Capítulo 6
Kai estaba recostado en el asiento de copiloto con su mirada estaba puesta en los edificios que se quedaban atrás al momento en que el auto se movía por el pavimento. Las personas que transitaban por la acera, empezaron a correr por la calle ante la repentina lluvia que azotó la ciudad de Daegu, el omega vio como Soobin, tras apretar un pequeño botón, subió los cristales del automóvil para que ninguno se mojara con las traicioneras gotas de agua. Huening solo suspiro y decidió subirle el volumen a la canción que en ese momento sonaba en la radio para después cerrar los ojos, quedándose dormido por todo el resto del camino, dejando que su mente se sumergiera en viejos recuerdos de su pasado.
・・・
Las pálidas manos se aferraban con fuerza a la sabana, empezaba a arrepentirse de hacer eso, pero ahora no podía echarse para atrás, no creía que esa delgada tela aguantará tanto tiempo su peso en el aire, así que tratando de calmar a su lobo, empezó a bajar por esta hasta que dejo de sentir soporte por parte de sus cobijas, para después caer, gracias a la fuerza de gravedad y su peso, contra el suelo.
- Auch. – Se quejó el omega, pero rápidamente se acostó en el suelo al ver cómo se encendían las luces de su casa, aguanto la respiración y se apegó al pasto, rogando porque sus padres no se asomaran entre las cortinas.
- ¿Qué fue eso? – Kai podía escuchar las voces de sus padres dentro de la casa, su padre alfa abrió la cortina, pero al no ver a nadie la volvió a cerrar.
- Debió ser el gato del vecino, sabes que le encanta venir por aquí. – Después de eso, el omega pudo escuchar como de nuevo apagaban las luces y se iban al segundo piso a descansar.
Kai suspiro aliviado al asegurarse de que ya no había peligro, así que se levantó de su lugar y sacudió sus prendas, para después ver sus sábanas en el suelo, al parecer estas se habían soltado de la pata de su cama, bueno ya vería la forma de entrar a su casa al regresar, tal vez sus amigos pudieran ayudarlo a subir por la ventana, así que haciendo bolita las cobijas blancas, las lanzo igual que una pelota de basquetbol para entrar por la ventana abierta.
- Al fina mis clases de basquetbol si sirvieron para algo. – Rio bajo y corrió a la acera, para emprender camino al bar que sus amigos le mencionaron.
Aunque no supiera dónde quedaba el lugar, sus amigos le habían mandado la ubicación por mensaje de texto. Hasta cierto punto, Kai se sentía bastante emocionado por andar solo en la calle, su padre Nabil nunca lo dejaría salir, si no era en compañía de su hermana o padre, ya que al ser ambos alfas podían proteger de él, aunque ahora le estaba demostrando a su familia que podía ser un omega libre, igual como sus amigos le enseñaron.
(¿Es por aquí? ...)
Preguntó el omega de Kai, al ver como el pálido se adentraba en un callejón obscuro y algo sólido.
- No, pero el bar está en la otra calle y no quiero dar toda la vuelta. – El omega inseguro, enrolló su cola alrededor de sus patas, aquel solitario callejón no le daba buena espina. – Vamos, estaremos bien, es solo llegar al otro lado y caminar par de locales más arriba y encontraremos el lugar, estaremos bien. – El castaño hablo confiado.
Grave error...
Justo cuando Kai iba por la mitad del húmedo callejón, cinco grandes alfas empezaron a acercarse a él, Huening no se dejó intimidar y apresuró su paso para salir lo antes posible de ahí.
- ¿A dónde con tanta prisa, bonito? – Hablo un alfa al ponerse frente al pálido, Kai no contestó y trató de rodear al más alto. – Oye, no te vayas todavía, nosotros solo queremos jugar contigo. – Ahí Kai se dio cuenta que recortar camino, había sido mala idea.
- ¡Ahg! – Se quejó, cuando su cuerpo
fue lanzado con fuerza contra uno de los contenedores que estaban por ahí, trato de levantarse, pero dos alfas tomaron sus piernas y brazos para inmovilizarlo, mientras le intentaban quitar la ropa a la fuerza. - ¡Suéltenme! ¡Por favor! ¡Ayuda! – Gritó con todas sus fuerzas, pero el alfa que lo habían detenido antes, le dio una cachetada.
- ¡Cállate, omega!! – Kai solo pudo apretar los labios ante la voz de mando, del otro. – No te quejes que tú también lo vas a disfrutar. – Las lágrimas rápidamente nublaron sus ojos y todo su cuerpo comenzó a temblar de miedo.
- ¡Te dijo que lo soltaras! – El omega abrió los ojos cuando dejo de sentir aquellas horribles manos pasarse por todo su delicado cuerpo, asombrado, observó como aquel desconocido de hebras marrones se enfrentaba a esos alfas, ante los grandes ojos del omega, aquel desconocido era un héroe, aunque no sabía su realmente lo estaba ayudando o simplemente lo quería usar para él solo.
- ¡Lárguense! – Les gritó el alfa de pelo café, apretando sus puños con fuerza. - ¡Lárguense antes de que llame a la policía! – Sin rechistar, los anteriores chicos, se fueron corriendo del ligar y el alfa, se agacho a la altura del omega que abrazaba su cuerpo con miedo. – Tranquilo, esos mal-nacidos ya no podrán hacerte daño. – Kai alzó su mirada y pudo apreciar la sonrisa más bonita del mundo.
- Gracias. – El alfa puso una mano en el hombro del castaño y apretó con cariño.
- Ahora estás a salvo.
Kai sintió como empezaban a sacudir su cuerpo, así que empezó a abrir los ojos, pestañeó varias veces para poder identificar donde estaba.
- ¿Ya llegamos? – Preguntó el mayor tratando de analizar donde estaban, se estiro y bostezo, para después ver por la ventana, se podía observar una hermosa casa de dos pisos.
- Si, ya llegamos. – Le sonrió Soobin y se bajó del auto, al hacerlo a lo lejos pudo ver como alguien lo observaba por una de las ventanas de la casa, le sonrió a Yuna y lo saludó igual que a un viejo amigo.
Yuna gruño al ver a Soobin, ¿Qué hacía ahí? Sabía que el alfa odia ese tipo de eventos, así que no entendía qué era lo que traía al pelinegro a su casa, justo esa noche.
- ¿Qué tanto ves por la ventana, Yuna? – Yuna cerró la cortina y giró para ver a Yeonjun, que le sonreía coqueto.
- Tu hermano acaba de llegar. – Hablo seria y con los brazos cruzados, no le agradaba nada que Soobin hubiera ido.
- ¿¡Ya llegó!? – Tomo a la castaña de los hombros, para hacerlo a un lado y poder ver si la menor decía la verdad, sonrió al ver como su hermano caminaba a la parte trasera del auto para sacar un paraguas, cerró la cortina en cuanto comprobó que si era su hermanito menor. – Vamos a saludar, Yuna, mi hermano viene con su pareja.
- ¿P-Pareja? – Yuna abrió los ojos sorprendida.
- Bueno, no me lo dijo como tal, pero yo sé que es así y si mi hermano esta con alguien, yo debo comprobar que sea un buen omega para él. – Y sonrió mientras caminaba a la puerta. El pelirrojo estaba entusiasmado, su hermano menor nunca fue de ir acompañado a los lugares que él le invitaba y que le digiera que llevaría compañía, lo había puesto muy contento. Su hermanito empezaba a crecer.
•••
Soobin le extendió la mano a Kai y este la tomo con una sonrisa, por suerte de ambos, el pelinegro siempre traía aquella sombrilla en su cajuela por si la lluvia lo sorprendía al salir del trabajo o algo por el estilo.
- ¿Esperabas que lloviera? – Preguntó en tono de burla Kai, Choi solo negó y abrazo al mayor por la cintura para que así quedara bien debajo de la sombrilla.
- La verdad no, pero siempre la traigo por si la ocasión lo amerita. – Kai solo sonrió sin dejar de caminar.
Al llegar al pórtico, Soobin cerró la sombrilla y la sacudió un poco, para quitarle el exceso de agua. Kai se giró a verlo, pero en eso la puerta fue abierta y el giro para así saludar a quien les había abierto. La sonrisa que antes adornaba el hermoso rostro del omega cayó al ver a Yeonjun de la mano de aquella hermosa omega de cabello castaño.
Yuna no ocultó su desagrado al ver a ese omega de piel pálida en su casa, giró a ver a Yeonjun, pero este se veía tan sorprendido que ni siquiera noto como el aroma dulce de la omega a su lado cambiaba a uno agrio.
- Yeonjun, él es de quien te hable en la mañana. – Soobin sonrió, pero a comparación de él, Yeonjun no parecía muy feliz con aquella información. – Preséntate bonito. – El alfa pelirrojo, tuvo que aguantarse un gruñido al escuchar aquello, ¿qué era lo que estaba planeado su hermano?
- Mucho gusto, soy Huening Kai. – El omega hizo una reverencia de noventa grados al estar frente a los futuros líderes de la manada.
Yeonjun carraspeo antes de hacer una reverencia junto con Yuna a la pareja frente a ellos, el alfa mayor sonrió forzadamente antes de invitar a pasar a su hermano y al pálido. – Vamos hermanito, pasen que afuera ya empieza a hacer frío. – Soobin solo tomo la mano del mayor y tiro de este para que ambos entraran, ambos se cambiaron los zapatos, por unos que proporcionaban los Shin para poder entrar a su residencia. Yeonjun no espero a que Soobin terminara de ponerse los zapatos cuando hablo.
- Soobin, ¿puedo hablar contigo? – Ambos omegas vieron a Yeonjun confundidos. – A solas. – Soobin solo asintió.
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