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𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟭𝟱:
𝗖𝗢𝗡𝗙𝗘𝗦𝗜𝗢́𝗡
...

Ya ha pasado tiempo desde la prueba, y cada vez las clases se convierten en tediosas. Lo único que deseo es que por fin terminemos con exámenes. Me mantienen muy estresadas. A Queenie, todo lo contrario, la verdad es que ella jamás necesita estudiar. Al menos este año, ya que si habláramos de sus años pasados, ella se estresaba mas que yo. Pero pareciera que cada vez controla mucho mejor sus emociones. Si, sigue siento insegura y por ello siempre lee antes de clase pero, es bueno que confíe cada vez mas en ella. Eso se lo debo a Harry. Ahora que son amigos, amigos de verdad, ella es feliz y puede hablarle sin pena alguna.

Tony... Tony se ha alejado un poco de nosotras por la misma razón. Le dije que entendía por completo la situación y que cuando nos necesitara, ahí estaremos para el y claro, sin que Queenie sepa, pero es realmente triste tener que pasar menos tiempo con un gran amigo. Mas que nada por cosas que ni siquiera pasan. Y que no se que pasara. A el le duele ver a Queenie por fin siendo amiga de Potter. Pero vamos, no pasa de eso... solo amistad. No veo cual es el problema.

Hasta donde se, Harry sigue vuelto loco por Cho Chang...

Como sea, Queenie y yo nos fuimos a la clase de Hagrid. Esta clase terminó gustándome demasiado.

- hola Hagrid. - le dije una vez que llegamos. - ¿cómo estás?

- excelente, Charlie. - sonríe. - ¿están listas para la clase?

- por supuesto. - llegan Ron y Harry. Ron contesta por nosotros. - oye Hagrid, Hermione tuvo que ir a la enfermería...

- de acuerdo. - se aleja de nosotros para ir supongo que a dar de una vez la clase.

- ¿ella esta bien? - le pregunté y ambos asienten. - tuvo que ver con ¿Rita? - de nuevo asienten.

Hermione ha tenido problemas con todos los comentarios que se están diciendo de ella y Harry y Victor en las revistas. Me parece demasiado odioso el que ella haga ese tipo de comentarios sobre Hermione. Yo trabajo con ella tan solo porque Hogwarts me lo pide, y estoy muy agradecida con la oportunidad pero... puede llegar a ser muy odiosa.

- bien clase, hoy aprenderemos de escarbatos. Se encuentran sobre todo en las minas. Les gustan las cosas brillantes. - pero que ternura... lucen de lo mas lindo.

- se parece a ti. - me dice Queenie de broma y ambas escuchamos a Harry reír por ese comentario.

- Resultan muy útiles como detectores de tesoros. He enterrado algunas monedas de oro. Tengo preparado un premio para el que coja al escarbato que consiga sacar mas. No olviden quitarse antes sus objetos brillosos.

- perfecto. - dije para mi y fui directo a tomar uno, le pasé el otro a Ron. Antes de ello, me quite mi pulsera. La cual me había regalado Fred. Creo que es lo único que podría llamar su atención.

- gracias. - este me dice. - oye ¿te enteraste?

- ¿de que? - le dije una vez que al escarbato que escogí, lo dejé sobre la tierra. - vamos, también deja el tuyo.

- bien. - lo coloca sobre la tierra por igual. - Evie invitó a Fred a salir. - se ataca de la risa.

- no te rías. - le empuje, de broma. - creo que es lindo el que ella lo invitara. - Los escarbatos entraban y salían de la tierra como si ésta fuera agua, y acudían corriendo a su estudiante respectivo para depositar el oro en sus manos. El mío se acerco a mi y me entregó varias cosas. - ¿el que contesto?

- le dijo que luego le contestaba. El muy tonto no le dijo nada. - que extraño. - oye, el tuyo te trajo mas cosas.

- aun así, no tantas como a Queenie. - dije mientras ambos la mirábamos y veíamos como Harry le ayudaba a cargar las cosas. Quería preguntarle mas sobre el tema a Ron... pero no quería verme de lo mas interesada- Así que no dije nada. - ¿Se pueden comprar y tener de mascotas, Hagrid?

- no te lo recomiendo; destrozan las casas.- vió que ya todos tenían las monedas de oro fuera. - bien ¿quien tiene mas?

- creo que yo. - dice Queenie, y entrega unas cincuenta monedas. Si, definitivamente ella ganó. Hagrid le dio como premio una enorme tableta de chocolate de Honeydukes. En esos momentos sonó la campana del colegio anunciando la comida.  - gracias Hagrid.

- no es de que, felicidades. - el le dice y se voltea para ir guardando las cosas.

- bien, tenemos clase de historia de la magia pero en una hora. - le dije a Queenie. - podemos ir a la biblioteca.

- ¿vienen? - le pregunta ella a los tres.

- vamos a hablar con Hagrid y luego los alcanzamos. - nos contesta Ron.

- de acuerdo.

...

Mientras caminaba por los pasillos de Hogwarts, me encontré a Fred y a George sentados sobre una banca, vendiendo cosas a unos niños. Creí que era buena oportunidad para acercarme a hablar con ellos. Ya que hace tiempo que no lo hacía.

- y con esto, definitivamente podrás enfermar a tu maestra. - moví la cabeza de lado a lado negando. Si no me equivoco, era Fred quien le decía eso. Si. - oh, hola.

- ¿cómo están? - tomé asiento una vez que vi que el chico se había ido. - ¿que no tienen clase?

- yo podría hacerte esa misma pregunta. - Fred de Nuevo contesta.

- tenemos una hora libre. - George me dice. - tan solo vemos algunos asuntos de nuestro negocio.

- ¿ya es oficial? Abrirán la tienda. - me emocionaba mucho ese tema. En especial porque se que a ellos también, quiero decir, lograrán su sueño. No había analizado el hecho de que muy pronto terminarán la escuela. Y también Cedric.

- seguimos viendo eso. - George dice. - te prometemos que tú y Vivian serán nuestras primeras clientas.

- quizá un descuento. - agrega Fred.

- pero que suerte, ya llevo tiempo queriendo comprar varitas falsas. - dice sarcásticamente y ambos fingen como si les rompiera el corazón, tomándose del pecho. - Gracias chicos. - me acerque un poco más a Fred. - oye, dijiste que querías que habláramos.

- no traes la pulsera que te di. - oh cierto, la pulsera. Lo olvidé por completo. - ¿no te gustó?

- ¿que? No. Digo, si. Si me gusto, - voltee a todos lados esperando a ver si veía a Hermione o a Ron, o a Harry. - ¿me acompañas por ella? La dejé con Hagrid. Sirve y me dices lo que me tenias que decir.

- trato hecho. - sonríe.

- ¿vienes con nosotros George? - le pregunto pero este tan solo miraba a Fred. - ¿George?

- aquí los espero, voy a buscar a más personas interesadas en el negocio.

- de acuerdo.

Ambos caminamos a las afueras de Hogwarts, para caminar hacia donde due mi clase hace un rato. La verdad es que, creo que Hermione y los chicos siguen ahí así que, puede y la tengan. Eso es lo que me calma. Que pena que me viera sin ella, ha de pensar que no la quiero usar o algo por estilo. Cuando todo lo contrario, trato de usarla siempre.

Este ya no lucía tan serio como antes. Todo lo contrario, estaba igual de cómico y ingenioso como siempre.

- ¿entonces tuviste clase con Hagrid? - asentí. - siempre han sido las mejores. Extraño esos días.

- bueno, tu cada vez estás más cerca de ya no tener clases. ¿No te emociona? Yo tan solo sueño con el día de...

- lo vas a lograr. - lo miré esperando entender a que se refería. - publicaras tus libro. Serás una gran escritora.

- Gracias. Yo también creo que lograrán tener la tienda. - me detuve y lo tomé de los brazos. - confió en que ustedes lo lograran.

- terminé con Evie. - woah. Lo solté de inmediato.

- creí que no eran pareja. - fue lo primero que se me ocurrió decir.

- tu me entiendes... le dije que prefería que quedáramos como amigos.

- oh. - Rasqué de mi nuca. Nerviosa. - lo lamento mucho Fred. Que ustedes no... no funcionará lo suyo. - de nuevo tomé de sus brazos. Quería alcanzar sus hombros pero es muy alto. - pero mira, las cosas pasan por algo y...

- me duele. - lo solté.

- oh lo siento. No creí apretarte. - reí nerviosa. - es curioso ya que jamás he sido fuerte, en todo caso Vivian es la fuerte de las dos y...

- me duele verte con Diggory. - Baja la mirada mientras mete sus manos s sus bolsillos. No supe que decir, ni que hacer. Mi corazón latía de lo más fuerte. - lamentó tanto el día que te dije que solo quería que fuésemos amigos. Yo realmente creí que sería así pero... el año está por terminar y desde ese día créeme que lo he pensado a diario.

- mientras estuviste con otra persona. - más que sentirme ahora asustada por ese comentario, me sentía molesta.

- creí que podía, pero no es justo Lottie.

- ¡no es justo! - grité molesta. - ¿que no es justo, Weasley?

- que me digas que me quieres y que a la semana ya estés con otra persona. - ahora el también se molestaba. Se cruzó de brazos. - entonces, no fue nada.

- ¿te importa? - no quería alzar la voz pero era inevitable. - ¿que no es justo? ¿Sabes que no es justo? El que vengas a decirme que al final del día, si te diste cuenta que te importo de esa manera. Después de mucho tiempo.

- prácticamente no fue mucho tiempo. Fueron unos meses. - el que intentará arreglarlo me molesto más. - tal vez desde hace tiempo me sentía así, y no quería verlo.

- que cómodo para ti.

- ¡Eres la hermana menor de mi mejor amiga, Charlotte! - me llamó por mi nombre. Hace mucho que no lo hacía. - por supuesto que no fue algo que pensara todo los días. Pero ahora... - se calmó. Dejó de gritar. - solo pienso en ti, solo quiero estar contigo... y cuando estás con el. No puedo evitarme sentir mal. Molesto.

- olvídalo, Fred. Quisiera poder tener esta conversación pero realmente no... - negué con la cabeza y me voltee, para irme, pero me detiene colocándose del otro lado y tomándome de las mejillas.

- Lottie. - lo que más odio de esta situación es que... una vez el tocándome y llamándome así... me dejaba de nuevo sin habla, sin saber que decir. Solo me limité a verlo a los ojos. - perdón.

- te perdono. - no había nada más que perdonar. No hizo... nada ¿malo? Si, algo que me molestara. Pero... no malo. - debo ir a clase. Asiente y se acerca para besarme y no lo negaré, fue tentador, y en verdad quería que pasara. Pero me quité. - salgo con alguien. Y tú lo sabes. - me volví a molestar. - de verdad que, que interesante que mágicamente decidieras enamorarte de mi pero-

- Lottie. - me interrumpe, tratando de explicarse.

- pero escogiste el peor momento para hacerlo. - puse los ojos en blanco y me fui de ahí.

Ya ni siquiera tenía tiempo de ir por la pulsera. Tenía clase.