Capítulo 1
Caminar con total libertad era algo que con los años Yeonjun se fue a acostumbrando y amando.
Aprendió a ignorar la miradas indiferentes de las personas y a quedarse con su propia visión sobre como vestía, su propio disfrute, de lo lindo que le quedaba y lo mucho que le gustaba, porque nada ni nadie le iba hacer cambiar de opinión, nada ni nadie podría afectar su animo a esas alturas de la vida.
Amaba la forma en la que su falda rosa combinaba con el tono de su piel, como su buso de lana blanco resaltaba junto al color de su pelo como el de sus ojos, los moños eran su perdición, le encantaba su cabello con eso y ponerse bálsamo para resaltar sus labios.
Algo de lo que se debia acostumbrar era su apariencia física, claro, al ser alfa de pura sangre y tener genes familiares tremendamente fisicudos, no tuvo más opción que acostumbrarse a sus músculos naturales y poco a poco le iba tomando cariño a cada aspecto nuevo de su cuerpo.
Gracias a eso, las prendas que compraba las pedía en un talle bastante grande para que no se notara tanto sus músculos genéticos de Alfa, pero con el aroma la mayoría de las personas sabían a que jerarquía pertenecía y lo juzgaban rápido cuando notaban como se vestía.
Pero eso era lo de menos, tenia dieciocho años, una vida por delante, tenia tanto para vivir, además ocupaba el apoyo incondicional de sus padres, tenia amigos amorosos que nunca lo juzgaron, pero algo dentro de su pechito siempre parecía quejarse con la ausencia de algo que desconocía.
En realidad era su lobo, con el que no hablaba mucho pues se peleaban muy de vez en cuando.
Casi siempre, para ser exactos.
-¡Yeonjunnie!...
Miro hacia el frente con una enorme sonrisa en su rostro cuando vio a un rubio acercarse corriendo, estirando los brazos y envolver su alto cuerpo, no tardo en corresponder el abrazo ya que amaba mucho a su mejor amigo.
-Gyunie. -nombro al mayor.
Choi Beomgyu es su mejor amigo desde que tenia memoria, siempre lo recibió de esa forma en donde fuera, aun recuerda cuando tuvo miedo de contarle sobre su gusto por vestir de manera diferente aquella vez, pero este rápidamente lo abrazo y no lo juzgo.
Además, Beomgyu también era una persona bastante dulce como para ser Alfa y eso siempre lo ayudo a ver de otra forma la vida, o más bien, para que los demás vean que no siempre todos van a ser como ellos piensan.
-¿Cómo amaneciste hoy? -pregunto animadamente, separándose del abrazo con el menor para ir caminando hacia la entrada del instituto.
-Muy bien. -respondió el pelirosa amarrando su mochila rosadita algo ansioso. -¿Sabes dónde están los demás? -le toco preguntar, refiriéndose a sus otros amigos.
-Mmm... Felix y Bangchan dijeron que estaban con sus chicos en el patio, al parecer tienen la primera hora libre. - informo haciendo un puchero, el también quería estar con su Omega.
El instituto era enorme, tenía muchos edificios, el principal era para los chicos de la secundaria y los edificios de atrás eran los años más avanzados como la universidad, donde todos compartían un gran patio y dos bufet.
Pasaron por los pasillos del instituto y muchas miradas se posaron sobre ellos, algo que era muy común, a muchos no les gustaba ver a un Alfa vestido de mujer, era algo que en sus antiguos cerebros no estaban listos para aceptar.
Yeonjun gruño bajito, quería gritarles en la cara a todos un "lo siento por no ser un Alfa con estereotipo de idiota".
Solamente solto un suspiro ignorando sus enojados pensamientos y como siempre abrieron sus casilleros, para guardar y sacar cosas, pero un chico con chaqueta negra se acerco a ellos, específicamente al rubio, quien al oler el aroma del Omega que se aproximaba se dio media vuelta con una sonrisa que hizo desaparecer sus brillosos ojitos.
-¡Tyunnie! -pronuncio y con sus amorosos brazos rodeo la cintura de su Omega quien solo se dejo hacer con un leve rubor y carita seria.
-No s-seas tan meloso, Gyu. -pidió el pálido siendo esta vez acorralado por el fuerte Alfa que tenia aura de tierno pero era más territorial que la mierda.
-Si, dile eso a tu marca en el cuello, mi precioso Tyunnie. -susurro cerca del oído de su novio, para luego enterrarse en su cuello y aspirar su riquísimo aroma, claro, también para dejar un beso sobre la marca ya mencionada.
Taehyun, que era otro amigo de ellos, comenzó a soltar pequeñas risitas por lo mimoso que era su Alfa.
Por su parte, Yeonjun apreciaba la escena con mucho cariño, aun recuerda todo lo que se esforzó Beomgyu para conquistar a Taehyun, el Omega más cascarrabias que alguien alguna vez haya conocido. Era gracioso las veces que lo rechazaba para luego pedirle ayuda a Yeonjun de como tratar con Beomgyu, pero este simplemente le decía que se dejara llevar ya que sabía que ambos se gustaban, hasta que finalmente fueron pareja y hace poco enlazados.
Lo mismo pasaba con Bangchan y Felix, esos dos también tenían parejas que eran de muy buen corazón y para su suerte, jamás lo trataron cómo bicho raro cuando lo conocieron.
Pero Yeonjun, a pesar de estar feliz por todos ellos, solo podía sentirse muy solo, aun así tuviera la compañía de tan bello grupo de amigos, se sentía tan solo, queriendo también tener una pareja de la cual presumir pero sobre todo amar.
Sonrió triste y siguió guardando sus cosas, hasta que Taehyun se quiso dirigir hacia el, pero unos toquecitos en el hombro del Alfa lo hicieron darse vuelta antes, para encontrarse con una Omega pelinegra con la mirada tímida.
-Oh, hola Arin, ¿se te ofrece algo? - hablo educadamente el pelirosa, sonriendo como siempre.
La mencionada Omega abrió la boca para decir algo, pero nada salía de sus labios, estaba tan nerviosa, ya que de todos los alumnos que odiaban a Yeonjun por como era, la única que tenia sentimientos por el bonito Alfa era Arin, su compañera de curso, pero como era tan tímida y nerviosa a la hora de actuar, era solo un secreto.
No dijo nada, pero si se agacho para tomar la goma que al Alfa se le había caído y con una sonrisa de valentía se la extendió.
-Se te cayo e-esto...
Yeonjun miro con atención la goma rosadita que tenia entre sus manos esa adorable Omega, por lo que con una sonrisa la acepto y antes de que pudiera agradecer dicho gesto, fue interrumpido por alguien que se entrometio en la conversación con una malvada risa que el Alfa de pura sangre conocía bien.
Un fastidioso ser se acercaba a molestar su buen día.
-Oh, pero miren que tenemos aquí. -la voz de Bogum invadió los sentidos enojado del pelirosa que con una expresión serio guarda su goma para continuar con lo que estaba haciendo e ignorando a ese estúpido Alfa. -Una nena siendo ayudada por otra nena...
Arin odiaba que trataran de esa forma a Yeonjun, pero al ser mujer y para colmo Omega, no podía hacer nada más que retroceder, sabiendo que desaparecer de esa conflicto era lo mejor, además sabia que el Alfa de quien estaba enamorada podía defenderse solo.
Por otro lado, Beomgyu se tuvo que separar de su Omega, colocándolo detrás del problema, para luego posicionarse adelante de Yeonjun, quien al notar a su amigo ponerse en posición de ataque, supo que debia parar con la escena.
-Beomgyu, no-...
-¿Ya vas a empezar a molestar, Bogum? -la voz grabe de Beomgyu resonó en los pasillos, haciendo ver su increíble dualidad, ya que esa cosita chiquita podía ser despiadada cuando quisiera y recordemos que es un Alfa.
-No dije nada aún, pequeño Alfa. - hablo con voz burlona hacia el rubio, pero este no era de intimidarse rapidamente y menos por esos que molestaban a su amigo.
-Pero se que quieres lograr. -con un dedo lo empujo hacia atrás, pareciendo imposible a primera vista, pero Beomgyu era muy fuerte. -Lárgate de aquí y hazle un favor al pasillo de desaparecer con tu asqueroso aroma...
Cuando Bogum gruño listo para acercarse nuevamente a Beomgyu, Taehyun y Yeonjun casi se entrometieron, pero la llegada de alguien mucho más "poderoso", como lo eran Felix y Hyunjin, lograron hacer retroceder al agresivo Alfa.
Detrás de la pareja de Alfas aparecía Bangchan, un poco más bajo que ellos, pero tronando sus dedos demostrando que el también era un Alfa a quien temer y luego estaba su Omega Chungha que se acerco para verificar que Yeonjun y Taehyun estuviera bien.
-Ja, como quieran. -pronuncio aun enojado Bogum, para retirarse no sin antes matar con la mirada a Yeonjun y luego desaparecer definitivamente.
Todos miraron hacia el pelirosa quien suspiro pero luego sonrió forzosamente, el podía defenderse solo pero que lo hicieran sus amigos le llenaba de alegría su corazón.
-Gracias, pero no tenían porque hacerlo. -dijo viendo como todos sonreían quitándole importancia. -Es mejor ignorarlo, créanme, es más fácil...
-Por favor, Yeonjun. -esta vez expreso Taehyun colocando su brazo sobre el hombro del nombrado. -Ese tipo de personas no tiene porque decirte nada, se tiene que acostumbrar a que nada va ser tal y como sus estúpidos pensamientos "correctos" piensan...
-Es verdad. —animo Felix rodeando en un abrazo a su menor, empujando a Taehyun quien lo miro con una cara de pocos amigos tras su acción. -Pronto se darán cuenta que nada es como alguna vez les enseñaron...
Y eso era verdad, tenia un grupo de amigos que para su parecer era perfecto, Felix y Hyunjin son una pareja de Alfas que eso no era muy bien visto, Bangchan y Chunga pasaron por problemas familiares al tener diferente posiciones económicas, Beomgyu era un Alfa dulce mientras que Taehyun un Omega amargo, a pesar de eso, nadie se metía con su grupo de amigos, pero para su mala fortuna, si tenían la oportunidad, siempre se metían con Yeonjun más de la cuenta.
Siempre odio que la sociedad siguiera aferrada a antiguas costumbres o de ver la vida de forma "correcta", ya saben, Omega con Alfa, o Omega sumiso, o Alfa dominante, era algo que lo tenia arto, tan arto que hasta tenia ganas de vestir como "verdadero hombre" con tal de ahorrarse miradas.
Pero con ese grupo de amigos que poseía, ese grupo de amigo que no se ocultaban, luchaban por lo que querían, lo hacia sentirse bien, ya que no era el único que estaba atravesando un mal momento, porque al final siempre terminas siendo feliz como le había dicho Hyunjin una vez.
Por eso, miro con una sonrisa a todos y los abrazo.
Amaba a sus amigos.
Esta vez decidió ir caminando hacia su casa, sabia que no tendría que apresurarse porque sus padres tuvieron un viajé de ultimo momento, por lo que no tendría a nadie quien lo recibiera o alguien con quien estar cuando llegara, por eso bajo su nivel de velocidad al caminar disponiéndose a admirar a su alrededor.
Sonrió cuando de lejos vio como el sol tardaba en ocultarse, dándole una hermosa vista del cielo anaranjado, era tan precioso, que deseaba con todas sus fuerzas comenzar el año que viene con sus estudio en fotografía.
Eso había sido una decisión de ultimo momento, ya que sus padres le había dado a elegir cualquier carrera o estudiar una para quedarse como heredero de la empresa, no quería ser mal hijo pero en serio quería estudiar otra cosa y como sus padres eran muy buenos, lo dejaron.
Estaba tan ansioso, pronto tendría su propia cámara y luego de años seria un total profesional también, y claro, haciendo lo que más le gusta.
Pronto su felicidad se apodero de el, por lo que pego algunos saltitos para llegar a su casa y ver una que otra película romántica, pero el olor fuerte de un Omega le llego a sus fosas nasales provocando que parara en seco en el lugar.
¿Cerezas? ¿Acaso también huele a azucena?, ¿Quién mierda huele tan exquisito?
El olor venía de atrás de su espalda y para su sorpresa se aproximaba cada vez más y más hacia él, por lo que se dio la vuelta, pero tuvo que contener un gritito de macho cuando tuvo el cuerpo de un chico aferrándose de manera temblorosa a su buso.
Primero se quedo sin palabras, literalmente era algo que no esperaba para nada, por lo que se quedo un buen rato ido y sin entender lo que pasaba, ya que nunca había tenido a un Omega, a parte de sus amigos, así de cerca en su vida.
-¿Estas bien? -pregunto luego de salir del trance, pero no recibió respuesta si no leves jadeos de parte del desconocido chico.
Era un Omega, se podía oler a kilómetros ese detalle, pero este tenia la respiración demasiado agitada como para ser normal, parecía que había corrido una maratón de muchos kilómetros y también parecía encontrarse muy débil porque tuvo que ayudarlo a estabilizarse en el piso cuando intento alejarlo un poco de su espacio personal.
Además, se estaba poniendo nervioso.
-A-Alfa...
Oh, por la mierda.
Oh, mierda, mierda.
¿Por qué no se había dado cuenta antes?, que idiota.
-Ayúda-Ayúdame...
-T-Tu ¿q-qué?, ¿quién?, ¿y-yo-yo?...- entro en pánico rápidamente porque sus instintos empezaron a encenderse al primer gemido que soltó el omega llamando por su Alfa, que apenas podía entender lo que pasaba o si quiera analizarlo.
Se trataba de un Omega en celo.
Un Omega en celo.
¿Hacia más calor o era el?
-E-Es peligroso que andes así y e-en estas condiciones, por-por favor... podrías-....
-No. -negó aferrándose al pecho del más alto quien trago duro sin saber que más hacer. -Ayúdame, A-Alfa...
A este paso podría salir todo mal, Yeonjun tenía instinto de Alfa en sus sangre, además puro. Es verdad que tardó en darse cuenta pero ahora solo podía sentir como el calor contrarío comenzaba a apoderarse de todo su cuerpo y eso era un problema.
Por lo que, agarrando mucho valor, aparto el débil cuerpo del Omega de su pecho, pero supo que fue una mala idea.
Una muy mala idea.
Todo, absolutamente todo, hasta el aire en su interior, se esfumó cuando se perdió en esos preciosos ojitos cafes que acompañaban la piel del chico, que con sus finas facciones y sonrojadas mejillas, lo mirada de una manera bastante lujuriosa que, junto a su inigualable belleza, cautivo al Alfa.
Yeonjun no podía decir nada, solo se dejo llevar por el calor del momento y se sonrojo de una manera que su corazón empezó a palpitar como loco, junto a su lobo que jamás en su vida lo escucho aullar de esa forma.
-A-Aah~... Alfa, p-por favor...
El aroma de las cerezas se intensificaba cada vez más, mientras el Omega se desasía en gemidos aún agarrado por las fuertes manos del Alfa, que al notar como algunos vecinos salían a ver que pasaba por el fuerte olor que este desprendía, supo que debia meterse a su casa.
¿Pero qué debia hacer exactamente?
No lo sabia, pero si sabia que ese Omega debia calmarse antes de que alguien enloquezca, y que ese alguien fuera el definitivamente.
20 votos y actualizo ‹𝟹
♡
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro