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𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟰𝟲:
𝗨𝗡 𝗣𝗔𝗦𝗔𝗗𝗢 𝗢𝗟𝗩𝗜𝗗𝗔𝗗𝗢
...

El día siguiente me desperté temprano para desayunar y es que después de eso, yo tenía un periodo libre, por suerte, y así poder ir a hablar con el tonto de Draco. Si, darle clases. Como dije alguna vez, en los desayunos es muy habitual sentarte con diferentes casas, así que me fui a sentar a un lado de Harry, para ver si no tenía alguna petición. Algo que quisiera decirme específicamente que le diga a el rubio.

- ¡anímate Ron!- exclamó Lavender, quien estaba sentada a un lado suyo. Se que esto es de lo mas incomodo para Hermione y por lo mismo, la miré. Ella tan solo se concentraba en su libro y en su desayuno. - ¡se que eres brillante.

-¿cómo se sienten?- les pregunté.

- bien,- dijo Harry, que estaba concentrado en pasarle a Ron un vaso de jugo de calabaza. -Ahí tienes Ron. Tómatelo.

- ¡no tomes eso Ron!- Hermione lo detiene de inmediato y este asustado, suelta del vaso. - Harry, acabas de poner algo en esa bebida.

-no se de lo que estas hablándome- dijo Harry llevando la pequeña botella precipitadamente a su bolsillo.

- ¿le has regalado tu suerte liquida a Harry? - me pregunta muy molesta. Yo no dije nada. Y es que si, se la di, pero fue porque me dijo que realmente la ocupaba. - Ron, te advierto, ¡no tomes eso!- dijo Hermione nuevamente, alarmada, pero Ron levantó el vaso, se lo tomó de un solo trago-

- deja de darme órdenes, Hermione.- este dice muy seguro de si mismo. Odio esa actitud nueva que tiene.

- bueno... todavía falta un rato para el juego. - 45 minutos para ser exactos. - espero y si te alcance. - le dije.

- son dos horas, recuerda. - me dice Harry. Me levanté de la mesa para irme y este me detiene. - ¿irás con el?

- así es, con tu querido Malfoy. - le dije algo molesta.

- hey, esto no es parte mía. Eso fue tu castigo de parte de Snape. - Ron ríe ante eso.

- como sea, los veo en el partido. - Lavender tan solo me mira esperando que le diga algo, quizá que me despida, pero no. No lo hago.

Llegué a la biblioteca, donde Draco se mostraba ya sentado esperándome. Pero con el rostro de verdad muy serio... estaba tan palito, mas de lo normal y podría decir que preocupado. Un día normal yo llegaría y le hablaría mal, claro que por consecuencia de que el también me hablaría grosero. Pero se supone que soy su amiga. Que debo ser su amiga... así que... hoy no seremos groseras con Draco Malfoy.

Tomé asiente a un lado suyo y este se movió un poco para no quedar tan cerca. Hace cara de asco.

- tranquilo, el día de hoy use mi ungüento. - dije riendo pero el no. - eso significa que no vas a tener que ver mi horrorosa piel.

- aparte de que traes tu tunica. - dice de lo mas serio.

- exacto ¿ves? ahora es mas fácil que soportes mi presencia. - yo todo lo decía en un tono cínico y sarcástico, esperando al menos que o se burlara de ello o lo aceptara, pero no decía nada.

- no me molesta para nada tu presencia. - por fin se voltea a verme. - bueno, no cuando estas aquí para ayudarme. Si estuvieras con tus insoportables amigos como Potter o tu asqueroso novio...

- ex novio. - es tan extraño decir esto. No me hace sentir para nada cómoda. El simple hecho de pensarlo me vuelve loca. Espero que el rumor no se corra o, estoy segura de que Evie lo buscara o alguien. - hemos terminado.

- apenas ayer se estaban besando. - lo miré sin decir nada. - ¿puedo saber por qué?

- ¿puedo saber por qué estas tan triste últimamente? - cuando dije eso, este dejó de mirarme y se concentró en su libro. - al menos dime que iras al partido de hoy.

- no, ya le dije a alguien que juegue por mi.

- no estas yendo a los partidos ni a los entrenamientos de Quidditch. No estas cumpliendo como prefecto y por si no fuera poco, estas fallando en clases. Por algo estoy aquí. - de nuevo no dice nada. - ¿hay algo que te este molestando? - estoy loca si creo que hoy mismo me confesara sus planes.

- tu no contestaste mi pregunta.

- ¿si la contesto, tu contestas la mía? - se queda pensando pero al final, acepta. - pues, la vida. Quiero decir... el es mayor que yo. Ahora esta trabajando en la tienda y yo sigo aquí... no era fácil.

- te diría que lo siento pero, no lo hago. - y por primera vez en todo el año lo veo medio sonreír. - pues, que lastima por ti, y por el supongo.

- ¿contestaras mi pregunta?

- el sexto año es uno muy difícil, y tengo la mente en otras cosas.

- ¿que cosas? - ¿podrías confesarme que trabajas para Voldemort?

- ¿por qué te importa tanto? - me mira molesto. - tu me odias.

- si bueno, tu también me odias y al final del día te interesó saber porque estoy soltera. - no dice nada. - a mi me interesa saber que es lo que te preocupa.

- ¿vamos a estudiar o no? - toma el libro de nuevo. - sino, no me sirve de nada perder el tiempo aquí contigo. No creas que me hace del todo feliz esto.

- ¿por qué te caigo tan mal? - en otro momento, yo ya me hubiera ido de aquí y hubiera terminado esta conversación pero pues, tengo que agradarle. - jamás te he hecho nada malo. Y si si, es porque tu has empezado.

- a ver... por donde empiezo. Sangre mestiza, de lo mas creída...

- ¿creída? - lo interrumpí.

- digo, eres la numero uno en tu clase ¿que, no? y no dejas de restregarlo en la cara de todos. Como en la clase de Slughorn.

- ¿y que mas? y por favor, no menciones mi piel, eso no debería ser un factor importante para que me odies.

- ¿no lo recuerdas cierto? - y esta es la primera vez que no entiendo de que me esta hablando. - yo te hablé el primer día.

- claro que no. - reí pero el no. - lo recordaría.

- ahí esta, ni siquiera lo recuerdas. - me siento un poco mal por eso. - estabas llorando, dijiste que tu hermana fue grosera, y que ella no te quería aquí en la escuela.

- lo recuerdo bien. - si, Vivian me odiaba y todo el tiempo me evitaba. Recuerdo cuando lloré. - pero... no recuerdo haberlo hablado conmigo.

- fue recién terminada la cena, tan solo me acerqué a ver porque llorabas y tu me abrazaste y me agradeciste el haberte ayudado.

- oh por Dios. - dije una vez recordando. - es cierto. Eras tu. - el asiente. - ¿y por eso me odias?

- no. - se rie. Al menos ríe. - pero yo quise ser tu amigo después de eso y tu me evitabas.

- si bueno, eras grosero con todo el mundo. Por eso te evitaba.

- no fui grosero contigo. - no dije nada ante eso. - en ese mismo rato que te encontré llorando, los gemelos Weasley se acercaron a ti y te llevaron a tu sala común. - eso claro que lo recuerdo. Por eso quería tanto a Fred, siempre me defendía. Sonreí ante ese recuerdo. - y luego ya fueron demasiadas cosas, eras insoportable estando con Cedric, estando con Fred, con tu amiga la rara con cabello alocado, la sangre sucia... y ni se diga de Potter.

- okay entiendo, odias a todos mis amigos. Literal a todos. - se queda pensando.

- mmm Tony se ve agradable, tengo que admitir. - ahora yo reí.

- Draco. - el voltea a verme. - lamento haber sido así contigo. - el debería ser quien se disculpe también pero se que no lo hará. - lo digo en serio. Ahora lo único que me interesa es una amistad contigo.

- ¿cómo por qué? - se ríe ya que no me cree. - yo no quiero.

- bueno, no te estoy preguntando. - se voltea a ver a su libro. - seremos amigos.

- si tu lo dices. - sonríe. - pero bueno, ya. Ayúdame o a los dos nos irá mal.

- si, bien.

...

Soy honesta cuando digo que por primera vez, Draco Malfoy no fue un dolor de cabeza. Todo lo contrario, se comportó muy amable. Y dispuesto a aprender. Creo que al final del día, el si realmente se mostraría mas atento conmigo si le decía que no tenía pareja. Harry tenía razón. Pero aun así, hoy no pude sacarle nada de información.

Como sea, Gryffindor ganó el partido y me invitaron a el festejo en su sala común. Si algo aprendí de Fred, fue como pasar a la sala común de Gryffindor. Y yo fui sin ningún problema. Y sin miedo alguno de ser atrapada. Si la Charlotte de tercer año hubiera intentado hacer eso, hubiera llorado de los nervios y por sentirse culpable.

Como cambian las cosas.

Entré y solo vi a todos festejando y Ginny sentada a un lado de Dean. Ella me saluda a lo lejos. Ron se estaba besando con... quien parece ser Lavender. Oh, por las barbas de Merlin, se están comiendo a besos. Eso tan solo me hizo pensar en... Hermione.

Caminé en busca de ella, y es que yo no conozco del todo aquí. Esta sala común es mucho mas compleja que la nuestra. La encuentro muy revuelta. pero la encontré, en el balcón. Eso fue algo fácil. Salí con ella.

- ¿Hermione?- ella se encontraba sola, excepto por el pequeño ruido del canto de los canarios volando alrededor de su cabeza, que claramente acababa de conjurar.

- oh, hola Charlie.- dijo con voz temblorosa. -sólo estaba practicando.

- pero que talentosa eres. - le dije una vez que me acomodé a un lado suyo. - creo que jamás podría conjurar eso.

- vamos Charlie, sabes bien que si. Eres mucho mejor en clases que yo.

- tu lo has dicho, en clases. Pero llévame a un combate y... estoy muerta. - reí y también logré que sonriera. Y es que no tenía idea qué decirle.

- Ron parece estar disfrutando la celebración.- oh, entonces si lo vio. No esperaba menos. La miré confundida. - no pretendas que no lo viste, era muy obvio, cualquiera a la distancia lo pudo haber notado.

Ron apareció, riendo y jalando a Lavender de la mano. De verdad, se tuvo que presentar en el momento menos indicado.

- ups, ya esta ocupado aquí. - ella dice. - ¿que hace ella aquí? - dice molesta al verme. - ella no debería estar aquí.

- relájate ¿si? - le dije un poco harta. - ya me iba.

- no, no te tienes que ir. - dice Hermione tomando de mi mano. - creo que quienes se tienen que ir son otros.

Ella molesta se sale del balcón.

Hermione miraba fijamente a Ron, quien se negaba a verla.

- ¿cómo te fue con Malfoy? - Ron trataba de verse amigable, tratando de sacar conversación.

- em... - empecé a decir.

- Oppugno. - dice Hermione y la pequeña de aves se dirigían velozmente hacia Ron, quien cubrió su cara con sus manos, pero las aves atacaron, picoteando y agarrando cualquier pedacito de carne que pudieran alcanzar.

- ¡aléjense de mi!- y Ron salió del lugar en busca de Lavender.

- Hermione... - empecé a decir pero ella me interrumpe.

- al menos tu si escogiste bien de que Weasley enamorarte. - dice limpiando las lagrimas de su mejilla. - Fred y tu... son todo lo que uno quisiera en una relación.

- si bueno, no fue nada fácil. - recordar eso días era algo doloroso. - sabes bien, nos costó años.

- estoy segura de que la sala común de Ravenclaw es muy entretenida. - dice cambiando el tema.

- ¿quieres ir? - ella asiente. - ¿quieres romper las reglas? - reí.

- oye, tu ya conoces a la perfección aquí. Vamos.

Claro que la llevaría para distraerla un poco.