~𝑃𝑙𝑒𝑎𝑠𝑒 𝑑𝑜𝑛'𝑡 𝑐𝘩𝑎𝑛𝑔𝑒~
Cámaras encendidas por do quier, reporteros tomando nota de cualquier movimiento. Así era cada día en la vida de Hoseok, un desfile tras otro, una sonrisa forsada tras otra. Día por día era lo mismo y ahora se arrepentía, tan solo si hubiera dejado su ambición atrás quizás ahora no estaría pasando por todo eso.
-En serio te iras.-Pregunto el menor con ojos llorosos.
-Perdon Kooki, pero entiende quiero cumplir mis sueños.-El pelirrojo le acaricio la mejilla mientras le sonreía cálidamente.
Jungkook apartó su mano bruscamente y se levanto del sofá. Sus mejillas estaban teñidas de rojo y su nariz ahora se había teñido de un carmesí claro casi rosa, al parecer el pelinegro había estado llorando minutos antes.
Hoseok suspiro y se levantó tratando de calmar al menor que solo se alejó mirando hacia cualquier lugar que no fueran los ojos de su querido Hyung.
-Kooki.-Lo llamo el mayor tomándolo levemente de la mandíbula mientras intentaba buscar su mirada.
-Se acabó.-Susurró Jungkook intentando mantener un tono firme pero su mirada triste y su vos temblorosa delataban lo mucho que le dolía al pelinegro terminar con todo.
-¡Que!.-Hoseok lo observo con sorpresa.-Estas bromeando... ¿Verdad?.
No hubo respuesta del menor, este simplemente se apartó, bajo su mirada y dio unos cuantos pasos hacia atrás.
-Nos vemos, Hoseok.
Jungkook abrió la puerta de entrada y antes de salir le dio una última sonrisa a Hoseok, dejándolo con un sabor amargo de soledad y tristeza.
Después de aquél día no había vuelto a ver a su querido Jungkook y se arrepentía tanto de no haber aclarado todo antes de que fuera demasiado tarde. Fue tan estúpido de su parte creer que Jungkook simplemente lo perdonaría.
-Bien, terminamos con la sección de fotos puedes tomarte un descanso Hoseok.-Dijo el fotógrafo dejando de tomar fotografías.
El pelirrojo suspiro y asintió tomando una postura relajada mientras era atendido por el staff. Muchos habían notado el cambio radical de Hosoek, ya no sonreía como antes y esa energía jovial que transmitía parecía haberse desvanecido por completo. Muchos se preguntaban que le había sucedido a aquel chico de sonrisa de corazón creando rumores y especulaciones cada ves más extrañas y confusas. Pero solo Hoseok sabía la causa de aquella tristeza que lo consumía y la promesa que una ves le hizo a Jungkook se desvaneció en el aire.
Hoseok había quedado de encontrarse con un viejo amigo en un café tranquilo de la zona para recordar viejos tiempos pero el joven Park Jimin al ver lo diferente que estaba su querido amigo intentó de todas las maneras posibles alegrarlo pero era tan imposible se veía tan apagado y el mejor que nadie sabía la causa de ese sufrimiento.
-Hoseok, ya cambia esa cara.-Le dice su amigo Park Jimin mientras disfrutan de un café en medio de la tarde de invierno.
-No puedo olvidarlo.-Susurra el pelirrojo dándole vueltas con una cuchara de té a su taza de café.-Aunque lo intente.
-Vamos, no lo pienses tanto.-Rie el rubio intentando cambiar el ambiente pesado que resultaba algo abrumador.-Mientras menos pienses en él mas rápido lo olvidarás.
Hoseok lo observo como si hubiera dicho algo completamente horrible, pues para él aunque todos le dijeran que debería olvidar a aquél pelinegro de sonrisa adorable era algo completamente imposible y no solo porque aún lo seguía amando si no también porque aún tenía la leve esperanza de que todavía había forma de arreglar las cosas.
-No lo entiendes Jimin es algo que nadie podría entender.
El rubio llevo una de sus manos hacia la de Hoseok intentando reconfortarlo, le sonrió dulcemente y estuvo con él toda la tarde escuchando sus penas.
El bullicio de la multitud mezclados con la música fuerte invadían los oídos del pelirrojo y lo mareaban más de lo que ya estaba por causa del alcohol porque de alguna forma u otra había terminado en aquel bar luego de dejarse llevar por sus insistentes amigos que simplemente después de un rato lo abandonaron y se fueron a bailar y divertirse dejando a Hoseok sumido en el alcohol y los pensamientos contradictorios que lo consumían.
Al parecer el alcohol en su sangre comenzaba a hacer efecto ya que de alguna forma u otra Hoseok había terminado en la casa de Jungkook. Sus manos temblorosas y su corazón a mil lo hacían sentir más mareado que nunca y el impulso de tocar la puerta consumiéndolo hasta el punto en que simplemente toco aquella puerta deseando que Jungkook le habriera y lo recibiera con la misma calidez de antes.
Pero lo único que recibió al Jungkook abrir la puerta fue una mirada de sorpresa de su parte, el chico pelinegro lo observaba con sorpresa aunque su corazón latía con intensidad Jungkook no podía permitir que el pelirrojo notara su emoción al verlo.
-Hoseok.
Murmura Jungkook manteniéndose tranquilo mientras observa con detalle al pelirrojo, acaso estaba soñando después de tanto tiempo estaba allí frente a él.
-Vaya, Jungkook, que bienvenida tan fría.-Bromeo Hoseok acercándose más al pelinegro que solo retrosedía con cada pasó que él daba hacia adelante.
-Hoseok, son pasada las dos de la mañana, ¿que haces aquí?.
Hoseok se acercó hasta el punto que su aliento frío se mezclaba con el de Jungkook.
-Te extraño.-Murmura Hoseok y se tumba sobre Jungkook abrazándolo y dejando sorprendido al pelinegro por escucharlo sollozar.-Perdon, no pude cumplir mi promesa.
Sí, el castaño recordaba a la perfección aquella promesa, simplemente de recordarla se llenaba de nostalgia.
Era un verano de hace dos años, la brisa batía y las hojas danzaban con la risa de aquellos dos chicos que disfrutaban de un picnic tranquilo en aquel parque en el que las parejas y los niños disfrutaban de el cálido ambiente de la foresta.
-Te amo.-Le dice el menor mientras observan el paisaje y el pelirrojo rie.
Hoseok se acercó a Jungkook y juntó sus labios con los del menor comenzando un beso lleno de amor y pasión.
-Yo te amo más.-Susurra entre besos el pelirrojo sacándole pequeñas sonrisas al pelinegro.
-Ya, deja de hacerme sonrojar.-Se queja divertido Jungkook y le acerca una fruta a la boca.
-Oh, quieres darme de comer.-Se burla Hoseok sonrojando al chico.
-No te burles.-Jungkook frunce levemente sus labios fingiendo enojo.-Ya no te voy a dar nada.
Cuando Jungkook intenta quitar la mano Hosek la toma levemente y come la fresa de su mano.
Al alejarse Jungkook rie y le da un pequeño golpecito en su hombro sacándole una risa. Hoseok le dejó un beso en la mejilla y se recostó en su hombro. Observaron a los patos nadar en el lago mientras el canto dulce de las aves los acompañaban, era un silencio tranquilo y satisfactorio. Hasta que Jungkook decidió romper el silencio mirándolo con una sonrisa tranquila.
-Prométeme algo, Hobie.-Susurra Jungkook acariciándole la mejilla, Hoseok se dejo llevar por el cálido tacto de su mano y esperó a que el pelinegro continuara hablando.-Prométeme que nunca cambiarás aunque nos distanciemos, promete que siempre seras el mismo chico alegre de siempre y que nunca dejarás de amarme.
Hoseok sonrió y tomó el rostro de Jungkook entre sus manos.
-Lo prometo.-Murmura cerca de los labios de Jungkook transmitiéndole en aquél beso que siempre estarían juntos.
Ese día Jungkook conoció lo que era amar a alguien, aunque le sorprendía que Hoseok aun recordara aquella promesa pensó que después de un tiempo solo la olvidaría.
Jungkook se hizo hacia un lado y dejó pasar a Hoseok que simplemente se tumbó en el sofá sin ni siquiera pedir permiso. Jungkook lo observo y le buscó un baso de agua para bajarle un poco la resaca, lo conocía tan bien que a kilómetros podía saber que aquél pelirrojo estaba borracho.
Al volver ya no estaba en el sofá resopló y lo buscó en el segundo piso en su habitación husmeando. No es que le molestara pero ahora mismo no estaba tan de humor como para dejar que Hoseok hiciera lo que se le diera la gana.
-Ten un poco más de respeto, por favor.
-Aun... La tienes.-Sonrie el pelirrojo agitando la foto de ambos chicos entre sus manos y el pelinegro lo mira de forma amenazante.
Hoseok lo observa y simplemente deja la foto de donde la tomó y se sienta en el borde de la cama de Jungkook. Jungkook le entrega el baso de agua y los ojos del pelirrojo se clavan en él mientras bebe el agua. Jungkook se siente intimidado por aquella mirada que parecía estar buscando algo en su alma, pero dejando eso de lado decidió cambiar de tema y romper el silencio que ya comenzaba a ponerlo nervioso.
-¿Por qué viniste?, simplemente pudiste haberte ido a tu casa.-La pregunta de Jungkook sonaba indiferente pero muy dentro de él deseaba que Hoseok le dijera que lo había extrañado.
-Te extrañe.-Confiesa el pelirrojo por segunda ves sonando bastante sincero ante los ojos de Jungkook, pero que le podía asegurar que no mentía.
En los últimos meses Jungkook se mantuvo tan distante de los demás, descuidandose hasta si mismo solo quería dejar de sentir ese sentimiento abrumador que lastimaba su corazón día tras día. A pesar de que ahora mismo este intentando mantener una actitud distante y fría, su corazón aun está latiendo por aquel dulce chico. Pues desde el primer instante en que Jungkook vio a Hoseok quedó completamente flechado por él y ahora era completamente imposible dejarlo ir y aunque su corazón grita que le de una segunda oportunidad el miedo a ser abandonado por él nuevamente no lo deja pensar con claridad.
-Hoseok, rompimos no intentes persuadirme.-El pelinegro dice aquellas palabras en un tono frío, pero con aquellos sentimientos que lo consumen en cuerpo y alma quemando aquél intento de frialdad.
La razón específica por la que Jungkook rompió con Hoseok no fue simplemente por un capricho de tenerlo a su lado y no dejarlo cumplir sus sueños, más bien se sentía feliz por él y veía cada una de sus presentaciones siendo su principal admirador. Pero en aquél tiempo en el que Hoseok recién comenzaba a ser conocido él simplemente no lo tomó en cuenta y prefirió mentirle antes de simplemente decirle que se mudaría a París por un tiempo el pelirrojo pensaba irse solo dejándole una carta al pobre chico que lo amaba tanto, por lo que al descubrirlo Jungkook no pudo soportar el modo tan cruel en el que pensaba dejarlo y terminó con él.
Sí, quizás Hoseok lo amaba pero su ambición había ido demasiado lejos hasta el punto en el que prefería dejarlo atrás como un recuerdo que jamás saldría a la luz en ves de enfrentarlo y decirle la verdad.
-Vamos bebé, si hago esto ganaré mucho dinero y podrás dejar de trabajar tanto.-Hoseok intenta convencerlo de cualquier forma posible.
-Hobie, el dinero me da igual pero lo que me lastima en serio es la forma en que me mentiste. Acaso solo soy un objeto para ti.-La vos de Jungkook se quebraba con cada una de las palabras que salían de sus labios.
Pero aun así Hoseok no lo escucho y días después el pelirrojo vino a despedirse intentando arreglar algo que ya estaba quebrado. Tal vez Jungkook terminó con el de una forma muy cruel pero ya no aguantaba ver como la persona que amaba con todo su ser simplemente lo abandonaba de una forma verdaderamente cruel.
Jungkook toma unas almohadas y una sabana y las lleva hasta el primer piso en donde esta Hoseok sentado con la mirada perdida y entonces fue en el momento en el que Jungkook se pregunto en donde había quedado su dulce y alegre Hobie.
-Perdon por hacerte dormir en el sofá pero es algo tarde para que regreses a tu casa.-Susurra Jungkook intentando disculparse con él no solo por hacerlo dormir en el sofá sí no también por haber haber terminado con e él.
No importa cuanto intentara decir que fue lo correcto para él y que Hoseok tenía la culpa de todo en parte el también había sido culpable al saber que para Hoseok también había sido duro aquella ruptura.
-Descuida bebé, no me molesta respeto tu espacio.-Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de Hosoek con algo de melancolía logrando que el corazón de Jungkook se apretara al sentirse mal por no ver aquél brillo en los ojos de Hoseok.
-¿Cómo han estado las cosas?.-Pregunta Jungkook mientras acomoda las almohadas en el sofá para que Hoseok este cómodo.
-Supongo que bien.-El tono del pelirrojo era un poco distante captando la mirada de Jungkook.-Bebé, lo siento.-Se disculpó Hoseok con ojos que demostraban su sinceridad.
Hosoek toma la mano del menor y comienza a hacer leves círculos con el dedo pulgar haciéndole recordar a Jungkook los viejos tiempos en los que él le demostraba esa clase de cariño. Aprovechando el momento en el que Jungkook estaba distraído y conmocionado por los recuerdos Hoseok aprovecha la oportunidad y se lleva la mano del menor a su boca chupando su dedo pulgar. El menor se sobresaltó ante aquél acto íntimo dejando escapar un leve gemido.
-Hoseok.-Lo regañó Jungkook soltándose de su agarre.
-Perdón, me dejé llevar por la costumbre.-Hosoek sonrió con picardía.
-Deberías irte ya a dormir.-Murmuro el menor evitando su mirada.
-Te extrañé tanto Kooki.
Jungkook lo ignora y sube los escalones intentando borrar aquél pensamiento de segunda oportunidad que lo invadía desde el primer segundo que lo volvió a ver.
-Vete a dormir Hoseok.-Murmura Jungkook cuando ya esta frente a su habitación pero al girarse se da cuenta que el pelirrojo lo siguió hasta arriba.
-Ya no me extrañas.-Hoseok abulto sus labios dejando a la vista un tierno puchero.
Jungkook casi ríe por su expresión pero se contuvo. Sí, él lo extrañaba más que nada en el mundo. Incluso en los días más alegres lo extrañaba, cuando estaba triste, aquél deseo de tenerlo era demasiado abrumador. Lo único que deseaba era que Hoseok lo envolviera entre sus brazos y le susurrara al oído que todo pronto mejoraría. Pero aquél deseo era tan imposible de cumplir.
-No se trata de si aun te extraño o no Hoseok, se trata d...
-Voy a dejarlo.
-No, ambos sabemos que no harás algo así.-Jungkook se cruzó de brazos y entra a si habitación seguido de Hoseok.
-Creeme, porque te mentiría.-El tono de desesperación se notaba en la vos de Hoseok no sabía que más hacer para tenerlo de vuelta.
-Oh, así que vamos a hablar de mentiras no creo que seas el más calificado para decir eso.-Jungkook comienza a sentirse enojado como se atreve a decirle que no le mentiría cuando ya lo hizo una ves.
-Por favor hablemos.
-No tengo nada más que decirte Hoseok.-El tono en la vos de Jungkook cada ves es mas de enojo y frustración.
-Pero, bebé sin ti soy completamente miserable.-En los ojos de Hoseok se refleja el dolor que a estado acumulando desde hace tiempo, sus ojos amenazando en cristalizarse.
La frustración y el dolor se mezclan en el interior de Jungkook causándole un tormento, en serio como Hoseok podía decirlo así simplemente como si él fuera el único culpable en aquella situación. Le había dado todas las opciones para no romper con él pero Hoseok solo las ignoró por eso ahora estaban en aquella situación.
-No intentes hacerme sentir mal a estas alturas Hoseok, se perfectamente que lo único que te importa ante cualquier cosa es la fama y el dinero.
Hoseok se deja llevar por sus emociones enojándose por la cruel acusación de Jungkook.
-¿Cómo puedes pensar que prefiero esas cosas antes que a ti?.
Por supuesto Hosoek amaba su trabajo era una parte de su escencia pero eso no quería decir que no amara a Jungkook por ante cualquier cosa. Sabía que había sido su culpa que Jungkook estuviera enojado con él estaba en todo su derecho pero aun así no se rendiría y le demostraría a Jungkook lo muy importante que era para él.
Hoseok da dos pasos hacia Jungkook acortando el espacio entre ambos cada ves más, sorprendiendo al pelinegro en cuando lo tomó por la nuca y lo besó con avidez. ¿Cuánto tiempo habrá pasado desde que besó por última ves aquellos labios?. Quizás meses, quien sabe. Lo único que sabía Hoseok es que no lo dejaría ir nunca más.
-Te amo, así que no vuelvas a decir una estupidez así.-Hoseok se separó un poco mientras llevaba sus manos a las mejillas del menor acariciándolas con amor.
Después de tanto tiempo escuchar esas palabras hicieron que el débil corazón de Jungkook se achicara impidiéndole aguantar las lágrimas. El menor se rompió en un llanto leve que estaba mezclado entre la felicidad y la tristeza que sentía al escucharlo decir aquellas simples palabras.
Hoseok recuesta a Jungkook sobre la cama detrás de ellos. El peso de Hoseok cae sobre el cuerpo de Jungkook mientras ambos se pierden en aquél, trasmitiendo toda la ira y el dolor que se han estado guardando durante todo aquél tiempo en el que estuvieron alejados.
Jungkook intenta envolver sus brazos alrededor del cuello de Hoseok pero este se aleja quitándose su chaqueta junto con su camisa. Jungkook deja leves besos en todo su cuerpo hasta volver a subir hasta su cuello dejando leves marcas, besó su mandíbula y finalmente volvió a unir sus labios mientras el pelirrojo le desabotonaba la camisa dejando su torso bien marcado a la vista.
-No imaginas cuantos extrañé esto.
Jungkook ríe levemente mientras observa como Hoseok mira todo su cuerpo deseoso por explorar más. Pero de todas formas estar con él de aquella forma era la mejor medicina para el sufrimiento.
-Hobie.-Murmura Jungkook con ojos suplicantes mientras vuelve a dejar besos en su cuello.
Hoseok entendiendo lo necesitado que estaba su querido Jungkook se quito sus jeans y se posicionó sobre él en aquella cama que alguna ves fue testigo del frenesí de sus deseos carnales.
-Vamos bebé, usa tus palabras.-Le susurra el pelirrojo en su oreja transmitiendo escalofríos al cuerpo de Jungkook.
Odiaba cuando Hoseok lo obligaba a decir lo que quería pero aquel no era un momento en el que quisiera discutir, no cuando estaba a punto de sentirlo dentro de él.
-Por favor, folláme Hoseok.
-Eso es lo que quería escuchar bebé, sabes no solo estuve anhelando tu amor.
-Hosoek sonríe con picardía logrando sonrojarse al menor por aquella confesión.
Hoseok sumerge su mano en el pantalón de pillama del menor comenzando a bajarlo lentamente.
-Puedo chupartéla, bebé.
Aquella propuesta era tan tentadora para Jungkook, nada le encantaría más que sentir la boca de su Hyung alrededor de toda su longitud pero hoy solo lo necesitaba a él y a su polla para lograr relajarse de todo aquél malestar que lo abrumaba.
-Hoy no Hobie, solo necesito tu polla dentro de mí para sentirme mejor.
Jungkook levanta sus caderas mientras mira a Hoseok con ojos suplicantes en busca de el consuelo del pelirrojo.
-Esta bien bebé.
Hoseok acepta y lleva dos dedos hasta el ano del menor buscando que este lo suficiente mojado para él, lo esta pero podría estarlo aun más. El tamaño de Hoseok era promedio pero al haber estado tanto tiempo sin haber tenido relaciones sexuales el pelirrojo pensó que lo mejor sería buscar un lubricante para facilitarle mas placer al menor.
Hoseok se trepa sobre Jungkook para alcanzar hasta la mesita de noche del menor y buscar entre los cajones un lubricante que siempre guardaban para situaciones especiales. La polla de Hoseok estaba prácticamente en la cara de Jungkook así que el menor pensó en que perdería si lo probaba. Jungkook se sienta sobre sus codos y envuelve su boca sobre el miembro de Hoseok. Hoseok se sobresalta casi dejando caer el envase donde está el lubricante.
-Mierda, bebé.
Con su mano libre Hoseok encuentra un camino hasta el cabello de Jungkook profundizando más las subidas y bajadas del pelinegro en su eje.
-Extrañe esa boca.-La respiración de Hoseok se entrecorta.
Jungkook le da una mirada de diversión y Hoseok vuelve a su posición inicial besando los labios del pelinegro permitiéndole a Hoseok probar su propio sabor.
Hoseok cubre su polla con el lubricante, dejando un poco para el menor llevando un dedo dentro de su agujero para lubricarlo para él. Jungkook se convierte en un desastre de gemidos al sentir uno de los dedos de Hoseok dentro de él elevando su cadera involuntariamente en busca de más placer.
Hoseok desliza su dedo y frota la cabeza de su polla en el ano de Jungkook. No parece que Hoseok se burle de él pero es lo que parece por la forma en que lo esta torturando. De repente se unde en su agujero haciendo que la cabeza de Hoseok de vueltas al sentirlo a su alrededor. Hoseok profundiza hasta tocar fondo dejando escapar un gemido agudo de sus labios. Aquel gemido vuelve loco a Jungkook y lo exita aun más, simplemente le daba gusto volver escucharlo gemir por él.
Hoseok comienza a empujar dentro del menor a un ritmo rápido en cuanto Jungkook se a acostumbrado a su tamaño. Cada embestida hace que aquella habitación se llene de gemidos y maldiciones. La forma en la que estaban follando demostraba el deseo acumulado de el tiempo en el que estuvieron alejados, pero Hoseok lo anhelaba con tanto deseo que un solo día sin poderlo follar era una completa tortura para él.
-Mierda, Hobie, ve más rápido.-Suplica el pelinegro entre gemidos aferrándose a la espalda del mayor.
Hoseok aumenta la intensidad de sus embestidas sabiendo lo necesitado que esta, se adentra entre los muslos de Jungkook encontrado su polla erecta comenzando a frotar de arriba hacia abajo haciendo que de los labios del menor escapen gemidos sin control. Sus labios levemente abiertos y su cabeza hacia atrás sobre la almohada, una vista perfecta para Hoseok.
Levantando la pierna derecha de Jungkook sobre su hombro, la polla de Hoseok llega hasta otro nivel mas profundo dentro del pelinegro haciendo que se apretara al rededor de la polla del mayor.
Sus caderas se mantienen a un ritmo áspero, la agudeza de cada empuje lleva a Jungkook a su límite de placer.
-Estoy... Tan cerca.-Es lo único que logra decir Jungkook perdido en su propio placer.
-¿Vas a correrte para mí, bebé?.-Hoseok sonríe sabiendo que esta a punto de disfrutar del éxtasis de Jungkook.-Vamos correte para mí, mi amor.
Y así Jungkook se deshace sobre Hoseok que aun lo penetra sin piedad. Un fuerte maullido sale de entre los labios de Jungkook y él se aferra a la espalda del mayor. Dios, aquel pelirrojo lo estaba haciendo tan feliz.
Hoseok puede sentir lo serca que esta de correrse y si quiere sentir una satisfacción completa sabe que necesita correrse ahora, mientras Jungkook se contrae sobre su polla, necesita ser ordeñado por su amor hasta que su polla quede seca.
Jungkook al sentir como su Hyung pierde un poco el ritmo sabe que él solo necesita algo para hacer que llegue a su límite.
-Hobie, necesito tanto tu semen.-Suplica el menor deleitando a Hoseok que amaba cuando aquel chico le rogaba porque dejara su semilla dentro de él.
-¿En serio?, ¿Qué tanto lo deseas?.
-Por favor, Hobie.
Las últimas palabras del menor hacen que las caderas de Hoseok tiemblen y cuerdas de semen comienzan a salir llenando a Jungkook como tanto le gusta.
Finalmente Jungkook a recuperado la compostura luego de su propio orgasmo, deleitándose por la vista de su hyung con la mandíbula floja y sus ojos entrecerrados. Aquel pelirrojo era una de las pocas personas que logrababa verse bien luego de un orgasmo y eso era lo que más le encantaba al menor.
Hoseok cae sobre él unos leves minutos para recuperar el aliento, en los que Jungkook le acaricia el cabello transmitiéndole su cariño.
-Ire a buscar algo para limpiarte.-Murmura Hoseok saliendo de dentro de Jungkook para levantarse de la cama y buscar algunas toallas húmedas.
Hoseok tarda un poco pero en cuanto regresa sostiene unas toallas húmedas y una botella de agua.
-Vamos, siéntate.-Dice Hoseok dándole la botella de agua a Jungkook para que la bebiera.
Hoseok comienza a limpiar las zonas íntimas de Jungkook. Ama ver su semen dentro del menor así que tener que retirarlo es una tortura para él.
-Renuncié.-Dice en vos baja Hoseok.-Quiero decir... Esta mañana renuncié a la empresa.
-No que lo harías luego.-Pregunta Jungkook refiriéndose a la conversación que tuvieron antes.
-Solo quería saber si serías capaz de creerme.
-Pero, no es tan simple como lo dices cierto.-Jungkook esta algo confundido por aquella declaración de su hyung.
Y sí, Jungkook tenía razón no es como si Hoseok pudiera dejarlo de la noche a la mañana así de simple. Hay demasiadas partes interesadas y seguramente una gran cantidad de dinero por medio.
-Sí, pero ya me las arreglaré.-Hosoek termina de limpiar al menor y va a tirar las toallas húmedas en el cesto de lavabo.
-¿A que te refieres?.-Jungkook observa a Hoseok con curiosidad mientras este se coloca los boxers.
-Les dije que anularía el contrato y al parecer ahora tengo que pagar todo el dinero que emplearon en mí pero esta bien, no importa.-Hoseok sonrió como no lo hacía desde hace mucho con una placa de esperanza de que el menor lo dejara quedarse.
Jungkook se sentía un poco mal ya que tectincamente fue su culpa que Hoseok renunciara y ahora tenga que pagar todo ese dinero.
Hosoek al ver la expresión triste en el rostro de Jungkook se sienta a su lado en la cama y lo toma de las mejillas.
-Oye no se que estas pensando pero, no me hiciste renunciar, desde hace un tiempo ya quería dejarlo todo.-Hoseok sonríe comprensivo y le acaricia las mejillas.
-Pero... En primer lugar fui yo quien te insistí desde el inicio.-Jungkook mira hacia abajo algo apenado.
-Sí, pero yo antes dije que no verdad, entonces no es tu culpa. Yo decidí dejarlo porque no valía la pena para mí tener una vida en la que no estés tú no importan los lujos o el dinero una así era miserable, porque te extrañaba mucho.
Jungkook suspira, teme que esa felicidad que lo invade desaparezca otra ves.
-Pero... Es lo que amas.
-No, yo te amo a ti. Lo se, fui una mierda contigo pero dame otra oportunidad, prometo que si lo arruino no volveré a aparecerme en tu vida nunca más.-Hoseok sonríe mientras abraza al pelinegro.
-De verdad... Lo has dejado.-La vos de Jungkook sale algo entrecortada no podía creer lo que estaba escuchando, quería llorar de la felicidad.
-Lo prometo.-Hoseok se aleja un poco uniendo sus frentes.
Jungkook sonríe dejándose llevar por la calidez de Hoseok, ya entendía porque lo extrañaba tanto, ambos se necesitaban para poder vivir y ahora lo entendía.
Hoseok le había ofrecido una segunda oportunidad y no pensaba rechazarla.
-Te amo, Hoseok.
-Yo también te amo, bebé.-Sin decir mas los labios de Hoseok están nuevamente sobre los de Jungkook. Transmitiendo el amor y la devoción que sentía por él.
Hoseok no pensaba dejarlo ir nunca más. Ni siquiera por todo el dinero del mundo.
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