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Recordando los porqués...

Hi, it's me again.

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Capítulo tres.
Recordando los porqués...


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—¡LO ODIO!—Grito con enojo mientras azotaba la puerta de su habitación.

Miró sin interés a su compañera y siguió con su lectura, ya podía asegurar el porqué del enojo de su amiga.

—¿Qué hizo esta vez?—Pregunto, sin despegar la vista de su lectura.

Tenía los hombros tensos y su respiración era agitada, realmente estaba molesta. ¿Molesta? No, ¡estaba furiosa! el maldito esta vez se había pasado de la raya.

—Ese maldito... ¡el maldito me besó! ¡Entiendes! ¡Me besó!—Gritó nuevamente, casi como si fuese lo más indispensable para la comprensión de su amiga.

Miró levemente a la chica Rose y suspiro. Sus ojos ya amenazaban con llorar a causa de la histeria.

—Ya veo... —

—¿CÓMO PUEDES TOMARLO TAN A LA LIGERA? ¡Es casi lo mismo que lo tuyo con el idiota de Silver! ¿No lo recuerdas?—Cito con molestia la chica, causando un leve tic en el ojo izquierdo de la otra.

—Eso es muy diferente—Se defendió.

—Si claro...—Se cruzo de brazos y suspiro—Maldito infeliz—vociferó.

Silencio... incomodo silencio.

—Blaze—Llamó la chica un poco más tranquila—Necesito vengarme del maldito de una buena vez...

Suspiro de manera imperceptible y cerro su libro de golpe. Ella también estaba harta de la situación; el ver a Amy histérica en cortos periodos de tiempo era algo que estaba comenzando a fastidiarla.

Estaba acostumbrada a los ataques de histeria de la chica, pero últimamente estos venían con más frecuencia y se volvían cada vez más violentos de lo usual...

—Te gusta, ¿para qué negarlo Rose?—No, no había sido una pregunta, aquello era una afirmación. Ella estaba completamente segura de los sentimientos de Rose hacía el tonto cabeza dura de Sonic.

—¡Claro que no!... por el contrario, puedo darte una lista de diez razones del porque lo odio—Se apresuro a decir.

No, claro que no sentía nada por ese idiota. El era todo lo contrario a lo que buscaba en su concepto de 'chico ideal' además de ser un asqueroso, pervertido y sexy engreído. ¿Sexy? Vale, quizás necesitaba ayuda psicológica... ¿Desde cuándo veía a Sonic sexy? A claro, desde siempre, aunque se negaba a creerlo.

—Claro, claro...—Dijo con simpleza, causando un sobresalto en la muchacha de cabellos rosados. —Deberías buscar un nuevo pasatiempo—Dijo después.

Suficiente, esa conversación era demasiado para su salud mental. El seguir hablando con Blaze de ese tema en particular causaría que cometiera un homicidio.

Suspiró... tendría que pensar un plan para vengarse de Sonic.

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Sintió deseos de reír a carcajadas. ¡La había besado! Por primera vez luego de años de insistencia la había besado. Fue un simple y delicado beso pero había sido la gloria. ¿Cuánto tiempo había deseado probar nuevamente los labios sabor a cereza de Amy Rose?

Y ahora que lo recordaba, aquella no era la primera vez en que le había robado un beso...

El primero había sido en su primer año de secundaria, poco después de invitarla a salir.

Ella se negó al instante; en aquellos entonces ella estaba enamorada de Shadow, el idiota engreído que se empeñaba en ser su rival en todo cuanto hiciese.

¡Como lo detestaba! El muy maldito siempre ganaba todo, deportes, amistades, calificaciones y a Rose...

Cuando Shadow le pidió ser su novia ella acepto gustosa al instante. Quizás era realmente por eso que lo detestaba, el había ganado a la chica que le gustaba. Por dos años no hizo más que molestar a Rose, a escondidas de Shadow claro, porque el chico era el más celoso, posesivo he histérico que pudiese existir.

Se moría de celos, no podía ocultarlo. Y claro, era una bomba de tiempo esperando estallar. Llegado su momento, hizo lo que ningún otro con cinco gramos de cerebro se hubiese atrevido hacer.

Besó a la novia de Shadow The Hedgehog...

¡Enfrente de todo mundo! Los chismes corren como el agua del río y quizás, de haber estado en sus cinco sentidos se hubiese ocultado mejor.

No sabía a ciencia cierta que había sucedido después de ver a Shadow entrar en su habitación y tomarlo fuertemente por los hombros mientras golpeaba su rostro y cada parte de su cuerpo una y otra vez.

Despertó en el hospital horas después, tenía varias costillas rotas y la ceja izquierda suturada.

Tiempo después supo que a Shadow le habían expulsado de la escuela y le habían mandado a un reformatorio para 'chicos problema'. Desde ese entonces Rose le odiaba...

Sí, quizás había metido la pata hasta el fondo, pero él no quería que las cosas llegaran hasta esos extremos. Todo se le había salido de control ¡Los malditos celos fueron los culpables!

Aquello era una mala excusa, pero no podía decir nada más.

Suspiró; sabía que muchos lo conocían por el 'chico que besó a la novia de Shadow The Hedgehog y vivió para contarlo'. Y no sabía si eso era bueno o malo, quizás era más malo que bueno, muchos se burlaban a sus espaldas.

No era que le importara, pero no podía dejar de sentirse incomodo ante tales comentarios. —¡Es que tenía muy buen oído!— Pero ahora debía dejar de molestar a Amy; aquello sería lo más difícil que haría en mucho tiempo. ¿Qué sería de su vida? No podría vivir completamente feliz sin molestarla eso lo sabía, pero era un hombre de palabra y tendría que aceptarlo.

Había perdido y debía cumplir. ¿Debía? Sí, si debía...

—Estúpido—Pensó para sí mismo con frustración.

Seguramente encontraría la manera de entretenerse, pero por el momento no podía evitar molestarse consigo mismo...

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Despertó de golpe sobresaltada; miró con temor el reloj en su mesita de noche y no pudo evitar dar un brinco en su cama ¡Ya era demasiado tarde! Corrió en dirección al baño y comenzó a cepillarse y recogerse el cabello rápidamente.

Faltaba menos de media hora para entrar a clases y no podía perder su récord de buena asistencia. Buscó con desesperación su uniforme y contuvo una blasfemia ¿En dónde demonios lo había metido? Trato de recordar pero su mente no estaba de su lado en ese momento.

—¡Maldita sea!—Gritó desesperada. —¡Amy ya es muy tarde!—Grito después con más fuerza.

No podía creer cuan perezosa podía llegar a ser su compañera de habitación. ¿Cómo demonios no le preocupaba el hecho de llegar tarde? Sintió deseos de tirar del colchón, pero sabía que eso sería firmar su sentencia de muerte.

—¡Amy, llegaremos tarde!—Grito de nuevo, mientras de la ropa sucia tomaba la falda que traía el día anterior.

Ya estaba visiblemente histérica, eso no era sorpresa para nadie. Y más aún al ver a Amy dormir con tranquilidad.

—¡Mierda Amy, ya es tarde!—Grito por tercera vez, ahora si al borde del llanto.

Abrió los ojos con pesadez y observó a su alrededor.

—¿Qué...? —

—¡Como puedes ser tan mala amiga!—Reprochó—¡Apagaste el despertador y por tu culpa perderé mi récord de asistencia perfecta!... ¡Eres, eres...! —

¿Despertador? ¿Ella realmente estaba hablando en serio? Sintió deseos de reír como una idiota al comprender la situación, pero por respeto, prefirió callar. Se permitió observar a su compañera y nuevamente las ganas de reír vinieron a ella.

Tenía la ropa mal puesta, y restos de pasta dental por toda la cara, su rostro bien podría compararse con el de un muerto viviente y de su cabello mejor ni hablar. Estaba al borde del llanto y el tic en su ojo se notaba sin ninguna dificultad.

—Blaze... —

Comenzó a llorar con fuerza; ¡Por culpa de Amy llegaría tarde por primera vez en años y perdería su récord y todos la tacharían de irresponsable!

—¿Por qué...?—se lamentaba la chica mientras intentaba limpiar las lágrimas que salían de sus ojos. —¿Por qué...?—Lloraba con más fuerza, causando en Amy, un poco de pena ajena.

Sintió deseos de dormir nuevamente y dejar a la chica con su histeria, pero su deber como amiga era esperar a que se tranquilizara y pudiese explicarle el porqué.

—Blaze...—Le llamo nuevamente, un poco más fuerte, esperando llamar su atención.

Y, nuevamente fue ignorada por los lloriqueos de la chica. Sintió deseos de darle unas cuantas bofetadas, pero estaba demasiada cansada como para levantarse de su cama.

—¡BLAZE!—Gritó fuerte, causando un ligero dolor en su garganta, pero al menos había captado la atención de su compañera. —¡Hoy es sábado!—Dijo, sin más y se dispuso a dormir.

Sábado... "hoy es sábado" ¿realmente estaba hablando en serio? No sabía si reír o llorar. Miró a su compañera que ya hacía con una almohada sobre su rostro, haciendo el intento de dormir.

—Vaya idiota—Murmuro Amy, mientras se cambiaba de posición. —Ayer estuviste con el rarito de Silver, ¿no es verdad?—Dijo después y nuevamente cambio de posición.

Sintió arder ligeramente sus mejillas; anoche había dormido hasta muy tarde peleando con Silver.

—No...—Mintió.

No obtuvo respuesta por parte de Amy, quizás ya hasta había recuperado su sueño.

Camino en dirección al baño y tomo su olvidada pijama. Miró con diversión su rostro y no pudo evitar soltar una leve carcajada al ver su estado. ¿En qué estaba pensando?

Regreso hasta su cama y se dispuso a dormir nuevamente. Aunque al recodar nuevamente a ese molesto sujeto sabía que no podría hacerlo.

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Despegó ligeramente la vista de su libro de historia y suspiro; miró con disimulo a todos a su alrededor ¿Es qué esa veintena de buenos para nada no podían leer lo que el profesor había ordenado?

—No me extraña en lo más mínimo el porqué te gusta tanto esta lectura, ¡se parecen a ti!—Escucho decir tras de ella.

Frunció ligeramente el seño y prefirió ignorarlo; las fotos de las mujeres del continente africano ningún parecido tenían con ella.

Siguió con su lectura, podía sentir de vez en cuando un lápiz picotear su su espalda. Sintió deseos de golpear al idiota que estaba tras de ella.

—Eh, Blaze...

Ignóralo, ignóralo...

Una sonrisa burlesca se formo en el rostro del muchacho. ¡La chica se estaba molestando! Era demasiado fácil molestarla, explotaba a la mínima aunque se empeñara en disimularlo.

—Blazeeeee—Llamo de nuevo, lo suficientemente bajo para que ella únicamente le escuchara. —Blazeeeee...

Apretó fuertemente los puños en señal de frustración; aunque su mente y su sentido común le decían que guardara la calma y mantuviera su atención en la lectura, le era casi imposible no estallar ante tanta insistencia por parte de ese idiota cabeza dura.

Silver era el primo de Sonic y, casi como si fuese cosa de genética, era casi tan fastidioso como él. Bien, quizás no a tal extremo, pero no estaba muy lejos de serlo.

—Muy bien alumnos, como actividad de clase necesito que realicen un mapa conceptual sobre cómo se realizan los matrimonios africanos, trabajaran en parejas que yo mismo formare—La voz somnolienta del profesor de historia la distrajo.

Tomo su lista y comenzó a nombrar alumnos al azar.

—Blaze The Cat...

—Presente—Dijo casi por instinto, esperaba trabajar con ese chico recién llegado.

—Blaze The Cat, trabajaras con el señor The Hedgehog...

Sintió como un balde de agua fría caía sobre ella. ¿Había escuchado bien? ¿Debía trabajar con ese idiota cabeza dura? ¡Jamás! Ella no trabajaría con ese idiota.

—¡Me niego, profesor! The Hedgehog es un incompetente y un perezoso...

La mirada inexpresiva en el rostro del profesor le hizo entender que no pensaba cambiar de opinión.

—He dado una orden y usted debe cumplirla, señorita—Se limito a decir.

Contuvo unas cuantas blasfemias y giro su pupitre en dirección al del muchacho, la mirada burlesca y cínica en su rostro le hizo enfurecer.

Control, Blaze, control...—Se dijo mentalmente y comenzó a escribir en su libreta.

—Eh, despacio... la gente normal no escribe tan rápido.

Lo fulmino con la mirada y continuó escribiendo; poco le importaba si le llevaba el ritmo o no. Ella quería terminar y alejarse lo más posible de ese idiota.

—He dicho que más despacio—Le dijo suavemente mientras tomaba fuertemente su mano, sin llegar a lastimarla.

Lo observo incrédula unos momentos. ¿Cómo se atrevía? Trato de liberarse de su agarre pero su fuerza era superior.

—Suéltame—Ordeno.

La ignoro completamente, causando que su ira aumentara; intentó nuevamente liberarse de su agarre con un poco más de fuerza logrando únicamente que su pupitre se moviese con violencia.

Mordió el pulgar de su mano libre para evitar soltar un grito.

—Ya...—Dejo su pluma a un lado y se permitió observarla a los ojos unos momentos.

Sintió sus mejillas arder ¿Desde cuándo se sonrojaba por ese idiota? Se libero de su agarre y escondió su rostro en su libro.

—No tienes que fingir que no te gusto, princesa...

Despego ligeramente su vista de su lectura y no pudo evitar mirarle con odio. ¿Gustarle? ¡Ja! No tenía tan malos gustos, no gustaba de idiotas. ¡Ay dios! eso sonaba como algo que Amy hubiese dicho. Miró nuevamente al chico que no despegaba su mirada de ella y suspiró.

—No tienes tanta suerte, Hedgehog...

Siguió garabateando unas cuantas cosas que, si leía bien no venían al tema, poco le importaba. Luchaba por mantener su mente concentrada en otra cosa que no fuese los bonitos ojos de Silver.

—No sabes mentir...—Se burlo de nuevo y con el pulgar derecho acarició suavemente la mano libre de ella.

Sintió su piel erizarse al contacto. ¿Qué estaba sucediendo? sus mejillas se tornaron nuevamente rojas maldiciéndose mentalmente por no poder ser capaz de mover ningún músculo.

—¡Muévete, idiota, muévete!—Le grito su mente al ver el rostro de Silver aproximarse peligrosamente hacía ella.

Acto seguido, los suaves labios del chico rozaron los suyos, cerro con fuerza sus ojos al sentir ese cálido contacto con su piel mientras los vellos de su nuca se erizaban.

No estuvieron así más de un minuto, pero podría haber jurado que fueron horas enteras. Silver se separo despacio mirando con gracia la cara confundida de Blaze.

—Yo te gusto, ya lo sé... pero besas del asco.—Le dijo causando que saliese de su trance.

Y ya iba articular palabra cuando el timbre que anunciaba el final de las clases le hizo callar. Observó al chico tomar su mochila y salir como si nada por la puerta mientras la veintena de 'idiotas' salían tras de él.

—Imbécil—Murmuro en voz baja mientras guardaba sus cosas y recordaba la cálida respiración del chico y su aliento mentolado.

Se sintió sonrojarse de nuevo, no podía negar lo evidente, ese chico le volvía loca en más de un sentido, pero no iba ser ella quien lo dijese.

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Continuará...
Se cuidan y muchísimas gracias por leerme.
Atte.
Gri.

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