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Capítulo 8

Kai suspiro al salir de la habitación, solo esperaba no haber sonado muy grosero con la omega castaña, se tuvo que haber controlado ya, Yuna ni siquiera sabía quién era al que le había dirigido aquellas hirientes palabras, pero aún así le había dolido, como sea ya no podía cambiar lo que dijo, así que simplemente se dispuso a regresar al primer piso.

Al bajar se encontró con un, algo ebrio Soobin, al parecer el alfa estaba muy entretenido hablando con una lámpara mientras tomaba un vaso de whisky, el omega sonrió pequeño y se acercó al pelinegro, tocó levemente el hombro de esté, logrando que girara a verlo.

- ¡Ning Ning! ¡Cariño! – Soobin tomo al castaño de la cintura y lo alzó, para después girar con este en brazos. Rápidamente varios invitados voltearon a verlos y Kai rio nervioso para después hacer que el pelinegro lo bajara.

Soobin bajo a Kai, pero no lo soltó, en cambio lo abrazo mientras le gruñía a su hermano que estaba a unos metros de ellos.

- Soobin, cálmate. – El castaño se tensó ligeramente al sentir como el menor escondía su nariz en la curvatura de su cuello. - ¿Soobin? – Este no contestó y en cambio empezó a besar aquel blanquecino cuello.

Yeonjun apretó el vaso de su bebida, Yuna lo observó confundido y giró a ver qué era lo que su prometido miraba tan molesto, la castaña se sorprendió al ver a Soobin tan empalagoso con el pálido.

- ¿Kai? – Huening alejó al alfa de su cuerpo y con un sonrojo giro a ver quién le había hablado, sorprendiéndose al ver que se trataba del señor Shin. – Vaya que sorpresa verte aquí y con... este – Soobin simplemente le gruño a Taehyung, pero rápidamente Kai le dio un codazo.

- Igual es un gusto verlo señor Shin. – Kai hizo una reverencia.

- ¿Y tus padres vinieron contigo? – El pálido negó levemente y bajó la mirada. - ¿Viniste solo?

- Vino conmigo. – Hablo un borracho Soobin.

- Viniste solo. – Soobin observó ofendido a la alfa frente a él, siempre era lo mismo, siempre lo trataba con desprecio.

- No señor Shin, si vine acompañado de Soobin. – Sonrió y tomó la mano del pelinegro.

El alfa observó sorprendido a ambos jóvenes, a Kai lo conocía por su estrecha amistad con su padre, Nabil, y este nunca le dijo que su hijo menor estuviera con alguien y menos con el hijo de su ex esposa.

- ¿Tus padres saben de esta relación? – Kai mordió su labio y sonrió mientras asentía. – No saben ¿verdad? – El castaño negó y el alfa suspiro. – Voy a marcarles para que vengan por ti.

- Por favor señor Shin, no lo haga. – El omega se tomó el atrevimiento de tomar la muñeca del alfa y detenerlo, sabía que eso era irrespetuoso, pero si sus padres hablaban con él, estaba seguro que se lo levarían a la fuerza. – Se lo ruego, por favor no les diga que me vio. – Taehyun al ver el rostro afligido del menor asintió.

- De acuerdo, pero tú también hazme un favor. – Taehyung señaló a Soobin que estaba ahora abrazando a un mesero del cuello mientras le hablaba de quién sabe qué. – Llévatelo, ¿quieres?

- De acuerdo. – Kai se despidió con una reverencia del alfa y después de lograr que el pelinegro soltara al pobre mesero, se fueron del lugar.

Al salir, Kai no pudo evitar reír mientras se balanceaba de un lado a otro con un muy borracho Soobin, como pudo lo subió al asiento del copiloto y le coloco el cinturón de seguridad, para después el subirse al de piloto. Relamió sus labios nervioso, él no sabía manejar pero esperaba que no fuera muy difícil, encendió el motor y movió la palanca para después pisar el acelerador.

¡El auto se movió! En reversa, pero lo hizo, por suerte no chocó ningún otro auto, así que volvió a acomodar la palanca y esta vez avanzó al frente, mientras Kai rogaba que no hubiera otros autos en el camino, se fueron de la residencia Shin.

•••

El viaje fue algo ajetreado pero por suerte llegaron en una pieza, Kai suspiro mientras apagaba el motor y después observó a Soobin, para su sorpresa esta estaba bien dormido, luego de procesar bien el hecho de haber manejado una gran distancia sin morir en el intento, se dispuso a bajar del auto, rodeo este y abrió la puerta del copiloto para bajar a Soobin.

- Soobin. – Kai pico su mejilla, pero el alfa no despertó, así que decidió quitarle el cinturón y bajarlo por él mismo. – Joder Soobin, pesas mucho. – El pálido acomodo al alfa y con su pie cerró la puerta para poder dirigirse a la casa.

Con algo de dificultad logró llegar a la entrada de la casa, suspiro y como pudo empezó a revisar los bolsillos del menor, rápidamente sus mejillas se encendieron al notar que los únicos bolsillos que quedaban eran los traseros.

- Vamos, solo voy a sacar las llaves. – Cerró con fuerza sus ojos y puso sus manos en las nalgas del alfa. – Wow... Es más grande que el mío. – Sin más vergüenza siguió pasando sus manos, ya no sabía si buscaba las llaves o se estaba humillando al saber que la madre naturaleza le había dado más nalgas a un alfa que a él.

Una pequeña risita lo distrajo y alejó su mano para ver al alfa, este pesar de su expresión cansada, estaba sonriéndole de forma traviesa.

- ¿Por qué me estabas manoseando? – Kai se sonrojo antes esa declaración.

- Y-Yo solo estaba buscando las llaves. – El pálido soltó al alfa causando que este se tambaleara un poco.

Soobin río y sacó las llaves de su bolsillo trasero, para después con pasos torpes intentara abrir la puerta. Kai se desesperó un poco al ver cómo en repetidas veces el alfa tiraba las llaves al suelo.

- Ash, mejor yo abro. – Recogió las llaves el omega y se dispuso a abrir la puerta el mismo.

Una vez adentro, Soobin se pegó a la espalda del omega y se colgó del cuello de este, Kai solo bufo y trato de que lo soltara, pero este simplemente se aferró a él con más fuerza.

- ¿Soobin?

- Acompáñame a mi habitación. – Soobin enterró su rostro en el cuello de Kai repartiendo pequeños besos en la piel blanca.

Kai se paralizó al sentir cómo las manos del alfa empezaban a abrir su camisa y meterse entre su ropa, gimió tirando su cabeza hacia atrás al sentir como el pelinegro le daba una pequeña mordida en el lóbulo de la oreja.

El omega quería alejar las manos del alfa de su cuerpo, pero las enseñanzas de su padre se repetían una y otra vez en la cabeza "nosotros estamos para complacer a nuestro alfa" pero Soobin no era su alfa "¿y si yo no quiero estar con mi alfa?" el pelinegro giro al omega para empezar a besarlo "tendrás que, nosotros vivimos para nuestro alfa, sin importar lo que queramos, tenemos que complacerlo en todos los ámbitos". Sin darse cuenta en qué momento subieron al segundo piso, Soobin recostó a Kai en la cama mientras se quitaba la camisa, el mayor no trato de luchar, recordaba todas las veces en que su padre omega trato de resistirse, nunca terminaban en nada bueno, él no quería que el alfa lo golpeara por resistirse, así que simplemente rogó a la luna que al menos fuera cuidadoso con él y su bebé.

Soobin fue quitando poco a poco la ropa del mayor sin dejar de besarlo, sus manos recorrieron el abdomen y pecho del mayor con delicadeza, sabía que al omega que tenía debajo suyo, era un ángel que la diosa le había permitido apreciar, para admirar, para amar, así que con cuidado de no lastimarlo fue bajando hasta llegar a la pelvis del castaño, acarició el bulto que se alzaba en sus bóxer, se remojó los labios al escuchar aquel dulce jadeo que salió de los delgados labios del mayor, Soobin tomó la orilla del bóxer y fue bajándolo por las delgadas piernas del pálido.

El omega se quejó levemente ante la repentina intromisión en su ano, pero a pesar de que le resultara algo incómodo abrió más las piernas para el alfa.

- D-Duele... – Gimoteo al sentir sus paredes abrirse cada vez más.

- Tranquilo. – Soobin lo besó mientras sentía al mayor acostumbrarse cada vez más y sin esperar empezó a moverse en el interior de este.

Kai gemía cada vez más alto con cada estocada, Soobin sonreía mientras soltaba pequeños gruñidos y jadeos de satisfacción, después de un tiempo empezó a sentir su clímax, así que acelero sus movimientos escuchando como el omega gritaba de placer mientras se corría en ambos abdómenes, justo en ese momento Soobin lo mordió, en la unión del cuello y hombro de Kai fue donde dejó la marca, logrando así que el orgasmo de ambos se intensificara.

Soobin le sonrió a su omega para después besarle con pasión, Kai solo se dejó hacer, cerrando sus ojos y sintió como el menor le acariciaba todo el cuerpo sin dejar de besarlo. Ahora ambos estaban unidos y no había nada para remediarlo. La luna brilló más fuerte ante una nueva unión entre dos de sus hijos.

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