Capítulo 2
—No. —negó rotundamente el mayor.
—Por favor amor, te lo pido. —suplicaba Hueningkai.
El menor toda su vida quiso estudiar veterinaria, solo le quedaba un año por cumplir, pero los celos de Soobin aumentaban cada vez más cuando veía a "su" chico acompañado de otros.
Todas las clases, Soobin terminaba con su trabajo en la oficina y salía a buscar a su futuro veterinario. -Adiós Innie- decía tan alegre su novio. No soportaba a ese chico de cabellos rosados, era muy cercano a Kai y eso no le agradaba a Choi. Cada día que llegaba, Hueningkai estaba sentado teniendo grandes charlas con su amigo, Jeongin. No quería sentirse enojado, todos tienen el derecho a ser amigos, pero Soobin notaba que el otro chico quería hacerse muy cercano a su pareja.
Una tarde, Kai había intentado salir a pasear con Jeongin, le dijo a Soobin que volvería luego, pero el mayor apretó con fuerza su brazo y no le permitió la salida.
Y como si fuera poco, terminó cambiándole el número de teléfono a su novio, para que perdiera todo contacto con el otro chico el cual no le caía bien.
—Ya te dije que no irás a estudiar. —refunfuñó.
—¿Por qué no? ¿Por qué tu tienes todos los derechos y yo no? —estaba lagrimeando.
Soobin azotó un libro que tenía en su mano contra una mesita y caminó a paso rápido para acorralar a su pareja.
—Tu eres mi novio. —remarcó el mi. —Y no dejaré que ningún chico se te acerque, en especial ese idiota de Jeongin. —su tono mostraba odio, pero lo dijo demasiado bajo como para que Kai se lo tomara enserio.
Choi soltó a Huening y lo empujó contra la pared. Kai sobaba la parte golpeada en su espalda, ¿Qué había de malo querer estudiar? Iba a trabajar con animales no humanos, no iba a engañarlo con un perrito o un gato. No sabía porque esos celos tan tóxicos como el veneno lo perseguían y lo invadían, ese no era su chico, si conoce al Soobin celoso que robaba besitos y jugaba con las manos delicadas de él cuando una chica o un chico le echaba el ojo, pero con los años, esos actos tiernos de celos cambiaron a fuertes golpes y restricciones.
—Me voy. —dijo azotando la puerta. No hacía falta volver a repetir todas las reglas que Huening debía cumplir, por lo que solo dijo que se iba y así ocurrió.
Vio por la ventana como ese auto gris se iba a una velocidad normal.
—Ojalá yo pudiera irme de aquí. —dijo con voz triste. Suspiró y negó con la cabeza.
Quizá estaba pidiendo demasiado.
Kai no se quejaba, todavía tenía la televisión y la radio, siempre que su novio se iba se llevaba el teléfono del menor para evitar problemas. Huening no tenía nada que hacer, así que se puso a limpiar, colocó algo de música para él mismo mientras tarareaba la letra.
—Oh my my my, oh my my my. —tarareaba feliz mientras barría la casa.
Unas horas luego el timbre lo sacó de su mundo. No sabía si abrir o ignorar, si Soobin se enteraba tendría serios problemas, y conociendo a su pareja, él se entera de todo. El menor se asomó por el visor de la puerta y se asombró de ver a Yeonjun.
—¿Hueningkai? Ábreme. —dijo un poco nervioso el alto.
El rubio no sabía cómo reaccionar, tenía miedo por Soobin pero necesitaba con quien hablar. Se decidió por abrir la puerta, su amigo lo vio con una cara de confundido. Huening lo invitó a pasar.
—Si sabes que necesitamos hablar ¿No es así? —dijo, refiriéndose a la situación actual de la pareja.
—Yeon, no me hagas esto por favor. —dijo casi suplicando.
—No me iré de aquí hasta que me expliques tus cosas con Soobin. —se sentó en uno de los sillones.
El menor suspiró, se negaba a hablar, dejó que Yeonjun se quedara sentado todo lo que quisiera, hasta le sirvió un café y se lo dejó en la mesita, pero él no iba a decir nada acerca de Choi.
—Kai... no me hagas llamar a alguien. —Huening sintió su cuerpo temblar.
—Yeonjun te lo ruego, un día te contaré todo, pero solo vete. —dijo con temor.
Pasaron tres horas desde que Yeonjun llegó y ninguno intercambió palabra. El auto de Choi se escuchó en la entrada y Huening comenzó a sudar del miedo.
—¡Solo vete! —dijo casi llorando.
Soobin entró a su casa. Su mirada fue neutral, no sabía que hacía Yeonjun sentado en su casa, y porque Kai lo dejó entrar.
—Amor... yo... —dijo mordiendo sus uñas.
—¿Qué haces aquí Yeonjun? —dijo ocultando su temperamento.
Yeonjun era consciente de la situación, Soobin lo controlaba. Iba a hacer lo posible por su amigo, así que tuvo que ingeniar una mentira.
—Solo vine por unos libros para Taehyun, la noche que fueron a casa se los pedí a Beomgyu. —mintió. Soobin asintió nada convencido, giró su vista hacia el menor quien estaba a cuatro metros de distancia, demostrando todo el temor que tenía.
Yeonjun tomó los libros y se fue de la casa, se despidió, pasó la puerta y caminó hacia su auto. El alto se quedó viendo como Soobin estaba viendo fijamente sus ojos, mientras que Kai espiaba por otra ventana. Arrancó el auto y se fue de ahí, completamente dudoso y buscando una solución para salvar al rubio de las manos de Choi.
Huening rogaba a todos los dioses que su pareja no le gritara ni lo golpeara. Choi cerró la puerta y giró su vista a Kai.
—Explícame. —su tono fue tan tranquilo que apanicó al rubio.
—S-Soobin ... —dijo sin poder mirar al mayor.
Se le acercó y comenzó a hacerle caricias en su espalda, las cuales se convirtieron en fuertes rasguños y apretones.
—¿Yeonjun que? —dijo, sonriendo apenas.
—Vino hace unos minutos a... —comenzó a jadear cuando el mayor rozó contra su entrepierna.
Soobin esa noche lo torturó, Kai prefería los golpes antes de terminar sin poder caminar. Su cuerpo dolía tanto, se sentía sucio y asqueroso. Mientras Soobin sentía el placer, Hueningkai veía un infierno.
Kai esa noche se preguntó con quien se metió, quien era ese chico que dormía plácidamente a su lado. Juró para si mismo que una vez el mayor tenga uno de sus viajes, él iba a escaparse y no volver otra vez.
Toda la noche sintiendo repulsión, su estómago se revolvía y quería vomitar ahí mismo. Su cuerpo era como la misma suciedad que contamina todo. No se atrevía a tocar a su novio por miedo a "ensuciarlo". No le alcanzaban las gotas de agua para quitar esa sensación, no sabe cuántas veces restregó una esponja y un cepillo en su cuerpo con jabón antibacterial, no sabe cuántas veces pasó con fuerza la esponja hasta crear líneas de sangre en su delicada piel. Era la tercera vez que entraba a bañarse y se daba asco a si mismo.
A las 8 am, Kai estaba sentado tomando una taza de café. Miraba a la nada, su vista perdida y sus pensamientos mezclados. La sensación de suciedad lo seguía invadiendo, y aumentó cuando su "novio" lo fue a besar en los labios.
—Oye ¿Y esa cara? —dijo con una sonrisa, Choi. Huening seguía mirando a la nada, con una cara muy seria.
Soobin quitó los mechones de su cara, se quedó mirándolo con amor, como cuando recién comenzaban a salir.
—Tengo planeado que esta tarde salgamos al parque y luego al cine. —dijo Choi intentando hacer que Kai sonriera.
Acción que no hizo. Kai solo se levantó y dejó su taza. Sus piernas le fallaban, por lo que caminaba sosteniéndose de una pared. Soobin lo siguió por detrás.
—Hyuka. ¿Qué tienes? —dijo preocupado.
Tardó unos segundos en decir una palabra que jamás salió de sus labios.
—No... me siento... bien. —dijo tratando de sentarse en el sillón individual de la sala.
Soobin no entendía las acciones del menor, según él esa noche la pasaron fantástico. Hace meses ellos no tenían intimidad y creyó que volver a tener contacto con sus cuerpos iba a ponerlo feliz.
Choi solo lo dejó y siguió con sus cosas. Se preparó una taza de café y tostadas, y se adentró a su oficina.
Hueningkai solo se soltó a llorar, tenía su teléfono, pero no sabía si usarlo mientras Soobin estaba, si le hablaba a alguien y veía un chat vacío, lo más probable es que su pareja lo tome de infiel, pero necesitaba de alguien quien lo escuchara.
Comenzó a recorrer la casa viendo las cosas que faltaban, necesitaba comprar para el almuerzo y las cosas diarias, por lo que caminó hasta la oficina de su novio.
Antes de abrir, escuchó que estaba hablando muy feliz con alguien.
—Si Wooyoung-ah~ —reía. A Kamal se le erizó la piel. —No te preocupes, si iré.
—Suficiente. —Kai tocó la puerta de la oficina y pasó. Soobin colgó la llamada y miró a su novio.
—¿No puedes esperar a que termine con mis llamadas? —dijo enojado.
—Debo ir al mercado, ¿no te molesta que vaya Soobin-ah? —dijo imitando el tono con el que le habló su novio a su amigo, cosa que el mayor no pudo captar.
—Solo tienes una hora, mientras más rápido llegues mejor. —Kai cerraba la puerta, hasta que su novio habló. —Y dime cuando termines, así te busco.
Perfecto, podía ir al mercado y llamar a alguien para pedir ayuda. Tomó el dinero y las bolsas, y salió de la casa.
En su camino al mercado, estaba hablando con Yeonjun sobre lo que escuchó del mayor. Iba tan inmerso en su conversación que por accidente chocó con alguien y tiró todas sus hojas al suelo.
—Como lo siento, no debí... —se quedó congelado al ver a la persona que tenía en frente suyo.
—Hueningkai... —dijo el otro chico.
♡
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro