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Flashback:

Min, o bueno mejor dicho el omega de Jeon, se encontraba en su hogar, dándole la papilla a su pequeña Sarang. Era ya muy noche, Jungkook no regresaba a casa y Yoongi comenzaba a creer que con suerte lo vería por la mañana.

Bostezo, cansado, pensando que tal vez dormir era una mejor opción, limpio las mejillas de la cachorrita y dejo su plato en el fregadero. Un extraño escozor recorrió toda la extensión de su marca, la debilidad azotó su cuerpo, obligando a que se sujetará de los bordes de la mesada.

Respiro profundo y se soltó despacio, volviendo a sentarse frente a la bebé.

"¿Qué sucede?" Se preguntó agitado, el solo echo de tocar la marca le daba dolores insufribles, con la fuerza que tenía se acercó al mini espejo que colgaba en una pared de la cocina y se observó, su marca estaba roja, tanto que parecía recién echa. El mareo de hace un rato se transformo en un terremoto que le impedía moverse y la sensación de adormecimiento nublaba su visión.

Sarang estalló en llanto, incomoda por lo que la conexión con sus padres le hacia sentir en ese momento, Yoongi giro sobre sus talones, pensando en calmarla, sin embargo el dolor ganó y lo desvaneció en el suelo.

Lo siguiente que recuerda, fue el llanto desolado se su hija, que alertó a la vecina de junto, y esta a su vez llamó a SeokJin, contacto de emergencia que Yoongi tenía escrito en un papel encima del refrigerador por si acaso.

Fin flashback.

Lágrimas traicioneras rodaron por sus mejillas, hipidos y pequeños sonidos desgarrados acompañaron la catarsis, Yoongi rompió en llanto frente a todos, para ellos sin ninguna razón, o bueno, para su ex marido y su ex amigo, pues Taehyung conocía muy bien ese sufrimiento, sabía que el omega se estaba hundiendo en esos cinco minutos de oscuridad extrema.

―¿Qué le pasa? ―cuestiono Jimin asustado.

―Es una crisis, salgan del cuarto ―dicto.

Tae lo había despertado con el perfume, y preparado compresas de agua fría para su marca.

―Pero- ―Jungkook también quiso objetar, sin embargo el otro alfa le dirigió una mirada casi asesina.

―Salgan.

Jimin acato el pedido y se llevó a Jungkook del brazo, a rastras.

Una vez que se quedaron solos, el alfa moreno tomó la mano del omega, dando caricias circulares en el dorso de esta.

―Tomate los minutos que necesites, ya va a pasar ―dijo mientras limpiaba su marca con la gaza empapada en agua.

Yoongi lloro por un rato, no sabe cuanto tiempo fue, pero al menos había conseguido calmarse y limpiar su rostro. Taehyung le ofreció una gaza empapada para deslizar sobre sus párpados y disminuir la hinchazón que tendrían después.

―Gracias, mi mente me jugo una mala pasada ―suspiró recobrando el ritmo normal de su respiración.

―Lo sé, mi mente me aturde cada vez que recuerdo la muerte de mi ex...mi esposa ―dudo al finalizar la frase.

El pálido le regalo una mirada comprensiva.

―¿Cuesta aceptarlo verdad? Ella siempre será parte de ti, y eso está bien.

―Jungkook siempre será el padre de tu hija, y eso también está bien ―contestó.

―Es la vida, pero ahí es cuando te das cuenta que la marca es un maldito dolor en el culo ―Río, provocando una risa departe del alfa también. 

―¿Quién habrá inventado este sufrimiento? ―río, ―Así que, te diste cuenta por la marca ―afirmó divertido.

―Si, comenzó a molestarme en ese momento, estaba solo en casa con mi hija, cuando me sentí mal y me desmayé.

La expresión de Kim cambio a una que reflejaba indignación y preocupación entremezcladas. Sin querer gruño por lo bajo, Yoongi noto la tensión en sus músculos a través del movimiento de sus manos.

―¿Porqué tu y Jungkook ni siquiera se hablan? ―pregunto sentándose en la cama.

―De por si la idea de tener un hermano rompehogares ya es bastante pesada, pero la gracia de todo esto es que entre ellos no...

Iba a hablar más, pero se vio interrumpido por la apertura repentina de la puerta. Sarang entró corriendo hacia donde su papi se encontraba y Vini la siguió, quedandose en brazos de su propio padre.

—¡Papi! ¿Estás bien? ―habló preocupada.

Yoongi le hizo un espacio para que pueda acostarse con él y acaricio su largo cabello ondulado.

―Me siento bien ahora, agradecele a Taehyung que se ocupo muy rápido de mi ―sonrió.

Sari volteo hacia el alfa y lo atrapó en un gran abrazo.

―Gracias Taehyung oppa.

Su abrazo le pareció el más sincero del mundo, con una sonrisa en el rostro miró a Yoongi y correspondió a la acción de la niña.

En el fondo, Sarang realmente estaba preocupada de que no hubiera nadie carca para ayudar a su padre, y agradecía que ahora Taehyung estaba cerca de ellos.

―No hay de que bonita, mientras yo esté cerca nada le pasará a tu papi.

Aquellas palabras tranquilizaron a la menor. Quien se alejó del alfa y miró a su progenitor.

―Ve a jugar con Vini, después de almorzar podemos ir todos al parque ¿De acuerdo?

Los niños asintieron emocionados, ya después conocerían la ciudad y buscarían un parque, Vini subió a la espalda de Sarang y dejó que ella lo cargará devuelta a donde estaban jugando.

Volviendo a quedar solos, Taehyung y Yoongi se miraron en silencio, no sabiendo como continuar la conversación de hace un rato.

―¿Qué ibas a decir? ―encaró Yoongi.

―No tiene sentido, no hay que darles más protagonismo en nuestras vidas, ¿Te parece si mejor te ayudo a cocinar?―Sonrió.

―¿Cocinas? ―Río incrédulo.

―Lo justo y necesario, pero... se lavar platos ―una carcajada resonó en sus labios debido a la respuesta dada.

―Eso me sirve ―contestó entre risas.

Taehyung entiende lo que Yoongi a pasado, pero ¿Qué estaba apunto de decirle sobre la aventura de Jimin y Jungkook?