Despertaste por unos cálidos rayos de sol, que golpearon tu cara de manera molesta y te hizo frotarte los ojos.

Con pereza te fuiste estirando totalmente y soltaste un largo bostezo.

-¿Dormiste bien? -oiste una voz familiar.

Abriste los ojos aún somnolienta y miraste a tu compañero de cuarto, México, vestido con una sudadera verde, pantalones de mezclilla y tenis, además de el cabello desordenado y un mandil rosa que decía "bese al cocinero".

-¿Traes puesto un mandil de señora? -preguntaste frotandote un ojo.

-Primero que nada, buenos días -habló desde la cocina-. Y segunda, ¿amaneciste bien?

-Mhm ¿qué pasó anoche? -preguntaste rascandote la cabeza.

-Si te refieres a alguna locura o peda, no, no paso nada -respondió hacia ti dedicándote una sonrisa-. Solo te quedaste dormida a tres cuartos de película y te deje dormir en el sofá. ¿Se siente bien dormir en sofá?

Soltaste un quejido al estirarte nuevamente.

-Mgh, algo duro, pero no tanto. Aunque si hay una diferencia entre una cama y un sofá -hablaste rascándote el cuello.

-Bueno, ven a desayunar, hice huevos rancheros y café -colocó dos platos en la barra de la cocina.

Apartaste las dos cobijas gigantes de tigre con las que México te había tapado para no tener frío. Te pusiste tus zapatos que te habías quitado la noche anterior y te levantaste del sofá.

-Lávate las manos antes de comer ____ -ordenó el albino volteando a verte.

Rodaste los ojos sonriendo de lado.

-Si mamá -respondíste.

Fuiste hacia el fregadero para lavarte las manos con agua y jabón. Finalmente caminaste hacia la barra y te sentaste en uno de los taburetes de la cocina.

Comenzaron a comer juntos, tranquilos y en paz; él solía mirarte de reojo comer y sonreia de lado. Hasta que México rompió el silencio.

-Bañate y cambiate, tengo un itinerario preparado para los dos.

Alzaste la mirada hacia él curiosa.

-¿Itinerario? -preguntaste y él asintió.

-Será divertido, y lleno de sorpresas -te mostró una sonrisa que mostraba los dientes ligeramente y derretiria a cualquiera.

Pero a ti no, sabiendo que detrás de esa sonrisa de galán de película mexicana se escondía el ser más pendejo del mundo. Solo a él se le ocurría que la biomecanica es sobre plantas ciborg o crear plantas como las de plantas VS zombies, y que si es posible hacer que un BonIce de mole exista.

-Ve y bañate, tu cabello en la mañana se ve como nido de ratas -bromeó y tu le diste una palmada en el hombro.

Terminaste de comer lo que restaba y lavaste los platos que usaste, era lo menos que podías hacer por Mex, ya que normalmente no cocina debido a su ajetreada vida.

Tomaste tus cosas para entrar al baño y abriste la llave para la ducha.

Debido a la emoción que te dio México con el tono en que te habló, intentaste apurarte en la ducha; logrando así un tiempo récord que ni tu pensaste que lograrías.

Saliste envuelta con una bata de baño y una toalla hacia la cocina, para ver a México apoyado en la barra concentrado en su teléfono.

-Mex, te toca -hablaste asomando la cabeza.

-¿Eh? Ah si -te respondió sonriendo y apagando su celular-. Oye eso fue rápido.

Después de eso fuiste hacia tu cuarto para arreglarte.

Usaste unos jeans de cintura alta, una de manga larga naranja y tus botas y chaqueta favoritas.

Peinaste tu cabello y le pusiste un spray para que quedara hermoso suelto y no se enredara.

Finalmente decidiste maquillarte un poco. Tal vez cuando eras adolescente no entendías el porqué del maquillaje y decías que nunca lo usarías. Pero no con el pasar de los años entendiste que no era tan malo y de hecho te gustaba.

Saliste de tu cuarto y al no ver a nadie dedujiste que o México se estaba bañando o estaba cambiándose.

Te sentaste en el sillón y sacaste un teléfono. No viste pasar el tiempo entre videos, memes y una conversación con tu mejor amiga.

Realmente te sentías algo mal por haber negado a tus amigos, con ellos te divertías mucho y te ayudaban cuando tenías problemas en la universidad; como salvarte el pellejo en alguna tarea o proyecto. Incluso tu mejor amiga la conocías desde preparatoria.

Pero no todos los días tienes de rommie a un countryhuman y este te invita a pasar una festividad con él.

-¿Lista? -oiste la voz de México y volteaste a verlo.

Siempre has reconocido que cuando México se arregla, puede verse totalmente diferente.

Camisa blanca, pantalones negros y zapatos de charol. Reloj en la muñeca y cabello arreglado.

-¿Y bien? -preguntaba sonriendo de lado.

-Te ves... -las palabras no salían de tu boca-. Menos zarrapastroso de lo normal.

La sonrisa de México se borro de inmediato.

-¿En serio? ¿Eso es todo? -preguntaba fingiendo estar indignado y en un tono dramático.

-¿Qué esperabas que dijera? -hablaste sonriendo levemente y alzando los hombros.

-No lo se algo como: "wow México que bien te ves arreglado" -respondió imitando tu tono de voz.

-Pensé que eso ya lo sabias -intentaste excusarte sin borrar tu sonrisa.

Rodó los ojos y al final sonrió de lado.

-Mejor ya vámonos, es medio día y debemos empezar ya -habló el albino caminando hacia la puerta seguido de ti.

-Wow -soltaste al bajar del coche y mirar todo el centro.

Todo estaba decorado con papel picado, cempazuchil, calaveritas y montones de flores.

Era todo maravilloso. Veías juegos, niños disfrazados, personas haciendo cosplay, catrinas y catrines, alebrijes y criaturas mitologicas.

México te veía apoyado en su coche, miraba como sonreías y ante sus ojos eras una niña pequeña.

Camino hacia ti y te tomó del hombro. Volteaste a verlo y le sonreíste.

-Hay tantas cosas -hablaste volviendo tu mirada hacia el centro-. Que no sé por dónde empezar.

-Pues yo sí -habló el mexicano y te tomó de la mano-. Vente vamos a la plaza.

México te arrastró hacia una plaza donde había mujeres vestidas del traje típico de Veracruz y con la cara maquillada para que se vieran como catrinas; lo mismo pasaba con los hombres.

Juntos bailaban "La Bamba" al sonido de arpas, guitarras y violines.

Las mujeres movían la falda del vestido de un lado a otro haciendo un bonito efecto con el.

Mirabas asombrada el baile abrazada del brazo de México.

-Mex, esto es increíble -hablaste hacia tu amigo aún sin apartar la vista de los bailarines.

-Bonito ¿no? -habló altanero y miró también hacia los bailarines-. Fui el único que pudo venir.

Volteaste a verlo.

-¿A que te refieres?

-Nadie quería venir -comenzó a explicar mirándote-. Ningún diputado o gobernador quiso venir, y el presidente está haciendo no se que mamada, todos decían estar ocupados hoy como para asistir -volvió a posar sus ojos en el baile-. Pero yo no me perdería ver a mi gente por nada.

-Es algo muy bueno que quisieras haber venido -hablaste sonriente.

-Si pero no hubiera sido lo mismo haber venido solito, no me hubiera gustado y se sentiría medio fello -hizo un puchero con los labios-. Por eso te jalé.

Después de la bamba, los bailarines se retiraron y aparecieron otros, con trajes de charro a bailar "El Son de la Negra", maquillados al igual que los bailarines anteriores.

Durante el baile algunas chicas y chicos se acercaron al country para pedirle una selfie con él. Tu te apartaste de ahí y mirabas de lejos, porque al final y al cabo, México era una especie de celebridad/político; por eso los programas de chismes matutinos que se veían en la tele no hablaban de su vida privada.

-¡México! Qué bueno que viniste -un señor de aproximadamente 60 años se acercó al countryhuman para abrazarlo.

-Hola Joaquín -correspondió el de ojos miel-. Pero claro que vine no me lo perdería por nada, ¡____! -gritó tu apodo y tu te acercaste-. Ella es ____, es una amiga que traje para que me acompañe y no esté tan solito.

-Mucho gusto -saludaste sonriente estrechando manos con el señor.

-El gusto es mío señorita, Joaquín Herrera Xiquitl -se presentó alzando su sombrero de paja-. Para servirle a Dios y aste'.

-Joaquín es hijo de una mujer nahuatl, y di la idea de que armara su ofrenda como su mamá le enseñó aquí en el centro -explicó México rodeando con un hombro al anciano.

-Será una exposición de diferentes ofrendas -habló y tu soltaste una risita ante cómo hablaba entusiasta.

-Y yo me ofrecí a ayudarle con la ofrenda y es parte de nuestro itinerario -hablo el albino-. ¿Que dices ____? ¿Nos ayudas?

-Seguro -aceptaste.

México te dio la tarea de ir colocando las comidas que la esposa de Joaquín, Lucero, te entregaba; además de ir adornando con flores de cempazuchil varias partes del altar o donde tú creías irian bien.

-Muchas gracias México -agradeció Joaquín abrazando a su esposa-. Y aste' también ____ -te habló por el apodo que México te decía.

-No fue nada don Joaquín -respondiste sonriente.

-Tengan -la esposa de Joaquín se acercó a ustedes y les entregó dos pulseras-. Como agradecimiento, Joaquín las hizo para ustedes.

Eran unas muy bonitas pulseras elaboradas, de piedras negras y con un imán en el centro cada una.

-La mamá de Joaquín le enseñó a hacerlas.

-Son pulseras xelhua -comenzó a explicar el señor abrazando a su esposa-. Según mi mama, daban vitalidad, seguridad y confianza en quienes tengan la pulsera complementaria del otro.

-Ella nos hizo unos parecidos como regalo de nuestra boda -la señora enseñó sus muñecas-. Son pulseras del sol y la luna, hechas para los casados.

-Usenlas y serán un gran equipo, pase lo que pase -terminó de hablar.

-¿Y que te pareció? -preguntaba el de ojos ámbar caminando por el parque-. ¿____? -te llamó al ver que no le ponías atención y mirabas la pulsera atenta.

-Esos dos, son un matrimonio hermoso -hablaste sonriendo mirando la pulsera aún.

-Y tuvieron como ocho bendiciones -habló tu compañero y tu le miraste sorprendida-. Te lo juro.

No pudiste evitar soltarte a reír y México te siguió.

-Se ve que si se demuestran su amor -dijiste soltando la última risita.

-Ya se hace de noche, vamos a comer y luego a darle a los niños algo de calaverita.

Después de comer un par de tamales y elotes, México y tu fueron a una tienda a comprar una bolsa de paletas para los niños.

Caminaron por el parque del centro y miraban a los niños salir con sus padres disfrazados de un montón de personajes. Vampiros, momias, brujitas, zombies y hasta incluso personajes de televisión.

-¿Me coopera con mi calaverita?~ -hablaron dos niños acercándose a ustedes, mostrando sus bolsas de dulces.

México curveo los labios de manera tierna y se acercó a los niños.

-A ver díganme un verso -pedía el tricolor.

-La calavera tiene un diente la muerte tiene dos, si no me das mi dulce te las verás con Dios -rimaba el primer niño, que iba vestido de vampiro.

México tomó una paleta de la bolsa y la coloco en la de aquel niño, para después mirar al otro.

-El muerto quiere camote, si no le dan se le cae el bigote -respondió el pequeño extendiendo su bolsa.

-Muy bien -dijo México y le puso un dulce, seguido de revolver sus cabellos.

-Gracias -agradecieron los niños y se fueron corriendo.

-¿Ya viste como hay que hacerle? -preguntó volteando a verte.

Tu asentiste y comenzaron a caminar por donde había niños para ir dándoles un dulce a cada uno.

A veces un niño decía una calaverita muy larga, otros la cantaban y otros decían una muy divertida; y por eso México les daba dos o tres dulces.

Ya eran alrededor de las 7. Se acabaron la bolsa de dulces que compraron y se fueron al centro del parque donde había una fuente.

Allí ahora había más gente con disfraces.

Edward manos de tijera, Freddie Krueger, Jason, Pennywise, el sombrerero de Alicia, e incluso varios cosplays de personajes de caricatura y anime.

-¡____! ¡Tómame una foto con la Catrina! -pedía el albino hacia ti.

Se encontraba abrazando a la Catrina de la película del Libro de la Vida, sonriendo de emoción como un fanático ante su celebridad favorita.

Rodaste los ojos divertida y sacaste tu teléfono, después de dos fotos se separaron.

Se tomaron fotos con demás personajes. Una chica vestida de Uraraka, otra de Nezuko, un chico con cosplay de Osomatsu, otro con cosplay de el sombrerero loco, fotos con All Might; y hasta fotos con personas disfrazadas de slashers y catrinas.

-¡Ahhhh! -soltaste un gritillo de emoción y tomaste a México del cuello bruscamente-. Mex, ¡es él!

Y ahí estaba, alguien disfrazado de tu husbando favorito, parecía la vil encarnación de él.

-Yo estoy más bueno -habló México con cierto recelo.

-Si si, ya a la chingada ¡tómame una foto! -dijiste dándole tu teléfono y acercándote a tu amado personaje.

México enfocó la camara listo para tomar la foto. Pero cuál fue tu sorpresa que aquella persona te rodeo el hombro y te acercó más a él como un abrazo.

Estabas que te morirás ahí mismo de la emoción.

¡Ah Dios que esto no sea un sueño! Pedías al cielo.

-Una foto más -pidió el chico con voz varonil a México.

Te tomó del mentón suavemente y posó sus labios en tu mejilla. Gritabas internamente de la emoción.

-Gracias -dijo el chico soltandote suavemente.

-Gracias a ti -hablaste hacia el chico sintiendo mariposas en el estómago.

-Cuando quieras -se despidió y se fue caminando.

-¿Si notas la cara de borrego a medio morir que traes, verdad? Pareces pendeja -te dijo México mientras caminaban.

-Ahhh~, y no era trapo. Valió la pena -dijiste tocando tu mejilla.

Porque un beso de un husbando, lo vale todo.

Después de eso hubo un fantástico desfile de gente con millones de disfraces. No dudaron ni dos veces en tomarles fotos.

Carros alegóricos, motocicletas decoradas y hasta autos con temática espeluznante.

¿Podía todo ponerse mejor?

El desfile terminó, pero tu no sabias a donde se dirigían todos.

El reloj del centro marcaba las nueve, y tu curiosa miraste el reloj.

-Mex, ¿y ahora que? -preguntaste mirando al country.

-Ahora sigueme -te tomó de la mano.

Caminaron nuevamente hacia el parque, para encontrarte con no sólo el altar de don Joaquín, si no con muchos más.

México te soltó y tu te encaminaste hacia todos y cada uno de los altares y ofrendas que había. Las flores de cempazuchil iluminaban todo de una manera tan hermosa, que se veía mágico.

Caminaste admirando los detalles. Dulces, comida, velas, papel picado, calaveritas de azúcar y fotos de los difuntos.

No notaste cuando al final del camino había un kiosko, y en el, habían mariachis maquillados de calavera comenzando a tocar.

Oiste una toz seca detrás tuyo, y volteaste a ver.

Y ahí estaba, México, tu roomie y tu amigo; vestido como charro, galante y apuesto, maquillado como catrin.

-Mex -caminaste sin habla hacia él-. ¿Cómo lograste cambiarte tan rápido?

-Eh, una ayudadita por ahí -dijo y miró cómplice a don Joaquín y a su esposa.

-¿Y el maquillaje? -volviste a preguntar.

-Te vas a sorprender -se acercó a tu y pasó su mano sobre su cara, y al subirla, el maquillaje desapareció-. ¿Eh? Muy loco ¿no? -volvió a bajar su mano y el maquillaje volvió.

-¿Cómo? -decías asombrada.

-La magia de los countryhumans creo yo -bromeó y logró soltarte una sonrisa-. Un countryhuman no tiene físico definido, asi que podemos cambiarlo de distintas maneras.

-Es increíble -no tenías palabras para explicar todo.

El mariachi comenzó a tocar una canción lenta y suave para todos, muchas parejas disfrazadas de catrinas o no, se pusieron alrededor del kiosko y comenzaron a bailar.

-¿Bailas conmigo? -preguntó extendiendo su mano hacía ti y con una sonrisa ladina.

Con asombro aceptaste su invitación y entrelazaron manos. México puso su mano en tu cintura y tu en su hombro y él comenzó a guiarte, moviéndose en su espacio.

-¿Cómo es que haces todo esto? -preguntaste mirando al country a los ojos-. ¿Cómo es que siempre logras sorprenderme?

México curveo los labios de manera suave y ladina.

-Eres mi rommie ____ -te llamo por tu apodo-. Comes conmigo, vives conmigo, y me soportas cada tontería que hago. Eres una amiga muy cercana ____, y quería demostrártelo -te hizo dar una vuelta.

-Pues, a mi me agrada tu compañía Mex -hablaste sonriendo-. No siempre tienes de rommie a alguien tan divertido, amable y pendejo como tu -ambos soltaron una risita-. Pero estoy feliz de que me tengas cada vez más confianza -posaste tu cabeza en su pecho.

-Y yo estoy feliz de haberte conocido.

Headcanon: «México siempre querrá incluirte en todas y cada una de sus festividades, ahora que tiene con quién, no va a desaprovechar eso»

Dedicado a AhriaNee

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Yyyyy YA

Y aquí se acaba este especial de día de muertos.

Que les parece? ¡Comentarios por favor!

Perdón la tardanza, ayer y antier convivi en familia y se me fue el tiempo volando.

Para la escena del baile me inspire en la cancion de Diego Verdaguer Quien De Los Dos Sera

¿Que puedo decir? Mi abue estaba poniendo la cancion y me gustó.
(￣▽￣)

De hecho es la cancion que tocaban los mariachis al final.

La escena del husbando es una anécdota que me pasó el año pasado.

FUE HERMOSO

ALGUIEN SE HABÍA DISFRAZADO DE VIKTOR NIKIFOROV

Y ERA VATO!!!

Les juro que casi grito y lloro.

Comenta y deja tu voto para que así, haga más especiales de estos.

Los amo
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Traje típico veracruzano:

Traje del jarabe tapatío:

Xelhua: brazalete típico hecho por culturas náhuatl, representan los lazos de amistad, fraternidad o amor entre dos personas, el iman que tiene son polos opuestos, representando asi la fuerte union y lazos que pueden tener dos personas.

Brazaletes del sol y la luna: son normalmente un regalo para las parejas casadas, deseandoles el bienestar y ser tan complementarios uno del otro como dichos astros.