Salió de casa para dirigirse a la escuela, caminó con toda la confianza que llevaba.

Cabe aclarar que era demasiada.

Cuando llegó a el instituto, todo el mundo se volteo hacia el como si estuviera desnudo y cubierto de brillo.

Sonrio sin importarle nada.

Era nuevo.

・・・

Las clases transcurrieron normales. Cuando llegó el receso se encontró con tres "amigables personitas".

—¿Donde habías estado?

—¿Porque no nos avisaste?

—¿Ya no nos quieres?

Joder, que esa pregunta era tan fácil de responder.

—Oh amores, que dulces son. —sonrió. —¿Alguien en este jodido edificio alguna vez los quiso a ustedes? —los miró para luego darse vuelta no sin antes pronunciar. —Esa es la verdadera pregunta...

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