2. Lunes. El chico es un nerd.
Lo primero que hice en la mañana fue investigar sobre él, sobre Choi Soobin.
En mi salón de la primera hora como me sentaba hasta atrás, tome una hoja y la hice bolita, después la aventé contra Ryujin, la chica se levanto de su asiento molesta.
—¿Quién fue? —preguntó con tono agresivo y rostro de indignación, pero curiosamente tenía una voz aguda y no me la podía tomar enserio, no con esa voz de ardilla.
Le sonreí y ella cambió su expresión a una más amable y amistosa, con mi mano le pedí que viniera hacia mí, ella lo hizo mientras el profesor calificaba las tareas.
—¿Qué pasó? —me preguntó tímidamente.
—Choi Soobin, ¿lo conoces?
Ryujin negó... pero se puso pensativa y luego hizo una "oh" con su pequeña boca.
—Ahora que recuerdo creo que es el número uno de la escuela.
—¿El número uno? —pregunté curioso.
Asintió. —Sí, ganó en las mate olimpíadas de la escuela, también en el concurso de ajedrez y por si fuera poco tiene el mejor promedio —dijo concisamente.
—Entonces es todo un nerd.
La pelirrubia asintió jugando con su cabello.
—Gracias princesa —acaricié su cabello y sonrió. —Eso era todo.
Regresó a su asiento y yo puse toda mi concentración a mi libreta.
Cuando salí de la primera clase, fui directo hasta el tercer piso donde sería la siguiente, caminé porque el elevador estaba atascado como todos los días y hacer un poco de ejercicio no le hacia mal a nadie.
Wooyoung pasó un brazo por mi hombro. —¿Cómo vas Romeo? —me preguntó burlonamente.
—Apenas empezó el día, pero al menos tengo unos datos, ¿no podrías hacérmelo más fácil y pasarme su horario para buscarlo?
Wooyoung negó con la cabeza. —No lo tengo, no sé nada de él, sólo lo he visto unas cuantas veces en la biblioteca.
—¿Y cómo es? —Wooyoung sonrió descaradamente.
—Él es todo un caso Yeonjun.
Lo miré con una ceja alzada. —¿Debo preocuparme? —pregunté.
Wooyoung asintió.
La afirmación de Wooyoung en verdad me dejó preocupado, pero decidí que no sería la gran cosa, un reto es un reto y a mi me gustaban.
Mire por los pasillos porque todos se habían reunido en un punto específico silbando y burlándose, entonces vi a Hyunjin frunciendo el entrecejo caminando con un vestido rosa floreado y sandalias de tacón, si es que a lo que él hacía se le podía llamar caminar.
Traté de no reírme pero cuando me mando un beso volador y saludo energéticamente a mi dirección no me aguante.
Hyunjin sí era todo un caso.
Pase mi mano por mi cabello rubio ceniza, por el que di gracias a dios porque no se volvió un chicle debido a las decoloraciones anteriores y fui hasta el salón corriendo para entrar antes que mi profesora, y evitar que ella me cerrara la puerta en la cara.
Me senté al lado de Wooyoung y saqué mi libros. Vi a Hyunjin y le dije —Aún sigue siendo popular.
Wooyoung sonrió.
Cuando mis horarios terminaron camine a la biblioteca por primera vez desde que entré a la secundaria.
Sentí la mirada de todos los presentes ahí, como si fuera un bicho raro. Por dios Choi Yeonjun iba a la biblioteca, ¿qué hay de malo en ello?.
Tome el primer libro que encontré y me senté en un lugar en la mesa.
Miré la portada y decidí que era aburrido, no quería saber nada de geometría, suspiré y observé al chico que estaba frente a mi, al parecer leyendo y haciendo apuntes.
Era un asco, piel pálida pero descuidada, lentes de botella de pasta negra y gruesa, labios partidos sin color, mejillas rellenas, ojos pequeños, el cabello azabache sin brillo, falto gusto por la ropa, llevando una camisa azul fajada en pantalones de vestir color beige.
—Oye... —lo llamé para pedirle información, él me miró entre asombrado y curioso. El efecto de Choi Yeonjun. —¿De casualidad conoces a Choi Soobin?
—Sí lo conozco —respondió en voz baja.
—¿Enserio?, ¿puedes decirme quién es? —pregunté más animado, entre más rápido hiciera esto mejor.
—¿Quién eres y para que lo quieres?
—¿No me conoces?, soy Choi Yeonjun.
El negó por lo que me sentí algo ofendido, pero no podía exigirle nada cundo se veía claramente que era un ratón de biblioteca.
—Necesito que me ayude con algunas materias. ¿Podrías decirme quién es?
Él me miró detenidamente lanzando un suspiro, su aliento mentolado golpeó el aire. —Soy yo.
Lo miré de nuevo, una y otra vez, cada vez más profundamente y...
Mierda.
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