Dos años después.

Vivir engañándote a ti mismo era horrible pero una vez que las cadenas se rompían y la máscara caía todo era diferente, una nueva persona renacía aprendiendo de sus errores y volviéndose real, eso había sucedido con Namjoon.

Había luchado contra sus propios demonios, pero cuando logró escuchar a su corazón comprendió lo que era ser uno mismo.

Para su buena suerte Seokjin todavía lo amaba y esperaba por él. Se decía que cuando una persona estaba destinada a otra, pasara lo que pasara ambos terminarían juntos.

—Buenos días, amor —Seokjin lo saludó.

—Buenos días —sonrió.

Terminó de entrar a la cocina para llegar hasta el mayor y abrazarlo de la espalda para besar su mejilla.

—Hoy es un día especial ¿Lo recuerdas? —Namjoon preguntó sonriente.

—¿Hoy? ¿Qué día es hoy? Hoy no se festeja nada —dijo con una pequeña sonrisa que lo delataba.

—Es nuestro aniversario —sonrió.

Seokjin apagó la estufa para girarse y mirar al moreno. Sus manos se entrelazaron y sus cuerpos se acercaron un poco más.

—Lo sé, tontito —se rio en sus labios.

Namjoon sonrió para después besar sus labios de una manera lenta y seductora.

—Cariño, hoy tendremos una cena muy especial —sus manos se enredaron en la cintura del mayor—. Festejáremos nuestro quinto aniversario de la mejor manera.

—Iremos a cenar y luego... ¿Vendremos a la casa a divertirnos? Yo también te tengo preparada una sorpresa —sonrió pícaro.

Namjoon asintió sin apartar su mirada de la de Seokjin. El mayor le dejó un último beso en los labios para girarse y terminar de sacar su comida. Primero desayunarían y después el día comenzaría para ellos.

Tomarían una ducha juntos y luego Namjoon lo llevaría al trabajo, el moreno iría a la empresa (donde Jackson y Mark ahora habían demostrado un buen desempeño en los últimos tres años) cuando Seokjin y él terminaran su jornada laboral se ducharían y se irían a cenar para celebrar su aniversario.

Eso se tenía planeado. El moreno quería que su cena de aniversario sea la mejor de todas, la más inolvidable, quería ver esa preciosa sonrisa todos los días y ese día no era la excepción. Estaba seguro de que haría feliz a Seokjin con su cena sorpresa.

Había preparado todo con anticipación, lo mejor para el mejor. Tuvo sus cómplices, claro que sí, todos sus amigos dejaron su granito de arena para la sorpresa de Seokjin y Namjoon se los agradecía, sin ellos se encontraría sin saber cómo planificar lo mejor posible para la cena sorpresa.

—Vendré por ti mi amor, no te esfuerces de más, recuerda que si no puedes con tantos pedidos tienes a los chefs ayudantes ¿De acuerdo? —Namjoon lo miró antes de que el mayor saliera del auto.

—Lo sé, cariño —se rio divertido.

—No olvides nuestra cena de hoy y feliz aniversario, bebé.

—Es la quinta vez que me lo dices amor, lo sé, no se me olvida —sonrió.

Seokjin abrió la puerta del auto, pero antes de bajarse tomó la barbilla de Namjoon para acercarlo a sus labios. El moreno casi suspiró en el beso.

Eso y muchas otras cosas más era lo que Seokjin lograba hacer en él. Seokjin le volvió a sonreír para dejar un último beso en su nariz y salir del auto.

Namjoon lo despidió agitando su mano en el aire. Esperó a que el mayor entrara a la cocina para después partir con rumbo a su empresa.

🍒🍒🍒

Estaba de más decir lo nervioso que se encontraba Namjoon, en todo el día no se había podido concentrar, no siempre se cumplen cinco años con la persona que hacía tu vida feliz, era una ocasión importante. Por ello en todo el día no trabajó por cuidar cada detalle de su cena con el mayor, quería que todo saliera perfecto.

—Lo sabes Namjoon, mi empresa será oficialmente tuya dentro de un año en cuanto mi cargo termine por fin —palmeó uno de hombros.

—Y estaré orgulloso de que sea mía, gracias padre —sonrió mostrando sus bonitos hoyuelos.

—No lo olvides hijo, mamá y yo te amamos y estamos orgullosos de ti —lo miró—. Han pasado los años, pero todavía nos sentimos mal por lo que pasó, es momento de que nosotros también le demos vuelta a la página, tú lo lograste y estamos felices.

Colocó una cajita en su escritorio junto con algunos papeles. Namjoon lo miró y se levantó de su silla para abrazarlo.

—Mamá y yo te deseamos lo mejor en el mundo, ahora anda, ve por ese chico y diviértanse mucho.

Namjoon asintió. Tomó lo que se encontraba en su escritorio y corrió al elevador. En cuanto llegó donde su auto, entró y condujo hasta Seokjin.

Había llegado unos minutos temprano, pero no le importaba nada si dentro de poquito miraría al chico que volvía loco a su corazón.

Y fue solo cuestión de tiempo para mirar a todos los demás chefs salir de la parte trasera del restaurante, el último en salir había sido Seokjin y en cuanto sus miradas se encontraron ambos suspiraron enamorados.

—Buenas noches, amor —lo saludó mientras entraba.

Se colocó el cinturón de seguridad y después se acercó a besar su mejilla.

—Buenas noches, bebé ¿Cómo estuvo su día hoy?

—Muy bien, hoy probamos utilizar una nueva receta mía y la amaron, los comensales gustaron probar el nuevo menú, probablemente para mañana mucha gente ya lo sepa, tendré trabajo de más.

—Pero al final del día Namjoon estará allí para masajear tus hombros y dejarte besitos en todo el rostro por lo trabajador y dedicado que eres —su voz sonó tan tierna que Seokjin sintió como su estómago se revolvía con emoción.

—Gracias amor —le sonrió.

Namjoon no perdió el tiempo, le regresó la sonrisa, pero después se acercó a su rostro para al fin juntar sus labios. Los de Seokjin se desenvolvían con facilidad en los de él, era como si estuvieran hechos solo para Namjoon. Los amaba, amaba besar esos preciosos belfos, morderlos era como ir al paraíso y es que Namjoon solo hablaba de sus labios y no del cuerpo y las virtudes de Seokjin.

Sus labios se separaron con un chasquido que los hizo sonreír. El mayor lo miró directamente a los ojos para después regresar y dejar un último beso en sus labios.

Un momento tan íntimo y hermoso entre ellos dos, pero si querían más besitos tenían que ir a casa para ducharse y arreglarse para su cena de aniversario.

Seokjin le regaló una sonrisa mientras Namjoon conducía a casa. Vivían separados, todavía no daban el siguiente paso en su relación, pero Namjoon pasaba más tiempo donde Seokjin así que era como si vivieran juntos.

Seokjin bajó alegre del auto mientras caminaba a la puerta de casa. Buscó sus llaves y las introdujo en la cerradura. Cuando se giró para mirar al moreno este se encontraba esperándolo con un ramo de flores.

Su corazón se apachurro en su pecho, lo amaba, amaba mucho a Namjoon. Su sonrisa no se borraba, tomó el ramo y después se lanzó a sus brazos. Namjoon lo recibió feliz.

Después de eso sus manos se entrelazaron, entraron a casa y rápidamente el mayor colocó las flores en agua. Namjoon se había dirigido al baño preparando la tina para ellos dos.

Cuando Seokjin llegó se encontró con el agua de un color rosa pastel y un delicioso aroma a fresas, no sabía de donde el moreno había sacado esas cosas, pero estaba feliz de ser consentido por su pareja.

Le sonrió para girarse y comenzar a desabotonar su camisa, de pronto unas manos se colocaron encima de las de él. Sintió la respiración de Namjoon en su cuello haciéndolo estremecer.

Su cuerpo se giró quedando de frente al moreno. Namjoon se acercó y besó su frente para después comenzar a desabotonar los últimos botones de la camisa del mayor. Cuando lo logró besó sus hombros y su pecho. Se sacó su camisa y después dirigió sus manos a los pantalones del mayor.

Cuando ambos estuvieron desnudos, sus manos se entrelazaron y Namjoon los guio hasta la tina que los esperaba.

Ambos entraron, Seokjin encima de Namjoon mientras se besaban lentamente, no había otra cosa más que besos lentos y caricias tímidas.

Cuando terminaron se vistieron y arreglaron, ambos salieron de casa con las manos entrelazadas.

El lugar era algo sencillo pero hermoso, Namjoon había reservado la mejor mesa para ambos. Esta se encontraba en una terraza con vista a las iluminadas y preciosas calles de Seúl. Todo era íntimo y muy lindo. Seokjin se sorprendió cundo miró su mesa, esta estaba decorada con algunos pétalos de rosas, Namjoon se había esforzado en todo.

En cuanto tomaron lugar unos chicos les llevaron un vino y una entrada. Todo había sido planeado por el moreno así que solo era esperar por su cena.

Ambos chocaron sus copas mientras se sonreían cómplices. Sus manos se mantenían entrelazadas encima de la mesa, estaban muy enamorados.

La comida no tardó tanto, Seokjin notó que era su platillo favorito y se emocionó, Namjoon era tan romántico.

Los platos fueron retirados una vez que terminaron, Seokjin le contaba sobre lo feliz y agradecido que estaba de su cena sin notar que Namjoon no había acabado con las sorpresas.

El moreno suspiró, estaba nervioso. Miró a su chico y todos sus males desaparecieron, dejó de temblar y se sintió más seguro. Seokjin brillaba tanto, era tan hermoso, no había conocido a una persona tan linda como él, estaba agradecido con la vida por conocerse y enamorarse, Seokjin era todo lo que necesitaba.

Su mano que se encontraba en el bolsillo de su pantalón se movió para salir con el último regalo para su pareja. Seokjin lo miró suspirar, el moreno se encontraba nervioso, no era tonto, lo había notado desde hace mucho.

Namjoon se puso de pie, entonces Seokjin dio terminada su cena. Él también se puso de pie, encontrándose con la mirada de Namjoon.

Una de sus manos se entrelazó, Namjoon no paraba de mirarlo con un bonito brillo en los ojos. Lo abrazó, tenía la necesidad de hacerlo. Seokjin le devolvió el abrazo mientras le agradecía por la magnífica cena.

—Amor... —su voz sonó fuerte pero tranquila—. Espero que hayas disfrutado de nuestra cena —sonrió mientras apartaba unos cabellos de su rostro.

—Lo hice cariño, muchas gracias —besó su mejilla en forma de agradecimiento.

Miró como el moreno se sonrojó un poco y eso hizo su corazón latir fuerte de amor.

—No sé cómo comenzar, quiero que esto sea significante para ambos porque te amo y quiero lo mejor para ti... Mirar tu sonrisa me hace volver loco, estoy tan enamorado... Se que cometí muchos errores en el pasado, pero aprendí de ellos, se quién soy y lo que quiero. En mi futuro estas tú, por supuesto —ambas miradas conectaron.

Los dos chicos sintieron infinidades de cosas con solo esa mirada, estaban tan enamorados que se sentía correcto.

Seokjin ya sabía a donde iba eso, sus lágrimas estaban retenidas, pero en cualquier momento se largaría a llorar.

Namjoon se arrodilló sin soltar una de sus manos mientras que con la otra sacaba una cajita de su pantalón. El moreno la abrió frente a sus ojos, notando que era un bonito anillo de compromiso.

Conocía ese anillo, la madre de Namjoon lo llevaba, nunca se lo quitaba y saber que sus padres estuvieron de acuerdo con eso lo hacía sentir tan feliz y agradecido. La sortija era la misma, pero notó que tenía algunos nuevos arreglos, tenía más diamantes y brillaba mucho más. Sus ojos no esperaron más, rápidamente comenzaron a llorar mientras se aferraba a la mano de su novio.

—Seokjin hyung... ¿Te quieres casar conmigo?

El fin.

¡Hola!

Esto es el fin :(

Se que lo dejé en la mejor parte pero creo que todos sabemos cual fue la respuesta de Seokjin y lo que pasó después

Tengo que aclarar que el anillo era de la madre de Namjoon, el anillo que le dio a Jackson, era regalo de su padre, así que no es el mismo

No crean que solo sería el final, escribiré un extra, ya sea desde el día de la boda o desde los preparativos, ya lo veré, pero ahora me siento feliz por terminarla, aunque un poco sensible porque amé escribir cada capítulo

Ya lo había dicho antes, amé mucho escribir ciertos personajes y bueno, es una fic que siempre llevaré en el corazón, una vez más, terminé otro ciclo y claro que comenzáremos otro💜

Muchas gracias por su apoyo,❤ por mi parte, esto es todo por hoy, nos leemos en el capítulo extra💜

Como ya saben, amo consentirlas así que... Dejen aquí lo que quieran que pase en el extra, ya sea con Namjin o con cualquiera de las demás parejitas, si siento que va con lo que ya estaba escribiendo, claramente lo implementaré❤

Créditos© al creador del vídeo💜

¡Gracias!

💜