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𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟯𝟯:
𝗦𝗔𝗡 𝗩𝗔𝗟𝗘𝗡𝗧𝗜𝗡

El tiempo pasó volando y cuando menos me di cuenta, ya nos encontrábamos en el mes de febrero. Y si... febrero 14. Desde la primera vez que Fred me regalo algo, que fue la pulsera que hasta la fecha uso, y ahora la libreta, yo jamás he tenido la oportunidad de darle nada. Por ello, traté de que esta vez fuera diferente.

Batallé un poco en buscar que regarle y es que, no sé que era una buena opción. Decidí conseguirle uno de esos bolsos sin fin. Por supuesto que este es mas bien un maletín. Para que ahí pueda guardar todas sus cosas que vende.

Se nos había permitido a todos los alumnos el salir el día de hoy a Hogsmeade aunque si uno no quería, se podía quedar aquí en Hogwarts. Pero vamos, todos queríamos ir. Se pusieron en fila todos los estudiantes esperabando la autorización de Filch para salir del castillo. Yo me encontraba con Queenie, esperando.

Me puse un suéter color gris y una falda. Me levanté el cabello en una coleta tan solo para verme diferente.

- te ves muy preciosa. - me dice Queenie mientras avanzábamos. - hablo en serio.

- gracias. - le di un abrazo. - tu también.

- mira, ahí viene Harry. - ella lo saluda a lo lejos y al igual yo.

- hey, hola. - recuerdo haber visto a Harry mirando a Cho en todas las practicas de el ejercito de Dumbledore... ¿saldrá con ella? - ¿vas a hacer fila?

- si, esta vez si puedo salir. - había veces que no por el permiso que no le firmaban sus tíos. Me alegro de que hoy si. - hola. - le dice a Queenie.

- hola. - ella repite. - ¿saldrás con alguien? - le pregunta con tono de querer molestarlo, por supuesto, todo en juego.

- de hecho... si. - oh ¿acaso Harry quería invitar a Queenie? - estaba pensando que...

- ¿le dirás a Cho? - pero que tonta es mi amiga. Ni siquiera se puede dar cuenta de que es lo que esta por pasar.

- no... - se queda pensando en que decir. - si.

- nos cuentas como te va. Tu puedes. - Queenie lo toma de los hombros para decirle aquello.

- gracias. - me mira algo incomodo y luego se retira.

- ¿tu de verdad eres tonta verdad? - cuando le digo esto, ella me mira con el ceño fruncido, molesta por ello. - Harry estaba por invitarte.

- por supuesto que no.

- pero por supuesto que si. - ella se queda sorprendida. - al fin el chico de tus sueño piensa en ti de esa manera y tu lo dejas ir.

- Harry ya no es el chico de mis sueños. - se ríe nerviosa.

- ¿entonces quien?

- hola. - Tony se nos acerca y carga a Queenie para darle un gran abrazo. - ¿iremos a comer?

- oh. - no entiendo porque jamás lo vi venir. - ustedes.

- nosotros. - dice Queenie mientras sonríe como nunca lo había hecho.

- estoy feliz por ustedes. - dice honestamente. En especial por lo mucho que sufrió Tony con el asunto de Harry. - de verdad.

- sus permisos. - les dice el maestro y ellos se los entregan.

- ¿te vemos mas tarde? - asentí y ambos se fueron tomados de las manos.

Yo por igual entregué mi boleto y salí. No encontraba a Fred por ningún lado pero si vi a varias personas en lo que esperaba. Cho y Harry platicando. Al final del día, creo que Harry si quiere a Cho y le atrae de alguna manera Queenie. No lo sé, no he hablado con el del tema. Es muy extraño esto. Tan repentino.

Suzanne estaba con Colin, un estudiante de Slytherin de su año el cual también es muy guapo. Ambos se estaban comiendo detrás de uno de los muchos locales que había en Hogsmade. De alguna manera, eso me hacía sentir algo aliviada. De saber que esta con alguien mas...

Draco y Pansy, caminaban tan solo y supongo que llegarían a algún lugar. No lo sé. Fred se aparece enfrente mío con un gran ramo de flores. De girasoles.

- hola, lamento llegar tarde. - me da un beso en la mejilla. - quería conseguirte estas flores.

- son muy lindas. - las tomé y le di un gran abrazo. - me encantan.

- ¿cómo te sientes?

- nerviosa. - dije con una sonrisa.

Esta sería la primera vez que nos mostraríamos juntos ante nuestros temas compañeros. Por supuesto que nuestros amigos lo saben pero no, no todos. Pero planeamos ir a comer a el lugar de té de Madam Puddifoot donde hoy específicamente decoran para San Valentín. El toma de mi mano y ambos caminamos hacia el lugar.

Ahí se encontraban varias personas, entre ellas Draco y Pansy. Pero para ser honesta, el parecía estar pasando un muy mal rato. También, Cho y Harry. Tomamos asiento en una de las mesas disponibles.

- quiero que sepas que luces de lo mas preciosa. - sonreí ante su comentario. - digo siempre, todos los días, pero el verte sin uniforme definitivamente me encanta.

- lo mismo digo. - tomé de su mano sobre la mesa. - adoro como luces en suéteres.

- eso es muy bueno ya que tengo demasiados. - reí.

- te tengo un regalo. - le entregué el maletín. El cual ya había bordado con su nombre. - espero y te guste.

- ¡increíble! aquí guardaré mi comida. - negué con la cabeza. - sabes que bromeo. Me encanta.

- ¿en serio?

- si, demasiado. - ahora el sonreía. - no te hubieras molestado... yo no te traigo nada.

- me has traído las flores. - las señalé. - y son perfectas.

- tu eres perfecta. - se inclina para poder darme un beso pero se que yo no fui la única que sintió todas las miradas en nosotros. El y yo nos detenemos y volteamos a ver, en ese momento, todos se dirigen a ver a cualquier otra cosa. - creo que tenemos publico.

- no entiendo el porque. - dije algo sonrojada.

- que te parece si mejor salimos de aquí. - el parecía tener algo en mente. - en mi defensa, ver el lugar decorado de un bebé en pañales y con un arco me causa mucho conflicto.

- ¿sabes que? pienso igual. - le seguí el juego. - ¿que propones?

- ven. - me toma de la mano y me lleva fuera del lugar.

Tomamos unos dulces en Honeydukes de pasada y yo lo seguía a donde el quisiera ir. Llegamos a un lugar que parecía ser tipo bosque. Pero no era el bosque prohibido.

- ¿donde estamos?

- bueno, conozco a la perfección el castillo y todo lo que lo rodea. - recuerdo bien, el mapa. - y aquí es tan solo... una parte en medio de Hogsmeade y el castillo.

- un bosque.

- si lo quieres ver así. Yo le digo "área llena ed arboles" - le di un codazo y tomamos asiento en el suelo. Recargados de un árbol.

- en el momento en el que descubren que estemos aquí, nos matarán.

- espero y no lo digas literal.

- por supuesto que no tonto, me refiero a los profesores.

- ah, por eso no te preocupes. No hay manera de que lo sepan. Confía en mi.

- ¿acaso aquí has traído a tus otras novias? - no dice nada. - vaya Fred, entonces tu si tenías tus lugares para venir y besarte o hacer lo que hagas con ellas.

- no, eres a la primera que traigo. - lo miré como si no le creyera. - te lo digo en serio.

Nos la pasamos unas horas platicando y platicando. De todo. Me contó tantas cosas que desconocía de el, y el de mi. Me contó el problema con Percy y su madre. Por ello, el no pasó navidad con nosotros. Estaban peleados. Percy definitivamente no era mi persona favorita. También me contaba sobre su hermano Charlie, el cual si, se llama igual que yo. Y me dice que por eso me empezó a llamar Lottie, para no tener que llamarme como a su hermano.

Yo le conté sobre todo el asunto de mi madre y mi padre. Lo mucho que me causaba conflicto el que ella tenga que estar viviendo lejos... odio eso. El que ella sea muggle. No por el hecho de que lo sea, sino que pues, tiene que no saber nada de lo sucedido. Por su bien.

Con todo esto de la orden del Phoenix.

- te toca confesar algo. - me dice. Nos encontrábamos acostados viendo al techo. - tiene que haber algo que no me hayas dicho.

- mmm. - me puse a pensar. - cuando te conocí por primera vez, ya pensaba que eras lindo.

- pero por supuesto que tenías que pensar así, estamos hablando de mi. - le empujé pero este me detiene la mano y me da un beso en ella.

- hablo en serio. - me voltee para verlo cara a cara. - era mi primer año y, tu y George se encontraban con mi hermana, platicando de lo emocionados que estaban por el año que iba a cursar.

- yo también me acuerdo.

- por supuesto que no.

- ¿por qué no me crees? - no lo sé, por alguna razón no creí que así fuera.- Vivian no estaba del todo feliz de que entrarás a Hogwarts.

- lo recuerdo... estaba molesta porque ella quería ser la única bruja de la familia. - estaba mas pequeña, y me ha dicho recientemente que eso lo decía por infantil.

- y nosotros nos encargamos de decirle que era increíble tener hermanos con los cuales compartir eso. - pasa el mechón de cabello por detrás de mi oreja como siempre acostumbra. - y te veías muy tierna tratando de entrar por la pared.

- solo se reían de mi. Tu y George.

- nos reíamos de Ron, tu tan solo estuviste ahí también. - reí. - aparte, recuerdo haber pensado que tenías los ojos mas preciosos que he visto.

- ¿pensaste eso de una niña de once años?

- no me hagas sentir un pedófilo, yo en ese entonces tan solo tenía trece años. - nos reímos. - pero es cierto... aunque no me creas, a Vivian jamás la pude ver como mas que una amiga. Y no quiero decir que a ti de once años si, pero... - volví a atacarme de la risa. - pero te encontraba atractiva. Y traías el cabello recogido, tan solo la mitad. Y usabas dos collares.

- eso es algo muy específico.

- te lo digo, fuiste la primera niña que llamó mi atención. No miento.

- odias a cupido pero eres la persona más dulce y romántica qué hay. - tomé de su mano.

- bueno, hoy es san Valentín... uno tiene que hacer excepciones. Aún y cuando el día sea diseñado por el bebé con alas.

- te quiero, Fred. - aún considero correcto decirle "te quiero" y no un "te amo". Espero y el piense igual.

- mm no se si creerte. - le puse los ojos en blanco con una sonrisa.

- deberías. - se acerca a mi para tomar de mi rostro y darme un beso.

No importa cuantas veces nos besemos, siempre se sentirá igual de especial. Esos nervios, ese hormigueo en el estómago... y como mi corazón se aceleraba al saber que estaba con el. Sus labios eran tan calados y suaves. Y siempre tan dulce su tacto. Se separa y con su dedo indice, toca de mi naríz. Con un solo toque.

- yo también te quiero.