
XXII: UMBRIDGE
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𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟮𝟮:
𝗨𝗠𝗕𝗥𝗜𝗗𝗚𝗘
...
Nos encontrábamos, Queenie, Harry yo, en camino a la clase de la profesa Umbridge. Hermione y Ron se encontraban muy ocupados siendo prefectos, y nos dijeron que llegarían a la clase por si solos.
- nos han tocado clases pesadas, ya llevamos muchas tareas. - dice Queenie. Y es que esta sería nuestra cuarta clase del día. - estoy harta.
- acabamos de entrar. - dije tratando de animarla. Pero creo que no ayudo para nada. Todo lo contrario. - quizá ahora está clase sea buena.
- estoy harta de que tengamos un maestro diferente cada año.
- extraño a Remus. - dice Harry. Si, definitivamente yo también.- el si fue un buen maestro.
- ¿y si nos saltamos la clase? - dije Queenie.
- debes estar bromeando. - negué con la cabeza. - es tan solo el primer día.
- puedes comprarnos surtidos saltaclases. - de nuevo, de la nada se aparecen los gemelos. - Te ayudarán mucho.
- ¿cuánto cuesta? - Ella pregunta interesada.
- no Queenie, no lo necesitas. - le pasé mi libreta. - tengo varias libretas con apuntes de Vivian. Nos irá bien.
- No tardarás en cambiar de actitud, pequeña Lottie - dice Fred. - Vas a empezar quinto, y dentro de poco vendrás a suplicar que te vendamos un Surtido Saltaclases.
- No olvides que tienes TIMOS. - le recordó George. - La mitad de los de nuestro curso sufrieron pequeñas crisis nerviosas cuando se acercaban los exámenes. Patricia Stimpson se desmayaba a cada momento.
- te avisaremos cuando queramos. - Harry y Queenie dicen en uni solo.
- Kenneth Towler se llenó de granos, ¿te acuerdas? - dijo Fred teniendo ya su propia platica con su hermano.
- Gracias por ofrecer de los surtidos. - les dije a ambos. - pero estoy bien. Estudiaré mucho, lo suficiente para no ocupar eso.
- ¿de verdad todos los ravenclaw son así de mataditos? - me dice Fred. Le puse los ojos en blanco. - sabes que bromeo. Pero en serio, el tener la cabeza metida en un libro, no te ayudará en nada.
- quizá no pero, quizá ser la ayudante de Umbridge, me ayude. - todos me vieron con cara de disgusto. Incluyendo Queenie. - solo intento tener quizá créditos extra o algo así.
- suerte con ello. - me dice George mientras me da una palmada en la espalda y se despide.
...
Cuando entramos al aula de Defensa Contra las Artes Oscuras, la profesora Umbridge ya estaba sentada en su sitio. Llevaba de nuevo ropa de color rosa. Tomé asiento a un lado de Tony, ya que Queenie, quien está ahora de amigable con todo mundo, se sentó con Hermione. Ya que Harry y Ron estaban juntos.
- ¿cómo estás tú? - le dije con una gran sonrisa. - ¿emocionado por las clases?
- creo que eres la única, Griffin. - me llama por mi apellido. - no veo a nadie más feliz por los exámenes más que a ti.
- de hecho. - me acordé y me puse de pie para ir directo con la nueva profesora. Le entregué una manzana. Es algo común ¿no? Solo lo hago por el viejo estereotipo. - hola profesora Umbridge. Mi nombre es...
- ¿que haces aquí? - parecía molesta de verme aquí enfrente suyo. No era lo que quería.
- solo quería presentarme, soy Charlotte Griffin y... me vuelve a interrumpir.
- hija de Henry ¿cierto? -asentí. Olvidé que por ambos trabajar en el ministerio, se podrían conocer. Me mira de abajo hacia arriba. - no me gustan las manzanas. Ahora, vuelve a tu asiento.
Regresé, en efecto, a mi asiento. Solo vi a Tony atacarse de la risa con lo sucedido y no pude evitar darle un codazo. No esperaba que eso saliera así. Y tampoco quise hacerlo para verme mejor o algo así, yo solo quería mostrar respeto y agrado ante ella y su clase... que terrible salió esto.
- ¡Buenas tardes a todos! - nadie le contestó. - Me gustaría oírlos decir: «Buenas tardes, profesora Umbridge.»
- Buenas tardes, profesora Umbridge - gritó la clase. Todos al mismo tiempo y sin ganas.
- Eso está mucho mejor - su sonrisa de verdad era de lo más falsa.- guarden sus varitas. Ahora.
- ¿sin varitas? - le dije en voz baja a Tony. - ¿entonces que haremos?
- Este año seguiremos un curso sobre magia defensiva cuidadosamente estructurado, basado en la teoría y aprobado por el Ministerio. Señorita Griffin. - diablos. Me escuchó. - ¿Quería hacer alguna pregunta sobre el capítulo de hoy, querida? — me dice.
- No, no es sobre el capítulo... - no tenía una duda. Pero podía preguntarle si usaremos magia.
- Mire, señorita Griffin, creo que los objetivos del curso están muy claros si los lee atentamente.
- pero no dice nada sobre la práctica de los hechizos defensivos... - Tony me da igual un codazo para que deje de hablar de una vez por todas. Pero yo solo tenía dudas. Es normal.
- Supongo que no espera usted ser atacada durante la clase, ¿verdad? - se ríe.
- ¡¿Entonces no vamos a usar la magia?! —exclamó Ron en voz alta mientras se pone de pie. El se da cuenta de que exageró y regresa a su asiento.
- Por favor, levante la mano si quiere hacer algún comentario durante mi clase, señor... - checa las listas. - Weasley. Si no me equivoco.
- Si nos atacan, no vamos a estar libres de riesgos. - dice Dean. El chico de Gryffindor.
- ¿Y de qué nos va a servir la teoría en la vida real? - intervino de pronto Harry. Me alivia no ser la única con quejas.
- Esto es el colegio, señor Potter, no la vida real. ¿Quién iba a querer atacar a unos niños como ustedes? - preguntó la profesora Umbridge con un exageradísimo tono meloso.
- ¿lord Voldemort? ¿Quizá? - volví a rascar se mi brazo. Maldita enfermedad de la piel pero ese nombre de verdad... no lo tolero.
- Diez puntos menos para Gryffindor, señor Potter —dijo, y los alumnos se quejaron. Al menos los de su casa.- Les han contado que cierto mago tenebroso ha resucitado... pero eso es mentira.
- ¡No es mentira! —la contradijo Harry—. ¡Yo lo vi con mis propios ojos! ¡Luché contra él!
- ¡Castigado, señor Potter! —exclamó entonces la profesora Umbridge.
- Entonces, según usted, Cedric Diggory se cayó muerto porque sí, ¿verdad? - y hasta ese comentario, fue que me animé a voltear a verlo. El lo notó, y por ello, evitaba el contacto visual conmigo.
- La muerte de Cedric Diggory fue un trágico accidente...
- no fue un accidente. - dije. Defendiendo a Harry y en lo que cabe, a Cedric. - Fue un asesinato. Lo mató Volde...
- bien, parece que los Ravenclaw no se quedan atrás. - sonríe de nuevo con esa fea y falsa sonrisa. - diez puntos menos para ustedes.
- ya cállate, Charlie. - me dice Tony en voz baja. - no le vas a ganar nunca.
- me parece que los veré más tarde a los dos. Potter y Griffin. En mi oficina a las cinco. Detención. - pasé mis manos por el rostro. Desesperada. - espero y entienda, que no tolero a los lambiscones. - lo dice, por cuando me acerqué a darle la manzana. - y por supuesto, a los mentirosos. - ahora dirigía su mirada a Harry. - pero bueno... ahora tomemos la clase.
...
La clase terminó y yo salí molesta. Sin nadie. No quería hablar ni siquiera con Queenie. Y que me parece muy injusto lo sucedido. Detesto esto. La detesto a ella. En verdad creí que sería una gran manera. Y no solo no nos enseñará, sino que es una grosera... jamás en mi vida me habían regañado. Nunca. Ni a mi ni a Vivian. De verdad que siempre me esfuerzo porque todo salga bien y por tener las mejores calificaciones... y me porto bien, esperando jamás en mi vida tener detención.
Pasé tan rápido por lo molesta que estaba que choqué con Maddie. La chica Slytherin. Pareja de Vivian. Me detiene, tomando de mis hombros.
- ¿y ahora tu que traes? - ni quería hablar con nadie.¿por que iba hacerlo con ella? Nota mi cara triste o más bien de enojo, y se ríe. - adivinó, reprobaste.
- es el primera día, Maddie. No hay exámenes. - le puse los ojos en blanco y estaba por pasarme pero me detiene de nuevo. - ¿que?
- ¿alguien te hizo algo?
- ¿te importa? - creo que nunca había sido tan grosera... no fue mi intención. Tan solo por lo mismo me alejo. Mi humor tan solo es grosero para otros ahora.
- si niña, si me importa. Y mucho. - se cruza de brazos molesta. - si alguien se mete contigo, se mete conmigo. - eso me calmó. Y es que no creí que a Maddie le importara. Respiré hondo. - si no quieres hablarlo, lo entiendo. Pero, tranquila ¿si? No te enojes.
- esta difícil. - dije ya por fin sonriendo. Y más calmada. Todo Gracias a ella. - pero si... luego te platico. Lo prometo.
- bien. - me da una palmada en la espalda. En eso, se aparece Draco Malfoy. - ni empieces Draco. - me alegro que aún y cuando es su amigo, sabe perfecto que solo se acercaba a molestar. - hoy no.
- oye quizá tú seas amiga de la castaña pero yo no. - le dice a ella. - ¿cómo te va Griffin? ¿Aún con comezón?
- idiota. - le puse los ojos en blanco, y me fui de ahí.
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