🍑Capítulo 2🍑
Habían pasado cuatro días desde que JungKook se marchó a su viaje de negocios. Noche tras noche se veían en videollamada y como el chico de cabellos azabaches quería tentar a su novio, no perdía la oportunidad en cada llamada de mostrarse frente a él con poca ropa.
TaeHyung lo regañaba, le decía que estaba jugando sucio. El chico de ojos grisáceos sentía que si su pareja seguía seduciéndolo, tarde o temprano terminaría pidiéndole que se olvidara de la condición que le había impuesto y tuvieran sexo en la videollamada.
En bóxer, con una bata traslucida, y su cabello húmedo, un sonriente JungKook contestaba la videollamada de esa noche.
— Hola mi dulce melocotón.
— Hola... Diablos, Kookie, ¡¿Qué haces?! — Expresó humedeciendo sus labios. — JungKook, ¿Cómo te atreves a aparecer así frente a mí? — TaeHyung tragó saliva y el azabache sonrió ladino.
— No digas palabrotas. — Estando de pie se inclinó frente a la cámara y TaeHyung divisó como algunas gotas de agua que escaparon de la cabellera azabache se deslizaron por el cuello y un pectoral de su pareja. — Es que así voy a dormir hoy. — Le arrojó un besito a la cámara.
— Jun-JungKook, deja tus manos quietas. — Tartamudeo cuando el azabache inició a jugar con el elástico de su bóxer.
— Baby, estoy quieto.
— Me estás seduciendo y no quiero caer. — JungKook mordió su labio inferior. — ¿Qué estoy diciendo? Quiero caer, extraño mis sesiones de sexo virtual con mi conejo.
— Solo quítame esa condición y...
— ¡No!
— Mi amor, estoy seguro que estás muy duro. — Bajó un poco su bóxer sin llegar a mostrar su pene. — Tus pupilas están dilatadas, estás excitado...
— No hagas eso. — Inconscientemente mandó su mano a la entrepierna.
— Bebé, manos fuera. — Le dijo sonriente y subiendo de nuevo la tela del bóxer.
— No tengo las manos en... — JungKook enarcó una ceja, y TaeHyung miró hacia su entrepierna. — Mierda, mierda.
— Nada de palabrotas.
— Es tu culpa, conejo excitador.
— Yo no hice nada.
— Claro que lo hiciste, apareces frente a la cámara con ese atuendo, coqueteando y jugando con el bóxer.
— Solo quería...
— Hacerme caer. — Lo interrumpió. — Quieres que te diga que no aguanto más, y que tú tenías razón.
— Me atrapaste, amor. — Levantó sus manos y le guiñó un ojo.
— Conejo hijo de...
— Insúltame y verás que cuando vuelva te dejaré sin caminar por dos semanas.
— Quiero eso. — Pensó. — No me amenaces...
— Ya, bebé, deja de hacer caritas y pensar en cosas excitantes.
— ¡Kookie!
— Si mi amor.
— Te extrañó. — Puchereo.
— Yo también mi vida, no sabes cómo anhelo que pasen rápido estos días, y poder estar contigo.
— ¿En serio vas a aguantar estos días sin tener sexo virtual conmigo?
— Bebé, quiero verte con ese Plug anal. — Alzó su mano hacia la pantalla del dispositivo y acarició la pantalla. Deseaba tocar la piel de su amado.
TaeHyung imitó la acción del azabache. — ¿En serio vas a aguantar todo este tiempo?
— Claro que sí. — Lamió sus labios. — Cuando llegue a casa te daré todo lo que tengo reservado para ti. — Le mostró su entrepierna cubierta por el bóxer.
— No me lo muestres...
— Tú eres el que no va a aguantar, bebé.
— Claro que lo haré.
— TaeHyung... No quiero que hagas trampa y te masturbes.
— ¿Por quién me tomas?
— Bebé, te conozco y por tu mirada te puedo decir que estás pensando en hacerlo.
— Puede que lo piense. — Abrió sus piernas intentando no tener roces de su ropa con su erección. — Pero si lo llegó a hacer no te vas a dar cuenta. — Se encogió de hombros y sonrió.
— Viste que eres un tramposo.
— Te dije que tenías que aguantar sin tener sexo en este viaje.
— Sí, eso dijiste. Y lo cumpliré.
— Pero no mencioné que yo no pudiera satisfacerme sin que tú me vieras.
— Maldición, quiero verte en vivo y en directo. — Mordió con fuerza sus labios.
— No me vas a ver.
— Eso lo veremos Kim TaeHyung.
— Desiste de la idea de verme con el Plug, y cuando llegues te mostraré como me doy placer. — Sonrió ladino.
— No, mi querido tigre.
— ¿No?
— Ya te dije, te veré con ese Plug y te haré ver estrellas cuando me entierre en ti.
TaeHyung jadeó. En verdad necesitaba esa sesión de sexo. — Cambiemos de tema.
— Si tú quieres. — Una media sonrisa se dibujó en sus labios.
— Sí, si quiero.
Cambiaron de tema, hablaron de lo que hicieron en ese día. Se dijeron lo mucho que se extrañaban, cenaron y se despidieron.
Cada uno se fue a bañar con agua helada.
Bueno JungKook se bañó de nuevo, el juego de incitar a su novio lo hacía excitarse, y él enserio quería guardar todo su deseo sexual para su regreso.
TaeHyung pasó un buen rato bajo el agua fría, intentando no pensar en el sexy novio que tenía. Con toda su fuerza de voluntad se abstuvo de masturbarse.
Se cumplieron quince días del viaje de JungKook, cada día le era más difícil contener sus deseos. Pero JungKook se repetía que debía resistir para tener esa grandiosa vista, eso era su motivación. Tener a TaeHyung con su trasero empinado, en cuatro, y esa cola colgando en medio de sus dos montañas de carne, era algo que no perdería por un momento de debilidad.
Resistiría, claro que lo haría.
— Mierda, Kookie malo, tenías que hacer eso. — TaeHyung se encontraba en su cama, luchando por no tocarse. Sí, le dijo a JungKook que lo haría, pero en verdad solo deseaba que lo hiciera su pareja. — ¿Por qué tenías que hacer eso anoche? Tramposo, Kookie tramposo.
La noche anterior, JungKook le realizó la videollamada más coqueto y provocador que las noches anteriores. Con un bóxer color negro, una bata de seda color blanco y su cabello largo recogido a media coleta, lo hacía ver más que provocativo.
TaeHyung sintió como su polla brincó al ver tal imagen.
Esta vez no le coqueteo antes de cenar, a JungKook se le ocurrió hacerlo durante el postre. Tomó una banana y la cubrió de crema batida. ¿Por qué JungKook no pico en trozos la banana y se la comió con la crema? Sencillo, quería provocar los bajos instintos de su pareja.
Fingiendo inocencia, pero riendo en picardía en su mente, pasó su lengua muy lentamente por la banana cubierta de crema, y la chupó hasta dejarla limpia.
TaeHyung abría sus ojos ante la imagen, quería ser la banana, deseaba que la boca de su Kookie estuviera en su pene y lo chupara como lo hacía con aquella fruta.
JungKook, lamió y mordió la banana hasta que acabo con la fruta. Sonrió satisfecho, pues su hermoso novio no aguantó aquella imagen y se despidió rápidamente.
TaeHyung soñó toda la noche con aquellos labios en su pene.
— A la mierda, voy a masturbarme. — Bajó su ropa interior y quedó desnudo de la cintura hacia abajo. — Kookie aun tardara unos días en regresar y no aguanto más. — Se colocó en cuatro, subió su camiseta y la apresó en sus labios. — Es imposible que llegué en este momento y me encuentre masturbándome. — Tomó su pene erecto e inició a masturbarlo lentamente. — No se enterará que le hice trampa en la apuesta.
Resulta que JungKook en una de sus videollamadas, apostó con TaeHyung a que su dulce melocotón no resistiría en masturbarse y si llegaba a hacerlo, pues tendría que ponerse el disfraz de conejo y dejarse esposar a la cama mientras el azabache lo penetraba estando en cuatro y con las medias del disfraz medio rasgadas.
TaeHyung aceptó, estaba seguro que aguantaría.
Pero JungKook hizo esa jugada, y su mente junto con su cuerpo en abstinencia sucumbieron ante la tentación.
— Perdóname Kookie, pero no te enteraras de esto. — Cerró sus ojos y apretó su erección, con rápidos movimientos buscaba su anhelado orgasmo. — No son las manos de Kookie~. — Dijo cuándo soltó la camiseta que estaba mordiendo. — Quiero que me toque. — Enterró su rostro en el colchón y empinó aún más su trasero. Soltó su pene, dirigiendo el dedo índice a su canal anal. — Kookie~ — Gimió cuando acarició su músculo de anillos. — Mierda, necesito a mi hombre. — Decidió volver a tomar su pene y masturbarse con energía, contoneaba sus caderas e imaginaba a su azabache detrás suyo, a punto de penetrarlo. — ¡Te necesito mi amor! — Gritó cuando de su pene salieron chorros de semen manchando las sábanas. — Kookie...
Un golpe sordo se escuchó y TaeHyung miró por sobre su hombro. — Hola, mi amor. — El azabache lo miró con lujuria y deseo.
— Jung-JungKook. — Se sentó en un movimiento rápido, y fijó sus ojos en las maletas que el azabache había dejado caer cuando lo vio llegar al orgasmo. — ¿Qué haces aquí?
— Mi dulce melocotón. — Se acercó al castaño. — Acabas de perder la apuesta.
— ¡¿Qué haces aquí?! — Cubrió su entrepierna con una de las almohadas.
— Pues mi viaje terminó antes de tiempo. — Le retiró la almohada. — Y decidí sorprenderte. — Acarició la extensión del castaño. — Pero el sorprendido fui yo. — TaeHyung tembló ante el tacto en su virilidad desnuda. — Llegué y vi cómo te tocabas y pedias por mí. — Se subió a la cama sin importarle que aun tuviese sus zapatos puestos.
— Ko-Kookie. — Tartamudeó cuando el azabache se subió sobre él. — No debiste haber visto esto...
— Claro que debí verlo. — Acercó sus labios a los del castaño. — Maldición, que delicia. — Dijo rozando sus delgados labios con los carnosos de su pareja. — Me pusiste a mil. — TaeHyung lo miraba directo a sus oscuros ojos. — Mierda, me duele la polla con solo recordar cómo te tocaste. — El de ojos grisáceos estaba mudo, y JungKook lo observaba como un depredador a su presa.
Con sus cabellos alborotados y su cabeza recostada en la almohada, JungKook tenía una muy linda vista de su amado.
— Kookie, bájate, vas a ensuciar la cama con los zapatos.
— En un momento me voy a bajar.
— Ko-Kookie~. — Gimió cuando la lengua del azabache se deslizó por su cuello.
— TaeHyung, me voy a bajar, me voy a desnudar, iré por ese maldito Plug y te comeré de pies a cabeza.
— Ah~.
— Vamos a ensuciar la condenada cama, con nuestro sudor y semen. — Su notable erección aun apresada en sus pantalones fue restregada contra la desnuda virilidad de su amado. — Te quedarás aquí quietito y obedecerás a tu hombre.
— Sí, amor, yo te obedezco. — Humedeció sus labios.
— No te imaginas las ganas que te tengo.
— Apúrate, que la maldita masturbada no me hizo cosquillas. — JungKook mordisqueó un poco el cuello del castaño y se bajó de la cama. — Trae rápido ese Plug. — Señaló el closet donde lo había guardado el azabache.
— No te olvides que también te pondré la balaca con orejas de tigre. — Se desnudó rápidamente.
— Ponme lo que quieras, pero hazlo rápido.
— No seas tan mandón. — Llegó junto al castaño y arrojó la caja sobre la cama. — A partir de ahora, obedecerás lo que yo te ordene. — Se subió a la cama. — Abre las piernas. — TaeHyung obedeció. — No lograste penetrarte con tus dedos, así que te voy a preparar...
— Kookie~, tengo un nuevo lubricante. — Señaló el cajón de la mesita de noche. — Es con sensación de frío. — El azabache se estiró hasta el cajón y sacó el potecito. — Quiero que lo usemos hoy.
— Baby~, me encantas, amo tu caliente cuerpo, tus hermosos ojos y toda tu existencia. — Expresó cuando dejó caer el líquido lubricante en uno de sus dedos. — Te voy a comer de pies a cabeza.
— Mngh~, ah~, JungKookie~.
— Estás tan apretado. — Dijo cuándo su dedo fue aprisionado por las paredes anales de su pareja. — Aquí va otro dedo.
JungKook introdujo tres dedos, los movió lentamente y después procedió a hacer movimientos circulares, intercambiando con movimientos en tijeras. TaeHyung arqueaba su espalda y empuñaba las sábanas ante la sensación de intromisión.
— Hora de ponerte la colita, tigre. — Sacó sus dígitos de la cavidad del castaño y lo volteó ágilmente. — Empina el culito, mi amor. — TaeHyung jadeó y obedeció. — Esto se verá de maravilla en tu goloso agujero. — Vertió el lubricante en el Plug y lo esparció hasta dejarlo totalmente cubierto del líquido. — Te confieso que me da un poco de celos que esta cosa este en tu interior. — Deslizó el Plug en el canal del castaño. — Pero ahorita me desquito.
— Kookie~, mierda~, se siente extraño~.
— ¿Te gusta tener el Plug en tu agujero? — Estampó su mano en la nalga del castaño. — ¡Contesta!
— Mmm~, Ko-Kookie~, pre-prefiero tu gran pene~.
— Eso era lo que quería escuchar. — Sonrió satisfecho. — Baby, toma, ponte la balaca. — El castaño obedeció. — Mírame. — Lo nalgueó en cada glúteo. — Tigre, mírame. — TaeHyung giró un poco su rostro y miró al azabache por sobre su hombro. — Mi sexy tigre~, te voy a disfrutar completito. — Una corriente eléctrica se instaló en columna vertebral del castaño. — Menea ese delicioso culo.
— Como ordene mi hombre. — El castaño contoneo sus caderas de lado a lado en movimientos lentos.
— Baby, te extrañé tanto. — Apretó las montañas de carne para luego separarlas y observar el Plug que era apresado por el agujero de su chico. — Voy a dejarte temblando de placer.
JungKook se inclinó hacia los glúteos de su pareja, los amasó, mordisqueó hasta que estuvo satisfecho con las marcas que dejó en la piel canela. TaeHyung jadeaba en excitación, y la sensación de frío que sentía en su canal anal lo incitaba a perderse en la lujuria.
El azabache nalgueó fuertemente las montañas de carne y TaeHyung enarcó su espalda en satisfacción.
— Amo marcarte, que tu cuerpo tiemble ante cada caricia, mordisco y nalgada que te doy.
— Kookie~, necesito que me hagas eyacular, me duele.
— Claro baby, pero te haré eyacular, follándote los muslos. — Giró el cuerpo del castaño, se bajó de la cama, y con cuidado lo tomó los tobillos, arrastrándolo hasta el borde. — Amor, deja tu culo al borde de la cama. — TaeHyung obedeció. — Quiero tus piernas juntas todo el tiempo.
El castaño las juntó y el azabache las colocó sobre su hombro izquierdo.
JungKook mantenía agarradas las piernas ajenas con uno de sus brazos, y con su mano libre tomó su gran erección y se masturbó un poco. Alcanzó el potecito de lubricante y derramó una gran cantidad sobre su palpitante polla.
Cuando sintió la fría sensación del lubricante, masajeó un par de veces hasta que su extensión estuvo totalmente húmeda. Penetró el espacio en los muslos del castaño, apretaba sus ojos disfrutando de la suavidad de la piel canela.
Los movimientos de pelvis no se hicieron esperar, el azabache dirigió su mano tintada a la erección de su pareja, lo masturbó, disfrutando de los gruñidos de satisfacción.
TaeHyung jadeaba con el hecho de ver como la polla de su Kookie se asomaba por en medio de sus muslos. Mordía sus labios y sus pupilas se dilataron indicando que se aproximaba su orgasmo.
Con su virilidad atrapada en los acanelados muslos, entrando y saliendo, dejando un camino de lubricante y líquido pre-seminal, disfrutaba el roce de la piel de los muslos acanelados y sus testículos chocando con fuerza en el culo del chico. Aumentó el movimiento de su mano, sintió como la esencia caliente y viscosa de su chico empapó su mano.
El azabache eyaculó al mismo tiempo que su pareja.
Sus esencias se mezclaron sobre el abdomen del castaño. Deslizó su polla fuera de los muslos del castaño y posó su mano con residuos de semen en el vientre del castaño, acarició la zona y deslizó su mano hasta llegar al cuello de TaeHyung.
— Hora de quitarte el Plug. — Se subió sobre el cuerpo de TaeHyung y acercó sus labios a los contrarios. — ¿Quieres mi polla en tu culo? — Lo besó e introdujo su lengua en la boca del castaño, y este la chupó.
— ¡Mnhg! — Se separaron del beso. — Quítame esa cosa y profáname.
— Que rico chupas la lengua. — Mordió los carnosos labios. — Hora de partirte el culito, amor. — Su mano tintada apretó el cuello del castaño y con su mano libre buscó la cola que sobresalía del Plug.
— Deseo a mi hombre en mi interior~.
JungKook tomó la cola y la jaló, sacándola por completo del interior de su pareja. Sus ojos negros conectaron con los grisáceos.
Dirigió el Plug a sus labios y lo chupó. — Amo el sabor de tu culo. — Arrojó el Plug a algún lado de la cama.
TaeHyung abrió sus piernas ampliamente y JungKook se posicionó en medio de estas, sin dejar de apretar el cuello ajeno, alineó su miembro en la entrada del castaño, de una estocada se enterró en aquel caliente lugar.
— ¡JungKook!~
— Eso grita mi nombre.
Las estocadas certeras y profundas eran recibidas por el cuerpo acanelado, sus cabellos castaños se pegaban a su sudada frente. JungKook salía por completo e ingresaba de inmediato de un solo empujón.
TaeHyung lo abrazó al sentir la presión en su punto dulce, mordió el hombro ajeno y enterró sus uñas en la espalda del azabache.
— Ma-más duro~.
— Bebé, te puedo lastimar. — Besó el cuello del castaño. — ¡Agh!~ Mierda, no me aprietes así.
— Quiero que me quites todas las ganas que tengo acumuladas.
— Luego no te quejes del dolor en tu culo.
El azabache, mordisqueó el cuello del castaño dejando notables marcas, tomó posesión de las caderas ajenas y afianzó su agarre. El vaivén de su cadera hacia que sus testículos chocaran con el culo del castaño, enterrándose exquisita y fuertemente.
El castaño jadeaba y gritaba el nombre del azabache, le importaba una mierda que sus vecinos lo escuchara. Extrañaba a su pareja, extrañaba sentirse lleno, extrañaba sus caricias, mordiscos, besos y sonrisas seductoras.
Si se quedaba sin voz no le importa, quería sacar toda la lujuria que tenía acumulada.
— Hora de cabalgar. — Salió del castaño, y en un hábil movimiento se tumbó en la cama. Con su espalda contra el mullido colchón, tomó la cintura del castaño y lo trepó sobre su entrepierna. — Tigrecito, mi dulce melocotón, quiero que brinques sobre mi polla hasta que le saques toda la leche.
— Jun-JungKookie~, mi conejo~. — Tomó la extensión de su pareja y se autopenetró. — Te amo~.
— Yo te amo aún más~.
El castaño movió sus caderas en círculos y de un momento a otro inició con sus brincos sobre la polla de su pareja. Mordía sus labios en satisfacción. Con una mano sobre el pectoral del azabache y la otra en el cuello propio, se impulsaba y autopenetraba con entusiasmo.
El azabache apretó los muslos del castaño y dejó marcas rojizas sobre esa deliciosa piel canela.
A causa de los brincos de TaeHyung, la balaca de orejas se cayó, el chico la tomó con una de sus largas manos y se la colocó a su conejo.
JungKook sintió ese cosquilleo en su parte baja y TaeHyung apretó su ano avisando su próximo orgasmo. Las manos del azabache tomaron las caderas del castaño y lo ayudó con el movimiento, empujaba sus caderas hacia arriba, mientras el chico bajaba con energía.
Después de unas cuantas estocadas, llegaron al éxtasis, con sus ojos cerrados y apretando los labios, descargaron toda la tensión que tenían desde hace días.
Besaron sus labios cuando TaeHyung cayó sobre el cuerpo del azabache, este le acarició la espalda y besó sus mejillas.
— Te extrañé muchísimo. — Dijeron al unísono.
Sus respiraciones erráticas se normalizaron poco a poco, se levantaron de la cama, limpiaron el desastre que habían ocasionado con sus fluidos y el lubricante. Entraron al baño y se ducharon, bajo la lluvia artificial se entregaron de nuevo a la pasión.
Ya en la cama, bañados, y con las sabanas limpias, se acostaron. Abrazados y dándose fugases besos, se miraban a los ojos totalmente enamorados.
— Entonces, ¿Te dieron celos del Plug? — Inquirió sonriendo.
— Por supuesto que me dieron celos. — Una suave nalgada acompañó su respuesta.
— Pero tú querías verme con eso. — Sus largas manos acariciaban los pectorales desnudos de su pareja.
— Sí, yo quería ver tu rico trasero con esa cola. — TaeHyung negó con su cabeza. — Pero no te volveré a poner algo como eso.
— Pero a mí me gustó.
— No, no quiero que nada o nadie tenga el privilegio de estar en el rico culo de mi dulce melocotón.
— Mi amor, eres muy celoso.
— No lo niego. — Lo besó en la frente. — Eres mío, todo tu, tu cuerpo, tu sonrisa, todo.
— Pero ahora se me antoja solo obtener placer con los Plugs...
— ¿Qué estás diciendo? — Se montó sobre TaeHyung, juntó las muñecas del chico y le subió las manos por sobre la cabeza ajena. — ¿Me vas a remplazar por esa cosa? — El castaño se carcajeó fuerte. — Kim TaeHyung...
— Mi amor, no te creas. — Le robó un beso. — Estoy bromeando. — JungKook enarcó sus cejas. — Mi cuerpo solo te desea a ti. Tus manos, tus besos, tus caricias, todo tú eres el único que logra que llegue al máximo placer.
— Dulce melocotón, bromista. — Lo besó apasionadamente.
— Parece que no te hubieras dado cuenta. — Dijo cuándo JungKook liberó sus labios. — Amor, tu mismo viste que si no es contigo no estoy satisfecho. — El azabache sonrió orgulloso.
— Eso me recuerda que perdiste la apuesta.
— ¿En serio me harás ponerme ese traje de conejo?
— Perdiste la apuesta, y tienes que cumplir con tu palabra.
— Pero...
— Nada de peros. Tú aceptaste, ibas a hacer trampa, te atrapé y perdiste.
— Okay, eso me pasa por caliente.
— Pero por esa calentura, tuvimos una rica sesión de pasión desenfrenada. — TaeHyung sonrió avergonzado. — ¿Puedo acompañarte a comprar el traje? — Movió sus cejas de arriba hacia abajo varias veces.
— Claro que irás conmigo. — Estiró sus labios pidiendo otro beso. — Incluso quiero que me compres un disfraz de mucama, con falda muy corta en donde puedas ver mis nalgas disponibles para ti. — Movió sus cejas seductoramente.
La verdad, TaeHyung cambió de opinión con respecto a usar los disfraces, después de que aceptó la apuesta. Decidió buscar los tipos de disfraces y el impacto que tenía en la relación de pareja. Sus ojos se iluminaron cuando le llegó el pensamiento de que su Kookie se pondría más loco en la cama con esos trajes. Eso quería decir que su cuerpo seria premiado con el tacto y atención desenfrenada de su pareja.
Moría por ver a su conejo como si estuviera en celo.
— Que me excite de nuevo, dices.
— Que me hagas el amor lento y pausado, digo.
Se fundieron en un apasionado beso, sus manos recorrieron los cuerpos ajenos y se entregaron como la primera vez. Tierno, disfrutando de la respiración y caricias de su pareja.
Hola, kokoros darks, 🤟🖤💜 aquí la Tsunade.
ArlettSalazar1 Te dedico este capítulo, Kookencia peleonera, te quiero, y gracias por el apoyo a mis historias.
No se crean que me olvidé de lxs demás, también les agradezco a cada unx de mis kokoros darks, por cada comentario, estrellita y lectura. 🥺💜
Les cuento que el próximo capítulo sera el final. 😅
Lxs quiero mucho, besitos purpuras. 💋💜🖤
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