-Narradora-

— ¡Charlize! -gritaron Ben y Klaus al unísono al verla en el suelo-

-La chica se levantó y los veía confundida al igual que ellos a ella-

— ¡Sabía que volverías! -dijo Klaus con una enorme sonrisa-

— ¿Cómo sabes que soy yo? -preguntó con el ceño fruncido. Se observó a sí misma y notó que su cuerpo era pequeño el cual cubría una gran ropa holgada- Mierda -habló estresada-

-Con un click a un brazalete la ropa se ajustó a su pequeño cuerpo-

— ¿Qué te pasó?

— ¿A donde fuiste?

— ¿Cómo es que...?

— Una pregunta a la vez -dijo la chica y se sacudió un poco la ropa- en verdad son ustedes... -los analizaba con un semblante serio-

— Claro que si, ¿no reconoces a tu hermano el más guapo? -preguntó Klaus y acomodó su cabello-

— ¿Por qué eres pequeña? -cuestionó Número seis-

— Eso mismo me pregunto -comenzó a avanzar. Miro a Amaya y dio una no muy notoria sonrisa, la chica no mostraba ninguna expresión en su rostro y sin más camino adentro de la academia. Charl hizo lo mismo y la siguieron-

-Nuestros protagonistas ahora se encontraban en la cocina. Todos rodeaban la mesa, Klaus estaba sentado sobre esta mientras observaban a Charlize quien se preparaba un sándwich-

— ¿Nos explicarás? -habló Amaya recargada en el marco de la puerta con los brazos cruzados-

— ¿Qué quieres que diga? -cuestionó la chica-

— Nos debes una gran explicación de porqué te fuiste -dijo la morena-

— Ocupo la fecha exacta en la que estamos -dijo ignorando completamente los cuestionamientos. Echo mermelada en su pan y lo tapó-

— 24 de marzo -respondió Vanya-

— ¿Año?

— ¿Para qué mierda quieres la fecha exacta? -preguntó Maya algo alto-

— ¡Año! -ordenó Charl. Esta rodó los ojos-

— 2019. ¿Ahora si nos dirás donde estuviste todo este tiempo? -habló número dos con un semblante serio-

— Me quedé atrapada en el tiempo

— ¿Cómo lograste regresar? -cuestionó Luther-

— Tuve que proyectar mi consciencia hacia una versión suspendida y en estado cuántico de mi misma, que existe en cada posible estancia del tiempo -mordió su sándwich-

— Eso no tiene sentido -dijo Diego intentando analizar la explicación-

— O quizá tu cerebro no da para entenderlo -dijo ella con una inocente sonrisa. Número dos dispuesto a acercarse molesto, fue detenido por Luther-

— ¿Me perdí el funeral? -preguntó viendo un periódico y volvió a dar una mordida-

— No. de echo será en unos minutos -dijo Ben-

— ¿Cómo es que lo sabes? -preguntó Allison-

— ¿Qué parte de "vengo del futuro" no han entendido? -solo la observaban- es una completa mierda, mucho más de lo que esperaba -se dirigió a la puerta. Maya la siguió con la mirada mientras se iba-

— ¿Eso es todo? -volvió a hablar la morena y dio un largo suspiro-

— Fue un poco... raro -dijo Ben con una sonrisa nerviosa. El chico en verdad estaba contento de verla aunque parecía que los demas no-

— ¿Poco? -número nueve rodó los ojos- me largo -dijo y salió de ahí. Klaus de inmediato la siguió-

-Charlize-

Comencé a recorrer la casa, estaba intacta....

En la pequeña exploración me topé con Ben. Sonreímos mutuamente y lo abrace sin decir nada, él correspondió el abrazo, lo extrañé tanto.

Los había dejado solos tanto tiempo, no me sentía feliz por eso.

— Lamentó haberlos dejado solos tanto tiempo -dije separándome del abrazo-

— No importa, lo importante es que volviste, me alegra verte -me dio otra sonrisa amable, esa que tanto lo caracteriza- Charl, ¿me dirás que sucedió?

Asentí

— Me quede atrapada en el Apocalipsis -frunció el ceño confundido- era la única ahí -suspiré al recordar las imágenes en mi mente-

— ¿Que hay de nosotros? ¿No estábamos contigo? -preguntó-

— Estaban muertos... entre escombros -dije como pude. Ben trago en grueso y me miró alarmado-

— Debió ser difícil -cambió el tema- ¿Que más sabes? -solté otro largo suspiro-

— La fecha, solo eso. Sucederá el....-Una voz llegando interrumpió-

— ¿Vienen? Amaya está de insoportable

— Claro, ahora vamos, Luther -conteste y este se fue. Ben y yo lo seguimos-

Llegamos al patio trasero para dar inicio al mini funeral, en el cual todos ya estaban formando un especié de círculo al rededor de Luther pues él dispersaría las cenizas

Miraba a todos, tenían caras largas, algunas desagradables, por supuesto que no estaban felices era evidente, aunque unos rostros se notaban más inconformes de estar en este lugar justo ahora, sobre todo el patio...

El día esta hermoso, nublado e incluso comenzó a llover un poco, amaba el olor a humedad

— Cuando esté listo, Joven Luther -habló Pogo con una sombrilla en su hombro-

Luther dejó caer las cenizas y estas cayeron como una plasta de masa, bruscamente al suelo.

Klaus rió y los demás hicieron muecas a las cenizas

— Hubiera sido mejor con viento -dijo Luth algo apenado y aclaró la garganta-

— Bravo. ¿Podemos irnos? -habló Maya totalmente disgustada de estar ahí-

Pogo la vio algo decepcionado

— ¿Alguno desea decir unas palabras? -No obtuvo respuesta- Bien... en todo sentido Sr. Reginald Hargreeves me convirtió en lo que soy ahora. Y por eso mantendré una deuda siempre con él.. -suspiró- Era mi amo, y mi gran amigo. Lo echaré mucho de menos... Con su partida deja un gran legado... -Diego interrumpió-

— Era un monstruo -Klaus volvió a reír-

— Estoy de acuerdo -dijo Maya y sonrió-

Mis nervios aumentaban y comencé a masticar mis uñas, que desesperación

— Ahora no Diego

— Esa es la verdad, Luther. Nadie debería tenerle el más mínimo respeto -habló mi querida hermana número nueve. Vaya...-

— Bonnie tranquila -habló Klaus a su lado-

— Siempre fue un monstruo

— ¡Diego! -regaño Allison-

— ¡No! Mi nombre es número 2, ¿sabes por qué? Porque el viejo no se digno en ponernos nombres reales, ¡fue mamá quien nos los puso! -habló más alterado-

— Se ven alterados... ¿quieren galletas? -preguntó mamá sosteniendo su sombrilla. Ben amablemente negó y colocó la mano en su hombro-

— ¡Suficiente, Diego! -subió el tono de voz, Luther. Diego se acercó a él-

— Tú más que nadie deberías estar de mi lado -lo señalo, Luther advertía con su rostro serio- El viejo tuvo que mandarte a la luna por el simple hecho de que no te soportaba

De inmediato Luther le soltó un golpe que para su mala suerte Diego no recibió, pues lo esquivó.

Pogo los vio decepcionados y avanzó hacia adentro de la casa.

Y ahí estaban mis dos hermanos peleando por motivos inútiles y estúpidos. Klaus hacía señas de puños al verlos, parecía que le divertía.

— Sígueme, Ben. Necesitamos hablar, no tengo tiempo para esto -dije avanzando. Él me seguía pero algo llamó nuestra atención antes de entrar-

— ¡Luther! -gritó Maya al ver romperse la estatua causada por un golpe, oh mierda-

— ¡Diego, no! -advirtió Vanya. Diego la ignoro por completo, saco uno de sus cuchillos y lo lanzó dirección al antebrazo de Luther. Él tapó su herida de inmediato y avanzó hacia adentro, Allison lo siguió-

— No sabes cuándo parar, ¿cierto? -habló Vanya frente a él-

— Ya tienes material para la secuela -dijo cínico-

— Él también era mi padre -sin más avanzó hacia adentro, nos hicimos a un lado para darle paso-

Amaya observaba la estatua destruida en un mini shock. Diego suspiró, levantó su cuchillo y se la llevó colocando su brazo en el hombro junto a mamá dejando a Klaus ahí

Se hizo nudillas y colocó su cigarro en las cenizas.

— Apuesto a que te encanta esto. Toda la familia reunida -se levantó y dio un estirón- ¡El mejor funeral de todos!

Antes de hacer lo que tenía que hacer decidí acercarme. Ben, bueno él me seguía

— ¿Cinco está aquí? -pregunté frente a él-

— ¿Qué?, Oh si, debe estar por ahí -señaló por todos lados con su dedo y se encendió otro cigarrillo-

— Hm, Klaus suelta eso -se lo quite al igual que la caja- ¿Por qué sigues haciéndolo? -hablé con mi semblante serio-

— Dame eso, no sabes lo que cuesta -exigió, Ben rodó los ojos y yo apreté el puño rompiéndolos por completo y tirándolos ahí mismo- ¡Qué te pasa, Charl! -habló agachándose para intentar "recuperarlos"- nos abandonas y lo primero qué haces es llegar y regañarme

— Jamas quise abandonarlos -suspiré- ¿Por que se separaron? -los vi y estos se vieron entre sí-

— Supongo que cada uno tomó rumbos diferentes, sus propias decisiones y eso -respondió Ben. Asentí inconforme-

— Necesito su ayuda...

— ¿Ayuda para qué? -preguntó Maya llegando. Iba a responder pero no me dejó- Olvídalo, no me importa -acomodó su chamarra- ya me voy

— ¿Qué? Pero... ¿tan rápido? -cuestionó Klaus-

— Odio este lugar, y ya me retuviste lo suficiente

— Lo entiendo pero, podemos quedarnos solo un rato más, quizá encontremos más cosas y esta vez Luther no nos obligue a dejarlas -guiño el ojo, ella rió negando un poco-

Escuchaba atenta su conversación mientras analizaba a cada uno, Maya se veía demacrada, en verdad me preocupaba, y ni hablar de Klaus. Debía ponerme al corriente de todo lo que pasa en sus vidas. Continuaba con mis teorias hasta que vi a Cinco al lado de ella, wow.

— Volviste, egoísta -¿qué?  ¿que se cree?. Se acercó a mi-

— No soy egoísta -hablé lo más bajo posible-

— ¡Claro que lo eres! Dejaste a todos en la casa e hiciste lo que se te dio la gana. Debería darte vergüenza -Reclamó. Oigan a este-

— ¿Qué es lo que te pasa? -hablé confundida, pero susurrando claro, ya me consideran lo suficientemente loca como para que digan que hablo sola-

— ¡Pasa que decidiste irte como si nada y dejar a Maya sola, cuando más te necesitaba! -me señaló enojado. Con razón-

— Claro. Ya entendí -reí un poco- ¿Y la egoísta soy yo?

— ¡Yo no soy egoísta! -gritaba-

— ¿Ah no? Dime, ¿Qué ha sido de la vida de Diego? -este me vio con el ceño fruncido sin saber qué decir- Lo ves, solo te preocupas por Amaya, lo único que te conviene -voltee hacia otro lado-

— ¡Hay razón para eso! -rodé los ojos, por supuesto-

— Me da igual, mejor lárgate a joder a alguien más -dije dando fin a la discusión-

— ¡Por dios! ¡Ya basta! -gritó Klaus. Ben y Maya lo vieron confundidos- Lo lamentó, las moscas

— Klaus, no hay moscas en la lluvia -aclaró Ben-

— ¿Viví engañado? -reí un poco-

— Da igual, que gusto verlos -se despidió dando un abrazo a cada uno. A mi solo me dio la mano-

— Por favor cuídate -dije, ella levantó los hombros y en eso Allison llegó-

— Chicos... ¿Ya te vas? -la vio-

— Si, supongo que los veré dentro de diez años cuando Pogo muera -sonrió arrogante-

— Si no mueres antes -le devolvió la sonrisa, ¿y ahora que les pasa?. Creí que lo habían superado-

— También te quiero, hermanita -Allison rodó los ojos- Suerte con tu próxima película -se puso el gorro de su chamarra y se acercó un poco más a ella- espero resulte mejor que tu matrimonio -uh....-

Sin más se fue por su camino. Allison hizo un mal gesto, nos vio e iba a hablar pero volvió a entrar a la casa, ni siquiera supimos a que venía.

— Me olvidó -dijo Klaus indignado y rió-

— ¿Qué le sucedió? -pregunté refiriéndome a Maya-

— Odia este lugar. -Cinco agacho la mirada, noté como le susurraba algo a Klaus

— ¿Por qué? -cuestionó Ben. Lo volteamos a ver-

— ¿Tú por qué crees? -preguntó Klaus obvio. Ben asintió recordando lo que era evidente-

— ¿Qué más sucedió? -saqué una libreta café y comencé a escuchar atenta para escribir-

— Nada en realidad. Bueno, creo que Bonnie está en líos de nuevo, ella solo.... ¿estás escribiendo? -cuestionó confundido-

— Claro, suelo anotar lo que me dicen ¿ustedes no? -me vieron raro-

— ¿Eres psicóloga o algo así?

— Claro que no. Continúa Klaus -pedí-

— Bien. Ella solo se pierde unas buenas horas y llega golpeada, no quiere decirme que es lo que le pasa

— Y él no hace nada para insistir y que le diga -habló el entrometido de Cinco, lo calle y solo frunció el ceño-

— Porque ¡yo si respeto su privacidad! -habló volteándolo a ver-

— ¡Pues a mi no me importa no respetarla si se trata de poder evitar que se lastime! -volvió a gritar. Apreté el hueso de mi nariz al borde de gritar.-

Y eso hice

— ¡Ya basta! -me vieron. Ben, bueno, él solo intentaba entender-  Continua, Klaus

— Bueno, solo eso, no lo sé, prefiero no cuestionar tanto -asentí

— Eso es malo -dije pensando-

— Deberías ver lo que hizo Vanya -dijo Ben-

— Oh eso no es tan malo. Lo leí, pudo ser peor -Levante los hombros- descuidamos tanto a Vanya

— ¿Vanya? -preguntó Klaus. No puede ser- ah, Vanya, si ya la recuerdo

— ¡Klaus! -regañó Ben-

— Es broma -reímos un poco-

— Klaus, cuida a Maya tengo cosas que hacer -guarde la libreta-

— Ella se puede cuidar bien, ¿no creen? -dijo intrigado por las cosas que yo haría-

— ¡Claro que no! -dijo Cinco. Bueno al menos en algo estamos de acuerdo-

— Hazlo. Les explicaré todo cuando vuelva, Ben te necesito -avancé y él me siguió, de nuevo-

— Necesito explicaciones, Charl -dijo, mire al lado, Klaus estaba ahí siguiéndonos-

— Ahora no puedo, y menos aquí. Aclararé todas tus dudas lo prometo -me detuve en seco- Klaus -lo vi y este suspiro rendido- por favor cuídala

— Bien -habló sin ganas- esperó encontrarla. De nuevo estaré solo -Cinco levantó las manos indignado- tú no cuentas -sin más se fue y nosotros por nuestro camino-

De nuevo en casa..