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𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟳:
𝗗𝗜𝗔𝗥𝗜𝗢 𝗘𝗟 𝗣𝗥𝗢𝗙𝗘𝗧𝗔
...

- hola. - Draco Malfoy se acerca a donde me encontraba yo sentada, en el jardín. El día de hoy no me sentía con nada de ganas de lidiar con el. Seguía muy apenada con el tema de Fred. Ya es lunes, y no hemos hablado. Más que nada porque cada que el se acerca, yo decido salir corriendo. Pero en verdad, no deseo más palabras de lastima. Estoy bien. Estaré bien.

- ¿que es lo que quieres? - me encontraba escribiendo algo, una novela. Quisiera como dije, dedicarme a la escritura, pero bueno, pero ahora tan solo es material malo. Es bueno para mi pero aún no creo que alguien más deba leerlo.

- toma. - me entrega un botón para ponerlo en mi uniforme, y decía: apoya a Cedric Diggory y de repente, al yo tocarlo, decía Potter apesta. - todos deberíamos usarlos.

- no gracias. - lo lancé lejos y la sonrisa de Draco desaparece.

- descuida, no necesitamos que lo uses. - se pone de pie. - aunque si hubiera uno que diga que tú apestas, yo con mucho gusto lo usaría.

- Charlotte. - Hermione se acerca conmigo y detrás suyo venían Harry, Ron y un poco más atrás, Fred y George. Oh por Dios, fue inevitable el contacto visual.

- ¿Quieres una, Granger? —le dijo Malfoy, ofreciéndosela—. Tengo montones. Pero no me toques. Tampoco dejé que la chica llena de granos me toque. - se que nadie de ellos sabía sobre mi enfermedad de la piel, por la cual no entendieron mucho de donde venía el comentario. - pero ahora que lo pienso, no se que me de mas asco, si una sangre sucia o una mujer con el cuerpo lleno de puntos rojos.

- bueno creo que ya fue suficiente. - escuché a Fred decir.- déjalas en paz.

- ¿tu que Weasley? Ni siquiera había notado que estabas aquí. - Harry molesto, apunta la varita hacia el.

- Vamos Potter —el también sacando su varita— A ver si eres tan valiente como te muestras.

Al mismo tiempo, ambos atacaron:

- ¡Furnunculus! —gritó Draco.

- ¡Densaugeo! —gritó Harry.

De las varitas salieron unos chorros de luz, que chocaron en el aire y rebotaron en ángulo. El conjuro de Harry le dio a Goyle en la cara, y el de Malfoy a mi. Para mi suerte.

- ¡Lottie! —Fred y George dicen al mismo tiempo y corren hacia mi para ver que me había pasado.

- wow, yo quería que Potter se viera igual que tú pero, en verdad quedaste igual. Ahora que solo es extra en tu cara. No quería que nadie me viese así, me tape el rostro de inmediato.

- ¿Que tanto hacen? - dijo Snape.

- Potter me atacó, señor...

- ¡Nos atacamos el uno al otro al mismo tiempo! —gritó Harry.

- y le dio a Goyle... - Snape examinó a Goyle, quien tenía los dientes enormes.

- Ve a la enfermería, Goyle —indicó Snape con calma.

- ¡Malfoy le dio a Charlotte! —dijo Hermione.

Hermione me tomó de las manos para que yo mostrara mi rostro y Pansy Parkinson y las otras chicas de Slytherin se reían de mi.

- No veo ninguna diferencia. - ya era demasiado, ya no quería estar aquí. Inclusive los profesores eran groseros conmigo. Y lo primero que pensé en hacer era en salir corriendo de ahí. No quería que ahora me vieran llorar.

De hecho, tenía clases con el profesor Snape y definitivamente no iba a entrar ahora. Decidí irme a un lugar donde nadie pudiera verme. Pensé en salirme e ir al lago o algo así, pero no quería perderme todas mis clases. Así que solo fui a la biblioteca. Pero me senté en una parte donde mucha hay nadie.

Había tratado todo este tiempo que lo que pasaba con mi piel, no me afectara. Que no me importara lo que los demás dijeran. Y es que hasta el día de hoy, solo Draco me decía cosas feas. Pero no me importaba, nada que viniera de el me importaba. Pero sentí una gran vergüenza cuando mis amigos estaban al frente mío. Y Fred, en especial el. Con todo esto sucediendo. El profesor Snape fue muy grosero conmigo y eso hizo que ya no aguantara más y que quisiera llorar.

Me senté en la mesa que nunca se veía porque estaba detrás de un librero enorme. Agradezco que en estos momentos no haya mucha gente.

- Lottie. - era Fred. Ahora detesto como me mira. Ya no es solo lastima, sino que tristeza por la situación. Me limpié las mejillas y me quedé viendo un libro que alguien ya había dejado en la mesa, para distraerme. - dejaste tu libreta.

- ¿la leíste? - la tomé de sus manos de inmediato y chequé que todo estuviera donde debe estar. Es mi libreta con ideas, y todo lo que he escrito. Se sienta a un lado mío y me muevo un poco para que no me vea el rostro.

- no la lei. Me llevas diciendo como dos años que respete lo que has escrito y por ello no lo hice.

- Gracias.

- bueno, leí una que otra hoja. - lo voltee a mirar molesta. - no es cierto, solo dije eso porque sabía que solo así me voltearías a ver.

- ¿que haces aquí? Tienes clases. - de nuevo me quedé viendo al libro de la mesa. Tan solo fingía que lo leía.

- tu también tienes clase. Pero hey, henos aquí. - se recarga en la mesa para acercarse más y poder verme a los ojos. Ahora si lo voltee a ver. - y quería ver si estabas bien.

- supongo que Vivian ya se enteró, y te mando a buscarme. - no dice nada. Entonces si era cierto. - tiene sentido. No vendrías por otra cosa.

- Lottie, respecto a eso... - negué con la cabeza. - solo quería decirte que perdón por no haber dicho nada al respecto. Pero no me dejaste hacerlo.

- ay basta Fred, no quiero hablar de eso. - seguían mis ojos lagrimando. Este me toma del rostro con ambas manos y me lo voltea para que lo viera cara a cara. Me limpia las mejillas mientras pasa su dedo por ellas. - no quiero hablar de eso.

- es que eres como mi hermana pequeña. - puse los ojos en blanco. - ¿si entiendes que no esperaba verte de esa manera nunca? - una parte de mi quería soltarse de su tacto, pero, también quería saber que seguía diciéndome. - no es que tú tengas un problema o algo así, si es que eso pensaste.

- no pensé eso. - reí un poco mientras ahora yo me limpiaba una lágrima. El sonríe al verme reír.

- entonces olvida lo que dije. - se rasca la nuca nervioso. - también lamentó haberte dicho lo de... pues como me sentía respecto a Evie.

- ¿sabes que? Yo te pido una disculpa. - ahora el negaba con la cabeza. - habló en serio. No quiero que las cosas sean incómodas entre nosotros. Quiero que sigamos siendo amigos.

- yo también quiero eso. Demasiado.

- entonces ¿podrías olvidar que te dije eso? Por favor. Y que todo vuelva a ser como antes.

- por supuesto que si. - sobre la mesa pone una poción. - toma esto. Es para lo del conjuro.

- Gracias. - muy aliviada, tomé de el. - ¿donde lo conseguiste?

- pues tan solo leí mi libro de pociones. Es de principiantes. - cierto. - y lo hice rápido para poder buscarte así que espero que funcio... - toqué mi rostro y ahora estaba limpio. Suspiré aliviada. El sonríe. - funcionó.

- Gracias. - le di un gran abrazo. Uno el cual no sabía lo mucho que lo necesitaba. Me abracé de su cuello y el con su mano, acariciaba de mi cabello. Nos separamos y reíamos, aunque nos quedamos viendo a los ojos unos segundos.

- bien, los he encontrado. - suspira Vivian y se presenta molesta. Lo sé porque se cruza de brazos. - Charlie, tienes que subir.

- ¿para que? - pregunte una vez ya soltándome de Fred. - no me digas que me castigarán.

- no. Todo lo contrario. - empieza a sonreír. - digamos que, no soy la única persona que piensa que escribes bien.

- ¿que? - preguntamos Fred y yo al mismo tiempo.

- ¡El Profeta! - Ella dice muy emocionada.

...

Llegué junto con Vivian y el profesor Filius Flitwick. En el salón al cual llegué, me encontré con los ganadores que salieron nombrados del cáliz. Viktor Krum solo, y... Cedric y Fleur platicando. Oh, y Harry. Parecía de lo más incómodo aquí. No había tenido oportunidad de hablar con el sobre lo sucedido.

- bien, los dejo, tengo que regresar a clase. - me dice Vivian. - mucha suerte. - me susurra y se va del lugar.

- ¡Ah, aquí está! De la chica la cual me han hablado demasiado. - esto es tan extraño... no entiendo nada.

- Esta es Rita Skeeter —me explica el profesor. — Va a escribir para El Profeta un pequeño artículo sobre el Torneo y queríamos que un estudiante de nuestro colegio será un tipo de... aprendiz. Y todos estuvimos de acuerdo con que tú eras la mejor opción. Eso les dará puntos para la casa. - eso es increíble.

- ¿Charlotte cierto? - la mujer con cabello rizado y rubio me dice al estrecharme la mano. Yo asiento. - es un placer.

- bien entonces, yo también los dejo. - el profesor Flitwick nos deja a solas. Lo único que hacía era mirar a Harry pues, es al único que conozco bien aquí. El estaba sorprendido de verme.

- okay linda, yo pido a Potter. - dice en voz alta y los cuatro ganadores voltean a vernos. - y a... la chica.

- ¿que espera que haga? Lo siento. No tenía idea de que escribiría algo.

- cariño solo harás una entrevista. - oh, creí que ayudaría a escribir el artículo. Pero esto es mas que suficiente. Ella se acerca a Cedric y lo toma de los hombros para traerlo hacia mi. - empieza con el chico guapo. Ahí hay un armario.

- oh. - dije en voz baja. Tan solo al ver su suéter cocido por el centro, me hizo recordar lo fea que fui con el al romperle su suéter y no sol peso, sino lanzarle el dulce en la cabeza.

- vamos Harry. - lo toma de la túnica y se lo lleva a un armario.

- esta vez no vas a golpearme o romper algo mío ¿cierto? - me dice, y sonreía. No puedo creer que después de como he sido con el, aún es amable.

- lo siento tanto de verdad. - nerviosa, lo único que hice fue estrecharle la mano. - soy Charlotte.

- lo sé. - lo sabe. - lo que no sabía era que tú me entrevistarías.

- cierto, la entrevista. - me dirigí al armario y dejé la puerta abierta para que el entrara. Una vez los dos adentro, nos quedamos un poco incómodos de lo apretado que era ahí. Lo miré muy de cerca a los ojos y eso me puso nerviosa. Rasqué de mi brazo, eso pasa cuando estoy nerviosa. La piel se me irrita. Tomé asiento y el también. - bueno... yo tampoco sabía que tenía que entrevistar. No vengo preparada. Ni siquiera se que preguntarte.

- es increíble que te dieran a ti la oportunidad de aprender de El Profeta. ¿Te gusta escribir? - asentí. - lo siento, quizá mi pregunta fue muy tonta.

- no, para nada. - ví su suéter, el cual estaba cocido muy chueco. En verdad. Y no pude evitar reír. - lo siento tanto. En verdad. Jamás fue mi intención romperlo.

- ¿esto? Es la moda. - ríe. - ahora todo el mundo quiere uno así.

- te creo. - saqué de mi libreta y una pluma. - bueno... te preguntaré lo básico. Empecemos por... cuéntame sobre ti.

- um... pues, soy Cedric Diggory. - asentí. Y empecé a escribir. - estoy en Hufflepuff. Soy prefecto. Juego quidditch y soy capitán del equipo. Buscador.

- ¿en serio? Que increíble. - seguía escribiendo. - mi hermana es prefecta.

- ¿quien es tu hermana? - dejé de escribir. Nunca nadie me pregunta tantas cosas. Menos si yo soy la persona que tiene que hacer preguntas.

- Vivian Griffin. - el asiente, como si supiera quien es. - la conoces.

- si, muy agradable. Y si, se parecen mucho. - asentí. - tu eres novia de un Weasley ¿cierto?

- no. - reí. Pero muy en el fondo me dolía saber que en efecto, no salía con un Weasley. - ¿por que lo dices?

- te veo todo el tiempo con uno de los gemelos. - es curioso como yo nunca veo a Cedric. - creí que...

- no. Son mis... mis mejores amigos. - el asiente. - pero, regresando a ti. ¿Como te sientes al saber que fuiste elegido?