Sentados en la mesa del comedor estaban los 3 alfas almorzando, eran las 14:23 de la tarde y la madre de Kai lo iba a ir a buscar, por esa razón el omega comio rapido y luego se fue a cambiar y preparar.

Yeonjun agarró su celular ya que este habia soñado, anunciando un mensaje.

"Yeonjun, ya estoy llegando, dile a Hyuka que por favor empaque todo para que no olvide nada como la ultima vez".

Yeon recordó cuando la ultima vez el omega habia olvidado un par de ropa interior en su habitación y obvio se la escondió a sus hermanos ya que eran tan pervertidos que podian llegar a hacer cosas "indevidas".

Que quede claro que Yeonjun tampoco perdio la oportunidad.

Volviendo al presente, Yeonjun se levantó de su silla, captando la atención de los hermanos alfas que se miraron entre ellos para luego seguirlo sin que este se de cuenta.

Yeon entró a la habitación y encontro al omega poniendose un poco de perfume y peinandose el cabello.

—Cachorro, dijo tu madre que ya llega y que empaques todo.

El omega lo miró, le sonrio y asintio.

—Ya empaqué todo,alfa. —fue a abrazar al pelinegro. —Espero no olvidar nada como la ultima vez. —le sonrio tímido.
—Y si de casualidad encuentra otra vez mi ropa interior, porfavor aviseme y no espere hasta que vuelva.

—¿¡Ropa interior!? —Exclamaron alterados los dos alfas entrometidos.

—¿Que hacen ustedes ahí? —Preguntó Yeonjun hacia los alfas.

—¿Tenias ropa interior de Hyuka y no nos avisaste? —Hizo otra pregunta el rubio.

Yeonjun se separó del pequeño cuerpo y se acercó a su hermano.

—¿Y porque les tendria que avisar?

—Porque Kai tambien es nuestro. —Dijo esta vez el castaño serio.

—¡No es suyo! —Gritó el mayor. —¡Kai es mio! —demandó

—¡Eso quisieras! —gritó el rubio antes de lanzarse a su hermano y empezar a golpearse entre ellos, pronto el castaño tambien se unio.

Y el cuarto era un lio de gritos y golpes.

Los alfas se separaron todos golpeados, con labios cortados, pomulos morados y ojos hinchados.

Se veian mientras se gruñian y lanzaban mordiscos al aire.

El castaño miró hacia el costado y su mirada suavizo.

—Mírenlo. —Susurro hacia sus hermanos.

Los otros dos fijaron su vista en el omega.

Kai estaba llorando, limpiando sus gruesas lagrimas de sus gordas mejillas con su manito.

—Cachorro. —El pelinegro se acercó, estaba por tomarlo y se sorprendio cuando el omega se alejo hacia atras y siguio llorando.

—Hyuka. —El rubio tambien se quiso acercar pero no recibio más que un chillido.

Hueningkai levanto la mirada hacia los tres alfas y estos se les rompio el corazón.

Su Cachorro los miraba con miedo.

El timbre sonó, Hueningkai tomo su mochila y bajó las escaleras mientras limpiaba sus lagrimas y trataba de que no se note que habia llorado.

Cuando pudo reponerse, abrio la puerta.

Una mujer rubia y alta le sonrio.

—¡Mamá! —Dijo mientras la abrazaba.

—¡Cachorro! —Lo abrazó con fuerza.

—¿Ya nos podemos ir a casa? —le preguntó con una sonrisa.

—Despidete de los chicos y nos podremos ir a casa.

—Adiós. —Fue murmurado por el omega

—Adios Chicos, gracias por cuidar a Hyuka. —se despidio la rubia.

Los alfas fingieron una sonrisa.

—Adiós Jisoo, adiós Hyuka. —se despidieron, pero el omega los ignoro y se dio la vuelta con su madre para asi subir al auto de esta e irse a casa.

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