-Actualmente; 14 años-
-10/nov/2003-

Academia Umbrella (mansión)

-21:42-

-Amaya-

Después de lo que ocurrió hace un rato mis "amigos" no volvieron donde quedamos en vernos, no tengo donde dormir sin ellos, espero la policía no los haya arrestado.. Pensaba y pensaba en dónde dormir, me acordé de Charlize, tal vez no le molesta una super compañía, ¿no?

Me imagino vive en la mansión gigante en medio de la ciudad, bastante humilde de su parte. Pero no sé cómo entrar. Ya se me vendrá algo a la mente.

Caminé hasta un callejón a lado de la mansión, miré la sombra de dos personas, espero atinarle a su habitación porque esas escaleras no se ven para nada seguras, subí las escaleras y me asomé por la ventana, Bingo!, Es ella.

Estaba a punto de tocar la ventana pero mi pie se resbaló y estuve a nada de caerme.
Me pegué en el mentón con el último barrote de la escalera, "el dolor es mental" es lo único que decía a mis adentros. Miré que se dirigía hacia mi, ¿tan fuerte se escuchó mi golpe?

— ¿Qué haces aquí? -abrió la ventana-

— A un lado -me metí, la confianza debe ser mutua-

— ¿qué sucede? -preguntó cerrando la ventana-

— Sucede que haremos ¡una pijamada! Yei!, ¿Qué te parece? -pregunté con una sonrisa forzada-

— No creo que...-no la dejé seguir-

— Sabía que ibas a aceptar, ¿Dónde dormiré? ¿Habrá comida? -me muero de hambre, la comida nunca debe faltar-

— Te abandonaron, ¿cierto? Y ahora No tienes donde quedarte -me miró con cara de que era lo más obvio del mundo, se que lo es, pero no pienso aceptarlo-

— ¿Qué dices? Eso no pasó -Le hice una cara inocente, me senté en su cama y comencé a observar la habitación-

— Bastante creíble...-tocaron la puerta y la interrumpieron- Hazte invisible -susurró y fue hacía la puerta para abrir-

Medio abrió la puerta solo dejando ver su rostro, me moví en un ángulo en el cual pudiese ver quién era. Al parecer era una chica de cabello largo con fleco, algo chica de estatura, ¿será que todos son unos enanos aquí?. A esa chica no la vi junto a los Umbrella

— Largo de a... Vanya!, ¿Qué paso? -definitivamente no le da ocultar los nervios. Entonces la chica aquella se llama Vanya..-

— Venía a ver si querías leer.., -dijo con voz delicada- ¿que escondes? -intento asomarse, niña chismosa.-

— A nadie, ¿por qué lo dices? -dijo Charl y abrió la puerta dejando ver por unos segundos-

Aparecí sentada en la cama

¿por qué?

No lo sé

— ¿Quién es esa chica? -apuntó a mi dirección con una pequeña pero notoria sonrisa, luego entró-

— Si claro, adelante Vanya -dijo Charlize bastante sarcástica y cerró la puerta-

— ¿Cómo te llamas? -preguntó tímida sentándose a mi lado. Aw, parece una niña de 6 años-

— Me llamó Amaya Gerdsthen -le extendí la mano, ella aceptó mi mano tímidamente-

— Lindo nombre -sonrió tímida-

— ¿Quién es ella? No la vi en el museo mientras me intentaban matar -sonreí viendo a Charlize-

— ¿La intentaban matar? -cuestionó alarmada, reí un poco-

— Los demás si -le respondió- Ella es Vanya, no va a las misiones -la miré nuevamente, traía un libro en su mano-

— Un gusto, Vanya -sonreí y me devolvió la sonrisa de manera tímida y amigable- Charl, ¿tienes algo de comer? -me agarré la panza, no había comido desde la mañana-

— No, pero...-el toque de la puerta volvió a interrumpirla, ¿acaso todos molestan aquí?. Suspiró molesta y fue a abrir-

— ¡Genial! -dije, se notó el sarcasmo ¿no?. Me hice invisible de nuevo. Pude ver como Vanya observaba a mi dirección algo sorprendida-

— ¡Que quie... Oh, lo siento no sabía quién eras -dijo riendo un poco, bastante nerviosa de echo. Intente ver quien era, estaba bajito y también se notaba nervioso, ¿son una secta de pitufos?-

— Él es Ben, seguro tiene un poco de comida para ti -me susurro Vanya, pero que linda chica, totalmente diferente a los demás-

— Buenas noches Charl, venía a preguntarte si querías ir a comer donas cuando se duerman todos -preguntó el niño, ¿dijo donas?. Perfecto-

Caminé de inmediato a la puerta y me hice visible empujando un poco a Charlize

— ¿Puedo ir? -pregunté sonriendo. El Niño se asustó y Charl lo jalo hacia dentro de la habitación para luego cerrar la puerta. Me senté nuevamente al lado de Vanya y el chico me veía-

— ¿Ella quien es? -preguntó muy casual parado frente a la puerta-

— Que te importa Niño, ¿irán a la cafetería? -pregunté amable, si claro. Él estaba apunto de hablar pero lo interrumpí- Genial, me traen un café americano y un pay de queso -me recargué en la cabecera de la cama juntando mis manos-

— Creo que yo ya me voy -bostezó, el bostezo más falso que eh visto en mi vida- tengo sueño -sonrió nerviosa cambiando a la puerta-

— Buenas noches, Vanya

— Buenas noches, Charl. Adiós Amaya -abrió la puerta-

— Adiós linda -sonreí, ella salió sin más-

— Deberíamos decirle a los demás que ella está aquí -dijo en "susurro", Ben dirigiéndose a Charlize-

— ¿Para qué? -cuestionó-

— ¿No se supone que se les escapó?. No deberías dejarla aquí -continuaban susurrando-

— Ella no es mala -los miraba con los ojos entrecerrados, ¿no se dan cuenta que estoy a centímetros de ellos?-

— ¿Y por qué la querían atrapar? -Vaya salió listo el enano Ben-

— Lamentó interrumpí su platica a "susurros" -hice comillas con los dedos- oh tal vez no, me da igual. Tengo algo de hambre en verdad, ¿no tienen algo? -me desmayaría en cualquier momento y estos niños se ponen a discutir-

— Bueno, te con....-la puerta volvió a sonar, ¿qué carajos?. Charlize dio un enorme suspiro- Al siguiente que me interrumpa le daré un golpe -camino hacia la puerta-

Rodé los ojos y me hice invisible de nuevo. Apenas abrió la puerta un niño entró agresivamente haciendo un lado a Ben y Charlize, vaya genio.
Un momento, es el cuchillitos, que gusto verlo. El chico empezó a buscar como loco por toda la habitación

— ¡Diego, qué haces! ¡Largo de mi habitación! -reclamó Charl en un tono gritón pero susurrado. Con que Diego eh-

— ¿¡Dónde esta?! -volteó a verla, momento de divertirse-

Ben estaba apunto de hablar, pero para hacerle menos el trabajo me hice visible

— ¿A quien buscas? -pregunté con una enorme sonrisa-

— ¡Tú! -de inmediato se acercó mientras sacaba un cuchillo, yo quiero uno de esos-

— Aleja tu apestoso cuchillo de mi vista, Niño ridículo -advertí-

— No se maten -dijo Charlize tomando a Ben del brazo y se teletransporto. Me sobresalté al no verla, mierda-

Diego quedó justo frente de mi apuntándome con su cuchillo cada que hablaba

— ¿Qué haces aquí? Más te vale que respondas -advirtió-

— Más bien, ¿tú qué haces aquí? -regresé la pregunta de manera inocente-

— Vivo aquí, tú no -Bien dicho. Se recargó en la pared cerca de la ventana- Sabes que si se enteran que estás aquí te matarán, ¿cierto? -jugaba con su cuchillo, aventándolo y atrapándolo-

— ¿Tú? -pregunté-

— Cambie de planes -sonrió con algo de ego mientras seguía con su cuchillo, le dicen el bipolar-

— Un punto a mi favor -sonreí de la misma manera, este entrecerró los ojos viéndome-

— ¿Como lo haces?  La invisibilidad

— Solo lo hago y ya -Si que son chismosos aquí- ¿Tendrás algo que se pueda comer? -aproveché, ni siquiera se a donde fue Charl, y mi panza seguía gruñendo-

— Oh, comida -preguntó con cierta ¿burla?-

— ¿Estas sordo?

— Ven conmigo -avanzó a la puerta. Pensé un poco pero lo seguí, espero no sea una trampa, o lo mataré con su propio cuchillo, no creo que sea tan difícil-

Caminamos por el pasillo, esta casa es enorme. Me llevó a una habitación algo separada de la de Charlize. Se recargó en la pared y con su cabeza me hizo seña para que entrara.

Lo miré dudosa, él abrió la puerta y sin darme tiempo de tan siquiera ver su interior me aventó hacia adentro haciéndome caer de lleno al piso, maldito.

Mi mentón ahora tenía otro golpe, observé como alguien aventó un peluche hacia la pared opuesta a donde yo había caído. Levanté mi cara para ver a un niño sentado de espaldas en la orilla de la cama, un momento, ¿ese es? ¿Estaba hablando con un peluche?

— ¿Hablabas solo? -él solo me miraba, eso respondió mi pregunta-

— Espera, ¡eres la chica de la misión! -se levantó- ¿tan rápido corres a mis brazos? -preguntó sin despegar la mirada. Me levanté y rodé los ojos-

— No -dije seca- pantaloncitos. Me encerraron aquí, solo buscaba algo que comer

— No hay nada aquí, y sabes algo, esto es Perfecto -rió algo irónico- Tú solita caíste en la ratonera -cerró su ventana- de aquí no sales, niña -me miro amenazante. Mierda-

Buscaba con la mirada algo para noquearlo o alguna salida y fue ahí cuando mire el papel en su escritorio, un momento, ¿no lo tiró?

— Vaya, lo conservaste -solté aguantando la risa-

— Cierto, lo olvide -se teletransportó, agarró el papel y lo rompió justo en mi cara, la volteé cuando lo hizo y por suerte miré un número escrito en la libreta abierta- No me interesa -terminó-

— ¿Y por eso lo anotaste en la libreta? -la señalé con la mirada, este de inmediato volteó y se volvió a teletransportar para tapar la libreta-

— No es nada, entrometida

— ¿Y la que corre a tus brazos soy yo? -reí-

— ¿Qué te hace pensar que es tu número y no el de otra chica? -preguntó mientras me miraba con los ojos entrecerrados- tengo muchas detrás de mi -dio media sonrisa, ¿todos aquí son tan egocéntricos?. Tarado-

— Me da igual. Me iré por la paz sólo quería algo de comer

— Me debes algo a cambio. Atrás de los libros en la repisa de la derecha hay algo de café -dijo señalándome donde. Caminé hacia donde indicó-

— ¿No querías esconderlo más? -pregunté sarcásticamente-

— Mi padre odia la cafeína, por eso lo mantengo escondido, tómalo y te largas de mi habitación, lo que hagas después no me importa -dijo y se acostó en su cama, vaya lenguaje-

Terminé la taza de café y caminé hacia la puerta, apenas abrí la puerta y Diego cayó frente a mi. Chismoso.

Miré hacia afuera, venía Charlize, traía una bolsa cafe que decía "Griddy's doughnuts" y el enano de Ben atrás de ella como pulga.

— Apenas le iba a decir algo

Sin decir nada salí de ahí hacia la habitación de Charlize no soportaría más a ese enano.

-Allison-

Iba por un vaso de agua a la cocina, pero escuche un golpe fuerte en la habitación de Charlize. No le di importancia y seguí, hasta que empecé a escuchar pisadas, y eran mas de 1 pisada.

Subí a revisar un poco y empecé a escuchar la voz de la chica que apareció en la misión, salí tan pronto de ahí cuando vi que Vanya se acercaba, por suerte no me vio.

Esto lo tiene que saber papá.

Cuando llegué a mi habitación me senté en el tocador viendo mi reflejo en el, "si le digo a papá seguro adoptara a la chica por su poder y robara mi protagonismo en la academia" me basta con que Charl se lleve un poco.

Agarre una de mis revistas y la estrelle en mi espejo...   No puedo permitir que suceda eso, me tengo que deshacer de ella, cueste lo que cueste. No ensuciare mis manos, lo hará alguien más.

Busque a Diego pero no quiso y fue corriendo por la chica, estoy seguro que la llevara con papá. Busqué a Luther y él acepto.

Llegamos justo cuando Diego corría a su habitación, al parecer ya se iban todos a sus habitaciones. Luther y yo buscamos a papá

— ¿Estas segura de que quieres hacer esto? -cuestionó Luther caminando a mi lado-

— ¿Me apoyarás o no? -cuestioné algo sería-

— Pienso que...-lo interrumpí-

— ¿Si o no?! -volví a cuestionar deteniéndome en seco. Este asintió y continuamos caminando-

En cuanto llegamos a la oficina le dijimos a papá.

Tan rápido como le dijimos que se ha metido una ladrona a la casa, salió de su oficina directo a donde se metió la chica, la habitacion de Charl.

-Narradora-

-Sir. Reginald junto con Pogo, Grace, Allison y Luther fueron a por la chica.-

-Al encontrarla el padre la jaló hasta la salida a lo que Charlize intentaba detenerlo, Grace llevó a sus hijos a sus habitaciones para que durmieran pues el ruido había llamado la atención de todos-

-En la salida Amaya logró hacerse invisible y huir con Charlize, al parecer estaban preparando una jeringa para sedar a número 8. Charlize las teletransporto al cuarto de Klaus en el cual no había nadie, pues esta vez Reginald había mandado a todos a buscarlas. En eso entró alguien teletransportándose a esa habitación, era número Cinco-

— ¡Tres! -gritó Charl antes de lanzarse sobre él tirándolo al suelo y doblando sus brazos por su espalda para que este no se moviera-

— Suel...-la chica tapó su boca para evitar que este gritara. Amaya solo reía un poco bajo al verlos mientras se recargaba en la puerta-

— Me gustaría aventarlo por la ventana, ¿qué dices? -preguntó número ocho mientras la veía-

— ¡Por favor! -pidió la chica en forma de súplica ante su petición y rió nuevamente. Cinco la veía desde abajo mientras intentaba hablar- No te esfuerces, Niño. Dios, ¿siempre es así de molesto? -preguntó-

— Desde que tengo memoria, pero es mi hermano -soltó un suspiro- Ahora, te soltaré pero no hagas ruido -quitó la mano de la boca del chico, este empezó a agarrar aire y la chica solo lo veía-

— Papá la está buscando -volvió a agarrar aire- No creo que la quiera sacar -su respiración estaba bastante agitada-

— No confió en él -dijo la chica viendo a Charl-

— No me interesa si confías o no en mi, niña estúpida. -Charlize lo soltó y este se levantó del suelo- Si no va, nos castigarán a todos por tu culpa, Charl. Piensa bien lo que harás -sin más se teletransporto dejando a Amaya con el insulto en su boca-

— No lo haré

— Tienes que ir, tenemos que ir -afirmó número ocho-

— Es una trampa, no iré, saldré por mi propia cuenta de aquí -habló la chica acercándose a una ventana-

— ¡Espera! -Charl la tomó del brazo- si vamos es probable que se arreglen las cosas, no eres normal, eres como nosotros. No puedo dejar que castiguen a los demás por mi culpa es muy egoísta -explicó-

— Es malo que tu amigo Ben y Vanya reciban un castigo, pero los demás me importan una mierda -comenzó a balbucear- Es ilógico que el viejo quiera arreglar las cosas

— Sus razones tendrá -Amaya la miró y soltó un suspiro rendido para luego asentir-

-Charlize llevo a la chica a la oficina de Reginald para que ellos dos hablaran.-

-Lograron llegar a un acuerdo en el cual Reginald la adoptaría o más bien la compraría  para que se uniera a los Umbrella y sean más fuertes a la hora de pelear.-

-Esperemos que a Amaya le gusten los batidos proteicos en la mañana!-

-Reginald ordeno que Grace la llevará a su nueva habitación, la cual quedaba justo a lado de la habitación de Allison, gracioso, ¿verdad?-

-La chica exploraba la gran habitación que le había tocado, en su vida había estado en una, y estaba sorprendida. Maldijo a sus adentros, en verdad le había gustado y eso la asustaba un poco-

— ¿Te quedas? -preguntó número ocho llegando teletransportada. Amaya se sobresaltó un poco al verla en la orilla de la cama-

— ¿Estabas espiando?

— Tal vez -dio una sonrisa inofensiva. Ella rodó los ojos-