
Final: ROJO Y AZUL
2 AÑO DESPUÉS
- repíteme el porque escogí casarme en junio. - le dije a mi hermana, mientras ella arreglaba de mi cabello. Agradezco el que ya haya pasado tiempo, o si no, traería el cabello muy corto. Hermione logró encontrar una manera en la cual, este volviera a mi tono natural. El cual de nuevo, era largo. - hace demasiado calor.
- bueno, creo que la razón es demasiado obvia. - ella acaricia mi vientre y luego ríe. - pero que drama, una novia embarazada.
- increíble. - dice Ginny acercándose a nosotras y de lo mas feliz. - te ves preciosa, aun y con tu enorme vientre.
- si ustedes creen que lo que mas resalta es el bebé, creanme que no lo es. - Hermione ahora dice y se refiere a mi vestido.- muy atrevida decisión tengo que admitir.
- ¿es demasiado? - pregunté algo preocupada por que en verdad si fuera demasiado, y las cuatro niegan. Luna también estaba aquí. - no queremos una boda normal.
- considero un vestido rojo algo muy normal. - dice Luna. - no he visto ni una novia con un vestido de ese color, pero a lo que voy es que, si yo viera a una, no lo vería extraño.
- gracias. - reí. - creo.
- entonces... ¿lista? - me pregunta Vivian.
- si um... tan solo necesito un tiempo a solas. Y salgo. - ellas salen del lugar y tomo asiento por un momento.
Lo que pasó en la guerra mágica y que yo no supe, fue que mi padre murió peleando. Lo supe unos momentos después de que Voldemort fuera derrotado. Y no solo el, sino que... también a mi madre. Así es, esa noche perdí a mi familia. A la mayoría. Es curioso ya que mi mamá no estuvo en la batalla. Ella muy tranquila se encontraba en la casa, cuidándose, pero era claro que Voldemort haría algo para lastimar a Lucius Malfoy.
Sin saber que lastimaría a mas de una persona.
Pero estoy bien. Fue un año muy difícil tengo que admitir. No fue para nada fácil tener que estar sin las personas que amo. Y el que el día de hoy sea mi boda, me hizo recordar lo mucho que me encantaría que ellos estuvieran aquí.
- hola. - Harry se aparece y moví las manos para que el no me viera. - es de mala suerte que el novio vea a la novia, no alguien mas.
- cierto. -reí. - hola.
- hola. - el sonríe. Me gustaba verlo así. - te ves muy linda.
- gracias. - me puse de pie para dar una vuelta. - mi bebé esta feliz con ese comentario. - dije pues, sentí como se movió.
- te tengo un regalo.
- les dijimos a todos que no aceptaríamos regalos. - me cruce de brazos. - con que estes aquí es mas que perfecto.
- no me lo puedes negar, eso es de mala educación. - en lo que cabe es cierto. - y no gaste en el, te lo prometo.
- bueno... gracias Harry. - me acerqué a el para darle un abrazo. - lo aprecio.
- toma. - me da la mano y me entrega una piedra.
- linda. - la tomé en alto para verla y noté lo que era. - oh.
- si... - se rasca la nuca nerviosa. - sabes... yo la use una vez y, con esa me bastó. Considero que es mejor así, tan solo aceptar la vida como es.
- si. - mis ojos empezaban a llorar.
- pero una ultima vez no le hace daño a nadie. - sonríe y se separa. - por ello... adelante. Hay tiempo.
- no tanto. - reí nerviosa. - pero el tiempo perfecto tengo que admitir. - dije pues, tenía que entrar a casarme en unos veinte minutos. - yo...
- te dejo. - Harry abre la puerta para irse. - te veo allá.
- si. - le sonreí y el cierra de la puerta.
Tenía mucho miedo... miedo de lo que pudiera pasar. No conozco la ciencia exacta de la piedra pero, se mas o menos lo que esta por pasar. Entonces... aquí vamos. Cerré los ojos y en ese momento, se muestra alguien. Lo sé... siento una segunda presencia.
Mi piel se erizó cuando sentí el tacto de una persona. Alguien acariciaba de mi mejilla. Abrí los ojos algo asustada y veo a Cedric. No pude evitar sollozar, y mis ojos a lagrimar.
- te ves muy preciosa el día de hoy, Charlie. - sonríe. Traía puesto el traje que uso en el baile de navidad. - igual de preciosa que la ultima vez que te vi.
- puedes hablar conmigo. - dije sorprendida. Creí que solo podría verlos. No interactuar con ellos. - estas aquí.
- no exactamente. - ahora el ríe. - pero si.
- te extraño demasiado. - limpié de mis mejillas, las cuales estaban húmedas y arruinaban por completo mi maquillaje. - mas de lo que te imaginas.
- yo a ti. - sonríe con una mueca. - pero hey... mírate. Eres toda una mujer. ¿lo lograste?
- ¿lograr que? - lo miré confundida.
- publicar tu novela, por supuesto. - no puedo creer que lo recuerde. - ¿lo lograste?
- si. - ahora mi nariz chorreaba, que pena. La limpie de inmediato. - hace un año ya.
- felicidades. - quería abrazarlo... pero no sabía si eso era posible. Me acerqué lentamente y el abre sus brazos para yo poder hacerlo, y lo hice. Se siente diferente. Nada solido. Pero... si podía abrazarlo. De alguna manera podía sentirlo. - y también por tu hijo... y futuro esposo.
- ¿increíble, no? - me separé.
- lo es. - ahora escuchaba a Queenie hablar. Ella aparece, pero con el cabello azul, como en nuestro cuarto año por igual. - y tu decisión de vestido, fue lo mejor.
- lo hice pensando en ti. - volvía a llorar. -sabiendo que sería algo que tu usarías.
- ¿y te gusta? - era Tony. - lo importante aquí es que tu estes a gusto con tus decisiones.
- lo estoy. - les sonreí a ambos. - de alguna manera quiero sentir que estas aquí conmigo. En este día. - ellos se tomaron de la mano. - mira. - apunté a mi cabello, el cual tenía brillantina. - ¿te gusta?
- me encanta. - Queenie ríe. Recordando que así fue como nos conocimos.
- me hubiera gustado haberte entregado. - habla mi padre, quien aparece con mi madre. - el sueño de todo padre.
- nos calma el saber que tu y Vivian están a salvo. - ahora ellos se toman de la mano. - y que están felices.
- eso es lo mejor de todo. - era Maddie. No creí que la vería. - necesitas ayudarme en eso, Charlie.
- ¿en que?
- en que Viv sea feliz, y que siga con su vida. - parece ser que ellos están al tanto de todo lo que pasa. Y si, Vivian se niega a salir con alguien mas. - que encuentre felicidad en alguien mas... - asentí. - cuando llegue el momento claro.
- lamento que murieran por mi culpa. - dije de nuevo limpiando de mi mejilla. - al menos ustedes. - dije mirando a los tres.
- no fue tu culpa... - empieza a decir Tony. - tu no tienes la culpa.
- si, tu no sabías que la ex novia de tu futuro esposo estaba desquiciada. - reí ante eso. - aparte, estamos bien.
- todos estamos muy bien. - dice mi papá. - y felices por este día.
- felicidades hija. - mi mamá dice, mientras se acerca para abrazarme. De nuevo, eso era imposible pero aun así, se sentía. - lamento que mi pasado te causar problemas. - dice por lo de Lucius.
- eso ya... ya pasó. - sonreí. - todo esta bien, ahora. - voltee a verlos por ultima vez. - bien... me tengo que casar.
- no vayas a romperle suéteres a Fred. - me dice Cedric. - no todos lo encuentran lindo.
- lo tendré en mente. - le sonreí.
- y oh, aprende a hacer empanadas de calabaza. - me dice Queenie. - alguien tiene que dárselas a probar a tu futuro bebé. - era lo que nos gustaba comer a ambas.
- y se feliz. - me dice Maddie. - lo mereces.
Les sonreí a todos y dejé caer la piedra.
- ¿lista? - Vivian abre de la puerta y nota que lloré. - ¿estás bien? podemos detener todo y...
- no. - sonreí, tanto que creo que la asuste. - todo esta perfecto. Vamos.
Ella se acerca para sacarme de la habitación. Por igual, nosotros nos casaríamos en la madriguera. En estos momentos estaba en el cuarto de Ginny así que bajé de las escaleras y salí del lugar para mostrarme en el patio junto con los demás. Vivian toma de mi brazo, ella sería quien me entregaría. Veo a todos sentados y a Fred a lo lejos, con una gran sonrisa en el rostro.
Se veía guapísimo. Increíblemente apuesto. Adoraba verlo en traje de vestir. El cual era azul oscuro. Cuando me ve, alza los ojos y se los tapa con ambas manos, haciéndome reír.
- ¿lista? - me dice Viv.
- si. - estábamos por caminar, cuando la detengo. - gracias por todo.
- no hay de que. - ella ríe confundida.
- te amo, Viv. - nunca lo decimos, así que lo consideré correcto. Ella me sonríe.
- y yo a ti. Mucho. - besa de mi cabeza y caminamos por el pasillo.
Fue lindo ver a todos mis amigos ahí. Harry sentado con Ginny, ambos tomados de las manos. Hermione y Ron, por fin juntos. Neville y Luna. Varios compañeros de Ravenclaw. Evie estaba ahí, lucía preciosa como siempre y tomada de la mano de Oliver Wood. Eso jamás me lo esperé. Pero estoy feliz por ella.
La familia Weasley por supuesto, toda asistió. Inclusive Percy, quien realmente se arrepintió de su actitud y ahora es otro completamente. Una persona muy amable y linda con Molly, y con toda su familia.
Llegué por fin a un lado de Fred y no pude evitar reírme, solo de verlo, reía.
- hola. - me dice, el muy feliz.
- hola. - le contesto. - al fin...
- al fin. - repite.
- ¿podemos acelerar esto? - Fred dice y solo escucho como Hermione y Ron rien. No los culpo, yo igual. - es que... ya quiero estar casado con ella.
- pero...
- ¿se puede? - pregunté, siguiendo le a su idea.
- pues... - quien nos casaba era Hagrid. - yo no se mucho de esto. ¿no quieren ni decir sus votos antes?
- oh si. - Fred busca en su bolsillo una hoja. - aquí lo tengo.
- yo también. - saqué la hoja.
- em... no, no voy a leer esto. - el rompe de la hoja y me toma de las manos. No podía dejar de sonreírle, mis mejillas dolían. En verdad estaba muy feliz. - ¿recuerdas la vez que pasamos navidad aquí? - asentí. - mucho antes de que habláramos de como nos sentíamos.
- si.
- bueno... estaba tratando de huir de ti. - reí. - me hartabas un poco. Eras un poco irritable, mas porque siempre estabas molesta.
- gracias. - dije y de nuevo, Harry, Ron y Hermione ríen.
- pero era por lo mucho que te quería y deseaba estar a tu lado. - veo como sus ojos lloran. - estoy tan enamorado de ti, tanto que te lo juro que, llegué a hartar a George de lo mucho que hablaba de ti en las noches.
- eso es cierto. - dice el, quien estaba a un lado, siendo su padrino.
- y lo que no pude ver desde los primeros días, es que es contigo con quiero estar el resto de mis días. - vi como la lagrima se derramaba en su mejilla. - pero hey, sabía que había una razón por la cual preguntar por la familia de mi mejor amiga. - ambos miramos a Vivian quien nos sonreía. - por algo siempre quería que "me informaras de Ron". Contigo a mi lado, nunca estaré solo... porque se que estaré a lado de la mujer mas increíble del mundo. Mas preciosa y con el corazón mas grande. Gracias por no rendirte nunca en nosotros y por hacerme el hombre mas feliz. Prometo amarte por el resto de mis días, si así me lo permites.
- ¿tengo que decir algo ahora yo, cierto? - dije conteniendo las lagrimas.
- si no quieres no. - reí ante eso.
- no, no, si. - me limpie ahora yo los ojos. Hoy he llorado tanto que estoy segura de que mis ojos son rojos. - si algo he aprendido, durante estos años es que, definitivamente una vida sin ti es algo lo cual no deseo. Estoy tan acostumbrada a verte con tu hermosa sonrisa, tus comentarios tan ocurrentes y tus bromas inclusive.
- son buenas. - el dice volteando a ver a George.
- lo son. - asentí. - cuando apareciste en mi vida, yo tan solo creí que eras la pieza clave para hacer de mi hermana una persona feliz. Pero veo que hiciste mas que eso. Me hiciste a mi feliz. Mas de lo que jamás me hubiera imaginado. Entonces, el estar contigo y el tener tu amor, es lo mejor que me ha pasado en la vida. Quiero que siga siendo así mucho tiempo mas... prometo amarte y hacerte feliz por el resto de nuestros días.
- pero vaya que me has hecho llorar. - reí.
- ¿anillos? - voltee a ver a Hagrid, quien estaba tan confundido, no sabía que hacer o que seguía. Así que solo asiente. Le entrego un anillo color azul y el me dió uno rojo. Cada uno representando la casa del otro. - ¿que sigue?
- um... - se pone a buscar en su libreta. - los llamo... ¿marido y mujer? - asiente. - ¡si! puedes besar a la novia.
Y Fred me toma con fuerza de la cintura para acercarme a el y darme un beso. Un gran beso. Escucho los aplausos de todos al fondo.
Fin.
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