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𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟰𝟯:
𝗙𝗘𝗟𝗜𝗫 𝗙𝗘𝗟𝗜𝗖𝗜𝗦
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- no puedo creer que serás la maestra de Draco Malfoy. - me dice Queenie riéndose mientras caminábamos a clase. - este año si que será interesante.

- Herbología está bien. - me dice Tony, quien también venía con nosotras. - La Profesora Sprout estará encantada de verte de regreso con un TIMO 'Sobresaliente'.

- eres su alumna favorita como quiera. - me dice Queenie. - a mi jamás me gustó esa clase. Pero hey, entraremos juntos a la clase de el profesor ese que te metió a su grupo.

- yo no. - dice Tony. - pero las veo después. - le da un beso en la mejilla a Queenie. - suerte.

- gracias. - entramos a la habitación y esta clase, se compartía con Gryffindor, Hufflepuff y Slytherin. Mi primera clase con todas las casas. Y es que, no éramos todos... éramos como cinco de cada casa. Me alegra poder estar aquí.

La habitación estaba, inusualmente, ya llena de vapores y olores extraños. Queenie fue de inmediato a saludar a Harry, Ron y Hermione. Yo me detuve por el delicioso olor de la habitación. Podía oler a canela, dulces y ¿fuegos artificiales? curioso.

Me fui a sentar a un lado de Queenie y los demás.

- muy bien, me alegra mucho de que ustedes se encuentren en mi clase. - dice el profesor Slughorn con una gran sonrisa. - Saquen las balanzas, todo el mundo y el equipo de pociones y no olviden sus copias de Preparación Avanzada de Pociones...

- diablos... - había olvidado el libro. En la tienda de Fred y George... sabía que olvidaba algo. - ¿disculpe profesor?

- ¿si querida?

- no tengo libro ¿podré compartir con alguien?

- no te preocupes en lo absoluto. Tenemos algunos libros acá, serán suyos hasta que pueda hacer su pedido.

- gracias. - fui directo al armario en busca del libro, y mientras avanzo veo a Draco, lo miré de mala gana y tomé de mi libro de Preparación Avanzada de Pociones. El libro estaba de lo mas manchado y viejo... pero bueno, es lo que hay.

- Ahora bien - dijo Slughorn, regresando al frente de la clase. —he preparado algunas pociones que ustedes deben observar, solo por interés, ya saben. ¿Alguien me dice qué es esto?

- es Veritaserum, una poción incolora e inodora que fuerza a quien la beba a decir la verdad. — dije.

- ¡muy bien, muy bien! - dijo Slughorn felizmente. -Ahora, esta de aquí es muy conocida... ¿Quién puede?

- poción multijugos, señor.- dije de nuevo.

- ¡excelente, excelente! Estoy. sorprendido señorita Griffin. - sonreí ante ese comentario. - diez puntos para Ravenclaw. Ahora, ésta de aquí...

— ¡es Amortentia!— Hermione dice y es que esta vez. Si noté que se molestó al no poder contestar antes las demás preguntas.

- ciertamente lo es. ¿sabe que hace?

- es la poción de amor más potente en el mundo y se supone que huele diferente para cada uno, según lo que nos atrae, puede oler a hierba recién cortada, a pergamino nuevo y... - hace una pausa y la pude ver sonrojada.

- muy bien, si. - el estaba feliz de verla contestar tan bien. - señorita...

- Hermione Granger, señor.

- es un placer, Hermione. - el profesor Slughorn realmente es una persona muy amable. - ¿algo mas?

- la amortentia no crea amor por supuesto. Es imposible crear o imitar el amor. No, esto simplemente causará una obsesión o poderoso apasionamiento. Es probablemente la poción más peligrosa y energética en este salón.

- de nuevo, impresionado como siempre con usted señorita Griffin. - lo que menos quería era ver a Hermione molesta por no ser la mas lista de la clase, pero es cierto cuando digo que esta clase me gusta mucho. Mucho mas con este profesor. - pues bien, aquél, damas y caballeros, es una pequeña poción muy curiosa, llamada Felix Felicis. ¿lo cual es...?

- suerte líquida. - decimos Hermione y yo al mismo tiempo. Pareciera que competíamos.

- perfectamente, diez puntos para Gryffindor y otros diez para Ravenclaw. - le sonreí, y ella igual. Bien, no esta molesta. - sí, es una pequeña y curiosa poción, Felix Felicis,— dijo Slughorn. —Desesperantemente difícil de hacer y desastrosa si queda mal. Una diminuta botella de Felix Felicis, suficiente para doce horas de suerte.

- increíble. - me susurra Ron.

- ¿Cómo están para ganarse este fabuloso premio? Pues bien, pongan la página diez de Preparación Avanzada de Pociones. Nos queda un poco más de una hora, suficiente tiempo como para que ustedes hagan un intento digno de preparar la Poción de Muertos en Vida. La persona que mejor la haga ganará al pequeño Felix que tengo aquí. ¡Adelante!

- bien, yo la quiero. - me dice Queenie.

- ¿para que?

- para regalártela para cuando tengas que soportar a Draco unas cuantas horas. - se ríe pero yo no. - ay ya, ponte a trabajar.

El libro estaba todo rayado del dueño anterior, el cual había hecho anotaciones y referencias cruzadas. Es demasiado molesto tener que leer un libro el cual esta mas manchado y rayado que nada. No podía ver mucho lo que decía. Por alguna razón había estado en desacuerdo, el dueño anterior del libro, con la orden para cortar en pedazos el frijol de sofofora y había escrito una indicación alternativa: —Aplastar con el lado plano de una daga de plata, suelta el jugo mejor que cortando.

Decidí si aplastar del frijol con el lado plano de la daga. Inmediatamente soltó tanto jugo. No pude evitar emocionarme, mucho mas cuando vi que nadie mas podía. Rápidamente introduje todo en el caldero y vi como la poción inmediatamente se tornó del color descrito en el texto.

De acuerdo al libro, tenía que revolver en el sentido contrario a las agujas del reloj hasta que la poción se volviera clara como el agua.
Revolví en sentido contrario a las manecillas del reloj, mantuvo la respiración y movió una vez en sentido de las manecillas del reloj. El efecto fue inmediato. La poción se volvió rosa pálido. Las anotaciones del dueño anterior del libro en verdad estaban en lo correcto. Me estaba saliendo todo.

- ¿Cómo lo estás haciendo?— dijo Hermione, quien estaba roja y su cabello se volvía más y más desordenado por el vapor de su caldero.

- revuelve en sentido de las manecillas del reloj.

- ¡no, no, el libro dice en sentido contrario a las manecillas del reloj!

Decidí encogerme de hombros y seguir con lo mío.

- y el tiempo... ¡Se acabó!— dijo Slughorn. —¡Dejen de revolver, por favor!

Slughorn avanzó lentamente entre las mesas, mirando con atención los calderos. Al final llegó a nuestra mesa.

- ¡la ganadora! ¡Excelente, excelente, Charlotte! ¡Aquí tienes, una botella de Felix Felicis.

Salimos de la clase y no pude evitar sentirme de lo mas victoriosa con eso. Siempre trato de no sobresalir con este tipo de cosas, ni siquiera puedo. Vivian me lo hacía muy difícil. Siempre viví en la sombra de mi hermana la perfecta... pero el profesor Slughorn no conoce a mi hermana. Ventaja para mi.

Siempre fui buena en herbología y es que Vivian no lo era en lo absoluto. Por ello, si se mostraba mi esfuerzo en esa clase. Pero ahora, una que me gusta, y gracias a ese libro, todo salió bien.

- no entiendo el porque le hiciste caso a las anotaciones de otra persona. - me dice Hermione algo molesta. - pero increíble que hayas ganado. - ya dice un poco mas calmada.

- bueno... funcionó. - suspiré.

- bien, entonces ahora si usarás eso para tus clases particulares con Draco. - ríe Queenie. - felicidades Charlie, te merecías ese frasco.

- y al menos no lo ganó alguien de Slytherin. - dice Ron. - ¿no es así Harry?

- si... - dice este algo distraído, viendo a Draco irse.

- Harry si no te conociera bien, diría que babeas de amor por Draco Malfoy. - todos nosotros reímos ante el comentario de Queenie. Menos el.

- para nada Queenie, el solo piensa que es... una mala persona. - dice Hermione.

- bueno, y lo es. - dice Ron.

- si pero, es un tonto que molesta a los demás. No un asesino o algo por el estilo. - completa su idea Hermione. - vamos, no vale la pena.

- ni me lo recuerden, en estos momentos voy a verlo a la biblioteca. - dije.

- suerte. - me dice Harry. - me dices...

- si, yo te aviso de que me entero. - dije un poco harta del tema y me dirigí a la biblioteca.

Bien... primero que nada, estoy fascinada con el libro. Dice que es propiedad del príncipe mestizo.... ¿quien será ese? Como sea, gracias a ello, pude lograr ganar el premio de la clase. Estoy muy feliz por ello. Quizá use este suero para cuando muestre mi libro a alguna editorial. El cual, ya esta por terminar. Solo unos cuantos capítulos y ya queda. Por fin. Por supuesto que la primera persona en leerlo será Fred.

A quien extrañé tanto el día de hoy... todo el tiempo nos veíamos en los pasillos, y siempre por casualidad. Nunca planeado. Bueno, muchas veces si lo busqué, para que miento. Pero como sea, verlo a el y a George, me hacía tan feliz.

Ahora, llego a la biblioteca y veo al tonto de Draco Malfoy ya sentado ahí, el cual también parecía de lo mas molesto. Se que obviamente el tampoco quiere clases extras.

- hola. - dije mientras me sentaba enfrente suyo. El no me contesta. - si mira, a mi tampoco me hace muy feliz estar aquí pero si no lo hago, no se que pasaría. Ni quiero saberlo.

- ¿le tienes miedo a Snape? - me dice con una sonrisa.

- para nada. - me crucé de brazos. - tan solo... no lo tolero.

- ni yo. - bien, al menos algo tenemos en común. Hubo un silencio. - ni a ti.

- si bueno, tampoco eres mi persona favorita. - le sonreí falsamente. - pero bien... veo que, tenemos que ver los temas del año pasado. - me puse a ver que clases de cosas tenía que enseñarle. - de acuerdo. Empecemos con el arbusto autofertilizante.

- ¿estás consciente de que realmente no me importa nada de esto, verdad? - se recarga en su silla.

- lo sé, pero aun así, creo que es importante que conozcas de todo.

- no me voy a dedicar a la herbología. - se ríe. - realmente no me importa.

- Draco... - me estaba empezando a estresar. Pasé mis manos por el cabello, molesta. - bien, hagamos un trato. ¿que te interesa?

- ¿de que hablas?

- si bueno, dices que la herbología. ¿que te interesa? - se queda pensando. - puede ser... ¿transformaciones? ¿encantamientos?

- nada. - dice mientras se pone a jugar con su libro. - lo siento linda, realmente no vas a poder cumplir con la condena de Snape. - "linda"...

- okay entonces, si ninguna clase te interesa, tendremos que acudir a otra cosa. - le quité el libro de las manos. - dejas que te enseñe sobre la materia y yo hago lo que sea por ti.

- ¿que? - se ríe. ¿y yo que voy a querer de ti?

- ¿me odias, no? podré ser tu esclava si así lo quieres. - alza los ojos sorprendido.

- eso me interesa... podrías hacer todas mis tareas de este año.

- oh no, solo de um... tres semanas. Y ya. - se queda pensando de nuevo. - o lo que quieras pero, por favor... necesito que pases esta materia. ¿hacemos un trato?

- yo me dejo estudiar contigo y si paso la materia, tu me vas a deber algo. - asentí. - hecho.

Y nos estrechamos las manos.