Se decía que cuando encontrabas a tu alma gemela la reconocías al instante. Tu respiración se cortaba y tu corazón se aceleraba en tu pecho, incluso sentías tus manos sudar y tu ánimo cambiaba a uno más feliz. Eso había pasado con Jimin y Yoongi al encontrarse nuevamente.

Todo había comenzado como un error, como la irresponsabilidad de unos chicos ebrios, pero de eso nació una bonita flor, la más bonita en la pradera, volviéndose la felicidad de Jimin.

Nunca pensó que sufriría más pero no era así, sufría al ver sufrir a su pequeña, sabía que necesitaba a su padre, cosa que Jimin no podía concederle, no sabía nada de Yoongi y tampoco creía poder tener el valor de buscarlo y decirle que tenían una hija juntos, ni siquiera se amaban, solo pasó y la pequeña nació, nada más los unía que SunHee.

En la desesperación había corrido por su pequeña sin notar que corría directo a Yoongi, su pecho le dolía debido al miedo de perder a su hija, pero al mirarlos juntos, tan parecidos, algo más había hecho latir su corazón, nuevas emociones habían crecido ese día y no solo en el corazón de Jimin, en el de Yoongi se plantó el interés y las ganas de conocer más a ese lindo chico.

Pasaron tanto tiempo juntos, Yoongi sentía que Jimin debería estar en su vida y no era una opción, su corazón se lo imploraba, Jimin era el correcto esta vez...

Lograron atravesar los retos que la vida les puso en su camino, sus corazones nunca renunciaron, habían sufrido tanto, era momento de vivir en paz por primera vez en sus vidas.

Y como por arte de magia todo comenzó a mejorar, el amor que ambos chicos se tenían era más fuerte que cualquier cosa.

Al fin se casaron, su segundo bebé había llegado para demostrarles que podían ser más unidos. Ambos estaban enamorados de sus dos bebés que habían llegado como rayitos de sol a iluminar sus días.

"Pasamos tanto tiempo de nuestras vidas sin tenernos y ahora estamos más que juntos, tenemos a nuestros maravillosos hijos que no cambiaría por nada en el mundo. Gracias amor por esto, por caminar de la mano conmigo, me diste tanto sin yo siquiera pedírtelo. Te amo." -Minnie.

"Al leer todas tus cartas pensé que no me podía quedar atrás, gracias amor por ser un maravilloso padre y cuidar de nuestros bebés, también por amarlos y por amarme. Me has regalado los mejores años en mi vida, no sé cómo agradecerte esto, pero de algo estoy seguro, mi corazón seguirá siendo tuyo, aunque deje de latir. Siempre seré tuyo." -Yoonie.

Jimin dejó ambas cartas en la cama de su habitación, sus ojitos se habían aguado, estaba tan feliz. Siempre que sus días se deterioraban por cualquier cosa, recurría a sus viejas cartas para leerlas e instintivamente volver a reír. No necesitaba nada más en su vida, lo tenía todo, tenía a sus hijos y a Yoongi.

El pelinegro había ingresado a la habitación que compartía con su esposo, encontrándolo en la cama con todas las cartas encima de las sábanas, su nariz rojita, sus ojos cristalizados y una perfecta y hermosa sonrisa iluminando su rostro.

Se acercó sin dejar de sonreír, Jimin se miraba tan perfecto que sus pies solo caminaron hasta él para sentarse a su lado y tomarlo entre sus brazos para minutos después mirarlo y unir sus labios en un corto beso.

—Hoy es el cumpleaños de Minho —le dijo con una sonrisa emocionado.

—Nuestro bebé está cumpliendo dos años... ¿Cuándo pasó esto, Yoonie? —Jimin se rio feliz.

—Lo hemos visto crecer durante dos maravillosos años, pero si miro hacia atrás se siente como si el tiempo pasó muy rápido.

—Lo sé, me siento de esa forma.

Yoongi asintió y se acercó para besar su frente.

—Jungkook llamó, dijo que vendrá para ayudarnos a decorar la casa para la fiesta de Minho —le sonrió—. Los pequeños gemelos vendrán con él así que SunHee estará a cargo otra vez.

—Pobre nuestra hija, tiene que cuidar de tres niños de dos años descontrolados —se rio.

—A SunHee le gusta cuidar de ellos y tampoco es que sean un desastre, los gemelos obedecen las ordenes de su mayor, pero Minho es el que sigue haciendo travesuras.

—Está bien, SunHee puede con ellos —sonrió.

Jimin sonrió sin decir más. Antes de seguir terminando de arreglarse para la fiesta del pequeño de sus hijos tenía una carta que escribir, la más feliz y emocionante de todas.

Yoongi lo miró con una sonrisa y desapareció después de besar sus labios una última vez. Jimin caminó hasta la habitación de SunHee, la saludó con un beso en su frente y después le pidió prestado su estuche de la escuela junto con una hoja.

Rápidamente miró a su esposo jugar con el pequeño Minho, aprovechó eso para caminar hasta su habitación donde corrió hasta la cama y se sentó mientras colocaba una libreta en sus piernas. Colocó la hoja y comenzó a buscar dentro el estuche.

Sus ojitos se cristalizaron a medida que escribía la carta, estaba tan feliz, su vida había dado un gran cambio desde que se reencontró con Yoongi, todo lo que habían vivido eran muy buenos y lindos recuerdos.

Miró su carta mientras dejaba los colores y plumones usados en su lugar. La volvió a leer y sonrió mientras la abrazaba en su pecho.

Escuchó las pisadas de su esposo y rápidamente la dobló para guardarla debajo de su almohada junto con el estuche rosa de SunHee.

—Minnie, Minho necesita un baño ¿Puedes bajar con Jungkookie? Acaba de llegar.

Jimin asintió con una sonrisa. Minho caminó hasta su padre y lo tomó en brazos mientras miraba a su esposo buscar la ropa que le colocaría al menor. Había tomado unos pantalones negros junto con una camisa del mismo color con el rostro de Kumamon en la parte de adelante. Sonrió, con Yoongi eran tan diferentes en ese aspecto, él amaba vestir a sus hijos con diferentes colores alegres y Yoongi con colores oscuros, pero eso no era un problema, a sus hijos les gustaba ser vestidos por ambos padres y eso estaba bien.

Cuando Yoongi terminó caminó hasta su esposo, tomó a Minho y caminaron al baño. Jimin esperó unos segundos hasta escuchar el agua caer. Rápidamente sacó la carta y tomó el estuche de SunHee. Salió de la habitación guardando la carta y dejando el estuche con su dueña. Rápidamente miró al menor junto con los gemelos que no paraban de jugar entre ellos.

—¿Listo? Vine para ayudar, hyung —le sonrió.

Jimin le agradeció con una sonrisa. Dejaron a los gemelos con SunHee para ellos comenzar a decorar. No pasó tanto tiempo cuando Yoongi se unió a ellos.

Cuando terminaron justo tenían tiempo para ducharse y esperar la llegada de los chicos.

El matrimonio Min no duraron tanto en la ducha cuando SunHee había llegado para decirles que su tío Jungkook había regresado junto con Taehyung.

Poco a poco los invitados comenzaron a llegar, los padres de Yoongi habían abrazado a Minho y lo habían llenado de besitos mientras le entregaba su gran regalo, SunHee también obtuvo uno sin ser su cumpleaños, los abuelos Min amaban regalarles cosas a sus nietos y en ese día tan especial no dudaron en comprar cosas para ambos menores.

Jimin tomó a la pequeña Eunji en brazos admirando lo hermosa que era, había crecido tanto y estaba tan feliz, Namjoon y Seokjin estaban planeando tener otro bebé, pero todavía no lo intentaban, querían esperar un poco, después del embarazo de Eunji y todas las complicaciones querían esperar un poco más antes de tener otro.

Habían llamado a la puerta y Jimin le devolvió a la pequeña a sus padres para encaminarse a esta. Ahí estaban los futuros padres primerizos. Hoseok se lanzó a los brazos de Jimin cuidando de no chocar su vientre de seis meses. Jimin los saludó mientras sus manos recorrían el vientre hinchado del solecito. Después saludó a Bae. Los miró mimar a sus hijos mientras le entregaba su regalo al cumpleañero.

La pequeña celebración había comenzado, todos estaban ahí. La abuela Park no había parado de abrazar a su hijo, ella sabía algo que los demás no y no podía dejar de estar tan emocionada.

El pastel se colocó enfrente de Minho mientras comenzaban a cantarle, el menor se reía al mirar a todos a su alrededor cantar tan felices y haciéndolo reír. Jungkook sacó varias fotos del momento, haciéndolo reír para las fotos.

Minho había metido su dedo en el pastel para luego llevarlo a su boquita y sonreír satisfecho con el pastel que la abuela Park había hecho con tanto cariño para él.

La celebración había sido todo un éxito, Minho se había divertido tanto que incluso se había quedado dormido después de jugar con los gemelos Kim.

Los tres menores estaban descansando en la habitación de Minho mientras los demás chicos se quedaban a charlar.

De a poco en poco se fueron marchando, se habían divertido, pero era hora de ir a casa. Namjoon y Seokjin se habían ido primero pues se estaba haciendo muy tarde para la pequeña Eunji. después se fueron Hoseok y Bae, el Solecito tenía cita con su doctor al día siguiente, habían esperado un mes más para saber el sexo de su bebé y era momento de que lo supieran. Los padres de Yoongi se fueron después, a duras penas se despidieron de los menores para caminar fuera de la casa. Yoongi había llevado a la abuela Park a su casa, al día siguiente trabajaba muy temprano en la pastelería, desde que su hijo comenzó a ganar una muy buena cantidad de dinero por sus diseños, había remodelado la pastelería de su madre, incluso habían abierto otra tienda cerca de la casa de ellos y ella seguía haciendo pasteles con sus aprendices para después distribuirlos en su segunda pastelería. Taehyung y Jungkook se fueron de último ya que los gemelos no despertaban, pero en cuanto lo hicieron los abrigaron muy bien y los llevaron a casa.

Jimin y Yoongi se habían quedado solos, SunHee se había ido a dormir minutos después y Minho ya no despertaría hasta el día siguiente.

Yoongi le sonrió y lo abrazó para besar sus cabellos dorados. Jimin le sonrió, besando la punta de su nariz para después separarse y comenzar a recoger lo que quedaba de pastel y comida.

Cuando terminaron apagaron las luces y subieron después de asegurarse que SunHee estaba dormida. Pasaron por la habitación de Minho para apagarle las luces y encender su lamparita de estrellitas que iluminaban su techo.

Ambos chicos cansados caminaron hasta su habitación, Yoongi se cambió su pijama y ayudó a Jimin con la suya. Se había metido en la cama y en cuanto estuvieron juntos comenzaron a besarse apasionadamente.

Yoongi coló sus manos debajo del pijama de Jimin para acariciar su piel desnuda. Jimin sonrió en sus labios para después separarse y mirarlo a los ojos.

—Tengo algo para ti —le sonrió.

Yoongi le sonrió mientras miraba a su bello esposo levantarse de la cama y caminar hasta el abrigo que llevaba en la tarde. De ahí sacó un papel. El rubio se regresó a la cama y se metió debajo de las sábanas para volver a estar en los brazos de su esposo.

Sonrió antes de sacar la carta y entregársela. Yoongi sonrió pues supo que era una de las cartas de Jimin donde decía cuanto lo amaba. Se acomodó en la cama con Jimin en sus brazos para comenzar a desdoblarla.

"Se que estás pensando que esta carta es para decirte cuanto te amo y sí, estás en lo cierto... Te amo Min Yoongi, gracias por hacer de mis días los mejores, me has bendecido con lo mejor que me pudiste dar, nuestros hijos. Se que ser padres es difícil, pero a tu lado me siento tan feliz y radiante, tú haces esto más fácil para mí, me ayudas con los niños y en todo lo que puedes, sé que estamos juntos en esto porque al aceptar lo que el cura nos dijo, ambos nos prometidos esto, amarnos, apoyarnos y ayudarnos... No sabes lo feliz que me hace decirte esto, decidí tomar este día para al fin darte las nuevas noticias.
Min Yoongi, gracias por amarnos, me has enterrado todo tu amor en el corazón y no te puedo sacar de ahí, tampoco quiero hacerlo porque tú eres el indicado...
Bueno, papi de dos preciosos niños, quiero decirte que la casa se nos hace cada vez más pequeña..." -Minnie.

Yoongi lo miró después de leer ¿A qué se refería Jimin con eso? El rubio lo miró sonriente para después lanzarse a sus brazos.

—Felicidades amor, tengo un mes de embarazo —soltó por fin.

Yoongi abrió sus ojos por completo mientras su rostro comenzaba a doler, no podía parar de sonreír, incluso quería llorar de la felicidad.

Había notado a Jimin un poco raro, también lo notó devolver su comida en algunas ocasiones, pero no pensó que fuera eso, ahora estaba tan feliz y emocionado, tendrían otro hijo.

Y así fue como la habitación de los Min se inundó de risas, besos y abrazos. Yoongi no podía parar de besar el vientre de Jimin mientras le agradecía por su bebé.

Ambos chicos habían encontrado el amor, la persona que hacía su corazón desbordar felicidad. Eran felices, claro que sí, con su próximo hijo los lazos se habían hecho más fuertes.

La familia estaba creciendo más y no solo la de ellos, también la de sus amigos y eso estaba bien, realmente muy bien.

Se decía que al encontrar a la persona a la que amabas, lograrías vivir feliz y en paz, eso había pasado con Yoongi y Jimin. Sus días eran cada día divertidos, nunca faltaban los besos y mimos entre ellos o con sus hijos. Al fin había creado su propia familia, su amor nunca terminaría, al contrario, cada vez crece más y más.

Nadie podría terminar con ese amor porque estaba tan malditamente bien y se sentía así.

Hemos terminado con la historia de dos chicos que se habían entregado el uno al otro en un momento de ebriedad pero que de ellos nació una hermosa historia de amor. Hasta aquí terminó nuestra aventura con la familia Min, pero ellos seguirían su camino de la mejor forma, sin soltar sus manos, junto a sus hijos, los dos menores, y al bebé que crecía en el vientre del rubio.

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¡Hola!

Les juro que estoy llorando, con esto concluimos las dos temporadas de Papi 😭😭

Muchas gracias por estar aquí conmigo, saben que a estas dos temporadas les tengo un gran cariño pues con ellas comencé a crecer y a conocer a cada una de ustedes, maravillosas personitas que me han seguido y apoyando en lo largo de todo este camino💜

No se como agradecerles😭 les amo demasiado

Espero que les guste el final ❤

Voten y comenten💜

¡Adiós!