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Advertencias. Un poquito de OCC en los personajes, nada que afecte realmente. Universo alternativo, todos son adolescentes comunes y corrientes.
Aclaración. SONIC NO ES MÍO. Sólo lo tomo para fines ociosos y de recreación. Lo que sí es mío es lo que vas a leer a continuación.

Historia mejorada y potenciada con el nuevo estilo de escritura que tengo en la actualidad, nada que afecte a la trama en general.

Escrita originalmente el 19 de septiembre de 2009, que sí que ya llovió...
No los entretengo más, lean...

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Capítulo uno.
"Venganza"

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Venganza.

Su mente sólo eso pedía y no podía pensar en nada más.

Quería venganza y la quería ya.

¡Lo mataría! ¡Lo mataría y lo volvería a matar! ¿¡Cómo se había atrevido? ¿Cómo es que había osado!?.

¿Qué de que quería venganza?

De todas y cada una de las veces en que aquel muchacho, le había hecho pasar vergüenzas. Todas y cada una de las veces en que se burló de ella. —Ya era suficiente—.

Se encargaría de que los buitres se comieran sus restos.

Nunca creyó experimentar tanta vergüenza e ira junta.

Él había... él la había fotografiado en ropa interior.

¡En ropa interior joder! ¡Todos y cada uno de los muchachos del plantel la habían visto semi—desnuda, y sabrá dios qué cosas pudieron hacer con su foto!.

—No pudo ser tan malo—le animó su compañera de habitación.—Por sexta vez.

Su respiración era agitada; estaba enojada que incluso podría cometer un homicidio.

Ese The Hedgehog se iba a enterar de lo que realmente era capaz. ¿Quería guerra? ¡Guerra iba a tener! Había jugado con fuego y ahora se atendría a las consecuencias; pero... ¿cómo? ¿Qué haría? No lo conocía realmente, no sabía mucho sobre él, solo tenía en claro que era aficionado a los deportes —Joder, iba a ser más difícil de lo que pensó.—

Suspiro hondo y masajeó sus sienes con suavidad; dirigió su verde mirada hacía la ventana, era un hermoso día de otoño. —Otro año más encerrada en aquel internado, soportándolo—.

Miró levemente a su compañera; una chica de cabello lila que respondía al nombre de Blaze quien estaba más callada de lo normal. De hecho, parecía estar triste.

—Tengo que vengarme Blaze—le dijo a la muchacha mientras se recostaba bocabajo en su cama.

La muchacha suspiro y negó con la cabeza. —La venganza y los golpes nunca resuelven nada—le dijo sabiamente.

—Hacen sentir mejor y eso me basta—

Blaze rodó los ojos en señal de exasperación. No, no era la mejor dando consejos y esas cosas, pero hasta ella sabía que la violencia genera violencia. —Y que si se enfrentaba a The Hedgehog iba a salir perjudicada—

—Yo solo digo que no debes actuar de esa manera—siseo la chica—Debes buscar una forma más inteligente de vengarte de él, no sé... por ejemplo... ganarte su confianza y poder humillarlo públicamente...—sugirió sin darle demasiada importancia al asunto.

Negó con la cabeza y respiró hondo. —Mientras menos contacto tenga con él será mucho mejor, Blaze—dijo con tono de cansancio—Debe haber una manera sencilla de acabar con él...—murmuró.

Intentó pensar con claridad la debilidad de aquel erizo molesto; lo conocía desde la primaria y en todo ese tiempo no había encontrado ningún símbolo de inseguridad por parte de él. —Maldecía mentalmente a aquel sujeto por ser aparentemente indestructible—.

Si se lo preguntaban, podía hacer una lista de por lo menos cinco páginas enteras del por qué detestaba a The Hedgehog, podía describirlo con una simple y sencilla palabra: "Molesto".

Si, esa era la palabra correcta para describirlo; era molesto además de no conocer el significado de la palabra basta. Y por si eso no fuese suficiente, era cruel, arrogante y el ser más pedante y engreído que podía existir; era como si se creyese la octava maravilla del mundo. —Como lo detestaba—

El simple hecho de estar juntos bajo el mismo espacio —cuando convivían en horas de clases— le era un calvario. Soportar burlas, insultos, bolas ensalivadas de papel y un montón de notas de "¿Quieres salir conmigo?" era algo que detestaba con todo su ser.

Pero, ¿qué podía hacer realmente? Iban a ser compañeros hasta la universidad. —Tendría que resignarse—.

El colegio al que asistía —o más bien la cárcel disfrazada de colegio— funcionaba de la siguiente forma; "Los padres podían llevar a sus hijos desde preescolar y dejarlos viviendo ahí, hasta el grado que se desease" y ella —para su desgracia— aún tenía por lo menos cinco años más metida ahí dado a que sus padres eran empresarios ocupados con sus propios asuntos sin el menor interés de cuidar de una adolescente.

Resoplo molesta y continuó con su meditación. ¿Qué debía hacer? Algo lo suficientemente inteligente para que él no sospechara nada y así no pudiese contrarrestar sus ataques y lo suficientemente simple para no tener que complicarse la existencia.

¿Chismes? ¿Burlas? ¿Golpes? ¿Groserías? ¿Qué hacer? Ya todo lo había intentado pero al parecer el siempre estaba un paso adelante.

Miró con fastidio el reloj sobre su mesita de noche; Las cuatro quince de la tarde. A esa hora el tipo tenía práctica con todos los cavernícolas que tenía por compañeros. —Ahora que lo pensaba con mayor tranquilidad realmente hubiese querido sentirse tan segura como cuando le había gritado al chico—.

Cerró los ojos tratando de liberarse de todos esos pensamientos; debía encontrar la manera, tenía que haberla pues siempre hay una salida para todo. —Si debía ser sincera, manejaba la teoría de que todo se podía solucionar a golpes, pero no podía debido a la "diferencia" de género, cómo se empeñaban en recalcarle al no ser "propio de una señorita"— ¿qué sería para ella solamente pararse y partirle la cara a ese imbécil?

Suspiró; pensar en ese sujeto le daba dolor de estómago y le ponía los nervios de punta. —Fue ahí donde su idea de venganza comenzaría—.

Sin previo aviso, brinco cual niña de preescolar, gritando de un lado a otro "Lo tengo". Al fin había encontrado la forma correcta de vengarse de The Hedgehog era simple que no supo cómo es que no se le había ocurrido desde un inicio: Actuar "linda" ante él, así seguramente él se sentiría tan hostigado y se alejaría de ella al fin.

De ser posible tendría que ser indiferente a cualquier insulto, palabra obscena, o cualquier escupitajo que saliese de su boca o la de cualquiera de sus compañeros.

La mejor manera de vengarse de aquel idiota era ignorándolo....

Ignorar cualquier intento de golpearlo he aniquilarlo y limitarse a sonreír como una idiota cada vez que él estuviese cerca.

Sonrío con malicia y salió de su habitación; caminó con prisa por aquellos pasillos ya casi vacíos con una sola intención en mente: Encontrarlo y que su plan comenzará.

Desde lejos pudo observar claramente como seis o siete chicos corrían de un lado a otro detrás de un balón casi desinflado; se acercó lentamente sentándose en una de las bancas a observar tranquilamente. —Imaginando cómo iría su plan—.

Los observo embobada por unos minutos. "No parece tan feo, viéndolo de este ángulo" se dijo para sí misma al observar al chico correr de un lado a otro con la camisa pegada al cuerpo bañado en sudor.

"Incluso se ve lindo" se dijo nuevamente con un leve sonrojo en su rostro. Pudo observar claramente como el solamente se detenía a mirarla levemente a los ojos y enseñarle el dedo del medio en una señal clara de grosería.

Frunció el ceño cruzándose de brazos. ¿Cómo se atrevía? "No, no es lindo, es grosero y vulgar" se deshizo de todo pensamiento anterior.

Los minutos transcurrieron lentamente; todo era ver ir y venir a los muchachos tras el balón una y otra vez. Además de escucharlos de vez en cuando insultarse y golpearse entre sí.

Después de media a hora finalmente poco a poco se retiraron quedando únicamente los "cinco infernales" en la cancha de juego. Se acerco lentamente hacía ellos, cautelosa y dubitativa, tenía una mezcla de vergüenza, ira y un poco de miedo ante la incertidumbre de lo que pudiese llegar a suceder.

Tomó una gran bocanada de aire y se armó de valor para soltar lo siguiente lo más segura que pudo aparentar verse.

—The Hedgehog, quiero hablar contigo—Hablo con un tono chillón mientras se acercaba caminando lentamente hasta ellos.

—¿Vienes a sermonearlo?—preguntó uno de los matones del susodicho, el cual respondía al nombre de Knuckles.

Negó levemente con la cabeza y puso ambas manos en su cintura. —No, al menos, no hoy—le dijo simplemente.

—¿Ah no? ¿Entonces a qué se debe tu visita?—preguntó el menor del grupo mirándole con desconfianza—No me parece que presagies nada bueno—Añadió después el jovencito que se hacía llamar Tails.

—No es tu asunto—recalcó levemente molesta ante las intromisiones—The Hedgehog, hablemos a solas por favor—pidió en un susurro apenas audible.

—Pues... eso no se va a poder Rose–intervino Silver, el primo del bastardo mayor—Lo que le tengas que decir a él, nos concierne a nosotros también—añadió.

Maldijo al maldito que le gustaba hacerse el interesante ¿por qué jodidos no intervenía?

—¡Cierra la boca, idiota! —Farfulló, iracunda—Ahora tú –señaló al chico—¡O vamos a solas o te juro que ahora si te mato!—gritó visiblemente histérica.

Al diablo todo, ellos podían alterarla fácilmente. El resto de varones le observaron burlescos, murmurando tonterías que no se molesto en entender.

—Bueno chicos... nos vemos más tarde... la señorita quiere "acción"—dijo al fin el aludido con un tono burlesco y pretencioso, algo muy usual en él.

El muy maldito se creía irresistible; y aunque para el ochenta por ciento de las mujeres en el instituto así fuese, eso no le daba el más mínimo derecho a portarse grosero y petulante frente a ella.

A solas y en silencio, ambos intercambiaron miradas retadoras.

—Y bien... ¿Qué querías decirme con tanta urgencia, linda?—preguntó acercándose lentamente hacía ella.

—Venía a decirte que todo está arreglado, Sonic—susurro con una media sonrisa en sus labios, desconcertándolo.

Arqueó una ceja sorprendido. —¿Qué es lo que está arreglado?—preguntó sin entender, esa mujer sí que era extraña.

Sonrío complacida ante la confusión del muchacho y le observó de arriba abajo con una mirada coqueta y burlona.

—Solo quería decirte que, las cosas entre tú y yo cambiaran–le tocó ligeramente la mejilla con las yemas de los dedos—Todo olvidado—Finalizó dándose la media vuelta dispuesta a irse de ahí con paso lento contoneando las caderas.

Honestamente le tomó más de dos segundos volver a la realidad; ¿Qué rayos era lo que estaba diciendo esa mujer? Apenas hace unas horas quería matarlo y ahora le hablaba bonito y hasta decía que todo estaba olvidado. ¿Es que a caso estaba loca?.

—Bueno, es mejor que me vaya, nos vemos mañana Sonikku—se despidió a lo lejos con un gesto con la mano, dejándole confundido.

A veces no comprendía a las mujeres, sabía y no era sorpresa que todas estuviesen locas... pero definitivamente Amy Rose se llevaba el premio mayor. Aunque eso no era algo que le preocupara del todo, le gustaban los retos y definitivamente ella era uno que se veía tentado a cumplir.

—Así que todo olvidado—Miró en dirección por donde ella había partido y sonrió con autosuficiencia—Será divertido ver a donde quieres llegar, Amy—Murmuró para sí mismo y se fue en busca de sus compañeros.

Porque el que Amy Rose estuviese loca no demeritaba el hecho de que fuese una chica atractiva; ni tampoco disminuía esa atracción que tenía hacía ella. Quizás él también estaba loco, pero ella le volvía loco con sólo existir.

Y eso era algo a lo que no podía resistirse...

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Continuará...
Se cuidan y muchísimas gracias por leerme.
Por favor, déjame tu opinión y/o sugerencia, lo apreciaría bastante. c:
Dispensen las faltas y dedazos que se me pudieron haber ido por ahí, mi miopía no da para más...

Atte.Gri.

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