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Capítulo 5

Soobin acomodo sus lentes para poder ver mejor las pequeñas letras en aquel acuerdo, maldijo en voz baja, aquellas condiciones no le favorecían a su cliente, tenía que pensar en algo para que aquel omega no quedará en la calle.

- ¡Maldita sea! – Existían veces, como sea, en que odiaba a la mayoría de alfas, eran unos bastardos que no les importaban los sentimientos de algunos betas y omegas.

Gruño furioso, lo que más quería era ayudar a ese pobre omega, no podía dejarlo solo, había sufrido agresión intrafamiliar y el alfa no podía quedar impune ante eso, ¿cómo era posible que las mismas autoridades protegieran mucho más al agresor que a la misma víctima?, pero aun así Soobin no se dejaría vencer tan fácilmente.

Se levantó dispuesto a ir por un café, pero los gritos de algunas personas fuera de su oficina, extrañado se acercó a su puerta, sólo daría un pequeño vistazo y le pediría a su secretaria café.

(¿Sabes que puedes pedirlo por el interfón? No reprimas tus instintos de vieja chismosa.)

Soobin no era un chismoso, bueno si algo curioso, pero no era chismoso, aunque si tenía algo de razón su lobo, bien podía pedir su café por el interfón, así que suspiro y alejo su mano de la manija. No podía evitar morderse su labio inferior al escuchar como el griterío se acercaba a su puerta, así que ignorando a su lobo decidió abrir la puerta, aunque alguien fue más rápido que él y lo golpeó con esta en la nariz.

- ¡Hermanito! – Soobin aguanto un grito al sentir la gruesa madera estrellarse contra su nariz, por impulso, se pegó un poco al estante de libros que estaba justo detrás de él.

- Perdón licenciado Choi, él solo se... Metió – La omega se detuvo al ver el despacho vació.

- ¿No dijiste que estaba aquí? – Le dijo Yeonjun a la secretaria de su hermano menor y esta solo se encogió de hombros.

- Aquí estoy imbécil, me disté con la puerta en la nariz. – Tanto el alfa como la joven omega, dieron un brinco al escuchar la puerta ser cerrada de golpe, al girarse ambos se encontraron con un Soobin con unos dedos apretando su nariz para que no sangrara, Arin alarmada salió corriendo de la oficina para ir por servilletas y auxiliar a su jefe.

- Ups no te vi. – El alfa mayor ignoro eso y jalo a su hermano de los hombros. – Necesito de tu ayuda.

- ¿Para? – Soobin le agradeció a su asistente cuando esta entro a la oficina de nuevo y tomo las servilletas para detener el sangrado. – De una vez te digo, dinero no te vuelvo a prestar, todavía no me devuelves los 500.000 wons que te preste el mes pasado.

- Ay hermanito, te dije que te los pagaría, pero no es para eso.

- ¿Entonces?

- Esta noche tengo una fiesta muy importante en la casa de los Shin, pero no quiero estar solo, sabes que mi futura suegra es una bruja, así que, por favor, te lo ruego por nuestra madre, ¿puedes ir a la cena? – Soobin se cruzó de brazos, sabía que a su madre no le gustaría enterarse que fue a esa cena y menos le agradara a reina verlo ahí.

- No lo sé, sabes que a tu madre no le agrada que yo me aparezca en ese tipo de eventos y mamá se enojara mucho conmigo si asisto.

- ¡Por favor! – Rogo igual que un niño chiquito. – Te prometo que mi madre no te dirá nada y si lo hace, diré que yo te invite, pero no me dejes solo en esto.

Soobin suspiro, pero no aceptó de inmediato. - ¿Puedo ir acompañado? – Rezo internamente, no para que su hermano aceptara, si no para que Kai no lo colgara al enterarse.

- ¡Claro! – Respondió de forma rápida. – Entonces... ¿Si vas a ir?

- Solo si a quien voy a invitar acepta, si me dice que no, no iré. – Se encogió de hombros.

- Estoy seguro que ese omega aceptará. – Lo abrazo efusivo. - ¡Ay gracias, hermanito! ¡te amo! Te debo una grande – Soobin solo rio por el comportamiento de su hermano.

- Oye Yeonjun, antes que te vayas, ¿has hablado con Kai? – Sabía que no tenía que preguntar eso. Pero quería saber si al menos a su estúpido hermano había pensado, al menos una vez en el pálido.

El alfa mayor suspiro. – No, no me contesta los mensajes, pero creo que es lo mejor, mamá está forzándome a dar una fecha para la boda con Yuna, de todos modos, tú sabes que eso no era nada serio. – Soobin negó lentamente.

- Y no crees que lo lastimas más con tu indiferencia, llevas un mes sin buscarlo.

- Tal vez tengas razón... Espera... ¿Y tú cómo sabes que no lo he buscado desde hace un mes?

(Pendejo...)

- Pues porque hace un mes que ustedes dos no se paran por mi casa, simple intuición. – El menor trago grueso rogando porque su hermano le creyera.

- Oh... Tienes razón, bueno me despido, mamá me dijo que fuera al sastre para probarme el nuevo traje para esta noche, así que no me puedo quedar a platicar, tal vez luego, nos vemos después hermanito. – Yeonjun le dio otro fuerte abrazo al menor antes de irse con una gran sonrisa.

- Eres un imbécil Yeonjun. – Se rio antes de cerrar la puerta de su oficina de nuevo.

・・・

Kai tenía un gran plato de Sabritas entre sus brazos y una Coca-Cola de dos litros al lado, el omega estaba demasiado concentrado en la película que se reproducía en la pantalla que no se dio cuenta en qué momento la beta que trabajaba en la casa fue a abrir la puerta, es más ni escuchó en qué momento tocaron esta.

- ¡No! ¡No vayas para allá! – Grito el pálido al ver cómo la protagonista había tenido la gran idea de "investigar" de dónde venía el ruido extraño. – Pendeja, te dije que no fueras. – Kai tomó un puño de Sabritas al ver que había casi mataban a la chica de la película.

Un carraspeo hizo que Kai girara a ver quién le hablaba. – Joven Huening, la señora Choi ha venido a verle – la sirvienta hizo una reverencia y se fue, dejando a ver a la madre de Soobin que mostraba una sonrisa y expresión confundida.

Huening empezó a recoger todo el tiradero que tenía y le sonrió de forma tímida a Ryujin que seguía en el mismo lugar, sin moverse.

- ¿Por qué permites que se dirija a ti con tu apellido de soltero? – Ryujin camino hasta el pálido que estaba apurado en limpiar todo.

- No lo sé, pero no me molesta. – La omega arrugó su frente al escuchar eso, parecía que ahora no conocía a las nuevas generaciones. – Pero por favor señora Choi, siéntese, en un momento estaré con usted.

Ryujin observó como Kai corría a dejar todo en la cocina, le recordaba a ella cuando conoció a la madre de su primera esposa, para fortuna de ella, la madre de Yeji era muy diferente a la señora Jeon.

- Ya te dije, puedes decirme solo Ryujin, eres el omega de mi hijo menor, puedes tutearme, no hay ningún problema. – Hablo al pálido omega cuando esté se sentó justo a su lado, la de hebras marrones tomó las manos del castaño sin dejar de sonreírle con ternura.

Sin saber porque Kai se sintió un poco raro ante las palabras de la omega mayor, no le desagradaba del todo, pero si le hacía sentir mal, le estaban mintiendo de la peor forma a esas amables mujeres y eso no le gustaba a Kai, él no era un mentiroso.

- De acuerdo, Ryujin, ¿qué le trae de vuelta tan pronto?

- Recuerdas que el día que vinimos me dijiste que no habías ido al doctor. – Kai asintió. – Bueno, se me ocurrió que sería buena idea ir a ver al doctor Park, es el que me atendió a mí, durante mi segundo embarazo, ¿Qué te parece? – Dijo Ryujin con entusiasmo, seria abuela por primera vez y eso la tenía entusiasmada mucho.

- Me parece muy bien señ... Ryujin. – La omega chillo emocionada.

- Voy a hacer la cita para que sea lo más pronto posible. – Ryujin empezó a buscar su teléfono en su bolso.

Kai se extraño al escuchar la puerta ser abierta, tomo su celular para ver la hora, Soobin acababa de llegar y él no había ni siquiera pensado en que cocinar.

- Kai, ya llegue. – Soobin dejo las llaves en el llavero y al entrar a la sala se detuvo al detectar el aroma de su madre en su hogar. - ¿Mamá? ¿Qué haces aquí? – Se acercó apara saludar a su progenitora.

- Hola hijo, vine a ver a mi yerno para arreglar lo de su cita al médico. – Dijo restándole importancia y Huening solo se encogió de hombros sin dejar de sonreírle al alfa.

- ¿Okay?... – A Soobin le extrañó esa actitud, su madre nunca había sido así. – Bueno, Kai necesito hablar contigo... - Vio a su madre de reojo. – A solas. -

- Ah no te preocupes cariño, yo ya me iba. – Ryujin le dio un beso en la mejilla a su hijo y a Kai para después irse mientras hablaba por teléfono.

- Bueno Soobin ¿qué me querías decir? – Soobin tomó el lugar donde antes estaba su madre.

- Veras Kai... – Soobin tomo un poco de aire, sabía que lo siguiente que daría, no sería fácil para el pálido. – Yeonjun fue a verme esta mañana y quiere que vaya a la fiesta de esta noche en casa de los Shin. – La sonrisa de Kai decayó, el simple hecho de escuchar el nombre del considero su alfa, le entristecía. – Sé que tal vez no lo quieras ver, pero quería saber si tú... ¿me acompañarías a la fiesta? – El pelinegro se empezó a poner algo paranoico al pasar el tiempo y ver que el omega no tenía ni la más mínima intención de hablar. – No tienes que aceptar si no quieres, no te estoy obligando a acompañarme, pero... – Kai puso su mano sobre la del alfa y le sonrió.

- Tranquilo Soobin, si iré contigo. – Soobin le sonrió y lo abrazo sin lastimarlo.

- Gracias Kai. – El mayor no dijo nada, solo cerró los ojos y puso su pequeña nariz en el cuello del menor.


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