar salir un poco de saliva por los labios del encantado Omega, quien desfallecio en un gemido cuando el Alfa paseo su húmedo sin hueso por sus hinchados y rojo labios.

Se tuvieron que separar al fin para volver a respirar correctamente, pero no lo hicieron lo suficiente, por lo que sus respiraciones aun seguían combinandose en su lugar, el como sus pechos subían y bajaban, con las miradas cargadas en lujuria, sedientos por el otro, con ganas de más.

-Yeonjun. -pronuncio su nombre en un tono tan sexy que el mencionado solo pudo jadear en respuesta. -Puedes hacerme lo que quieras...

Entonces el Alfa de pura sangre solo pudo gruñir en desacuerdo.

-Tu pídeme a mi lo que quieras que haga. -le corrigió pero con un tono autoritario que casi hace que Kai mojara más de la cuenta los pantalones bajo suyo. -No voy a hacer lo que yo quiera contigo, Omega...

Oh, pero que destino tan maravilloso, primero encontrarte un Alfa super precioso, segundo que te tratara de forma tan caballerosa y además de ser de pura sangre, aun mantenía el control sobre si mismo para no someterlo.

Porque si, Hueningkai noto que era de sangre pura cuando olio de más cerca su riquísimo aroma.

Entonces, de manera tímida, porque a pesar del calor sabia que estaba delante de un máximo poseedor de la palabra Alfa, se salió de su regazo para subirse a la cama, deslizo sus manos hasta dejar caer su pecho en el colchón, levanto su trasero desnudo y lo meneo lentamente, mirando de reojo al pelirosa que ahora parecía pálido por lo que veía.

-¿P-Puedes lamerme, Alfa? -pidió en un tono demasiado tímido, además de que estaba completamente sonrojado, que pudo casi enloquecer al contrario.

Una mano temblorosa se quiso acercar a una de las exquisitas mejillas del culo del Omega, de tan solo ver la vista se podía llegar a venir sin duda, ya que el simple hecho de ver como de esas acaneladas piernas descendía un liquido viscoso, que para su sorpresa también desprendía olor, era sin duda la mejor vista de todas.

Algo dentro de su razonamiento le pedía que parara y que ayudara al Omega de otra forma, con supresores o cosas así, pero cuando su mano fue aproximada con ayuda de la del pelinegro, no solo pudo sentir la suave piel tocar las yemas de sus dedos si no que tambien conecto miradas con la apasionada del chico.

Entonces supo que estaba en su perdición cuando hablo.

-S-Soy todo tuyo ahora, Alfa. -susurro tembloroso el pelinegro, haciendo que los bellos del nombrado se erizaran.
-¿Puedes, por-por favor?

Entonces ese fue el quiebre de Yeonjun, la gotita que revalso el vaso de agua, el fragmento faltante en sus pensamientos correctos y no hormonales.

Se sintió de una manera que jamás en su vida sintió o espero, tan ansioso y fuera de si como en ese instante, logrando que su lobo gruñera respondiendo a los pedidos del Omega que le suplicaba.

Mio.

-Oh, Yeonjun. -soltó un suave gemido cuando tuvo dos palmas en cada una de su nalgas y solo pudo desfallecer cuando esas fuertes manos las separo para dejar a la vista su hermosa entrada rosada y mojada.

Sabia que seria su perdición, sabia que a partir de ahora todo se iría a la mierda y tendría que dar explicaciones hacía si mismo cuando este terminara, pero pronto abandono su mente cuando sus ojos verdes solo pudieron fijarse en la cantidad de liquido que sobresalía por ese agujerito.

¿Sabría tan bien como se veía?

Sin esperar demasiado, primero acerco su nariz para oler, entonces solo su lado más animal salió a flote y pudo con el poco autocontrol que le quedaba.

Cereza.

-¡Aah!, di-dios, ¡Alfa!

La lengua de Yeonjun empezó a lamer todo el lubricante del Omega, el cual sabia a cerezas, lo que lo impulsaba a querer casi comer ese hermoso culo frente a sus narices, que con sus fuertes manos apretaba sin pudor, haciendo delirar con esas dos cosas al pelinegro.

Para la sorpresa de ambos, la lengua del Alfa estaba haciendo maravillas sobre la entrada de Hueningkai que ya no sabia en que idioma gritar gracias a las corrientes eléctricas que le causaba tan fascinante trabajo, no tenia palabras solo podía gemir cuando mordidas y chupones fueron dejados cerca de su zona intima.

Mientras que por su parte, Yeonjun estaba saboreando el exquisito sabor de esa increíble entrada, pasando su lengua por todos lados cercanos y embelesándose con los descontrolados gemidos del Omega, que de manera inconsciente lo hacían sentir orgulloso de poder hacer sentir bien al chico.

Tan hambriento estaba de tanto sabor del lubricante natural de Hueningkai, que sin pensarlo mucho, adentro su lengua de un solo toque, logrando que la espalda del contrario se arqueara y en sus ojos se reflejaran estrellas.

-¡Y-Yeonjun! -grito entre pequeñas lagrimas que humedecían sus largas pestañas. -M-más, ¡Mhgg!, ¡más, Alfa!

Se sentía tan bien.

Las suplicas solo alimentaban las ganas del Alfa para follarse ese exquisito culo que para su mayor satisfacción, asfixiaba su lengua de una manera tan increíble que solo pudo embestir con ella la entrada del Omega.

Los gemidos de Kai eran demasiado, eran la melodía más preciosa jamás imaginó poder llegar a escuchar y capaz esta si sea su primera vez, pero ya quería que ese Omega fuera suyo para siempre como el único.

Son las hormonas, cálmate Alfa.

-Y-Yeonjun... por favor. -el Omega como pudo lo aparto de su entrada aún que no lo quisiera así, pero tuvo que hacerlo ya que solo quería otra cosa más adentro, además de la lengua habilidosa del pelirosa.

El nombrado no sabia porque lo paraba, obviamente estaba dispuesto a irse con su erección a punto roca bajo su falda si el Omega así lo quería, pero sus pensamientos fueron desechados cuando el contrario se puso boca arriba abriendo sus piernas para finalmente invitarlo hasta con la mirada.

Fóllame, Alfa~ -pidió con la voz de Omega, alzando sus piernas con ayuda de sus manos para darle una buena vista al pelirosa que tuvo que tragar duro.

Si, definitivamente estaba perdiendo la cabeza por ese Omega ahora mismo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro