𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟲:
𝗛𝗔𝗟𝗟𝗢𝗪𝗘𝗘𝗡
...

Halloween es uno de mis días favoritos en el año. En verdad que, el tener una mamá muggle nos hizo darnos una gran infancia. Pedir dulces y disfrazarnos de muchas cosas. Hoy sábado, todo el mundo se encontraba en el vestíbulo por el gran cáliz de fuego. Lo habían colocado en el centro del vestíbulo, encima del taburete sobre el que se ponía el Sombrero Seleccionador.

Bajé junto con Tony y Queenie y lo primero que mis ojos miran es a los gemelos. Sentados, esperando el momento de poner su nombre en el. Ayer que hablé por primera vez de mis sentimientos con alguien mas aparte de mi misma, me hizo pensar en que si... quizás si me sienta así respecto a Fred. No estoy diciendo que estoy muriéndome de amor por el y que quiero que sea el padre de mis hijos, pero si que cada que lo veo, no puedo evitar sonreír. Y que cuando me busca, soy feliz. Y que cuando se que tengo que hablar con el, me pongo nerviosa.

Y no es como que sienta eso por alguna otra persona. Así que... quizás si me gusta mas de lo que esperaba.

- ¿Ya ha dejado alguien su nombre? - le pregunté a Ron, una vez que me acerqué a donde el trio se encontraba. Queenie por supuesto, decidió mejor tomar asiento.

- Todos los de Durmstrang.

- Ya está, toma esto Lottie. - me dice George acercándose a mi. - y estas listo para intentarlo con nosotros.

- ¿tomar que? - pregunta Hermione.

- La poción envejecedora. - respondió Fred.

—Una gota cada uno —explicó George, frotándose las manos con júbilo—. Sólo necesitamos ser unos meses más viejos.

- No estoy muy convencida de que funcione. - Hermione abraza de mi brazo. - no lo hagas Charlotte, aparte de que solo tenemos quince. Ellos en cambio, están mas cerca de.

- si... creo que no lo haré. - me negué y ambos me miraron con una expresión triste muy exagerada. - es cierto, solo tengo quince años.

- ¿estas segura? - me pregunta Fred y yo asiento. - muy bien. Entonces... aquí vamos. - y ambos se la toman.

Se sacaron del bolsillo un pedazo de pergamino y fueron hasta el borde de la línea y la cruzaron.

Al momento siguiente se escuchó un chisporroteo, y ambos salieron del circulo como si hubieran sido empujados mientras que les salía barba larga y blanca. Todos rieron ante eso, incluyéndome.

- bien... será mejor que vayan con la enfermera ahora mismo. - aparece Dumbledore. - ahí están otros alumnos que intentaron lo mismo.

Fred toma de mi mano y me llevan con ellos.

- yo no tengo una barba. - reí.

- si pero, tampoco es como que tengas mucho que hacer. - cierto.

...

- bien... creí que me gustaría mas el usar barba pero veo que no. - dice George una vez ya siendo el mismo de nuevo. - lo intentamos al menos.

- estuvo bien que lo intentaran. Ahora, no se quedan con curiosidad. - dije y ambos asienten. - regresemos al comedor.

- feliz Halloween. - me dice Fred. - recuerdo que el año pasado no dejabas de hablar de lo mucho que te gusta.

- así es. - por ello mas que nada es que quería ir al comedor.

- George Weasley. - MacGonagall se aparece y algo molesta.

- ahora vuelvo, espérenme.

Y ese "ahora vuelvo, espérenme" duró mas de lo que esperaba. Fueron al menos, unos veinte minutos. Y lo peor de todo es que en verdad si lo esperamos. Nos sentamos en el suelo, recargados de la pared. Sin nada que hacer. Empezaba a aburrirme.

- ¿sabes que? yo me quedo aquí esperando a George, hoy es un día muy importante para ti y será mejor que vayas a disfrutarlo. Hablo en serio.

- no, no pasa nada. En verdad.

- ya es demasiado tiempo... inclusive yo me quiero ir. - reímos. - bueno, aprovechemos el tiempo aquí.

- me parece buena idea. - me acomodo para que podamos vernos cara a cara. - hay algo que quiero decirte.

- yo también. - dice emocionado. - llevo mucho tiempo tratando de tener esta conversación contigo.

El que el me dijera eso tan solo me emocionaba mas. Lo que yo quería decirle era que había conseguido unos dulces, y que quería compartirse los a ellos y pues, que era secreto ya que no le daría a otros. Pero... ¿y si es el momento para hablarlo? Como dijo Queenie.

- ¿que querías decirme? - se tapa la cara apenado y después me toma de la mano. Mi corazón late de lo mas rápido. - ¿que? - reí.

- no sé. - se reía ahora el. - mejor tu primero.

- no.

- por favor. ¿si?

- okay... - respiré hondo. En eso tenía razón Queenie, al yo tenerle tanta confianza a Fred, ni siquiera siento pena alguna. Quizá porque espero que el también me diga lo mismo. - pues, no sé... sigo sin saber que pasa conmigo. Con mis pensamientos. Y... al principio me dije que no era algo real pues, no nos conocemos tanto. Pero si, así bien unos dos años y estos meses han sido buenos y... - ya me estaba dando nervios. Ahora si. - realmente me gusta mucho hablar contigo. Jugar y pasarla bien. - el sonríe. - me gustas Fred. - su sonrisa va disminuyendo de su intensidad. - lo he dicho. - ahora yo me tapé el rostro.

- oh. - al escuchar eso lo miré de inmediato.

- ¿oh? - oh Dios mio. Quiero vomitar. En verdad, voy a sacar todo el desayuno. - olvida lo que dije.

- no, Lottie...

- olvida lo que dije. - lo interrumpí. - ¿que querías contarme?

- pero...

- Fred. - no quería palabras de lamento. De que sienta lastima por ti. - no quiero hablar de lo que dije. Dime mejor otra cosa. Lo que ibas a decir.

- yo... quería contarte de Evie. - rasca su nuca nervioso. Deje de verme.

- tu amiga de Hufflepuff. - el asiente. - te gusta. - vuelve a asentir. - oh.

- por fin, regresé. - George corre hacia donde estamos con algunos dulces. - solo tenía que ayudarle con algo para el festejo de Halloween. Aunque no entiendo porque no nos hablo a los dos. - le dice a su hermano. - digo entiendo que me hablara a mi, soy mas creativo que tu y tengo mejores ideas pero... - al fin nota lo incomodo que estábamos. - ¿todo bien?

- yo los dejo... - me paré y Fred de inmediato lo hizo después de mi. Mis ojos estaban llorosos y no quería que me vieran así. - es Halloween, y quisiera ir con Queenie para comer juntas.

- te acompañamos. - me dice George. - yo también quiero dulces eh. - el estaba de lo mas feliz, me odio por tener que decirle que no.

- los veo en el gran comedor. - sonreí falsamente y me volteé para ya irme.

Pero que vergüenza. No puedo creer lo que acabo de hacer. ¿por que lo hice? Ni siquiera sabia al cien por ciento como me sentía. ¿como por que pensé que el se sentía de la misma manera? Que pena. No se como es que lo volveré a ver a los ojos de nuevo. Empecé a llorar y definitivamente no quería que nadie me viera.

Me limpié las lagrimas pero aun así, se notaba. Entonces aun no podía entrar al comedor así. Caminé por uno de los pasillos, el que es para llegar al gran comedor, y ahí estaban varias personas de Hufflepuff, entre ellas, la hermosa Evie. Dios mio. Por supuesto que le gusta ella, no se porque lo olvidé por completo.

- feliz Halloween. - pareciera que la invoqué. Ella se aparece justo enfrente mío para entregarme una calabaza de dulce. - oh ¿estas bien?

- si. - la tomé. - muchas gracias. - sonreí y seguí avanzando. Por supuesto que no quería hablar con ella.

Voltee para ver si ella seguía en el pasillo, pero no. Ya no se encontraba ahí. Estaba ahora molesta, ya no mas triste. No se porque mis emociones están sin control en estos momentos. Aprovechando que ella no estaba y lancé de la calabaza hacia atrás.

- ouch. - escuché detrás mío. Voltee de inmediato para ver a quien le había pegado y era... ay no de nuevo. Cedric. - tu de nuevo.

- lo siento. - me iba a acercar para disculparme pero... no se porque creí que era una mejor idea mejor entrar corriendo al comedor. Dejándolo ahí a el.

Habían cambiado la decoración del Gran Comedor. Una nube de murciélagos vivos revoloteaba por el techo encantado mientras cientos de calabazas flotaban al igual como si fueran las velas de siempre. Quisiera estar tan feliz para disfrutar esto pero no.

Tomé asiento a un lado de Queenie y ella al verme así no puede evitar darme un abrazo.

- ¿pero que paso? - me pregunta y ahí fue cuando volteo a ver a a mesa de Gryffindor. Ellos ya habían llegado a su mesa y ambos me miraban.

- no lo hablaré ahora. - mejor vi toda la comida que se encontraba en la mesa. - pero que delicia.

- ¿segura que no quieres hablarlo? - me dice Tony, al otro lado mío se encontraba. Asentí. - bien... cambiemos de tema.

- feliz Halloween. - me dice Queenie haciendo una mueca.

- Bien, el cáliz está casi preparado para tomar una decisión - dijo Dumbledore.

Las llamas del cáliz se volvieron rojas, y empezaron a salir chispas. A continuación, brotó en el aire un trozo carbonizado de pergamino.

—El campeón de Durmstrang es Viktor Krum. - todos aplaudimos. -La campeona de Beauxbatons es ¡Fleur Delacour!

- ¡Es ella, Ron! - escuchamos a Harry gritar y por ello, fue inevitable voltear a ver a esa mesa. De nuevo, esos dos me seguían mirando. ¿podrían dejar de hacerlo? tan solo lo hacían mas incomodo.

- El campeón de Hogwarts es ¡Cedric Diggory! - increíble.

- ¡No!  - Ron dice. ¿por qué?

- ya tenemos a nuestros tres campeones. Estoy seguro de que puedo confiar en que todos apoyaran a los que concursaran y... - se hizo un silencio pues, del cáliz había salido otro nombre.

- ¿qué? - dije en voz baja.

—Harry Potter.