Soobin gruño ante el repentino dolor de cabeza que lo atacó, su mano derecha se enredó entre sus negros cabellos para después estirar un poco su adormilado cuerpo mientras bostezaba, dejó caer sus brazos y sintió como alguien lo abrazaba o mejor dicho apenas se dio cuenta que alguien lo estaba abrazando al igual que a un oso de felpa, tallo sus ojos y trato de ignorar un poco el malestar de su cabeza, maldita resaca, como la odiaba.

El alfa abrió los ojos para poder apreciar así, una cabellera castaña recostada sobre su pecho desnudo, ¿qué hacía ahí Yuna? O mejor dicho ¿en qué momento lo había traído?, frotó su rostro confundido, después de su décimo vaso, toda su mente estaba en blanco, ni siquiera recordaba cómo había llegado.

(¡Kai!)

El alfa intentó levantarse, pero el omega a su lado se lo impidió, Soobin gruño un poco y trato de que Yuna lo soltara.

- Yuna, suéltame, tengo que ver algo. - Le dijo tratando de que lo soltara, pero apenas terminó de decir aquello sintió como el agarre perdía fuerza hasta que lo soltó.

- ¿Yuna? - Esa voz. - Yo no soy Yuna. - Soobin se cayó de la cama al comprobar que el omega a su lado no era otro más que el pálido. Kai gateo por el colchón hasta llegar a la orilla de la cama y ver mejor a su alfa, a Choi se le fue el aire al ver al omega desnudo, bajo la mirada y comprobó que él también estaba desnudo, asustado tiro un poco de las cobijas y se cubrió su entrepierna, acaso ellos...

De pronto todas las imágenes de la noche anterior atacaron su cabeza, Kai gimiendo debajo de él mientras él lo penetraba, una marca, Soobin observó al mayor asustado y todo se volvió negro en cuanto vio aquella mordida, su mordida, en el cuello del mayor.

- ¡Soobin! -

•••

- Soobin, despierta. - El alfa escucho aquella voz tan lejana, estaba tan a gusto, no quería despertar.

- Cariño, por favor. - Gruño levemente hacía aquella voz, sólo quería seguir durmiendo. - ¡A mí no me gruñes! - Un fuerte golpe lo hizo despertar, abrió sus ojos y observó como Kai lo miraba preocupado y su madre... ¿Qué hacía su madre ahí?

- ¿Mamá? - Pregunto confundido mientras se sobaba donde su madre omega le había pegado.

- Hola cariño. - Le sonrió y al instante sintió como unos delgados brazos lo rodeaban de la cintura. - Bueno yo los dejo solos, iré a tráeles algo de comer.

- Adiós Ryujin. - Dijo Kai al ver como la omega se levantaba y se marchaba del cuarto. - Me alegra que estés bien, mi alfa. - Kai peso su frente a la espalda descubierta del menor, eso era lo único que tenía sin ropa, ya que antes de llamarle a su suegra le había puesto ropa interior.

Soobin hizo que el omega poco a poco lo soltara y se giró para verlo, este solo llevaba la camisa blanca que Choi usó la noche anterior, el castaño se sonrojo ante la atenta mirada del alfa en su cuerpo, el menor sacudió un poco su cabeza, debía dejar de ver así al mayor, pero tenía que admitir que se veía realmente lindo con solo eso puesto.

- ¿Te molesta que usé tu camisa? Fue lo primero que encontré en cuanto tu madre llegó. - El pelinegro ignoro eso y simplemente tomó el rostro del omega y lo hizo a un lado para ver el cuello de este, maldijo al ver ahí la marca, no había sido un sueño. - ¿Pasa algo?

- Mierda, perdón Kai yo no... - Dijo algo enojado el alfa, en sus planes nunca estuvo marcar aquel omega como suyo y menos en un estado etílico.

- ¿Tu no qué, Soobin? - Preguntó temeroso el omega.

- Perdón por marcarte, te juro que yo no quería. - Soobin pudo observar como los ojos del omega se cristalizaban, entendía su dolor, a nadie le gustaba ser marcado por un alfa que no amas, pero aún así no quería que Kai lo odiara. - Kai...

El omega no respondió y simplemente salió corriendo de la habitación con los ojos nublados por las lágrimas, como pudo bajó las escaleras para ir directamente a su habitación donde se encerró con seguro, ¿enserio era tan poca cosa como para que el primer alfa que lo marque se arrepienta? Kai se arrojó a su cama sin dejar de llorar, su padre siempre le había dicho que si un alfa lo marcaba era porque lo quería, quería compartir su vida con él, pero eso tenía que aceptarlo por más que no sintiera nada por este, él no escogía a su pareja, su pareja lo escogía a él.

Ryujin se quedó estática al ver como su tierno yerno había pasado sin siquiera notarla, estaba segura que iba llorando y el ligero cambio en el aroma de este se lo confirmó, el omega estaba llorando, así que molesta subió al cuarto de su hijo.

- ¡Choi Soobin! - El nombrado brinco en su lugar al escuchar el grito de su madre para girar a verla asustado. - ¿Qué le hiciste a Kai? - Soobin suspiro y le pidió a la omega que tomara asiento en la cama junto a él.

- Mamá te juro que esto no estaba en mis planes, simplemente paso. - Explico y Jihyo lo vio confundida.

- ¿De qué hablas?

- El marcarlo, fue culpa del alcohol, enserio mamá yo no quería marcarlo a la fuerza. - Soobin bajo la mirada apenado y su madre rio levemente.

- Soobin ¿eres imbécil o te haces? - Ahora fue turno de su hijo el verla confundido, ¿lo acababa de insultar?

- ¿Disculpa?

- A ver, me estás diciendo que tu intención no era marcar a tu omega ¿por qué? - Ryujin supo que su hijo la había cagado en grande al momento en que lo vio rascarse la nuca.

- Estaba borracho y creo que lo tome a la fuerza. - Soobin tembló al percibir el aroma de su madre se tornaba agrio.

- ¿Lo violaste? - El pelinegro no dijo nada simplemente tembló en su lugar. - No te golpeo solo porque quiero que me expliques qué sucedió.

Soobin observó a su madre asustado, pero rápidamente recibió una cachetada en la mejilla derecha. - Tú dijiste que... - Se calló al ver a su madre levantar la mano de nuevo.

- Quiero que me expliques, que paso antes de que Kai saliera corriendo y llorando. - El pelinegro bajo la mirada apenado.

- Bueno veras... - Soobin le empezó a explicar cómo el omega había salido corriendo después de pedirle perdón por marcarlo.

- Ahh ya entendí cuál fue el problema.

- ¿Cuál? - El alfa pregunto curioso.

- Es fácil, Kai pienso que no lo quieres. - Soobin arrugó su frente aún más confundido.

- Perdón madre, pero no entiendo.

- Ya te expliqué que una marca es muy importante para un omega y más si tienes una educación más tradicional. - Explicó la omega.

- ¿Tradicional?

- Si, lo que sucede es que normalmente a nosotros los omegas nos educan para cuidar una casa, cuidar a los hijos y atender a nuestro alfa. - Soobin por primera vez en toda su vida puso atención a lo que su madre decía. - Al menos a mí, siempre me dijeron que el o la alfa con el que me casaría, sería aquel que me marcará y reclamará, por más que yo estuviera en desacuerdo. - Habló con calma, recordando cómo fue su primera relación. - Desde pequeños nos meten la idea de que nosotros vivimos y respiramos para que algún día un alfa nos marque para formas una familia, no importa si nosotros no teníamos ni el más mínimo interés en estar con él, esa decisión es única y exclusiva del alfa. - Soobin realizó una mueca de asco al escuchar aquello.

- ¿Eso que tiene que ver con Kai?

- Es muy sencillo, si Kai fue criado igual que yo, que es lo más seguro... Eso significa que si tú lo rechazaras después de marcarlo, en pocas palabras fue como decirle que no servía como esposo, una marca para nosotros lo es todo, es que alguien te ama tanto como para cuidar de ti toda la vida y que te griten en tu cara que fue un error que nunca debió pasar, es como decir que no sirves para lo único que fuiste criado, por eso normalmente en cuanto nos presentamos las costumbres cambian, mientras un alfa puede vivir sin preocuparse, a notros nos casi obligan a dejar la escuela para poder aprender todo de cómo mantener una casa, que un omega llegue a graduarse de la preparatoria es un milagro, por que como normalmente nos presentamos entre los 12 o 14 años, a esa edad es cuando dejamos la escuela definitivamente. - Ahora entendía porque varias y varios de sus compañeros tenían miedo de presentarse y no ser un alfa.

- ¿Entonces lo lastime al decirle que no era mi deseo marcarlo? - Ryujin asintió ligeramente.

Soobin se sintió pésimo ante ese dato, siempre supo que su educación había sido muy diferente a la de otros alfas, mientras que a él le enseñaban como tratar de un omega, hacerlo sentir seguro y protegido, lo importante que era el pedir su consentimiento en todo, a otros les enseñaron que un omega no valía nada, que solo estaba para complacerlos. Joder, la había cagado en grande, él pensó que Kai estaba enojado por tomarlo a la fuerza, por haberlo obligado a estar con él, pero su llanto nunca se debió a eso, sino por pisotear algo que para el omega era sagrado, en serio era el imbécil más grande del mundo, él odiaba tratar mal a los omegas, nunca fue fan de hacerlos llorar por sus acciones y ahora, un dulce omega sufría en el piso de abajo por su culpa.

- Ahorita vengo mamá - Ryujin observó cómo su hijo se ponía de pie y se iba de la habitación.

Soobin remojo sus labios, tenía que hacerle entender a l omega que el contexto de sus palabras fue otro. Bajo las escaleras y caminó hasta la habitación de huéspedes. Cuando estuvo a la puerta el sonido de un llanto llegó hasta sus oídos, trago ligeramente y abrió la puerta encontrándose con una imagen que lo hizo sentir aún más culpable. Kai estaba tirado en la cama sin dejar de llorar, en medio de un pequeño nido con toda su ropa, con pasos lentos se fue acercando hasta ese pequeño bulto.

- ¿Kai? - El omega giro a verlo, sus pequeños ojos estaban rojos por el llanto.

- ¿Qué se le ofrece, alfa? - Soobin observó realmente lo que una educación de una omega significaba, a pesar de tus emociones, lo principal era tu alfa. El simplemente suspiro para acercar sus brazos al rostro del pálido y acariciar su mejilla.

- Lo siento. - Dijo mientras con cuidado entraba a nido del omega para poder abrazarlo.

♡