
LIV: MOODY
.
𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟱𝟰:
𝗠𝗢𝗢𝗗𝗬
...
Después de un tiempo, y de estar batallando en llegar, se logró. Remus y yo quedamos en el patio de la Madriguera y la señora Weasley y Ginny salieron corriendo a checar de nosotros. Ver Ginny me hizo sentir muy aliviada. No la había visto desde ya un tiempo y tampoco nos habíamos comunicado. Ella me sonríe, y yo le regreso la sonrisa.
- ¿Harry? ¿Eres el auténtico Harry? - me pregunta la Señora Weasley con los ojos llorosos y tratando el evitar llorar.
- ¿nadie más ha vuelto? - dije preocupada. Sentía como mi cuerpo iba cambiando de nuevo. Ya era yo misma.
- me alegro de verte a salvo querida. - me abraza. - no sabes lo preocupada que estaba por ti.
- los mortifagos estaban esperándonos y nos rodearon en el momento en que despegamos... - dice Remus.
En ese momento, vienen llegando Bill y George, quien estaba siendo sujetado por su hermano. George estaba inconsciente y su cara estaba cubierta de sangre. Solo veo como por fin, Molly deja caer esas lagrimas y Ginny se queda sin aliento. Yo en cambio, solo me quedo en shock y no se que hacer.
Básicamente es como si estuviera viendo a Fred lastimado. El pensar que en cualquier momento puedo perder a alguno de los dos, me vuelve loca. No quiero. No quiero pensar en eso. En mi intento de querer pensar en otra cosa, reacciono y corro a ayudar a Bill para poder cargarlo. Lupin también ayudo. Lo llevamos a la casa y lo recostamos sobre un sillón. Una de las orejas de George había desaparecido. El costado de su cara y cuello estaban empapados de sangre.
- hey, hola. - le dije una vez que me acomode a un lado suyo para poder tomar de su mano. Mi voz se encontraba temblorosa, trataba de que no fuese así pero lo encontraba muy difícil.- ¿cómo te sientes?
- te estaría mintiendo si te sigo que excelente. - se ríe con dificultad.
- vas a estar bien. - le dije mientras contenía mis lagrimas y acariciaba de su cabello. - te lo prometo.
- yo lo sé... ¿que no lo sabes? esta de moda solo tener una sola oreja. - no pude evitar reir con ese comentario. Le di un beso en su mano y este sonríe. - ¿Fred ha llegado?
- no. - eso hizo que me preocupara de nuevo. - seguro y no tarda en llegar.
Hermione entra junto a Kingsley.
-vimos a Quien-tu-ya-sabes. - dice Kingsley.
- yo también. - dice Harry, quien venía llegando con Hagrid. No negaré que sentí un gran alivio al verlo bien.
-¡Fred! -escuché a la Señora Weasley-. ¡Oh, gracias a Dios! - volteo y este va entrando con Fleur.
- hola. - se acerca muy velozmente a donde estamos George y yo. Por primera vez, veo a Fred quedarse sin palabras. -¿cómo te sientes, Georgie?
-bendecido... -murmuró.
- ¿qué?
-Bendecido. -repitió George. - Ves... Santificado. Agujereado, Fred, ¿verdad?
Juego de palabras (holy=santificado y holey=agujereado, suenan de forma muy parecida)
-patético. - dije riendo mientras mis lagrimas terminaron por caer por mis mejillas.
- ¡patético! - repite Fred. - Con el todo un mundo lleno de humor verbal ante ti y eso es lo que se te ocurre decir. - también ríe.
- ahora al menos podrás distinguirnos, Mamá.
- ¡son ellos! -gritó Hermione y todos volteamos y vemos a Tonks y a Ron.
- ¡Remus! -Tonks abrazaba de su esposo. - Ron estuvo genial. - cuando ella dice eso, solo vemos como Hermione corre a abrazarlo.
- todavía esperamos a Ojoloco. - dije.
- ojoloco está muerto. - dice Bill, quien no entiendo como es que lo logró saber. Nadie habló, nadie se movió. Estaban tan reciente las muertes que ya no sabia como reaccionar ante ello. - lo vimos, -dijo Bill. - Voldemort... puede volar... fue directamente a por ellos.
La voz de Bill se rompió.
Tonks estaba llorando silenciosamente y es que ellos eran muy unidos. Bill se acercó al aparador y sacó una botella de whisky de fuego y algunos vasos.
- tomen. -dijo, y con un ondeo de su varita, envió los doce vasos a volar por la habitación hacia cada uno de ellos, sujetando el suyo en alto.
-Por Ojoloco.
-Por Ojoloco. -dijimos todos, y bebieron.
...
- entonces... no podemos hacer nada hasta que Harry cumpla los diecisiete. - le decía a Fred, mientras entrábamos de nuevo a la habitación de Charlie, su hermano. Después de ya mucho tiempo. - esperemos esos tres días.
- y la boda. - me dice mientras da vueltas por la habitación. Yo me senté en la cama. Me encontraba en extremo cansada y adolorida. Lo miré confundida pues, no sabía de que boda me hablaba. - Fleur y Bill.
- ¿una boda en estos momentos? Quien lo diría. - Fred se acerca a mi, y nota como empiezo a quitar de mi ropa sucia así que, me ayuda. - Gracias.
- creo que por lo mismo, que ni siquiera sabemos si vamos a poder amanecer mañana, es la mejor decisión. - me pareció de lo más lindo el que me quitara mis botas y mis chamarras. Se levanta y me pasa un camisón. - toma.
- Gracias. - me quité mis pantalones y noté como mi pierna estaba tan lastimada. Sabía que algún hechizo había caído en mi cuando Remus y yo volábamos hacia acá. Pero decidí no hacerle caso y seguir con esto. Pero mi pierna, la misma que me había lastimado en el baño esa vez con el lavabo, ahora solo tenía muchas cortadas y el moretón era más grande y de color más preocupante. Vi como la sonrisa se Fred se borra al notarlo. - ni siquiera empieces a preocuparte porque no es nada.
- como que no es nada. - regresa a hincarse y a checar de mi pierna. La verdad es que su tacto dolía, pero no quería demostrarlo. - creí que esas plantas que te dió Neville te ayudarían.
- así fue... - creo, no del todo. - pero esto es de hoy. - me voltea a ver. - fue mientras volábamos hacia acá.
- ¿por qué no dijiste nada? - se levanta y se pone a buscar por toda la habitación, algo con lo cual untarme. O curarme.
- por eso mismo. - me levanté y lo volteo para poder verlo cara a cara. - ¿ves? Por eso no pudimos volar juntos. Si era cierto que nos preocuparíamos mucho el uno por el otro.
- bueno no se que esperabas. Que no me importe y que piense "wow, que sexy la pierna de mi novia. Los colores morados y verdes si que son lo suyo". - me reí. - no te rías.
- lo siento. - lo abracé. Lo que mas me gustaba de abrazar a Fred era lo cálido que era. Quiero decir, nunca me había sentido mas en casa o a gusto que en sus brazos. Y por lo sucedido hoy, con George y Moody, se que el esta preocupado. No lo demuestra o al menos eso trata pero yo lo sé porque lo conozco y porque al abrazarme, ya lo hace con mas fuerza como si se aferrara a mi. - fue un comentario chistoso.
- no, no lo fue. - me voltea a ver y pasa el cabello por detrás de mi oreja.
- ¿por qué siempre haces eso? - me mira con el ceño fruncido, sin entender a lo que decía. - creo que has movido mas mi cabello de la cara de las veces que yo he visto a mis tíos.
- eres pésima tratando de dar ideas para comparar. - me suelta y se agacha para poder ponerme una crema, la cual... no se que es. Se sintió fresco y ardía un poco. - pues, creo que eres muy preciosa como para que tu cabello no me deje apreciarte como se debe.
- eres un mentiroso. - no me siento nada cómoda cuando me dice cosas así. - ouch.
- okay dos cosas, primero: esta crema era la que muy desesperadamente buscaba. Es de Charlie y el siempre nos la daba a George y a mi. Es claro que éramos los únicos aquí que si nos lastimábamos. Te ayudará demasiado. - termina de ponerme la y no se de donde tomó unas vendas y empezó a vendarme la pierna. - y segundo... - se levanta y me toma de las mejillas para así acercarse a mi y poder besarme. Fue tan de mi agrado ese beso que no quise que terminara y cuando este se separa, solo quedo con los ojos cerrados y los labios levantados. Al escucharlo reír de inmediato quito esa expresión en mi rostro. - eres la mujer mas preciosa que mis ojos han visto. Y no hay nada que me haga pensar lo contrario.
- ¿nada? - niega con la cabeza. - seré vieja.
- que sexys son las ancianas.
- quizá se me caiga el cabello en algún momento.
- no hay nada mejor que una buena frente despejada. - dice riendo mientras acaricia de mi frente y empuja hacia atrás mi cabello. - te pareces a Dobby así.
- eres un menso. - el empieza a hacerme cosquillas y me carga tomando de mis piernas para llevarme a la cama.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro