
XLVII: FIESTA DE SLUGHORN
.
𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟰𝟳:
𝗙𝗜𝗘𝗦𝗧𝗔 𝗗𝗘 𝗦𝗟𝗨𝗚𝗛𝗢𝗥𝗡
...
El profesor Slughorn nos había invitado a lo de su "club" a un tipo de fiesta. No lo sé, pero el dijo que podíamos llevar acompañante. Es aquí cuando deseo ver a Fred y poder invitarlo. El se la pasaría muy agosto ahí, bromeando con todo mundo. Pero pues, no...
Estaba caminando hacia mi clase, con Queenie. A quien estaba actualizando de todo lo sucedido con Draco.
- ¿y por qué no lo invitas a el? - me dice ella. - quiero decir, así le muestras mas confianza.
- pues, no suena tan mal tu idea. - me quedé pensando, a medio pasillo. - así el quizá, solo quizá, me confianza lo que trama.
- por supuesto que no suena mal mi idea. Es una gran idea. - dice esta tratando de lucirse. - y se perfecto lo que vas a usar.
- es una fiesta como cualquier otra, tampoco es el baile de navidad parte dos.
- yo jamás dije eso. - se recarga en la pared y yo hago lo mismo. - tengo un vestido nuevo que me regaló mi mamá, color celeste. Es todo tuyo.
- bueno, gracias. - en ese momento, va pasando Harry y Hermione. Creo que discutiendo.
- el es perfectamente libre de besar a quien sea que él quiera. Realmente no me podría importar menos... - nota que ahí nos encontramos y se acercan a saludarnos. - hola.
- ¿que tal? ¿de quien hablabas? - Queenie no sabía de Ron y Lavender. Creo que no es algo que me incumba a mi contar.
- ¿no lo sabes? Won Won y Lavender estan saliendo. - dice Hermione y su voz si sonaba de molesta. - pero ¿a quien le importa?
- claro... - dice Queenie, notando por supuesto los celos de su amiga. - ¿tu que tal Harry?
- ¡es increíble que las veamos aquí! Harry, invita a Queenie. - le dice Hermione. Y ahora se voltea con nosotras. - fui al baño de chicas justo antes de venir aquí, y había cerca de una docena que chicas, incluyendo a esa Romilda Vane, tratando de decidir cómo darle disimuladamente una poción de amor a Harry. - ambas reaccionamos sorprendidas ante eso. - Todas ellas tienen esperanzas de que el las lleve a la fiesta de Slughorn, y todas ellas parecen haber comprado pociones de amor de Fred y George, las cuales, temo decirte que probablemente funcionan... - sonreí ante el nombre de Fred.
- pensaba que Filch había prohibido cualquier cosa comprada en Sortilegios Weasley - dije riendo. - lo lograron, los tontos.
- Fred y George las envían disfrazadas como perfumes y pociones para la tos - dijo Hermione - Es parte de su servicio de entregas por lechuza.
- sabes mucho acerca de ello. – le dice Queenie.
- soy prefecta, trato de que todo este en orden con Gryffindor pero siempre es imposible. Y Ron últimamente no hace muy bien su trabajo. - dice mientras voltea y todos lo hacemos, el se muestra al otro extremo, de nuevo besando de su novia.
- bueno. - dice Queenie para llamar de nuevo la atención de todos nosotros y para que así dejásemos de ver a Ron. - con gusto te acompaño Harry.
- ¿de verdad? ¿no le molestará a Tony?
- ¿por qué? somos amigos. - Harry asiente aliviado. - y tu, ahora ve a decirle al rubio.
- ¿invitarás a Draco? - Hermione me mira molesta. - ¿ves lo que haces Harry? ahora se siente comprometida de estar todo el tiempo con el.
- hey, yo jamás se lo pedí. - le dice molesto a ella. - aunque es una gran idea tengo que admitir. - me dice sorprendido de eso.
- si bueno, si eso puede ayudar a que entre en confianza y así saber algo... lo haré.
- claro, porque eres una chica soltera. - se ríe Hermione. - es bueno que Fred ya no estudie aquí. El no aguantaría con la mentira y le ganarían los celos.
- no tendría porque tener celos. No ha pasado nada ni va a pasar nada. - en ese momento, lo veo pasar y creo que era la oportunidad perfecta. - bien, me voy.
- te vemos en la fiesta. - me dice Hermione a lo lejos.
Yo corro, ya que Draco iba caminando muy velozmente. Como si fuera a un lugar, y estuviera llegando tarde. Lo estuve siguiendo por todo el castillo hasta que vi que se mostró enfrente de la sala de menesteres. Donde practicábamos para el ejercito de Dumbledore. ¿Qué rayos iba a hacer ahí?
- Draco. - lo detuve y este muy molesto se acerca a mi.
- ¿ahora que rayos quieres? - wow, creí que el Draco grosero se había ido pero veo que no. - ¿que? - me grita.
- oye lo siento... no quise, que te enojaras. - ¿por qué reacciona así?
- ¿no tienes algo mejor que hacer? - parecía muy desesperado. - ahorita no nos toca estudiar.
- lo sé... solo quería... - ¿que estoy haciendo? odio tener que estar de rogona. No tengo el porque hacer esto. - ay olvídalo.
- no, espera. - me toma algo brusco de la mano y me voltea hacia el. Lo miré un poco asustada. Ese agarrón me tomó por sorpresa. El respira hondo, como si estuviera, calmándose. - lo siento.
- ¿escuché bien? ¿dijiste lo siento? - el medio ríe con ese comentario.
- ¿tan difícil es de creer? - voltee a ver mi mano, la cual el seguía sosteniendo. Una vez que el lo nota, me suelta. - em... me tomaste en un mal momento.
- puedo irme, y regresar luego.
- no, por favor, quédate. - asentí. - no se como explicarlo pero cuando estas tu... me siento mejor.
- mejor. - repetí.
- si, bueno, en calma. - fue de alguna manera, bueno escuchar eso. Saber que de, alguna manera, le ayudo. - en paz.
- Draco... si algo te esta molestando, puedes decírmelo. - niega con la cabeza. - no se lo voy a decir a nadie. - tan solo a Harry.
- ¿que querías decirme?
- Slughorn tendrá una fiesta... esta noche. Y es con acompañante. - el me mira aun esperando a que lo diga. - y me preguntaba si querías... mas bien, si podías, acompañarme.
- ¿por qué yo? - se ríe.
- ¿cómo que por qué tu?
- vamos Charlotte, yo no soy para nada bueno contigo. Y tienes a otros amigos. - se cruza de brazos. - pero, me siento alagado. - sonríe.
- y ahí esta el Draco que yo conozco. - sarcástico, cínico, coqueto... podría seguir. - ¿entonces? ¿me acompañas?
- te aviso. - se voltea y se va.
- es hoy en la noche. Preferiría que me avisaras ahora. - le dije a lo lejos.
- tengo que checar que cosas tengo que hacer. - dice de espaldas y subiendo las escaleras Listo para irse.
...
- ¡Charlotte! que bueno es saber que viniste - y sin Draco. No me dijo nada y no se realmente donde esta. Pero vine a un lado de Harry y Queenie. Quien por cierto, ella lucía otro vestido muy lindo color verde. Quedaba bien con su cabello. - pasen, pasen, ¡Hay mucha gente que quiero que conozcas!
- muchas gracias profesor. - le dije mientras entraba al lugar y tomaba asiento donde el nos apuntó. Hermione ya se encontraba ahí con McLaggen. El es guapo pero no es mi tipo definitivamente.
Hermione de inmediato se acercó a mi y tomando de mi mano, me levanta de mi asiento. Tan solo duré sentada dos segundos. Me lleva a la esquina del lugar.
- hola, también es un placer verte. - dice cínica.
- Cromac solo quiere besarme... estoy harta. - me reí. - no te rías. Es horrible.
- Creíste que era una buena idea venir con él.
- Creí que era lo que más molestaría a Ron pero ni siquiera dijo nada al respecto cuando se entero. - se cruza de brazos molesta. - ¿viniste con Draco?
- pues, no llegó. - levanté mis hombros. - que importa, no es como que quería estar con el.
- Quidditch - dijo muy enojada Hermione ignorando por completo lo que le dije -¿Es todo lo que les importa a los chicos? Cormac no me ha hecho una sola pregunta acerca de mí, no, de lo único que habla es de "Las 100 grandes salvadas de McLaggen"... ¡Oh no, aquí viene! - Se movió tan rápido que parecía haberse ido de la nada.
- ¿y Hermione? - pregunto McLaggen.
- creo que fue al baño. - mentí. O bueno, no se si realmente mentí. No se donde esta.
- oh, ahí estas Charlotte. - se acerca el profesor Slughorn con... el profesor Snape. Sigo teniendo le un gran coraje por ponerme de tutora de Draco. - justamente estaba hablando de las excepcionales pociones que puedes hacer. - sonreí algo apenada.
- es gracioso, nunca tuve la impresión de haber visto a la señorita Griffin como la mejor de mi clase. - si bueno, si el profesor Snape supiera del libro que uso.
- entonces es una habilidad natural - dice con emoción Slughorn.
En ese momento, vemos a Draco siendo arrastrado de la oreja hacia ellos por Argus Filch.
-Profesor Slughorn - Filch dice. - descubrí a este chico tratando de entrar ¿Usted lo invitó?
- suéltelo. - le dije y este me mira confundido. - yo lo invité.
- ¿eso es cierto? - me pregunta Snape y yo asiento. Draco se suelta molesto.
- es navidad y no es un crimen querer venir a la fiesta. - creo que Slughorn es la persona mas tierna y amable que he conocido. - adelante Draco.
- me gustaría hablar contigo, Draco - dijo de pronto Snape. - ahora.
- no. - Draco le dice amenazante.
- soy tu Jefe de la Casa, y yo decidiré que harás. - dijo Snape de manera cortante.
- ahora vuelvo. - me dice y yo asentí pero Harry se inmediato se va detrás suyo. Yo seguí a Harry.
Harry tomó de mi mano, una vez que encuentra la habitación a la que Draco y Snape fueron.
- ...no podemos permitir errores Draco, porque si eres expulsado... No tenía nada que hacer al respecto ¿De acuerdo? - esa era la voz de Snape.
- no iba a hacer nada malo. Me invitaron a la fiesta.
- si, ya vi que fue mala idea poner a Charlotte Griffin cómo su tutora. - cuando oí mi nombre, no pude evitar ponerme nerviosa. - ¿desde cuando le haces caso a una mujer?
- al menos a ella le importó. No como a usted. - Draco le dice molesto. Me siento tan mal... el de verdad piensa otra cosa.
- escúchame - dijo Snape bajando tanto la voz que tuvimos que presionar fuertemente la oreja contra la cerradura - Estoy tratando de ayudarte, le juré a tu madre que te protegería. Hice la Promesa Inquebrantable, Draco. - Harry y yo nos volteamos a ver.
- no necesito su protección. - se escucha a el gritar. - Es mi trabajo, él me lo dio y lo estoy haciendo, tenía un plan y va a funcionar; sólo esta tomando más tiempo de lo que debía
- ¿Cuál es tu plan?
- ¡No es asunto suyo! - escuchamos pisadas hacia la salida y Harry y yo nos vamos corriendo antes de que el nos vea. Pero decidí regresar, para hablar con el. Harry ya no iba conmigo.
- ¿Draco? - hice como si apenas lo encontrara. Espero ser buena mintiendo. - ¿estás bien?
- ¿que haces aquí? - dice casi llorando. Dios, soy la peor. Debo ayudarlo. No pienso sacarle información ahora. Solo quiero que este bien. - mejor vete.
- pero... acabas de llegar. - este empieza a caminar desesperado, lejos de mi. Yo lo seguí. - escucha, sea lo que sea, yo te puedo ayudar...
- ¡ya basta Charlotte! No necesito la ayuda de nadie. Ni la tuya, ni la de Snape ni... - hace una pausa. Sabía que estaba por decir de más información. - tu y yo no podemos ser amigos.
- pero... Draco...
- déjame en paz.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro