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《Principe Min》

El momento tan ansiado por los monarcas del imperio Min estaba cada luna más cerca, pues su único hijo varón sé habría de presentar a los quince años, Yoongi le tenía pavor a este momento, deseaba permanecer como un beta, así podría gobernar sin presiones, concebir un hijo y mantener la armonía en su reino. 
La luna tenía otros planes para el caballero, un nueve de marzo de 1546, Min Yoongi, primogénito y único heredero del emperador Min Jong Kwan y la emperatriz consorte Min So Yeon, sé presentó al pueblo como Omega. 

Pasada la conmoción del primer celo, cientos de reyes visitaron el palacio, pidiendo la mano para sus hijos alfas, incluso asomo por los portones, la caravana del rey Kang SeunJi, pidiendo la mano del príncipe Min, para su hijo, Kang JungSuk, un alfa déspota y arrogante, su clan era poderoso, si, pero los reyes no estaban dispuestos a aceptar, pues permitir ese matrimonio era igual a entregar a su propio hijo a una manada de perros salvajes. 

Lejos de los planes nupciales y el agobio de la realeza, el palido de hebras doradas ya tenía a un apuesto príncipe ocupando su corazón, sé trataba de un alfa gentil, tranquilo y risueño, proveniente de un pequeño reino en crecimiento. El muchacho ganó la llave de su corazón en las innumerables visitas a palacio, siempre con motivo de solidificar alianzas políticas con los gobernantes de la región. Una noche, durante el banquete en honor a los nuevos acuerdos conseguidos, el coqueto alfa fijo sus ojos en el omega, cuyo cuerpo estaba envuelto en túnicas de ceda negra e hilos de oro. Una pechera dorada sé ceñía a su cintura, entallandole el hanbok, sus cabellos color sol lucían en una media coleta alta, con adornos tradicionales de oro y una cinta negra alrededor. 

Esa noche miraron las estrellas juntos, como si un hilo rojo sé hubiera sujetado en sus dedos, llevándolos uno al otro. 

Yoongi no dudaba en burlar a los guardias que su padre le asigno, con tal de ver a su amado príncipe. Bien sabía que esa unión no era bien vista, los reyes aspiraban a un reino fructífero y fuerte para entregar a su heredero. Fue asi que decidieron arreglar la boda con Jung Hoseok, el hijo menor y único varón de los Jung. Pronto, el galante alfa que cortejaba a Min dejó de concurrir, dolido por la pronta boda. 

En la última luna del año estaba previsto consumar el matrimonio, todo el reino se preparo para la gran celebración, incluso los guardias de cada muralla y salida, que olvidaron hacer su trabajo como se les ordenó. La noche, en que Hoseok debía desposar a Yoongi, un amargo acontecimiento ocurrió. 

El ejército del rey Kang atacó sin piedad alguna, masacrando al reino, quedando sus calles bañadas de sangre. Los gritos fueron la sinfonía más dolora que aquel reino oyó jamás, los invasores llegaron al palacio, empuñando sus espadas y con ellas dando muerte a quien cruzara su camino. Así llegaron al salón principal, donde nobles, reyes y políticos de diversas regiones se encontraban acompañándo a los novios. 

Yoongi vio con sus propios ojos la muerte de sus padres, también la de su prometido, y espero con los ojos cerrados la suya propia. En lugar de muerto fue arrastrado, hasta quedar de rodillas ante el príncipe que sus, ahora, difuntos padres rechazaron tiempo atrás. 

―¿Qué quieres de mi? ―habló con los ojos cristalinos por la fina capa de lágrimas sobre ellos. 

―Todo, ―puso los dedos índice y pulgar el su mentón, Yoongi ladeo el rostro, rechazando el toque. ―Pagaras por la insolencia de tus padres, querido príncipe. 

Kang se acercó, dejando en shock al omega, acaricio su labio inferior con la yema del pulgar, acto seguido fundió sus bocas en su beso violento, lleno de rencor y perversión. Min supo entonces que ese era tan sólo el primero de muchos, su tormento apenas iba a comenzar. 

El omega de piel blanca tuvo razón, diez años pasaron desde esa masacre, años en los que sirvió como esclavo del príncipe Kang, obligado a cumplir sus deseos, usado como un juguete al antojo de alguien más. Jamás podría olvidar todo el dolor y la soledad padecidos, ya no conocía la luz del día, vivía encerrado en un palacio frío, con la soledad como única compañía mientras le rezaba a la Diosa Luna encontrar una salida. 

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Un nuevo borrador ve la luz, está vez una ficción históricaOjalá les guste y le den mucho amor a esta historia. ♡

Lxs amo♡

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