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[ 1 año después ]
Las pequeñas gotas de lluvia caían una tras otra sobre le ventana de su departamento, los relámpagos y truenos no faltaban en compañía con este clima. A Jin le recordaba cuando Nam le invitó a una cita.
El olor a comida recién hecha llegó a sus fosas nasales, deleitandose con la comida que guisó su lindo novio.
Rápidamente se levantó de su asiento y caminó como flash al orígen del olor, una rica lasaña se encontraba en la mesa, servida en dos platos junto con jugo de mango, su favorito. Sonrío cuando divisó a su pareja salir de la cocina.
Hace unos meses Nam comenzó a tomar clases de gastronomía con la excusa de que si algún día se llegaban a casar, lo despertaría con un rico desayuno hecho por él y no comprado.
"¿Terminaste tu trabajo, amor?" Nam se limpió cuidadosamente las manos y retiró el mandil de su cintura.
"No he encontrado la inspiración necesaria, me estoy quedando sin ideas para el libro" Jin se sentó en la silla justo en el momento en que su novio hizo lo mismo.
"Quizás deberías salir a buscarla" sugirió con una sonrisa, metiendo un bocado de la comida.
"Quizás" sonrió "Ahora comamos"
Las calles de Seúl aún se encontraban húmedas por la lluvia del día anterior, el aire estaba fresco y las nubes seguían igual de grises que antes, seguiría lloviendo.
Suspiró y se sentó en una silla del parque luego de limpiar la poca agua acumulada en esta.
No era el libro en el que estaba trabajando lo que le tenía preocupado, no, era su padre, hace unos días habia recibido una llamada de él, pidiendo y suplicando que lo perdonará, Jin lo perdonó, más no lo quería volver a ver, en su corazón no había rencor ni odio, sólo que no olvidaba que lo había abandonado como perro en ese orfanato.
Sus preocupaciones volvieron y su depresión, ansiedad e inseguridades con ello. Hace mucho que no sufría de tal cosa, hace mucho que lo había superado.
Pero tenía miedo, de que Nam hiciera lo mismo que su padre, lo mismo que Jennie, lo mismo que su mamá, tenía miedo a que lo abandonara como todos ellos. Lo amaba, se sentía completo con él, pero sus inseguridades le aterraban.
Sin muchas ganas se levantó de la banca y caminó con la cabeza gacha por el parque. Sus pensamientos lo tenían tan perdido que no se dio cuenta que cruzaba una calle y que un carro a toda velocidad venía.
Un grito lo alarmó, una mujer señaló al carro, y se congeló, no corrió, no gritó, solo se quedó ahi, esperando a que ese auto le quitara la vida para poder ir con su mamá, no le importó dejar a NamJoon solo, no le importó nada.
Todo se volvió negro.
"Kim, te buscan" un chico de cabello negro entró a su oficina informandole.
Un dudoso Nam salió de su oficina, encontrándose con dos oficiales parados con una expresión seria en su rostro. Se acercó a ellos sin dudar en busca de respuesta, quizás se habían confundido de Kim, el jamás cometió un crimen.
"Buenas, ¿Me buscaban?" su voz salió temblorosa.
"¿Usted es Kim NamJoon?" no, no era un error.
"Mmh, si" frunció su ceño
"Venimos a informarle sobre Kim Seok Jin"
"¿Pasó algo?" la angustia inundó su delgado cuerpo.
"El joven Seok Jin sufrió un accidente, se encuentra en el hospital, esta grave y necesitados urgente la autorización de alguien para operar"
"¿O-operar?" sus ojos se llenaron de lágrimas, no ,esto no era real, solo una gran pesadilla o una broma pesada
"Su situación es grave, si no operan ya, podría sufrir un derrame cerebral"
Sin respingar, fue llevado por los oficiales en la patrulla, no dijo nada a su jefe, pero ahora mismo eso era lo que menos le preocupaba. Su espera no fue mucha cuando ya se encontraban en el hospital.
Salió de la patrulla y entró.
Las personas pasaban por el blanco pasillo del hospital, unos en sillas de ruedad, otros en camillas, y otros, Ah,
no quería ni pensar que eso le podría pasar a su novio, no. Si tan solo no le hubiera dicho que saliera esto no le hubiera pasado, todo fue su culpa.
Un doctor salió de la sala en donde estaba operando a su amado, su expresión le dio miedo e imaginó miles de escenas en donde le decía que no pudieron hacer nada. Sin contener más, las lágrimas salieron por sus ojos, escurriendo por sus mejillas y perdiéndose en su cuello.
"¿Kim NamJoon?"
"Soy yo" se levantó de la silla y caminó hasta el doctor.
"Todo salió bien" sonrió "Puede pasar a verlo"
Caminó hasta el cuarto en donde su amado se encontraba, abrió la puerta y lo vio, estaba acostado y con los parpados cerrados, fue a la silla a lado de la camilla y se sentó allí.
Su mano acarició cuidadosamente la contraria, la cual estaba más pálida de lo normal. Su cara tenía rasguños, moretones y benditas en unas cortadas, los raspones debido al accidente ya se encontraban con costras. Este no era el Jin que conocía, su apariencia se veía más cansada, pálida, seca y ojeras bajo los ojos.
Quitó en movimiento rápido la lágrima que comenzaba a escurrirle por su mejilla derecha.
"Nam" su voz sonó seca y rasposa.
"Oh, dios, Jin, creí que no sobrevivirias, tuve tanto miedo de perderte, perdón, por decirte que salieras, si no hubi-" fue interrumpido por la voz de su pareja.
"No pidas perdón, no fue tu culpa" la mirada del rubio se encontraba clavada en el techo, su voz se notaba temblorosa fría, como si no sintiera nada "Yo quería morir"
Sus ojos se abrieron a tope.
"¿Pero qué cosas dices, Jin?" NamJoon se levantó de golpe.
"La verdad, no me importó nada, Nam, solo quería que el dolor parara, solo quería ir con mamá" el castaño lo comprendió, en el año que llevaban juntos, el menor le había platicado sobre su vida, sin excepción.
"A tu mamá no le gustaría que te arrebataras la vida así. Ella tenía cáncer, ¿no? Tu mamá no tuvo la oportunidad de vivir hasta el máximo y, ¿tú quieres quitarte la vida mientras otras personas la quisieran?" agarró su mano.
"Duele"
"¿Qué duele?" volteó a verlo "Si no me dices no podré ayudarte, bebé"
"Mi corazón, Joonie"
Dos meses pasaron de lo sucedido con Jin.
Dos meses en los que Jin se recuperaba.
Dos meses en donde Jin no parecía ser el mismo.
Dos meses en donde su mirada parecía perdida.
Dos meses en donde repetía una y otra vez que tenía que morir.
Dos meses de sufrimiento para Nam.
Sus ojos ardieron, una sensación ya muy bien conocida por el castaños, así como la conocía también la odiaba, sensación en donde tenía ganas de correr, gritar y desaparecer, pero no lo haría, amaba a Jin y no lo dejaría a la deriva.
Sus compañeros de trabajo comenzaban a preocuparse, sus ojeras cada día resaltaban más, se quedaba dormido a mitad de las juntas, olvidaba los trabajos y más, nadie conocía su situación pero ya estaban hartos de su compartimento despreocupante.
Su jefe, ya enterado, le dio unos meses de descanso, y claro, como buen amigo, le dio su apoyo.
Pero Nam tenía un plan, uno que no debía por que fallar.
La noche dio comienzo, la luz de la luna entraba por la ventana, las velas aromáticas empezaron a hacer su trabajo, sacando un rico olor a cereza.
Acomodó más la mesa, el mantel y los platos encima de éste, respiró por última vez y caminó hasta el cuarto de Jin cuando ya todo estaba acabado.
Tocó dos veces la puerta, escuchando un leve "Pase" salir de ella, abrió un poco y ahí estaba él, el dueño de sus pensamientos y sentimientos, como él le había dicho, se había arreglado, no al extremo pero la sudadera rosa, pantalón negro y zapatos negros lo hacian ver muy lindo. Se acercó a él, tomó un poco de gel en sus manos y las pasó por el desarreglado cabello rubio, poniéndolo para atrás.
"Te ves hermoso, como siempre"
Este sólo sonrió levemente ¿Dónde había quedado el Jin que le decía que era el WorldWide Handsome?
Tomó su mano y lo sacó para llevarlo hasta la cena. Lo sentó en la silla que el mismo abrió para Jin y procedió a sentarse frente a él. El spaghetti seguía sacando un poco de vapor debido a que seguía caliente, las copas de vino seguían intactos y los tenedores a los alados de cada plato estaban muy bien acomodados.
"Hace mucho no cenabamos juntos, ¿Verdad? Creí que sería bueno" sonrió mostrando sus hoyuelos
"Sí" respondió tomando los cubiertos, con la mirada perdida, sin vida.
"Quiero hablar de lo que pasa" su voz se volvió seria
"No creo que haya de que hablar sobre eso, Nam"
"¡Sí que la hay!" golpeó la mesa con su mano hecha puño, respiró profundo y volvió a hablar "¿Crees que no me duele?, me duele que me ignores, que ya no me tengas la confianza, que incluso rara vez me dejes tocarte la mano cuando salimos, las cuáles son pocas por que ni salir quieres"
"¿¡Y crees que a mi no me duele saber que me vas a dejar algún día?!"
La pregunta lo dejó helado, mucho más con ese doloroso tono con la que su pareja lo había dicho.
"Jamás te dejaré, Jin, nisiquiera sé por que dices eso"
"Porque lo he vivido mil veces, todos me dejan, se van de mi lado, siempre me quedo solo en ese vacío en donde la oscuridad es mi única compañía"
"¿Te he dejado sólo? Tú eres quién te aislas, Jin" uspiró "Amor, te amo, como no tienes idea, ¡te amo más que ayer pero menos que mañana! Siempre te he amado, y jamás te dejaré, no por decisión mia"
Los ojos del rubio se volvieron rojos y las lágrimas yacían en sus mejillas, mojandolas hasta donde podían, cerró fuertemente sus ojos y suspiró.
"¿Entonces, no me dejarás?"
"No" sonrió "¿Y tú, dejarás a este pobre hombre que solo busca amor?"
Si dudar negó.
Sus risas se escucharon por toda la sala, los típicos chistes del menor habían vuelto, sonrió hasta que sus mejillas dolieron, estaba tan enamorado de Jin.
"¿Sabes?" el otro alzó su vista de la comida prestó atención en él "Hace unas semanas aprendí a tocar la guitarra y no pude evitar componerte una canción" se levantó y caminó hasta el sillón, una guitarra con adornos de koalas estaba allí, no se había dado cuenta.
"¿Quieres oirla?"
Asintió.
"Bien" colocó correctamente la guitarra en sus brazos y comenzó a tocar una melodía suave.
En un mundo donde te sientes frío
Tienes que seguir brillando
Oh, amor
Sí
Bajo la encantadora luz de la Luna
Otra noche sin dormir
Bajo luz de la Luna
Jugando al escondite
Sigilosamente me acerco a tu corazón
Me acerco más a ti antes que lo sepas
No conoces la impureza
Tus ojos lucen como diamantes
Son más hermosos que cualquier otra joya
Me dejan muy fascinado
Ya no puedo dejar de mirarte, ya no
Incluso si las manecillas del reloj
Se detienen
Uh, deja que brille
Sigue brillando, incluso en tus sueños
Sigue brillando, te encontraré
Sigue brillando, brillando, solo quiero tocarte
Sigue brillando, todo sobre ti
Sigue brillando, me fascina el corazón
Sigue brillando, quiero tenerte
Sigue brillando, sigue brillando, sigue brillando
Sigue brillando, sigue brillando, sigue brillando
Sigue brillando, sigue brillando, sigue brillando
Sigue brillando
Siempre sigue brillando
Me acerco lentamente
Sin que lo notes
Te lo advierto, amor
Estás desprotegido
Serás cuidadosamente aceptado por mí
Incluso tus partes más profundas ahora
Solo con pensarlo
Mi corazón se acelera
Uh, deja que se muestre
Sigue brillando, mientras estés aquí
Sigue brillando, no necesito nada más
Sigue brillando, brillando, solo quiero abrazarte
Sigue brillando, el amor nunca termina
Sigue brillando, intensamente brillante
Sigue brillando, así como una estrella
Sigue brillando, sigue brillando, sigue brillando
Sigue brillando, sigue brillando, sigue brillando
Sigue brillando, sigue brillando, sigue brillando
Sigue brillando
Siempre sigue brillando
Solamente cierra tus ojos
Y no digas nada
Robaré tu corazón
Mágicamente
Te mostraré un milagro
Dame tu mano
Sigue brillando, incluso en mis sueños
Sigue brillando, te encontraré
Sigue brillando, brillando, solo quiero tocarte
Sigue brillando, todo sobre ti
Sigue brillando, sigue brillando, me fascina el corazón
Sigue brillando, quiero tenerte
Bajó la luz de la Luna
No dormiré está noche
Con mi mano enlazada a la tuya
No quiero que te vayas
Sigue brillando
Uh, sí
"Te amo, lo sabes" el castaño sonrió por lo que dijo su novio
Se acercó a él, tomó su cintura y lo beso, uno dulce, en el cual sus sentimientos se reflejaban.
"Jamás te dejaré, incluso en las noches mas oscuras, tu camino yo iluminaré"
Wuuuuuu!!
Mi primer fanfic acabado!
No soy buena con el romanticismo, asi que espero que entiendan.
No olviden comentar o dejar su estrellita y seguirme para leer mis demas fanfics
Palabras: 2184
Momo
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