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꧁𝐴𝐿𝐹𝐴, 𝑅𝑂𝑀𝑃𝐴𝑀𝑂𝑆 𝐿𝐴𝑆 𝑅𝐸𝐺𝐿𝐴𝑆꧂

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Sus dedos apretaban contra la dura madera de aquella mesa, su cuerpo se estremecía al sentir aquellas grandes y fuertes embestidas, jadeó levemente en el momento en que sintió como aquellas grandes manos presionaron sus caderas para hundir con más facilidad el miembro en su interior.

—V-Voy... ¡Ah! ... — No podía ni articular palabra, el vaivén en el que su cuerpo junto al ajeno se encontraban era exquisitamente placentero. Le nublaba los sentidos, no había lugar para pensar en otra cosa que no fuera el inmenso placer que recibía en ese momento.

—¡Dios!... —sonrió cansado pero orgulloso al escuchar aquella masculina voz, por el tono utilizado el azabache pudo darse cuenta que su compañero también lo estaba disfrutando tanto como él.

—E-Estoy... a punto... y-yo.

—H-Hazlo — el dueño de aquella voz grave propinó una nalgada en el trasero de Gulf y este gritó de placer al mismo tiempo que arqueaba su espalda, sintió como el caliente líquido escurría de su entrada. Sonrió al sentir esas manos tomar sus hombros y girarlo hasta quedar frente a él, Gulf poco a poco levantó su mirada y justo en ese instante...

¡Riiirrrrrrh! ¡Riiirrrrrrh! ¡Riiirrrrrrh!

—¡Ah! ¡maldita alarma! — Gulf tomó el pequeño reloj plateado que reposaba en su mesa de noche y lo arrojó al suelo. Gruñó furioso al sentir la humedad entre sus piernas, suspiró pesado y se dejó caer nuevamente en la cama. Otra vez había ocurrido, de nuevo tuvo uno de esos sueños húmedos con aquel hombre de grande musculatura, mismo hombre al que siempre trató de verle el rostro pero se le era imposible ya que en ese preciso momento el sueño acababa.

Durante un mes ha pasado todas sus noches teniendo el mismo sueño y él obteniendo el mismo resultado a la mañana siguiente. ¿Le molestaba esa situación?, ¡Joder!, le enfadaba como el infierno, ya no era un adolescente precoz que tenía sueños húmedos con una chica, ahora tenía 22 años y ni siquiera en sus 13 o 15 tuvo tantos sueños húmedos como los tiene ahora. ¿La peor parte?, fácil, la peor parte es que ¡son con un hombre!.

Dejó escapar un grito frustrado y golpeó la cama. ¿Porqué se dejaba follar por un hombre si a él ni siquiera le gustaban? Y vaya que lo disfrutaba, sus propios gemidos él los escuchaba y vaya que sí desbordaban mucho placer.

—Gulf, cariño, ¿despertaste? —preguntó Lean del otro lado de la puerta.

—Estoy despierto, mamá —respondió de forma neutral.

—Vístete y te prepararé el desayuno -—dijo la alegre mujer.

Gulf no respondió a su madre, simplemente se levantó de la cama, tomó las sábanas (las cuales cambiaba ya por cuarta vez en esa semana) y las llevó al cesto de la ropa sucia.

Tomó una ducha rápida y se vistió con un conjunto negro, se miró frente al espejo y suspiró frustrado.

—¿Quién eres? —preguntó a la nada .

~¿De nuevo el mismo sueño? ~ Gulf dejó ir nuevamente otro suspiro al escuchar a su lobo.

—Sí, y no sabes cuánto me frustra, Adler. — Adler aparte de ser su lobo, era su amigo, Kana tuvo una buena relación con su lobo desde que este apareció cuando él se presentó como omega a sus 13 años.

~Te lo he dicho, Kana, puede ser nuestro alfa y lo sabes, solamente no quieres renunciar a esa terquedad ~ Gulf pudo escuchar el gruñido de su lobo desde su interior.

—Por favor Adler, no hablemos de ello, sabes bien que por el momento no me interesan esos temas. Si los destinados de verdad existen el nuestro llegará pero por ahora no quiero concentrarme en eso —respondió.

~Nunca has querido ~bufó Adler y sin más Gulf sintió la ausencia de su lobo.

Rascó su cabeza con frustración y se dejó caer en la cama, miró a los alrededores de su habitación, esta estaba pintada de un color magenta y cuadros con fotografías tomadas por él mismo, adornaban aquel lugar.

Cerró sus ojos y pensó en la importancia que tenía para Adler el encontrar a su destinado, su alfa, quien lo protegería. Pero Gulf tenía otros planes, dos semanas habían pasado desde su graduación y estaba en busca de trabajo, quería convertirse en profesional primero y luego pensar en su vida íntima. Las relaciones lo estresaban, las pocas veces que ocupó su cabeza para pensar en su alma gemela o su destinado sentía mucha frustración, pues siendo omega tenía que estar con un alfa hembra, por supuesto que en sus opciones no estaba un hombre.
Razón por la cual esos sueños lo atormentaban más, ¿y si Adler tenía razón? ¿y si el tipo del sueño era su destinado? ¿entonces su destinado era un hombre? Pero él no era gay, ¿porqué la diosa Luna le hace eso?

El sonido de notificación de su celular lo sacó de sus pensamientos. Lo tomó con pocas ganas y atendió aquella notificación, era un mensaje de su mejor amigo.

Fluke 🐥

• ✓Estoy en la cafetería de siempre, estoy esperándote, ¡ven rápido! tengo una excelente noticia.

Llego en 20, espérame. ✓•


Rápidamente se levantó de la cama y se dispuso a salir de su habitación, se dirigió a la cocina y ahí se encontraban su padre, su hermano menor y su madre quien aún preparaba unos panqueques.

—Buenos días —saludó con una sonrisa.

—Hijo, ¿porqué esa cara? —preguntó Sak.

—Falta de pareja —respondió Kaownah, adornó su rostro con una ladina sonrisa de lado y dirigiendo la vista a su hermano mayor.

—Tengo que irme —dijo sin prestar atención a su hermano.

—¡¿Qué?!, cariño, acabas de despertar —dijo su madre.

—Desayuna y luego puedes ir a donde quieras —ordenó el señor Thiwat, como una regente orden que no podía ser rota o pasada por alto, Gulf asintió con la cabeza y tomó asiento al lado de su hermano.

—¿Qué haces? —preguntó al ver que Kaownah tenía fija su mirada en el celular, un poco más y se lo pegaba a los ojos.

—Resolviendo un test —se encogió de hombros.

—¿Test?, ¿virtual? ¿sobre qué? —preguntó mientras daba un sorbo al café que su madre había puesto para él en la mesa.

—Es un test que te ayuda a saber cómo será tu destinado —respondió el jóven de 16. Gulf rodó los ojos.

—Tú ¿sigues con esas tonterías?, mejor estudia Nah.

—¡No me llames así!, — el menor le gritó —ya no soy un niño — refutó.

—Solo un niño realiza test tan estúpidos en internet —atacó.

—Créeme Gulfie, —el nombrado lo miró con molestia al escuchar ese absurdo sobrenombre que no le gustaba —cuando encuentres a tu destinado te tragarás todas tus palabras y como eres alguien sin experiencia vivirás como loco detrás de la persona que sea tu destinado y ojalá sea un chico —habló para molestar a su hermano.

—¡Idiota! —Sin más golpeó la cabeza de su hermano con el puño cerrado y este gritó por el dolor. —Papá, Mamá, su hijo ve videos prohibidos frente a ustedes y ni siquiera lo notan —dijo Gulf fingiendo asombro.

—¡Espera! ¿qué? ¿yo cuándo?... — Kao no pudo seguir hablando debido a que su madre le arrebató su celular y le proclamó un castigo por "ver cosas prohibidas a tan corta edad". Gulf se puso de pie y tomó uno de los sandwiches que estaban en la mesa y comenzó a comerlo.

—Debo irme —sonrió a su hermano quien estaba siendo fuertemente reprendido por sus padres y le guiñó el ojo con aura victorioso.

Cuarenta minutos después, llegó a la cafetería que siempre frecuentaban Fluke y él, la misma a la que asistían siempre después de salir de la universidad. A lo lejos divisó la silueta de su amigo, bajó a todos los santos del cielo pues sabía que Fluke lo mataría por el retraso.

—Oye, hasta que por fin te dignas a llegar, Kana — Fluke habló con sarcasmo.

—Lo sé, discúlpame. Pero solo fueron unos minutitos —sonrió y rascó su nuca.

—¡¿Unos minutitos?! — Fluke lo imitó con gestos graciosos, pero se notaba su molestia —¡20 Minutos! ¡Fueron 20 minutos, Kana!, la última vez tú casi me matas por haber llegado 5 minutos tarde.

—Ya entendí, Fluke, discúlpame, no pasará de nuevo, mi padre me pidió desayunar y sabes que no puedo contradecirlo. Lo importante es que ya estoy aquí, ahora dime ¿qué es lo que querías decirme? —Comenzó a jugar con una de las servilletas.

Fluke suspiró todavía con molestia, pero habló —Tenemos una enorme oportunidad, ¿recuerdas a mi tío, Bruce? —Apoyó los codos sobre la mesa.

—Es el fotógrafo, ¿no?

—Exactamente, el caso es que llegó a Tailandia la semana pasada.

—¿Pero que no estaba en Japón? ¿porqué volvió? —preguntó Gulf.

—Está aquí porque será socio en Veevath Studio — Los ojos de Gulf se agrandaron debido al asombro.

—Fluke, esa compañía es inmensa y fuera de eso, es muy famosa y de prestigio. El sueño de cualquier fotógrafo sería trabajar ahí. —sonrió con emoción, al imaginarse él mismo laborando en esa empresa, hasta el momento ni siquiera conocía al CEO, pero viendo lo grande y famosa que era, no estaba de más decir que dicha persona era perfecta en lo que hacía.

—Sueño que se hará realidad para nosotros, Kana. — La sonrisa en el rostro de Gulf, fué cambiada por una expresión de confusión —El día que mi tío se reunió con el CEO para firmar el contrato de sociedad, se dio cuenta de que estaban en busca de nuevo personal, los requisitos solamente son: ser mayor de veinte y haber estudiado fotografía, disposición a cualquier hora del día. Mi tío preguntó si podía recomendar candidatos para dicho trabajo y el CEO aceptó y...-

—¿Bruce nos recomendó? — Interrumpió entusiasmado.

—Lo hizo, Kana, y me pidió exactamente que fueses tú a quien llevara conmigo, y obviamente yo jamás hubiera pensando en alguien más —sonrió a su amigo.

—¡Dios! es que no lo puedo creer, — Gulf sonrió —muchas gracias, amigo.

—No es nada, empezamos mañana — El cuerpo de Gulf se tensó completamente al escuchar aquello.

—¿Ma-mañana? ¿tan pronto?, ¿qué hay de la entrevista?

—Mi tío dio completa fé de nosotros, por lo cual solo aceptaron al leer nuestro currículum y comenzamos mañana, a las nueve, Kana. No cuarenta minutos después. ¿Me entendiste? — Gulf miró a su amigo con molestia por esa "broma", y asintió.


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Gulf estaba frente al espejo nuevamente, esta vez arreglando su corbata color negro, la cual caía libremente sobre su camisa blanca, haciendo juego con sus pantalones negros de vestir y su saco de mezclilla, zapatillas completamente brillantes y su cabello perfectamente peinado.

—Adler, ¿estás ahí? ¿qué ocurre —preguntó, al sentir a su lobo muy inquieto. No obtuvo respuesta alguna, y eso lo preocupó más, sabía que Adler estaba molesto con él por su terquedad, pero nunca lo había sentido así de inquieto —Adler, prometo que pensaré en lo de nuestro destinado y si algún día lo encontramos prometo no resistirme, pero por favor respóndeme —habló de nuevo, pero tampoco obtuvo respuesta.

En su pecho sentía una preocupación, una sensación extraña, aquel sentimiento que le decía como si algo estaba a punto de suceder. Lo ignoró pensando que era solamente por el nerviosismo del primer día, tomó su bolso y el estuche de su cámara, y los colgó en su hombro izquierdo junto al bolso en el que llevaba lo demás que necesitaría.

×

Minutos después el reloj marcaba las 8:30, y se encontraba bajando de aquel taxi para quedar frente a la enorme compañía. El letrero plateado brillante con letras en tercera dimensión, se iluminaba frente a él, identificando el nombre de la compañía "Veevath Studio Photography". Suspiró y comenzó a caminar para ingresar, tal vez esta ocasión por primera vez conocería al CEO de la empresa.

Al ingresar notó perfectamente que el lujo desbordaba del interior de aquel lugar, todo lo que estaba ahí gritaba: caro, caro, de marca, muy caro. Gulf no pudo evitar sentirse asombrado al ver tanto lujo acumulado en un solo lugar. De pronto sintió como Adler comenzó a correr en círculos en su interior.

—Adler, ¿qué ocurre? —preguntó con preocupación.

~Kana, puedo sentirlo, prometiste que no te resistirías ~ Fué lo único que Adler respondió, Gulf frunció el ceño, recordó la monóloga charla de la mañana.

“O sea que si escuchó pero no quiso responder.” Pensó, pero... Gulf volvió en sus cinco sentidos, repasando mentalmente lo que Adler le dijo, ¿Eso quiere decir que su persona destinada si existe? ¿y está aquí? ¿Adler pudo sentirla?

Las fosas nasales de Gulf se deleitaron al oler aquel perfecto aroma a café recién molido, combinado con el exquisito aroma a pino. La nariz de Gulf empezó a moverse en dirección de dónde venía ese olor, sintió aquella desesperada necesidad de encontrarlo y sumergirse completamente en lo que oliera así.

—¡Gulf! ¡GULF! — La voz de Fluke lo regresó a la Tierra, y sin darse cuenta soltó un gruñido a su amigo, éste retrocedió con un poco de temor, Kana jamás le había gruñido, Fluke pudo notar como los ojos de Gulf se habían vuelto de un profundo color verde y al parpadear volvieron a su natural color café.

—F-Fluke, lo siento y-yo... — Gulf sintió un punzante dolor en su cabeza, y escuchó el chillido de Adler al ya no percibir aquel delicioso y embriagante aroma.

—¿Qué te ocurre a tí? —preguntó Fluke mientras rápidamente, lo tomó del hombro y lo empujó a caminar hacia los baños.

—¿Q-Qué? — Gulf se sentía confundido.

—Kana, estabas liberando tus feromonas, todo el lugar se llenó de ellas, se volvió embriagante y ni siquiera tienes idea de a cuántos alfas estabas atrayendo. — Gulf frunció el ceño, no podía creer lo que escuchaba —¿Estás bien, Kana?, a tí jamás te había pasado esto, ¿tienes idea de que podrían despedirnos incluso antes de haber comenzado, si se dan cuenta que tú creaste este espectáculo? —reprendió Fluke, a su amigo.

—Y-yo... yo no sé que pasó, Fluke, yo...

—¿Han llegado los nuevos? ¿agendaste mi cita para hoy a las once?, ¿me conseguiste un nuevo asistente?

//—Sí, así, vamos, gime mi nombre, lleguemos juntos.//

El cuerpo de Gulf se estremeció, y su corazón comenzó a latir frenéticamente al sentir de nuevo aquel embriagante olor y esa voz, ¡Dios!, él conocía esa voz y por fin podría darle un rostro. Podía sentir como Adler nuevamente corría en círculos, inquieto por aquello.

~Kana, nuestro alfa está aquí, búscalo, ¡vamos!

Rápidamente intentó ir en busca de esa voz, y comenzó a caminar como si estuviese en trance, su camino fue detenido al sentir como una mano sostenía su hombro y lo hacía retroceder.

—¡Basta, Gulf! de nuevo lo estás haciendo —reprendió Fluke.

—Mi destinado, —dijo él en un susurro, y frunció el ceño —mi destinado está aquí, Fluke, Adler me lo dijo y yo lo sentí también, ese olor. Mis olores favoritos combinados, no puede ser otra cosa. — Gulf hablaba con desesperación.

Fluke por poco y perdía su quijada por el asombro, su amigo, aquel amigo que jamás había creído en los destinados, estaba frente a él hablando de su otra mitad, de su destinado y, como si fuese poco la desesperación se notaba en su rostro.  Sus ojos no dejaban de cambiar de color y las nueve estaban a punto de llegar, el momento en que serían presentados ante su nuevo jefe.

Tenía que solucionar esto, ahora mismo.

—Gulf, cálmate, podemos buscarlo después, pero es hora de ir. — El azabache parpadeó repetidas y veces y se dirigió al lavamanos, para mojar su rostro —Toma, — Fluke le entregó un supresor y Gulf lo miró con el ceño fruncido —nos ayudará a controlar tu olor, es hora de irnos —Asintió y comenzó a tratar de despejar su mente.


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—Mew, son las nueve, hay cuatro candidatos y necesito que vengas para que escojas a quien será tu asistente, la cita con el CEO de EAS Entertaiment, está programada a las  once, debes tomar las fotos promocionales para su nueva campaña.

—¿La disquera cambiará de logo nuevamente? —preguntó el alfa.

—Sí, lo hará, y sabes que Alexander ama como trabajas así que...

—Lo sé, Ohm, y también es muy agradable trabajar con el señor Suppasit, con respecto al asistente, confío mucho en tí y lo dejo en tus manos. Tengo muchas cosas que preparar aún, Mild llegará en media hora así que puedes pedirle ayuda, envía a mi asistente a las nueve y media, por favor. — Mew podía ser un alfa y CEO de ese gran estudio, pero era diferente al resto de los demás alfas, era amable y considerado, nunca usaba su voz de mando. Su madre quien fué la alfa de la familia antes de que él naciera, le enseñó a dejar cualquier machismo, le dejó claro que por ser un alfa él no era más que un omega o un beta, Mew amaba a su padre: Kammon Kirigun.  Era el mejor omega sobre la faz de la Tierra, o al menos esa era la estima en la que Mew tenía a su padre —Puedes irte —dice, mientras sigue leyendo la carpeta que sostiene en sus manos.

La realidad es que quiere quedarse solo, desde el momento en que entró a la empresa ese día, se sintió atrapado completamente por el aroma a café recién molido y a rollos de canela. Intentó localizar al portador o portadora de ese olor pero  justamente cuando quiso ir y buscarlo, Ohm lo tomó por el hombro y lo alejó de ahí diciendo que un omega estaba liberando feromonas que eran muy fuertes, por lo cual era mucho mejor alejarse de ahí antes de que les ganase su lado animal. Dejó de sentir aquel aroma a medida que se alejaba.

Luego lo había vuelto a sentir cuando pasó cerca de los baños, pero Ohm no lo dejó dirigirse ahí, se sentía frustrado y sin mencionar la inmensa inquietud que sentía Ivenn, su querido lobo no dejaba de correr de un lado a otro, gruñendo inentendiblemente, nunca había actuado así, ni siquiera cuando conocieron a Lisa y mucho menos cuando comenzaron una relación. Su lado animal despertó después de tanto tiempo, y lo hacía de una manera brutal, sentía que en su nariz había quedado impregnado aquel exquisito aroma que él amaba, el aroma a café recién molido le resultaba exorbitante, embriagante, y ni hablar de los rollos de canela, ¡Dios!, se estaba volviendo loco.

—¿Qué es lo que está pasando, Ivenn? ¿Qué es esto? —preguntó a su lobo.

~Debemos salir a buscarlo, Mew. Él está aquí, vamos a buscarlo ~ Mew jamás había escuchado a su lobo tan desesperado.

Ivenn era completamente tranquilo y nunca había iniciado una lucha contra Mew para decidir quién dominaba el cuerpo, nunca hasta hoy. Ivenn parecía querer salir y tomar todo el control, y Mew por más que quisiera a su lobo no permitiría que eso ocurriese. Cerró sus ojos y apretó con ambas manos aquella carpeta y comenzó a mover su cabeza de un lado a otro, como si sus sentidos se agudizaran y se unieran para ubicar aquel olor.

El moreno alfa que se encontraba en la puerta observando lo que sucedía, se quedó paralizado al ver aquella imagen de su mejor amigo mientras negaba con la cabeza y fruncía el ceño, su respingona nariz parecía enfocarse en buscar algo, sus respiraciones dejaron de sonar como tal y en su lugar se escuchaban pequeños gruñidos, el cabello rubio del alfa mayor comenzó a ser reemplazado por un gris platinado que brillaba con la luz del sol, el cual a su vez se iba volviendo más grueso, Ohm sin pensarlo comenzó a caminar hacia su amigo.

—Mew, ¿qué te ocurre?, ¿estás bien? —habló, pero parecía que el rubio no hubiese escuchado nada —¡MEW! — Su voz esta vez sonó más fuerte y el nombrado abrió los ojos rápidamente, los ojos de Ohm se abrieron como platos al contemplar el nuevo color de ojos de su amigo: un azul marino hipnotizante, era el nuevo dueño de aquellos iris que anteriormente eran grises —¡Rayos!, Mew, ¿qué te ocurre? — El peligris negó con la cabeza y Ohm pudo notar como poco a poco aquel cabello iba retomando su anterior color, y observó en primera fila como en sus ojos se desataba la guerra de ambos colores, ganando al final su color natural, los ojos azules habían desaparecido.

—Ohm — La puerta de la oficina fué abierta de golpe, y su hermano menor ingresó a aquel lugar.

—Mew, Ohm — El pelinegro risueño, sonrió al saludar.

—Hola, pequeño — Mew saludó a su hermano, con la voz aún un poco grave. Miró a Ohm y con la mirada le suplicó sacar a Mild de ahí. Ohm comprendió el mensaje sin necesidad de palabras, y asintió.

—Mild, que bueno que llegas, necesito que me ayudes a escoger a uno de los cuatro candidatos, para que sea el asistente de tu hermano —pidió.

—¿Ah sí? oye, pero realmente yo no...

—Mild, tienes veintidós años, debes atender tus responsabilidades —regañó a su hermano menor.

—Por favor, Mew, ambos sabemos que madre y padre confían más en tí.  Tú eres más de negocios y todo esto, yo no, soy más de casinos y videojuegos —Encogió sus hombros.

—Cancelaré tus tarjetas, Mild.

—¡Ay!, hermanito, ten por seguro que escogeré al mejor asistente para tí. —  Ohm y Mew se echaron a reír y el moreno se dispuso a sacar al menor de ahí, dejando solo a Mew en su oficina.

Al quedarse completamente solo, Mew se puso de pie y comenzó a aflojar su corbata.

—¿Qué fué eso, Ivenn? —preguntó molesto.

~Mi omega está aquí, Mew ~ El alfa detuvo sus acciones al escuchar aquellas palabras, ¿era eso entonces?, ¿por ello su tranquilo Ivenn había perdido el control?

—Me parecen todos muy agradables,  desde ya les deseo una estadía duradera en Veevath Photography — Mild les hablaba con voz profesional, a los nuevos empleados.

—Lo cual será así siempre y cuando respeten las normas y reglas estipuladas, entre ellas están el beber supresores para evitar su olor, ser puntuales, omegas y alfas están en lugares separados y pueden juntarse solamente a la hora del almuerzo o por la mañana... — Y así continuó el moreno alfa mientras les hacía saber las reglas a los recién llegados, todos prestaban una inquebrantable atención; todos a excepción de Gulf,  quien se sentía perdido en sus pensamientos, seguia sintiendo aquella presión en su pecho y la preocupación combinada con desesperación, de Adler.

—Tranquilo, Adler, prometo que lo encontraremos pero por favor ayúdame con esto y tranquilízate —pidió amigablemente a su lobo.

~Lo siento, Kana. Tienes razón, seré paciente ~respondió.

—Será fácil sobrevivir siempre y cuando cumplan al pie de la letra todas estas reglas, y en especial, la regla de oro —dijo Mild

—¿Regla de oro? —preguntó Fluke, los demás también estaban curiosos ante ello, bueno, a excepción del azabache que aún se encontraba perdido en aquella nueva experiencia que vivió minutos antes.

—Es completamente prohibido sostener relaciones amorosas dentro de la empresa, aplicable sin excepciones, para todos aquellos que trabajen en Veevath Studio Photograpy, compañeros y socios ,su obligación es cumplir esta regla.

Gulf se estremeció nuevamente y de golpe salió de su trance, al escuchar esa grave voz. Sintió como sus piernas temblaron a punto de flaquear, esa voz nuevamente, ahora por fin el tipo de sus sueños tenía un rostro y ¡Dios!,  que rostro tan perfecto.

—Les presento a su jefe, el CEO de este estudio —habló Ohm.

Mew no paraba de observar a Gulf, y este al sentir esa pesada mirada sobre de él, se estremeció. ¿El CEO de esa empresa era con quién tenía ese tipo de sueños? Tragó grueso y negó con la cabeza. ¡Mierda, Gulf!, ¿estás loco?,¿cómo se supone que lo verás a los ojos? Se reprendió.

—Mew Kirigun Joncheevevat, es todo un placer conocerlos, desde ya agradezco por habernos escogido ante todas las otras opciones de empresas que tenían para trabajar — Todos respondieron con una reverencia, mientras, Gulf poco a poco sentía como sus piernas iban flaqueando cada vez más.

—No me hagas esto, Adler, por favor, no ahora.

~Es él, Gulf, nuestro alfa.

—¡¿Qué?!

“Respira, Gulf. Tú puedes, vamos, cálmate y controla esta situación, tú puedes, vamos. ¡TÚ PUEDES, MALDITA SEA!”. Gulf se hablaba así mismo con su voz de omega.

—¿Cuál es el problema, Gulf? ¿qué es lo que no puedes controlar? — La voz de Kirigun retumbó en los oídos de Gulf. ¿Él logró escucharlo? Pero si... ¡Dios!, Adler dió una voltereta de emoción, al escuchar a su alfa.

El pecho de Mew estaba siendo rasguñado y apretado por Ivenn, en otro frenético intento por tomar el control.

~Mi omega, ~gruñó ~ahí está nuestro omega y debes ayudarlo cuánto antes, estoy empezando a sentir sus feromonas. ~ Eso no sonó como una petición de su lobo, más bien fué una orden.

—Y-yo... yo no dije nada, señor —respondió Gulf.

—Sí lo hiciste, yo te escuché, estás desesperado por una situación que no puedes manejar —citó.

Todos los presentes miraron al CEO con intriga y confusión, Ohm y Mild, más que cualquier otro, Fluke estaba a punto de desmayarse y Gulf sentía que iba a morir.

—E-Es que... ehm b-bueno... cuando llegamos él se sintió mal, y por momentos siente que se desmayará y pues debe controlar eso, también escuché cuando lo dijo. — Fluke sonrió nervioso, en el intento de ayudar a su amigo —¿Ustedes no lo escucharon? —preguntó, dirigiéndose a todos.

Ohm sonrió lleno de ternura al ver aquella acción, su omega era tan lindo. ¡Sí!, Dean ya le había hecho saber a Ohm que su destinado estaba frente a él. Por otra parte, Mild analizaba la situación, por fin el destinado de su hermano había llegado, y lo sabía porque lo que ocurrió anteriormente no fué nada normal, nadie más había escuchado las quejas de aquel chico y si solo las escuchó Mew, eso quiere decir que tiene una conexión con ese chico omega, y ese tipo de conexión la tienes solamente con quién es tu destinado.

—Mild, ayúdales y luego envíame a mi asistente, en treinta minutos es mi reunión con los socios de China, luego necesito ir a tomar las fotos de Alexander y para ello necesito a quien será mi asistente — Mild regresó a la Tierra debido a la voz de su hermano, sin decir más, asintió y guió a ambos omegas.

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Veinte minutos después, Mew se encontraba preparando todo lo necesario, había tenido una larga charla con Ivenn.

¿Su omega? ¿de verdad? Desde hace mucho tiempo había dejado de esperar por su omega, ya le daba igual si llegaba o no, pero si eso era cierto, explicaba la actitud tan desafiante de Ivenn hacia él.

—Ya basta, Ivennreprendió cuando sintió que su lobo nuevamente se volvió inquieto.

Su cuerpo se tensó y a sus ojos volvieron aquel color azul marino, al sentir como de nueva cuenta sus fosas nasales eran inundadas de aquel exquisito  y embriagante aroma. Abrió grandemente sus ojos al ver el distinto color de sus iris, la única vez que pudo ver a Ivenn, se percató que sus ojos eran azules como el mar y su pelaje era de un grisáceo platinado.

—Mew, tu asistente está aquí — Ohm habló desde afuera.

—Hazlo que pase y puedes marcharte, muchas gracias —respondió, se dio la vuelta y escuchó como la puerta era abierta, sus ojos seguían siendo azules y aquel exquisito olor a café recién molido inundó todo el lugar —. ¿N-No... te dijeron que de-bi-as u-usar supresores? — Ivenn seguía luchando por salir, a Mew le inquietaba esa sensación de dolor, que sentía venir de Ivenn

—Y-Yo... los he tomado, señor — respondió Gulf, con pocas fuerzas, Adler estaba desatando una guerra en su interior y Gulf se sentía embriagado nuevamente por aquel olor a pino.

—¡Ya basta, Ivenn! ¡detente! — Mew gritó internamente a su lobo, Gulf se sobresaltó y cayó al suelo. Mew rápidamente se dio la vuelta y salió en dirección al chico. —¿Qué te ocurre? — Ambos sintieron su piel quemar al sentir el tacto del otro, Gulf se sumergió profundamente en los bellos ojos azules de Mew, y el rubio sentía que se perdía en los verdes ojos del omega, ambos se miraron sin parpadear y sin moverse. Mew apretó el agarre en ambos hombros de Gulf, mientras que el pelinegro tenía sus manos sobre los esculpidos pero no exagerados, músculos de Mew.

~¿Porqué me has rechazado? ¿porqué me has evitado? ni siquiera creías en mi existencia ~ Mew no sabía cómo reaccionar al escuchar a Ivenn hablar demasiado triste, habló desde adentro y Mew se preguntó: ¿a quién carajos le hablaba?

—F-fuí yo, Adler siempre te esperó, pero yo no creía que existieras —respondió Gulf, Mew se quedó paralizado.

~Yo existo y estoy aquí para protegerte. ~ Ivenn habló nuevamente ~¿Ahora crees en mí? ~ La cabeza de Mew, dolía horrible, y el cuerpo de Gulf se sentía cada vez más débil.

—T-tú... — Gulf frunció el ceño —eres... mi alfa —susurró.

Mew agrandó sus ojos y por inercia lo soltó. ¿Su alfa?, se suponía que había sido el alfa de Lisa, y al final de todo esta lo dejó por su socio, he ahí donde ideó crear la regla de oro.

—Gulf, reacciona, ¿estás bien? —preguntó Mew.

—¿Porqué no dices que soy tu omega? —preguntó el azabache, con una lagrimilla que caía por su rostro.

—Gulf, déjame ayudarte a levantarte.

El pelinegro obedeció y puso sus pies firmes para poder levantarse, pero de pronto sintió una enorme corriente recorrer todo su cuerpo, sus piernas flaquearon y volvió a caer al suelo.  Comenzó a liberar feromonas, las cuales hasta él sintió esta vez, los ojos de Mew nuevamente iniciaron su guerra, e Ivenn cada vez se inquietaba.

De pronto sintió como su cuerpo era atravesado por una enorme corriente caliente, se giró a ver a Gulf quien soltaba ruidos que parecían gemidos, no podía ser que su celo esté llegando ahora mismo, ¿Verdad? Cayó de rodillas al sentir la bestial ola de excitación que recorría su abdomen, y los jadeos de Gulf no ayudaban.

—A-Alfa, — Gulf quedó maravillado al presenciar en vivo y en directo el cambio de color de cabello del alfa, este se volvía gris y su grosor aumentaba de a poco —Ay-yúdame, alfa — Gulf sudaba helado y se estremecía al sentir loa espasmos.

Mew trataba de controlarse mientras pensaba en la forma de sacar a Gulf de ahí, lo levantó y lo colocó en el sofá, dispuesto a dirigirse a la salida. Cayó se rodillas al sentir la pulsación de su miembro, y la inquietud de Ivenn.

Contrólate, Ivenn, no podemos hacer esto, aquí.

~Somos destinados, y esto se debe a que somos el par perfecto, encajamos perfectamente en él y él en nosotros, esto se debe a la existencia de su destinado. La diosa Luna nos castigó con un celo dos veces más fuerte que el normal, nos complementamos como dos piezas de rompecabezas ~explicó Ivenn.

Y es que era así. Si desconocías a tu destinado, la diosa Luna decidía castigarte volviéndote el par perfecto con tu destinado, ya tendrían su vínculo y podrían comunicarse sin necesidad de hablar, compartirían un aroma característico y su deseo sería tan inmenso y difícil de complacer que necesitarían la fusión de ambos lados:humano y animal, para saciarla por completo. Y es posible que por la fuerza de su conexión, más de alguno se revele al otro, ya sea en un sueño o en una visión, sin necesidad de conocerse.

[Normalmente en el mundo omegaverse creo que esto no se puede, pero a su escritora le gusta desafiar las reglas jaja. Así que en mi fanfic pues será así, me parece interesante y emocionante]

—E-Está sufriendo Ivenn.

—Mew, ¿todo bien?, es tu hora de la cita con los socios de China — Ohm habló, desde afuera.

—M-Me si-siento muy mal, Ohm, por favor ve tú — El moreno recordó el anterior estado de su amigo, por lo cual pensó que estaba bien dejarlo solo.

—Bien, iré, ¿dónde está Gulf? — El pelinegro seguía retorciéndose del dolor, en el sofá. Mew lo miró y suspiró.

—S-Se quedará conm-migo —respondió, titubeante. Ohm no dijo nada más, y segundos después se escucho el sonido de sus pasos al marcharse.

El alfa se puso de pie y caminó hacia su Omega.

~Mi omega ~gruñó Ivenn.

—A-Alfa —dijo Gulf. Mew sintió su miembro despertar al escuchar como lo llamó aquel hermoso chico, había quedado deslumbrado al verlo por primera vez, era hermoso: cuerpo delgado y una esculpida cintura, sus largas piernas, y ni hablar de esos jugosos y carnosos labios que lo llamaban a devorarlos por completo. Debía luchar con la realidad, ¿pero cómo? —alfa — Gulf habló nuevamente. Mew trató de contenerse, pero no pudo más.

—Mi omega —respondió, con una voz mezclada junto a la de Ivenn. Gulf se estremeció al escuchar a su alfa proclamarlo como suyo.

Mew caminó de nuevo hacia la puerta y la cerró con llave, en este momento agradecía que aquellas paredes fueran insonóras.

Caminó de nueva cuenta hacia Gulf, al llegar lo tomó de la cintura con ambas manos y lo levantó, Gulf jadeó al sentir el tacto de aquellas calientes manos sobre sus hombros, aquella sensación le era familiar, los recuerdos de sus sueños estaban llegando de nuevo hacia él.

—No puedo hacerlo.

~Es nuestro omega, ~respondió Ivenn ~deja esa maldita regla, nuestro omega nos necesita.

—A-Alfa... rompamos las reglas. — A Gulf ya ni siquiera le importaba estar cediendo ante un hombre.

Lo mataba el haber encontrado a su destinado, ahora sabía que la diosa Luna se había acordado de él y le había enviado a su otra mitad, su complemento. Eran tan diferentes, y por ello encajaban a la perfección, toda su vida creyendo que dicha persona no existía y no existiría jamás, por lo que decidió evitarse falsas esperanzas, desde que se presentó como omega, sus amigos se habían encargado de decirle que un omega hombre jamás tendría un destinado, a no ser que fuera una alfa.  Pero que humillación viviría al ser él el omega y su pareja una alfa. La situación y bullying empeoró cuando Kaownah al cumplir los trece, se presentó como alfa, Gulf había perdido las esperanzas sin siquiera tenerlas alguna vez. Pero ahora lo tenía frente a él, a esa esculpida octava maravilla del mundo, nada más y nada menos que a su destinado.

—Oh Gulf, al carajo con las reglas.

Sin darle tiempo de nada, ni siquiera de pensar, Mew tomó a Gulf y lo apegó a su cuerpo. Lo besó suave al principio hasta que poco a poco aquel beso subía de intensidad, sus lobos se retorcían en su interior, aquel deseo ardía en ambos cuerpos, sin saberlo, ambos se habían esperado toda su vida. Gulf lo hizo bajo el pensamiento de que su alma gemela no existía, pero en el fondo la esperaba, la ansiaba.

Mew por otro lado añoraba ser llamado como alfa de un omega, la inseguridad de no tener a un destinado, era tan grande que al escuchar a la primera persona que lo llamó como su alfa, este cayó redondito. Pero como los planes de la luna, no eran los mismos que los suyos, eso no funcionó, y jamás iba a hacerlo porque su destinado esperaba por él, bajo una coraza de negación e incredulidad.

Mew comenzó a desabrochar la camisa de Gulf, botón tras botón, hasta que la separó de su piel, el cuerpo de ambos ardía bajo una intensa pasión y deseo.

—Alfa... mi alfa, existes — Gulf acarició la mejilla de Mew, éste como respuesta ronroneó sobre su mano.

—Yo voy a protegerte, mi hermoso omega —respondió el alfa.

Tomó a Gulf y lo levantó, este enredó sus pies sobre el abdomen del mayor y arqueó su espalda al sentir los húmedos besos del alfa.

—Oh, alfa —jadeó, bajo aquellos enormes brazos que lo sostenían de los muslos. Gulf comenzó a hacer movimientos que causaban fricción entre ambos miembros, y sonrió victorioso al escuchar el gemido de placer saliente de la otra boca.

Mew lo sentó en el sofá y con mucho cuidado retiró sus pantalones, luego su ropa interior dejando al descubierto el erecto miembro de su omega. La vista que tuvo fue espléndida: un Gulf sudoroso, con sus ojos verdes ardiendo de pasión. En la fusión con Adler, sus labios se habían vuelto de un rojo tenue pero provocador, su cintura fina tenía gotas de sudor y Mew podría jurar que los vellos del cuerpo de Gulf, eran de un color rojizo combinado con café. Llevó su vista a las manos de su omega y las uñas de este habían dejado de ser las de un humano, no se veían deformes, pero la diferencia era visible, las garras habían salido. La vista de su omega era profunda, sentía que aquel iris verde profundo, lo invitaba a abandonar ese mundo, se perdió en el subir y bajar del pecho de éste.

—Gulf, ahora voy a hacerte muy feliz —dijo, con una voz cargada de placer.

Se agachó para quedar a la altura del miembro de Gulf, separando sus piernas para seguidamente tomar el miembro y comenzar a frotarlo, haciendo movimientos circulares. Gulf cubrió su boca con su mano, pues él desconocía que las paredes fueran insonóras, cerró sus ojos y arqueó su espalda debido al placer que su alfa le estaba dando, apretó sus manos en ambos costados del sofá y hundió sus garras en este, provocando que el relleno saltara, de pronto sintió como su miembro era rodeado por la boca de Mew, no pudo evitar soltar un gemido placentero y en esta ocasión llevó ambas manos a su boca, para cubrirla.

Miró hacia abajo donde su alfa se encontraba devorando toda su longitud y ¡Rayos! podría jurar que tuvo un orgasmo visual al contemplar a su alfa succionando por completo su miembro, sus profundos ojos azules marinos, lo miraban fijamente, su cabello gris esta vez brillaba mucho más, y... ¡Diablos!, gritó al sentir como unos colmillos dieron una leve mordida en la punta de su pene, para nada fue doloroso, todo lo contrario; eso había sido jodidamente placentero.

—A-Alfa... ¡aaahhh!... — No podía hacer más que tomar la cabeza de su alfa con ambas manos y moverlas al ritmo en que su miembro era succionado —¡¡Aaahhh!! no puedo... ¡AAAAHH! — Sintió como su cuerpo se tensó pero no llegó al climax, lo cual se debía a la gran conexión con su lobo interno, ellos no saciarían solo su placer carnal, sino también a su lado animal.

—Descuida, cariño, ambos llegaremos juntos — Mew sonrió, Gulf pudo observar aquellos bellos colmillos adornar esa bella sonrisa, y ni hablar de que todos sus demás dientes eran puntiagudos, aquello era para perderse, no sabía cuántos orgasmos visuales había tenido ya.

Mew llevó uno de sus dedos a la entrada de Gulf, ésta estaba mojada liberando el lubricante natural, característico de los omegas, pero aún así, Mew llevó tres de sus dedos a la boca de Gulf y este sabiendo lo que debía hacer: los lamió. Su lengua parecía ser la de Adler, mas no la suya, Mew gruñó satisfecho e introdujo un dedo en el canal de Gulf, mientras que con su otra mano atendía su miembro.

—Ahhh ¡Diablos! mmmm aaahhh — Gulf no evitó el grito al sentir invasión en su espacio, Mew comenzó a ingresar y a sacar su dedo, el omega por inercia empujó su cadera, el alfa gruñó e introdujo los otros dos dedos y los abrió al estar adentro. Gulf gemía y gritaba por tanto placer —Aaahhh alfa, entra ya, por favor... ¡aahh!

—Lo que mi hermoso omega quiera —respondió el alfa, y abandonó el interior de Gulf.

Este rápidamente se giró y quitó los pantalones de su alfa, sin un aviso previo se puso de rodillas y comenzó a chupar la longitud del grande miembro de Mew, recibiendo jadeos combinados con gruñidos, por lo bien que lo hacía.

—Aahh Gulf... — El alfa tomó la cabeza de Gulf y comenzó a embestir contra su garganta, poco a poco sentía como llegaba a su climax, pero tal como le sucedió a Gulf: no lo hizo. Su cuerpo únicamente sufrió un espasmo, y gritó de placer.

Levantó a Gulf y demandó sus labios en un beso apasionado, lo cargó nuevamente y ésta vez tomando sus glúteos y separándolos, Gulf supo lo que haría y acomodó su entrada buscando el miembro de Mew, al ubicarlo ambos se miraron fijamente a los ojos y sonrieron, comenzaron un nuevo beso mientras el alfa delicadamente hundía su miembro en el interior de su omega, ambos soltaron un gemido al estar este dentro por completo.

Gulf aferrado al cuello de Mew, pudo presenciar como Ivenn había salido por fracción de segundos, provocando que el cabello grisáceo de Mew llegara hasta su cuello y aquellos colmillos se agrandaran. Gulf se sintió embriagado al ver tan celestial imágen, su alfa en humano y animal, era perfecto. Mew dio unos pasos más hacia el sofá y con mucho cuidado recostó a Gulf, sin salir de este.

—¿Estás listo?, voy a hacerlo, mi Omega. —dijo con voz amorosa.

—Estoy listo, alfa —respondió Gulf, sin dejar de ver el rostro de su alfa. Su cabello gris lo hipnotizaba cuando tocaba en sus hombros, y ni hablar de aquellos ojos azules que lo hacían ir al cielo y regresar.

Mew dio la primera embestida, ni lenta pero tampoco fuerte, ambos gimieron hasta que, Gulf enrolló sus pies en la cadera de su alfa e hizo presión para indicarle que podía proceder con libertad y la fuerza que quisiese. Mew entendió el mensaje y dio una estocada fuerte, provocando un alargado gemido en el omega. Continuó embistiendo una y otra vez, amando cuando su Omega contraía sus paredes y apretaba su miembro.

—Alfa, se si-ente t-tan... ¡Aaahhh!... bi-bien.

—Mi Omega, —gruñía, esa era la voz de Ivenn, combinada con la de Mew. Gulf se estremeció al notar sus cambios —tan a-pretado... me gusta... ¡Aaaahhh! me vuelve loco, Gulf — El Omega al escuchar la satisfacción de su alfa, contrajo nuevamente sus paredes anales y por segunda vez, ambos sintieron llegar al climax, pero aún no soltaban su esencia.

Mew sonrió y salió de Gulf, lo levantó y comenzó a besarlo nuevamente, lo tomó de la cintura y lo dirigió a la mesa frente a ellos, Gulf sonrió y besó nuevamente a su alfa, este atrapó sus labios y comenzaron su tan caliente danza de lenguas, en la que el alfa devoraba todo dentro de Gulf y el omega solo accedía y disfrutaba grandemente de ese placer.

Con una mano, Mew tiró todo lo que aquella mesa sostenía y Gulf apoyó sus manos sobre ella. Mew ingresó de nuevo en él y esta vez desde el principio sus estocadas fueron fuertes y golpeaban su punto dulce.

Sus dedos apretaban contra la dura madera de aquella mesa, rayándola con sus garras, su cuerpo se estremecía al sentir aquellas grandes y fuertes embestidas, jadeó levemente en el momento en que sintió como aquellas grandes manos presionaron sus caderas para hundir con más facilidad el miembro en su interior.

—Alfa... v-voy... ¡Ah!... —No podía ni articular palabra, el vaivén en el que su cuerpo junto al de su alfa se encontraban, era exquisitamente placentero. Le nublaba los sentidos, no había lugar para pensar en otra cosa que no fuera el inmenso placer que recibía en ese momento.

Sus narices eran atrapadas por los olores combinados, la habitación olía a sexo y a una extraña combinación entre pino, café y canela, y para ellos era exquisitamente excitante disfrutar de sus aromas fusionados.

—¡Joder!... mi omega es delicioso —jadeó el alfa, detuvo el vaivén, y ubicó a Gulf sobre la mesa para comenzar a embestirlo nuevamente.

—M-Más... ¡aaahhh!, quiero más... alfa aaahhh. — Como si de una orden regente se tratase, Mew embistió más fuerte a su omega y ambos jurarían haber tocado el cielo. —Alfa me vengo.

—También yo, cariño, hagámoslo juntos —expresó el alfa, embistió más fuerte, dos, tres, cuatro veces más y ambos gritaron de placer al sentir por fin llegar al climax, el miembro del omega liberó toda su esencia, alcanzando el abdomen del alfa, y el alfa liberó su esencia en el interior de su omega.

Ambos con sus respiraciones cansadas luego de esa gran pero exquisita ronda de sexo. Unieron sus labios nuevamente y gimieron al sentir el nudo del alfa formarse en su interior, el omega hizo un gesto de dolor y su alfa lo levantó con sumo cuidado, sin salir de él, para llevarlo al sofá antes de que el nudo se volviera más grande.

Con cuidado se sentó en el sofá con su omega aún reteniendo su miembro,  poco a poco se dejó caer hasta que quedaron acostados mientras esperaban que el nudo disminuyera, el alfa acarició el azabache cabello de su omega y besó su frente mientras este ronroneaba en su pecho.

—Mi omega —dijo, con amor.

—Mi alfa —respondió Gulf, con dulzura.

Ambos se dedicaron una sonrisa cálida y llena de muchas emociones, sin más, comenzaron a quedarse dormidos debido al cansancio de aquel acto.

Por otro lado en sus interiores Ivenn y Adler corrían juntos de un lado a otro, como si de dos cachorros pequeños, se tratase.

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Dedicado a todos ustedes.♡
Espero les guste y lo disfruten así como yo, esto fue un reto para mí ya que nunca había escrito omegaverse y mucho menos escenas 18 explícitas, espero haberlo hecho bien y de no ser así, me disculpo pero es mi primera vez y me esforzaré en mejorar. ♡

No se olviden de regalarme su estrellita y déjenme saber en los comentarios si les gustó, díganme si lo hice bien para ser mi primera vez escribiendo este género.

Me disculpo por subirlo a esta hora, pero es que tuve uno y un millón de inconvenientes que hasta pensé en no publicarlo, pero no quería fallarles y pues aquí está, disfrútenlo.𖦞

¿Quisieran segunda parte de este One Shot? 👀.

Sin más que decir, me despido de ustedes y espero les guste. Si no es de su agrado pues evitemos comentarios ofensivos u opiniones hirientes, basta con dejar de leer la historia.

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